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Antropología feminista. Marta Lamas...

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Marta Lamas por Celeste Sacramento De León.

Por su parte, si hablamos de antropología feminista, resulta fundamental nombrar a Marta Lamas.

Biografía y trayectoria profesional. Marta Lamas Encabo, nacida en Ciudad de México en el año 1947, es una doctora en Antropología, etnóloga, feminista, activista y prolífica escritora que tiene la catedra en ciencia política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Además, se encuentra adscrita al Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) y ejerce como investigadora y profesora en la Universidad Nacional Autónoma de México. La antropóloga mexicana tiene una gran trayectoria profesional y de ella, entre otras muchas cosas, cabe destacar que ha sido columnista de la revista Proceso y del periódico español El País y editorialista de los periódicos El Processo y Diario Monitor. Además, por una parte, en el año 1976 cofundó la revista feminista “Fem”, la primera revista feminista de México. Por otra parte, en el año 1987 ayudó a establecer el primer suplemento feminista de un periódico mexicano para el diario “La Jornada” y desde el año 1990 es la encargada de editar una de las más revistas feministas más relevantes de América Latina, “Debate feminista”; que cuenta con colaboración masculina y tiene como propósito conectar la teoría feminista académica con las prácticas de los activistas del movimiento feminista. Es decir, esta revista es un medio para la discusión de las ideas anteriores y su evaluación para ver cómo pueden presentarse a la opinión pública. Por su parte, en cuanto a reconocimientos respecta, en el año 2005 Lamas fue nominada para el Premio Nobel de la Paz y, en 2017 recibió el Premio “Doctor Honoris causa con perspectiva de género” de la Universidad de Oaxaca.

Feminismo y activismo. Según afirma la antropóloga, Lamas “existe mucha ignorancia cuando se habla de feminismo, porque se trata de una crítica a la cultura preestablecida”. Es por ello por lo que la labor de la antropóloga mexicana se resume en la reducción de la discriminación mediante la apertura de un discurso público acerca del feminismo,

prostitución y el aborto, entre otras cosas. Así pues, podemos decir que Marta Lamas ha sido una inspiración y un agente de cambio fundamental en el nacimiento del movimiento feminista y en la construcción del discurso acerca de temas críticos para los derechos de las mujeres, incluida la construcción de género y el aborto. Por su parte, en México, la antropóloga es una de las feministas más destacadas. Así pues, como prolífica escritora feminista, a lo largo de su trayectoria profesional, con el objetivo de reducir la discriminación, ha escrito diversos libros para así, hacer llegar a la sociedad los discursos sobre el feminismo, género, aborto, prostitución, etc. El primer acercamiento que tuvo la antropóloga con el feminismo fue gracias a su madre, quien era feminista. No obstante, no fue hasta el año de 1971, que desarrolló sus primeras reflexiones sobre el feminismo y la política sexual, pues su inquietud por este movimiento se desencadena al finalizar una conferencia impartida por la escritora Susan Sontag en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se encuentra con la periodista Marta Acevedo, quien invita a Lamas a una reunión con un grupo feminista (Mujeres en Acción Solidaria) y esta acepta. Fue así como, en Marta Lamas, comienza la inquietud y la necesidad de visibilizar el feminismo en todos sus ámbitos, así como en la antropología. En este sentido, podemos decir que la conferencia de Susan Sontag fue decisiva para la antropóloga a la hora de participar en el movimiento feminista mexicano y su incorporación a la organización Mujeres en Acción Solidaria (MAS), donde en 1982 trabajó con la política Patricia Mercado. Por un lado, en el año 1976, como bien se ha dicho anteriormente, Lamas cofundó la revista feminista “Fem”, la primera revista feminista de México, que nace tras la necesidad de una revista con perspectiva feminista. Gracia a esta revista, se logró documentar las peculiaridades del pensamiento feminista y el activismo de las mujeres. Además, “Fem” con el tiempo ha ido abarcando nuevos temas que resultan relevantes para la construcción teórica del feminismo. Temas tales como el trabajo doméstico, el aborto, los estereotipos, la maternidad, el feminicidio, la participación de las mujeres en política o su contribución al mundo laboral, el deporte, el arte, etc. Por su parte, en el año 1990, la reconocida antropóloga feminista, Marta Lamas, fundó Semillas, Sociedad Mexicana Pro-Derechos de la Mujer, AC; pues entendía que México necesitaba más grupos feministas organizados para abordar las necesidades de las mujeres. Así pues, esta era una asociación en la que mujeres ofrecen su apoyo a otras por ciertas circunstancias de la vida, tienen menos oportunidades. La agrupación, aparte de patrocinar a microempresas y cooperativas, brinda grupos de trabajo y centros de apoyo que abordan los diferentes problemas que enfrentan las mujeres, incluyendo cuestiones en lo que a los derechos humanos respecta. Por otro lado, en 1991, Lamas junto a la política Patricia Mercado, la antropóloga María Consuelo Mejía y las sociólogas Lucero Gonzalez y Sara Sefchovich, cofundó GIRE, el Grupo de Información en Reproducción Elegida, con el propósito de expandir la información, tanto a la prensa como a los legisladores, acerca del aborto, la salud reproductiva-sexual y los derechos desde la perspectiva social,

bioética y legal. Además, este grupo trata de modificar el debate de quien está a favor o en contra del aborto y, en su lugar, centrarse en quién debe decidir en este tema. Lo cual, según confirma Marta Lamas, supuso una transformación primordial en el progreso del debate sobre el aborto en México. Así pues, tras treinta y ocho años de trabajo por el movimiento feminista, en abril del año 2007 la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó la despenalización del aborto y la Ciudad de México comenzó a ofrecer el servicio en hospitales públicos e instituciones de salud. Esto fue posible gracias al impulso de los grupos feministas como GIRE, donde sus abogados asistieron a la redacción de la legislación y coordinaron en la defensa de la ley frente a las demandas que alegaban que era anticonstitucional. Además, cabe destacar que la misma Marta Lamas se encargó de testificar durante el juicio en la Suprema Corte. Por su parte, dentro de su activismo y de sus actividades de investigación, la antropóloga, con el propósito de formar líderes sociales fundó, en el año 2000, junto a Patricia Mercado, una organización feminista de la sociedad civil, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir. Así pues, para Marta Lamas, esta organización supone una gran aportación a la construcción de una sociedad democrática de derechos y libertades, a través de la innovación, el conocimiento y la formación de liderazgos con perspectiva de género, interculturalidad y compromiso social. Marta Lamas, aparte de ser considerada una muy buena teórica, se la considera gracias a su labor y defensa de los derechos de las mujeres, una referente del movimiento feminista mexicano. Es por ello por lo que en el año 2012 tuvo el honor de recibir el Premio Amalia Solórzano. Además, cabe destacar que a la antropóloga feminista se la destaca como una militante y activista política, pues entiende que las transformaciones sociales necesitan visibilidad, más gestión pública y manifestaciones. Así pues, en lo que al activismo respecta, para Lamas el trabajo teórico y el activismo político resultan labores importantes y al mismo tiempo complementarias.

Influencias. Marta Lamas ha recibido muchas influencias y, a su vez, ha influido. Así pues, cabe destacar la influencia de su pensamiento dentro, tanto de la teoría feminista como la teoría de género y el activismo vibrante que la teoría ha estimulado en México. En este sentido, podemos decir que el progreso brindado por el feminismo en México (a pesar de estar forzado y paralizado tanto por la política y el machismo) es en parte, fruto de la dedicación y el compromiso de Lamas. Por un lado, en lo que respecta a las influencias que ha recibido Marta Lamas en la antropología feminista, cabe decir que la antropóloga mexicana se ve influida por el debate en EE. UU y Occidente acerca de los derechos a decidir sobre el aborto, el cuerpo y la maternidad. Además, se siente atraída por el discurso existente de la teoría entre las tendencias marxistas, psicoanalíticas y libertarias, que marcan un gran interés

por las críticas sobre la identidad de género. Lamas se ajusta a dichas críticas y realiza un estudio de la identidad de género, para el que se apoya en un grupo de mujeres universitarias de su mismo estatus social, donde puede compartir la causa de las mujeres como uno de los primeros temas del feminismo. Del mismo modo, la antropóloga se nutre de las premisas de las feministas italianas y francesas. Destacando que el filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo francés, Foucault, también tuvo cierta influencia en ella. Por otro lado, cabe destacar que Marta Lamas ha recibido influencias de muchos autores y obras. No obstante, resulta relevante mencionar al menos una obra, la del antropólogo francés Claude Meillassoux, Mujeres, Graneros y Capitales. Considerada pionera en la antropología feminista, a Lamas la ayudó a reforzar sus teorías feministas y a reflexionar acerca de la importancia de los medios de reproducción en las sociedades sin clase. Por su parte, y para terminar en cuanto a las influencias, cabe decir que en su artículo “La antropología feminista y la categoría de género”, la antropóloga feminista recupera a algunos autores para ella relevantes. Por ejemplo, en cuanto a la categoría de género, se respaldó mucho en la filósofa Francesa Simone de Beauvoir. Después, a la hora de hablar acerca de las divisiones al interior de la sociedad que mantienen un sistema dualista, se basa en el antropólogo Lévi Strauss. Mientras que cuando habla acerca del estatus sexual, se respalda en el antropólogo estadounidense Ralph Linton.

“La antropología feminista y la categoría de género”. Marta Lamas, en torno a 1980, se encuentra en un contexto histórico de un México marcado por el tránsito de una diversidad de grupos organizados, asociaciones y partidos políticos en escena. Sin embargo, tras llevarse a cabo nuevas elecciones en el año 1982 y posteriormente producirse un declive del capital, se produce un descenso del movimiento feminista, se disuelven la gran mayoría de los grupos y asociaciones y la mujer cuenta con una escasa presencia en los sectores populares. Ante esto, Lamas decide actuar y, en el año 1986, con la inquietud que la caracteriza expresar su pensamiento en la revista Nueva Antropología. Si bien es cierto, que dicha revista no se encuentra dirigida a una audiencia amplia, pues en ella se relejan solo las preocupaciones y reflexiones de los activistas. Sin embargo, la antropóloga declara que el feminismo mexicano cuenta con ciertas dificultades con el debate intelectual, pues el activismo constante deja poco espacio para la reflexión, de hecho, para entonces apenas existían informes o discusiones impresas. Es por ello por lo que Lamas entiende a la revista como un medio público de reivindicación y un espacio necesario de reflexión seria. Así pues, declara que solo a través del debate público podemos entender al feminismo, modificar los estereotipos e introducir un nuevo paradigma que permita a la sociedad repensar acerca de la vida y ampliar los márgenes de poder. Es decir, para generar un discurso/ debate público, resulta necesario debatir dentro del movimiento.

Por su parte, en el año 1986, lo que Lamas decide expresar en la revista Nueva Antropología tras el reflujo del movimiento feminista, es un artículo de orientación antropológica titulado “La antropología feminista y la categoría de género”. Un artículo que recoge alguna de sus reflexiones, donde expresa su pensamiento y, entre otras cosas, hace énfasis en el concepto de cultura como cimiento de la antropología. Así pues, Lamas entiende que la cultura muestra las características y conductas humanas para aclarar su origen en el aprendizaje o en la genética humana y después enfocarlo al estudio de todo lo que determina el comportamiento humano. Es decir, “La antropología feminista y la categoría de género” es un artículo que muestra el debate acerca de la categoría de género y trata de hallar aquello que determina el comportamiento humano. Además, en relación con lo dicho, la antropóloga en su escrito le da especial importancia al debate/ discurso sobre las diferencias entre hombres y mujeres, planteándose que actualmente que las diferencias significativas entre los sexos son las diferencias de género. Podemos decir pues, que este tema de discurso es uno de los fundamentales en los planteamientos y la teoría feminista de Marta Lamas.

“Los papeles sexuales supuestamente debidos a una originaria división del trabajo basada en la diferencia biológica […] marcan la diferente participación de los hombres y las mujeres en las instituciones sociales, económicas, políticas y religiosas”. Marta Lamas, 1986.

En este sentido, Lamas refleja en su artículo que la diferencia implica tanto desigualdad como exclusión social, y se basa en el antropólogo Lévi Strauss retomando las divisiones al interior de la sociedad que mantienen un sistema dualista. Por su parte, sus oposiciones entienden que la naturaleza es próxima a la mujer por la función reproductiva, y que la cultura es cercana al hombre. Entendiendo de este modo, que la aceptación de este esquema es lo natural y cualquier desacuerdo es antinatural. Así pues, este paradigma indica que la organización social pende de una biología femenina y masculina. Por su parte, la antropóloga mexicana lleva a cabo una reflexión y un pequeño estudio del género en su artículo, donde recurre al “Diccionario de uso del español” de la filóloga y bibliotecaria María Moliner. Así pues, para género emplea la definición que brinda el diccionario y, posteriormente, sitúa al concepto de género como accidente gramatical que asigna género masculino o femenino de forma arbitraria. El propósito de Lamas en todo esto es diferenciar el sexo natural que es biológico y la identidad que es adquirida/ asignada. En este sentido, Lamas entiende que, si la diferencia fundamental entre los sexos la lleva a cabo el género, hay que entonces tener en cuenta que, por un lado, limita las potencialidades humanas del individuo y que, por otro lado, ciertas

habilidades/ capacidades están construidas cultural y socialmente, pues según la antropóloga feminista, “el género y la sexualidad son construcciones simbólicas”.

Destacaremos entonces que, en su artículo “La antropología feminista y la categoría de género”, Lamas define al género como la construcción cultural de la diferencia sexual, pues como bien se dijo, existe lo natural - biológico (que es el sexo) y después están las categorías (hembra, macho…), a las que se les atribuyen roles, papeles, conductas o expectativas construidas culturalmente (femenino/masculino). A diferencia de lo que sostiene el sentido común, esta atribución (a las hembras lo femenino, a los machos lo masculino) no es ni directa, ni inmediata, sino que es cambiante, histórica y arbitraria. Así pues, Marta Lamas afirma que lo que determina la identidad y el comportamiento de género no es el sexo biológico, sino el hecho de haber vivido desde el nacimiento las experiencias, ritos y costumbres atribuidas a ciertos géneros, ya que entiende que la adquisición y asignación de una identidad es más importante que la carga genética, hormonal y biológica. Cabe destacar finalmente que, tal como refleja en su artículo la antropóloga, el uso de la categoría de género transformó de cierta manera tanto la reflexión como la investigación antropológica que tradicionalmente estuvo llevada a cabo por un investigador masculino. Por lo que, cabe añadir que la visión histórica del papel social de las mujeres a través de las distintas culturas se puede ver reflejada en la situación discriminatoria de los métodos de estudio en la antropología tradicional, cuyos resultados han sido evidentes.

Conclusión. La antropóloga feminista Marta Lamas juega un papel representativo y básico desde el auge de la antropología feminista, con la que se han propuesto nuevas cuestiones de investigación acerca del por qué las mujeres son oprimidas globalmente. Por ello, cuando la autora publicó el texto "La antropología feminista y la categoría de género", el artículo se convirtió en un referente para la antropología feminista porque ofrece un método analítico a través del cual podemos llegar a una reflexión antropológica, dibujado al feminismo sobre cuestiones de género y sexualidad. Después de leer artículo de Lamas, se puede entender que la mayor parte de la antropología clásica ha subestimado la importancia de la mujer en las diferentes culturas, aunque sea una parte vital en todas las estructuras sociales de las culturas. No obstante, a pesar de que la mujer juega un papel fundamental en gran parte de las culturas y de los grandes avances conseguidos, aun, en comparación con el hombre, a las mujeres se las trata injustamente las muchas culturas. En este sentido de los acontecimientos, el estudio de la mujer a partir de la antropología es relativamente reciente, pues gracias a la lucha del movimiento feminista y a los espacios ganados tanto en el ámbito académico como político, desde los años sesenta se ha ido

comenzando con la investigación sobre el tema. Por su parte, cabe decir que como destaca Lamas, la antropología ha sido siempre masculina por lo que, en cuanto a los estudios acerca de la mujer, aún existen diversas incógnitas, así que todavía queda bastante trabajo que llevar a cabo. En “La antropología feminista y la categoría género”, Lamas le da a la antropología una perspectiva crítica de género y enfatizó en el concepto de género como objeto de investigación en las teorías feministas de la antropología. Por lo que podemos decir que existe interés por la construcción de género en la antropología feminista. De hecho, con el surgimiento de la antropología feminista, apareció el primer concepto de género donde, entre otras cosas, se brinda diferentes perspectivas sobre las desigualdades. Tras repasar el artículo de Marta Lamas, podemos comprender que el feminismo y la antropología social se necesitan mutuamente. No obstante, entre antropología y feminismo hay discrepancias, ya que el feminismo es un movimiento que se pronuncia para mejorar la situación de las mujeres y manifestarse ante cómo deberían ser las cosas, mientas que la antropología social es una disciplina que manifiesta el cómo son las cosas, estudiando las sociedades humanas a través de la etnografía. No obstante, a pesar de sus diferencias, si la antropología quiere abarcar lo mayor posible consiguiendo así ser más completa, va a tener que abrir los ojos ante la desigualdad, no dando de lado al desequilibrio existente entre mujeres y hombres, mientras que, si el feminismo quiere llegar a buen puerto y consiguiendo ser eficiente, va a necesitar los datos que pueda aportarle la antropología social. Queda claro pues, que tanto la antropología social como el feminismo deben trabajar de manera conjunta. El feminismo es el movimiento que le ha brindado la palabra a las mujeres que han sido silenciadas y la antropología es la que ha brindado palabra a las sociedades que para muchos no existían o incluso eran ignoradas. Es por ello por lo que, tras repasar el artículo de antropóloga mexicana, llegamos a la conclusión de que la antropología debe enseñar al feminismo cuáles son las variaciones culturales en las que surge el fenómeno de patriarcado o género/sexo, mientras que el feminismo debe pedir a la antropología que no cierre los ojos ante el análisis de cualquier sociedad. Además, debe reclamar a la antropología que considere a las relaciones de género como unas de poder, existentes en todo modelo de sociedad. Finalmente, con respecto al artículo “La antropología feminista y la categoría género” de Lamas, cabe decir que es una obra que hace ver que la antropología feminista puede conseguir una...