Año Jubilar de San José- textos varios PDF

Title Año Jubilar de San José- textos varios
Author Rocio Judit
Course Doctrina Social Cristiana
Institution Universidad Católica de Salta
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Apuntes de varias paginas para el año de san jose...


Description

Este 08 de diciembre de 2020 la Iglesia declaró por primera vez en la historia el Año Jubilar de San José. Dijo el Papa Francisco al iniciar este acontecimiento: "Que todos los fieles siguiendo su ejemplo (de San José), puedan fortalecer cotidianamente su vida de fe en cumplimiento pleno de la voluntad de Dios”. Todos los fieles tendrán así la posibilidad de comprometerse, mediante la oración y las buenas obras, en obtener con ayuda de San José, cabeza de la celeste Familia de Nazaret, consuelo y alivio de las graves tribulaciones humanas y sociales que hoy afligen al mundo contemporáneo”. Para obtener la #indulgencia plenaria, se precisa en el Decreto, se deberán cumplir las condiciones prescritas por la Iglesia para tal efecto: confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por las intenciones del Santo Padre. Las modalidades en las cuales se concederá la indulgencia plenaria en el Año de San José que comienza hoy son las siguientes: “Se concede la indulgencia plenaria a cuantos mediten al menos durante 30 minutos la oración del Padre Nuestro, o participen en un Retiro Espiritual de al menos una jornada donde se realice una meditación sobre San José”. “Aquellos que sobre el ejemplo de San José realicen una obra de misericordia corporal o espiritual podrán igualmente conseguir el don de la indulgencia plenaria”. “Para que todas las familias cristianas se sientan estimuladas a recrear el mismo clima de íntima comunión, de amor y de oración que se vivía en la Sagrada Familia, se concede la indulgencia plenaria por el rezo del Santo Rosario en las familias y entre los novios”. “Podrá conseguir la indulgencia plenaria aquel que confíe cotidianamente sus actividades a la protección de San José y cada fiel que invoque con la oración la intercesión del Artesano de Nazaret para que, quien se encuentre a la búsqueda de empleo, pueda encontrar ocupación y que el trabajo de todos sea digno”. “Se concede la indulgencia plenaria a los fieles que reciten las Letanías a San José (para la tradición latina), o el Akathistos a San José, entero o al menos una parte (para las tradiciones bizantinas), u otra oración a San José propia de otras tradiciones litúrgicas por la Iglesia perseguida ad intra y ad extra y para el alivio de todos los cristianos que padecen alguna forma de persecución”. Asimismo, “para reafirmar la universalidad del patrocinio de San José sobre la Iglesia, además de dichos motivos, la Penitenciaría Apostólica concede la indulgencia plenaria a los fieles que reciten cualquier oración legítimamente aprobada o acto de piedad en honor de San José”. “Por ejemplo, ‘A ti, oh, San José’, especialmente desde el 19 de marzo hasta el 1 de mayo, en la Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, en el Domingo de San José (según la tradición bizantina), el 19 de cada mes y cada miércoles, día dedicado a la memoria del Santo según la tradición latina”. El Decreto finaliza especificando que “en el actual contexto de emergencia sanitaria, el don de la indulgencia plenaria se extiende de forma particular a los ancianos, a los enfermos, a los agonizantes, y a todos aquellos que por motivos legítimos se encuentran imposibilitados a salir de casa, a los cuales, con el alma libre de todo pecado y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, en su casa o donde les retiene su enfermedad, reciten un acto de piedad en honor a San José, consuelo de los enfermos y patrono de la buena muerte, ofreciendo con fe a Dios los dolores y sufrimientos de la vida”. San José, ruega por nosotros.

El Papa Francisco decretó un Año dedicado a San José desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre de 2021, periodo en el que los católicos tendrán la oportunidad de obtener una indulgencia plenaria especial, Durante este año especial hay muchas formas nuevas en que los católicos pueden recibir una indulgencia plenaria, que remite todo castigo temporal

causado por el pecado, entre las que está el encomendar su trabajo diario a la protección de San José Obrero o rezar el Santo Rosario con sus familias. Estas acciones deben ir acompañadas de las tres condiciones habituales para obtener cualquier indulgencia plenaria, que son la Confesión Sacramental, la Comunión Eucarística y la oración por las intenciones del Papa. En caso existan impedimentos de fuerza mayor, la persona debe tener la intención de cumplirlas lo antes posible y debe desapegarse totalmente del pecado. Según el decreto emitido por la Penitenciaría Apostólica, existen 15 formas de recibir una indulgencia en el Año de San José: 1) Participa en un retiro espiritual durante al menos un día que incluya una meditación sobre San José. 2) Pide en oración la intercesión de San José para que los desempleados puedan encontrar un trabajo digno. 3) Recita las Letanías de San José por los cristianos perseguidos. Los católicos bizantinos tienen la opción de recitar un Akathist para San José. 4) Encomienda el trabajo y las actividades diarias a la protección de San José Obrero. 5) Sigue el ejemplo de San José y realiza una obra de misericordia corporal como dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, visitar a los presos y los enfermos y enterrar a los difuntos. 6) Realiza una de las obras espirituales de misericordia, como consolar al triste, dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, perdonar al que nos ofende y rezar por los vivos y los difuntos. 7) Reza el Rosario con tu familia para que “todas las familias cristianas se sientan estimuladas a recrear el mismo ambiente de íntima comunión, amor y oración que había en la Sagrada Familia”. 8) Las parejas comprometidas también pueden recibir una indulgencia al rezar el Rosario juntos. 9) Medita al menos 30 minutos al rezar el Padre Nuestro, pues San José “nos invita a redescubrir nuestra relación filial con el Padre, a renovar la fidelidad a la oración, a escuchar y corresponder con profundo discernimiento a la voluntad de Dios”. 10) Reza una oración aprobada a San José el domingo de San José, que es el domingo después de Navidad en la tradición católica bizantina. 11) Celebra la fiesta de San José el 19 de marzo realizando un acto de piedad en honor a San José.

12)

Reza una oración aprobada a San José el día 19 de cualquier mes.

13) Honra a San José realizando un acto de piedad o rezando una oración aprobada cualquier miércoles, el día tradicionalmente dedicado a San José. 14) Reza a San José en la Fiesta de la Sagrada Familia celebrada el 27 de diciembre. 15) Celebra la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo realizando un acto de piedad u ofreciendo tu oración. “Todos los fieles tendrán así la posibilidad de comprometerse, mediante la oración y las buenas obras, en obtener con ayuda de San José, cabeza de la celestial Familia de Nazaret, el consuelo y alivio en las graves tribulaciones humanas y sociales que hoy afligen al mundo contemporáneo”. Los ancianos, los enfermos y los moribundos que no pueden salir de sus hogares debido a la pandemia del COVID-19 también tienen un permiso especial para recibir una indulgencia plenaria al “ofrecer con confianza en Dios los dolores y las incomodidades” de sus vidas con una oración a San José, esperanza de los enfermos y patrón de una muerte feliz. La Penitenciaría Apostólica permite cualquier oración a San José aprobada por la Iglesia, en particular, la oración “A ti, oh bendito José” compuesta por el Papa León XIII, que compartimos a continuación: A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades”. “Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.

«Id a San José» Recordar la historia de nuestra vida es hacer memoria agradecida al Señor de todo cuanto ha hecho por nosotros. Y hacer memoria es volver a nuestras raíces. Dios nos conduce a través de personas, vivencias, acontecimientos y circunstancias que configuran nuestro camino.

Patxi Velasco Fano y Salvador Gil Canto tuvimos la suerte de ser alumnos del colegio La Inmaculada y San José de la Montaña en Ronda (Málaga). Aquellos años marcaron nuestra vida. La nuestra y la de otros muchos que en distintos lugares siguen viviendo la fe y haciendo el bien. Hoy Patxi es esposo y padre de tres hijos, director del colegio María de la O en la barriada de los Asperones, un laico de vocación. Salva es sacerdote en la Parroquia de Sta. Mª de la Amargura y anima la pastoral juvenil. Los dos compartimos la vida, la fe y el trabajo pastoral en Málaga. El Señor después de años nos ha unido en la Parroquia de la Amargura. Damos gracias a Dios por todo lo vivido en aquellos años y por todas las personas con las que compartimos aquella etapa del colegio. Ambos hemos recordado en más de una ocasión que allí tuvimos nuestra primera llamada del Señor. Eran las «cuatro de la tarde» (Jn 1, 39) cuando Jesús nos llamó. Y en esa historia de vida y salvación encontramos a las Madres de Desamparados que nos ayudaron a conocer al Señor, a vivir la vida cristiana y a poner los primeros cimientos del edificio de nuestra vocación. Somos lo que somos gracias a nuestras familias, pero también al Colegio que nos educó, y a las Madres que despertaron en nosotros el deseo de entregarnos y servir a los demás. Detrás de estos dibujos y reflexiones hay nombres de madres entregadas a los desamparados: niños, jóvenes y ancianos. También están nuestras dos madres que nos dieron la vida. Hay vivencias inolvidables en clases, encuentros, convivencias y campamentos. Hay rostros concretos de mujeres que siguen desgastando la vida por los más pobres. Algunas de ellas aún sirven entre nosotros, otras gozan del amor del Padre desde el cielo. Hoy recordamos con gratitud a aquellas religiosas que han sido para nosotros signo, presencia y testimonio del amor misericordioso de Dios «que sale al encuentro de las necesidades del mundo para remediarlas». Este es el carisma de la Congregación, por favor, no lo olvidéis nunca. Porque sois «por caridad misericordiosa, MADRES para los desamparados, lo que son las madres para sus hijos por el amor natural» (Beata Madre Petra). En el colegio aprendimos e interiorizamos la devoción a san José. Sí, a San José, el de la Montaña. En el pasillo, en la capilla, en la escalera, allí estaba él. Con mirada limpia, con Jesús entre sus brazos, con la vara de nardo y con una gran corona. San José nos ha acompañado en nuestras vidas desde niños. Igual que la Madre Petra. Comprendemos ahora la insistencia de esta beata malagueña en acudir a él, en propagar su figura y en extender a todos su cariño y devoción. San José no nos defrauda. A sus pies hemos crecido muchos de nosotros y lo siguen haciendo hoy niños y jóvenes. Es uno de los grandes santos que tenemos la suerte de conocer y que nos enseña en nuestra vida cristiana que el camino para seguir al Señor pasa por la humildad, el silencio, la sencillez, la ternura y la fidelidad confiada en la voluntad de Dios. El ejercicio de los Siete domingos dedicados a San José, en los que meditar y contemplar sus Dolores y Gozos, son un buen instrumento para acrecentar nuestro deseo de ser santos. Porque de eso se trata, de creernos de verdad que estamos llamados a la santidad, como nos recuerda del papa Francisco en la Exhortación Gaudete et exsultate (cf. GE 2). San José es uno de esos santos «de la puerta de al lado» (GE 6). Madre Petra siempre acudía a él, en especial cuando la socorría en sus aprietos: «Di gracias a San José, yo les decía que el que ha hecho lo más hará también lo menos » (Crónicas XX, 46). Así pues, ¿cómo no vamos a ir a él? Sirvan estos dibujos, reflexiones y oraciones para provocar en nosotros, a través de la figura de este gran santo, el deseo ardiente de vivir con mayor profundidad, coherencia y exigencia nuestra vida cristiana y nuestra vocación laical, religiosa o sacerdotal. Para ser más de Dios y más de los pobres y desamparados. Para superar toda suerte de superficialidad, mediocridad y mundanidad espiritual que distraen nuestra atención. Para hacer el firme propósito de vivir aquí y ahora esta llamada a la santidad con la gracia de Dios. Después de algún tiempo, os ofrecemos este pequeño trabajo que nace del cariño y agradecimiento a las Madres de los Desamparados y a toda la Congregación. Lo entregamos a Madre Paloma García, Superiora General, como expresión del afecto, reconocimiento y gratitud hacia esta querida Congregación. Lo hemos realizado con el corazón sobrecogido de agradecimiento y admiración. Lo compartimos con el deseo de que pueda llegar a muchas personas. Os invitamos a que contempléis los dibujos para que nos ayuden a rezar, y que recéis con la Palabra de Dios, con las reflexiones y con las oraciones que aquí se recogen. Esta idea nació a los pies del bendito santo en el Santuario de Barcelona. Demos gracias a Dios. Estamos convencidos de que San José nos inspiró. Por eso «id a José», que nos lleva a Jesús y a María. A él acudimos: San José de la Montaña, ruega por nosotros. Francisco Javier Velasco Fano Salvador Gil Canto

¡”Año de San José”!

Posted at 14:12h in ESPIRITUALIDAD by Pobres Bonaerenses de San Jose A partir del 8 de diciembre de 2020 y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a San José. Con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Papa Francisco nos recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y este es el motivo por el cual nos regala todo un año dedicado a él. ¿Por qué es San José, Patrono de la Iglesia universal? Un año antes del Concilio Vaticano I, inaugurado el 8 de diciembre de 1869, el Papa Pío IX indicó haber recibido más de 500 cartas de los obispos y fieles del mundo pidiéndole proclamar a San José como Patrono de la Iglesia. Y fue el 8 de diciembre de 1870 cuando el Papa Pío IX proclamó a San José Patrono de la Iglesia universal. Los motivos para esta decisión fueron dos muy sencillas: Porque José fue elegido por Dios como Protector a la Sagrada Familia, y porque, así como protegió al Niño Jesús y a la Virgen, también está llamado a proteger así a la Iglesia. Por tanto, estamos felices de tener todo un año para conocerlo y aprender a amarlo más, encomendarle todas nuestras necesidades y seguir los consejos de nuestra Madre Camila cuando nos dice: “¿Piensan que es poca cosa ser hijas (hijos) de San José? Nuestro Santísimo Padre Señor San José, hombre trabajador y nobilísimo y cariñoso Padre, se ocupa visiblemente de su pobre familia Josefina.”

Año de San José: Conoce estos datos sobre el nuevo año convocado por el Papa Francisco Redacción ACI Prensa 363

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Imagen referencial. Crédito: Unsplash.

El martes 8 de diciembre, el Papa Francisco convocó el Año de San José para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, con el cual el Beato Pío IX declaró a San José Patrono de la Iglesia universal. El Papa Francisco indicó que este año se establece para “que todos los fieles siguiendo su ejemplo (de San José), puedan fortalecer cotidianamente su vida de fe en cumplimiento pleno de la voluntad de Dios”.

Conoce algunos datos importantes sobre este año dedicado al custodio de la Sagrada Familia y patrono de los trabajadores: 1. ¿Por qué la Iglesia dedica años a temas específicos? La Iglesia observa el paso del tiempo a través del calendario litúrgico, que incluye fiestas como Pascua y Navidad, y temporadas como Cuaresma y Adviento. Sin embargo, los Papas pueden dedicar un tiempo para que se reflexione con mayor profundidad sobre un aspecto específico de la enseñanza o creencia católica. Algunos temas que los Papas han escogido recientemente son: el Año de la Fe, el Año de la Eucaristía y el Año del Jubileo de la Misericordia. 2. ¿Por qué el Papa Francisco declaró el Año de San José? Al hacer el anuncio, el Papa Francisco señaló que este año marca el 150 aniversario de la proclamación del santo como Patrono de la Iglesia universal por el Beato Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1870. El Santo Padre señaló que la pandemia de coronavirus ha aumentado su deseo de reflexionar sobre San José, dado que muchas personas durante la pandemia han realizado esfuerzos ocultos para proteger a otros, al igual que San José protegió y cuidó en silencio a María y Jesús. “Todos pueden encontrar en San José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad”, escribió el Papa en la carta apostólica Patris corde. El Pontífice indicó que desea resaltar el papel de San José como padre que sirvió a su familia con caridad y humildad, y agregó que “la Iglesia de hoy en día necesita padres”. 3. ¿Cuándo comienza y termina el Año de San José? El año comienza el 8 de diciembre de 2020 y concluye el 8 de diciembre de 2021. 4. ¿Qué gracias especiales se pueden obtener durante este año? Durante el Año de San José, la Iglesia Católica concederá indulgencias según una serie de condiciones establecidas por la Penitenciaría Apostólica. Para obtener la indulgencia plenaria se deberán cumplir las condiciones prescritas por la Iglesia para tal efecto: confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por las intenciones del Santo Padre. Se pueden recibir indulgencias este año a través de más de una docena de oraciones y acciones diferentes, que incluyen orar por los desempleados, confiar el trabajo diario a San José, realizar una obra de misericordia corporal o espiritual, o meditar por al menos 30 minutos el Padre Nuestro.

5. ¿Por qué la Iglesia honra a San José? Los católicos no adoran a los santos, pero piden su intercesión celestial ante Dios y buscan imitar sus virtudes aquí en la tierra. La Iglesia Católica honra a San José como el padre adoptivo de Jesús y se le invoca como el Santo Patrono de la Iglesia universal. También es el patrono de los trabajadores, los padres y de la buena muerte.

El Papa Francisco convoca a un "Año de San José" Con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir de hoy y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él. Vatican News - Ciudad del Vaticano Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra: con estas palabras el Papa Francisco describe a san José de una manera tierna y conmovedora. Lo hace en la Carta apostólica Patris corde (leer aquí), publicada hoy con motivo del 150 aniversario de la declaración del Esposo de María como Patrono de la Iglesia Católica. De hecho, fue el Beato Pío IX con el decreto Quemadmodum Deus, firmado el 8 de diciembre de 1870, quien quiso este título para san José. Para celebrar este aniversario, el Pontífice ha convocado, desde hoy y hasta el 8 de diciembre de 2021, un "Año" especial dedicado al padre putativo de Jesús. En el trasfondo de la Carta apostólica, está la pandemia de Covid-19 que -escribe Francisco- nos ha hecho comprender la importancia de la gente común, de aquellos que, lejos del protagonismo, ejercen la paci...


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