ARQUITECTURA VERNACULA EN MEXICO PDF

Title ARQUITECTURA VERNACULA EN MEXICO
Course Arquitectura y vernacula
Institution Universidad Autónoma de Sinaloa
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REPORTE DE LECTURA PARA LA MATERIA DE ARQUITECTURA VERNÁCULA EN SINALOA, DEL LIBRO "ARQUITECTURA VERNÁCULA EN MÉXICO" DEL AUTOR: FRANCISCO JAVIER LÓPEZ MORALES....


Description

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA FACULTAD DE ARQUITECTURA ARQUITECTURA VERNÁCULA EN SINALOA

REPORTE DE LECTURA DEL LIBRO: “ARQUITECTURA VERNÁCULA EN MÉXICO” DE FRANCISCO JAVIER LÓPEZ MORALES

PROFESOR: DR. MARTÍN SANDOVAL BOJORQUEZ

CULIACÁN SINALOA A DOMINGO 18 DE OCTUBRE DEL 2015 INTRODUCCIÓN

El presente trabajo, corresponde a la lectura del libro “La arquitectura vernácula en México”, de Francisco Javier López Morales. El autor del libro, arquitecto egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, con doctorado en Urbanismo por la Universidad de Grenoble, Francia, nos lleva a través de los doce capítulos que conforman el libro, a descubrir las diferentes características de la arquitectura vernácula en México, partiendo de la historia de la colonización de los españoles de las civilizaciones prehispánicas, hasta llegar al norte del país y la frontera con los anglosajones. Dicha historia es fundamental para explicar la tipología de vivienda, que surge en base a los asentamientos humanos, la influencia de las diferentes órdenes religiosas, la estructura urbana, política, geográfica, cultural y social de cada región. Con un lenguaje claro y preciso, haciendo referencia a diferentes documentos y con gran variedad de imágenes, fotografías e ilustraciones, este libro representa un excelente aporte para todo aquél que desee adentrarse en el conocimiento de la arquitectura vernácula en México. Es así como encontramos los siguientes capítulos: • • • • • • • • • • • •

Capítulo 1. La habitación prehispánica Capítulo 2. El nuevo orden colonial Capítulo 3. El México central Capítulo 4. Michoacán Capítulo 5. La costa del golfo de México Capítulo 6. La costa chica de Guerrero y Oaxaca Capítulo 7. Chiapas Capítulo 8. La península yucateca Capítulo 9. El noroeste mexicano Capítulo 10. El gran norte. Génesis de las arquitecturas norteñas Capítulo 11. La vivienda del maguey Capítulo 12. Las llanuras tabasqueñas

CAPÍTULO 1. LA HABITACIÓN PREHISPÁNICA

En este primer capítulo, se trata el estudio de los primeros asentamientos mesoamericanos, así como la definición de patrones residenciales en cada uno de ellos, en donde se parte del testimonio de cronistas y representaciones de la arquitectura precolombina plasmada en murales, documentos pictográficos, etc. Dicha información en su mayoría atiende aspectos específicos de la vivienda precolombina tales como materiales, y al describir la habitación común se centra en aspectos exteriores, sin tomar en cuenta el espacio interno, como la distribución y utilización de la misma. Se citan algunos documentos importantes como algunos escritos de Cortés, donde éste alude a que las casas de paja encontradas en el Pánuco se desplantaban sobre plataformas de mampostería, al igual que en la zona de Yucatán, Las relaciones de Yucatán de Fray Diego de Lande, donde se hace una descripción de las casas mayas, construidas con madera y palos puntiagudos, cubiertas con palma o paja, mostrando además que les gustaba vivir en partes altas. Se menciona que a los muros de bambú se le agregaba barro revuelto con hierba, obteniendo una estructura más duradera conocido comúnmente como el bajareque. Estas construcciones se encontraban en su mayoría en La Diócesis de Oaxaca, Tlaxcala, México y Michoacán. En Relación de Cristóbal Salazar sobre Coatepec, se mencionan algunas características de la vivienda como construcciones de adobe y techumbre de azotea, así como la clasificación dependiendo del estrato social, siendo los caciques y principales quienes labraban con cal y canto las paredes, el argamasa de cal, arena y tierra. No había cal en el lugar pero iban a traerla de lejos, ellos tenían a la mano madera, con la que se hacían las vigas y tablas, también en la región había piedras de cantera, con la que se hacían portada, pilares, arcos y ventanas. En el pueblo había albañiles, carpinteros, herreros y en caladores. En cuanto a la vivienda azteca, señala que existían dos tipos de patrones residenciales: Las zonas residenciales con chinampas adjuntas y las zonas residenciales sin chinampas; en cuanto a las viviendas, muestra la existencia de segundos pisos, muros y corrales alrededor de la casa, elementos como aljibes, graneros, escaleras exteriores y otros elementos. Los lienzos de Cuauhtinchan donde se hace una clasificación de construcciones civiles dependiendo de las cubiertas o techumbres, forma y diseño, así como diferentes elementos como como basamentos, escalinatas, alfardas, jambas, dinteles, muros, techumbres y remates. CAPÍTULO 2. EL NUEVO ORDEN COLONIAL En este capítulo nos encontramos con una percepción de la “ciudad ideal”, citando como primer ejemplo a la ciudad circular. En el pueblo de San Andrés Sinaxtla, Oaxaca, existe un plano que nos evoca al plano circular de Bagdad, como ciudad ideal, lo cual hace pensar que dicha percepción de ciudad utópica fue común en diferentes culturas. Dichas utopías del siglo XVI fueron concebidas para tener una práctica espacial, describiendo sociedades igualitarias.

Además se nos habla de la construcción de nuevos pueblos donde la ortogonalidad urbanística en el territorio novohispano y la concentración de dichos poblados surgió en regiones templadas aptas para el cultivo de cereales y granos, y de clima propicio para la caña de azúcar o en zonas mineras. En 1589 los franciscanos manifestaron que cualquiera que deseara fundar un pueblo indígena podía hacerlo en el lugar que se escogiera, dejando al centro la iglesia y frente a ella la plaza, y después de trazarse las calles y solares, repartirse en barrios. La arquitectura doméstica posee techo de paja o zacate, y son pequeñas, siendo posible que por manzana solo existiera una casa. En un principio la población española e indígena estaba mezclada, a finales del siglo XVII se hizo el intento por separar a la población, pero fue imposible. Las construcciones indígenas eran bellas exteriormente y por dentro tenían pequeñas recámaras, con pequeñas ventanas, las puertas pequeñas, y extremadamente limpio, siendo tan hermosas como las casas de los españoles. 3. EL MÉXICO CENTRAL La región central ha sido desde tiempos remotos altamente densa poblacionalmente. Existiendo además una gran cantidad de culturas. En este capítulo se habla de la ciudad de Tepotzotlán, señorío chichimeca independiente donde los jesuitas se instalaron aproximadamente en 1579, la historia de dicha ciudad está íntimamente relacionada con la historia del Colegio de la Compañía de Jesús, y a la importancia del conjunto arquitectónico, que constaba de 13 haciendas, la organización y funcionamiento económico de la orden en la región. La imagen del pueblo se ha visto modificada sustancialmente debido al crecimiento de la población, sobreviviendo algunas construcciones, entre ellos la capilla de la Virgen de Guadalupe, la capilla de nuestra Señora del Refugio, construida con los procedimientos tradicionales de la región, con muros de mampostería, en sus partes bajas, y de tepetate y adobe en los remates y pretiles. En cuanto a las casas, se escogieron para analizarse dos, teniendo en común que servían como dependencias del colegio, en ambas se encuentran partidos arquitectónicos comunes: patio central con crujías entre sus lados, en la crujía principal se encuentra el acceso a través de un gran portón y en la clave del arco interior del zaguán se ve un emblema jesuítico. Las fachadas tienen proporción entre el número de vanos y ventanas-balcón, además de tener como remate una ceja común de ladrillo y tratamiento escueto. Otros poblados cercanos que cuentan con similitud en cuanto a traza urbana y a la tipología arquitectónica son Tepoztlán y Tlayacapan, donde muchas de sus construcciones se localizan sobre las mismas plataformas prehispánicas, utilizando para su construcción muchos materiales de las antiguas construcciones. Había 3 tipos de manzanas, de acuerdo a la densidad, ubicación y tipo de construcciones en Tepoztlán: 1. Manzanas periféricas: vivienda que no sigue el alineamiento con la vía

2. Núcleo central: conservan el paño de la acera 3. Manzanas de transición: circundan el centro del poblado La casa vernácula en Tepoztlán. En el estudio realizado por los investigadores se analizaron 859 viviendas, encontrando una relación estrecha con la planta del templo de Tepozteco, tanto en la distribución como en las proporciones, elementos compositivos y constructivos, deduciendo con ello que posiblemente dicho templo haya sido el patrón de vivienda precolombino generalizado en Tepoztlán. 4. MICHOACÁN En este capítulo se habla sobre el Pueblo de Santa Fe de la Laguna, fundado por Vasco de Quiroga, en la ribera del lago Pátzcuaro, creado con el fundamento de “el buen ordenamiento de la ciudad”. A partir de dicha ciudad debía emprenderse la propagación de la fe católica. Los símbolos del siglo xx apenas se asoman en dicha comunidad. La obra de Quiroga creó una vida estable para los indios, única en el mundo colonial. La historia de la evangelización de las diferentes órdenes religiosas, tales como las de los franciscanos, agustinos, etc. Influyeron en las construcciones, dependiendo de las funciones y diferentes formas de predicación. En cuanto a los franciscanos ellos trataron de adecuarse al contexto natural y cultural, por lo cual muchos de sus templos son de dimensiones pequeñas y relativamente sencillas, usando adobe, madera y teja, en contraste con la arquitectura de los agustinos que recurrieron a complejos trabajos de cantería de enormes dimensiones en las mismas regiones. Los frailes agustinos mandaron traer artesanos europeos a la cd. de México para enseñar a la población de Tiripitío el arte de la construcción, trabajos como cantería, ensamblajes de madera, carpintería entre otros, asentando las bases de una rica tradición constructiva y artesanal en la región. Ocupándose no solo de la evangelización sino además de la construcción de las casas, iglesias, asentamiento de los pueblos, eran sin serlo, los arquitectos y albañiles de la región con la finalidad de tener todo para una república. Muchas veces las viviendas fueron usadas como edificios públicos y viceversa por lo cual no existe una clara diferenciación de la tipología. La casa en Michoacán durante el siglo XVI prevalece con patio, y en pueblos de la zona lacustre predominan los techos con 4 vertientes, balcones de madera y aleros importantes; en todos los casos la tipología atiende a la posición social. La disposición del pueblo hospital tiene como columna vertebral de composición la secuencia espacial: plaza central o plaza de mercado; atrio del templo y patio del hospital. Como remate de este conjunto espacial urbano: el calvario, situado en la parte superior del pueblo. Quitupán es un pueblo que pertenece a Zapotlán, durante el siglo XIX estuvo rodeado de haciendas y ranchos ganaderos. Cuenta con dos calles principales paralelas al rio, con una plaza principal situada en la parte de arriba del pueblo. La

arquitectura doméstica vernácula se conserva, caracterizada por tres patrones de organización: casas que circundan la plaza; segundo tipo: se encuentra representada por las viviendas localizadas a lo largo de las dos calles principales; tercera tipología de vivienda: manzanas extremas del pueblo. 5. LA COSTA DEL GOLFO DE MÉXICO Aquí comienza con San Cristóbal de Tlacotalpan señalando que la traza urbana del asentamiento original se conserva aún, y responde a los criterios urbanísticos de la época. En torno a las plazas se localizaban los edificios públicos y de gobierno, casas consistoriales y la cárcel. Frente al templo, se encontraba la plaza cívica que funcionaba como atrio y cementerio. Las calles y callejones estaban acondicionados al medio físico, así como la orientación de las viviendas de norte-sur para no recibir los rayos del sol directamente y protegidas con pórticos y portaleras, con ventilación cruzada. La vivienda responde a una tipología arquitectónica predominante correspondiente a los siglos XVIII y XIX, se localiza un patio ajardinado central, con dos o tres corredores a sus lados, sostenidos por columnas o pilares; el acceso localizado sobre la calle, antecedido por la portalera, con columnas o pilares que sostienen arcos de medio punto o rebajados y portabandas adinteladas. En alas laterales se encuentran los servicios, las habitaciones paralelas a la calle, y atrás la cocina y demás recámaras. Ornamentación escasa con elementos de arquitectura neoclásica, columnas y pilares toscanos, arcos moldurados con impostas y cornisamento sencillo, rematado por tejado o pretil. Ventanas-balcón protegidas con rejas de madera o barrotes de fierro. El ornamento más importante de la fachada es el color. La mayoría de las casas están cubiertas por estructuras de madera y teja a dos aguas con pendiente hacia la calle y el patio. La Iglesia de San Cristóbal de Tlacotalpan presenta un orden toscano del Vignola, en su interior tiene una relación estrecha con el modelo de edificación de pórticos en los detalles de las pilastras y modulación de las arcadas. Los materiales se trasportaron mediante barco, se utilizó piedra, ripio, cal, arena, ladrillos y varas, la nave principal se hizo de artesonado y las naves laterales de azoteílla. Se habla de los antecedentes de los materiales constructivos usados en 1793 en el poblado, donde eran de madera, caña, palma y zacate y debido a los incendios se comenzó a usar la piedra. En este poblado se puede decir que es un neoclásico de carácter tropical, debido al uso del color. En cuanto a La Huasteca, esta abarca áreas importantes de Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo, y pequeñas porciones de Puebla, Querétaro y Guanajuato. La variada topografía de la Huasteca explica la existencia de la gran diferencia y variados climas que existen, tipos de suelo, y especies de flora y fauna. Distinguiéndose tres grandes unidades: Llanura Costera, Sierra Madre Oriental y Altiplanos. Al pie de la sierra de Tamaulipas se encuentra San Antonio Nogalar, donde se encontraron 234 estructuras arquitectónicas, de las cuales 167 corresponden a

plataformas de arquitectura doméstica, que parecen haber soportado pequeños edificios de habitación hechos con palma, otates, madera, bejuco y otros. Tienen en su mayoría plantas circulares, semicirculares o elípticas. Basamentos hechos con piedra bola, cantos rodados, mortero, no tenían preferencia por un material en específico sino que usaban los más cercanos. Otro patrón de construcción de la Huasteca está en las poblaciones de Tamiahua y Tuxpan, en la llanura costera de Veracruz, donde los basamentos eran núcleos de tierra o lodo, entremezclados con padecería y conchas de ostión, con recubrimiento de lajas. En Pánuco, había chozas de planta circular o elíptica, con paredes de bambú y techo cónico de palma seca, algo muy similar a las casas mayas. Con el paso del tiempo la tipología de planta circular se ha ido modificando por la rectangular. Las viviendas suelen estar hechas con muros de chicheve o bajareque (enramado se otates con enjarre de arcilla o tierra de rio y zacate); muros hechos con troncos y rajas de palma horizontales. La iluminación y ventilación se logra dejando los muros de bambú sin enjarrar. Techumbre generalmente de zacate o palma, sobresaliendo un metro más formando aleros y hasta portales. Otro elemento característico es el topanco, espacio que se forma entre la viguería que estructura la techumbre, de materiales vegetales o teja. Este espacio se utiliza para el almacenamiento de granos, pajar o bodega. 6. LA COSTA CHICA DE GUERRERO Y OAXACA El sur de México fue, hasta fechas recientes una parte olvidada del país, manteniéndolo al margen de las transformaciones y cambios de la vida moderna. Debido al paisaje, con la Sierra Madre del Sur, que se desvanece en el Istmo de Tehuantepec, donde nacen las montañas Chimalapas, el desarrollo de carreteras y redes de comunicación ha sido obstaculizado. Durante la época colonial se introdujeron esclavos de raza negra, muchos de los cuales aún permanecen en grupos con elementos culturales africanos, tal es el caso de las viviendas de planta redonda (de procedencia bantú). El procedimiento de la casa “thonga” se ve reflejado en la habitación redonda de Cuajinicuilapa y Ometepec, donde primero se construye el techo, se seleccionan los materiales poco a poco, y luego se dibuja en el suelo la circunferencia y se levantan los muros. La construcción del techo sigue un proceso africano y los muros se han adaptado a la arquitectura de la región, semejante a las casas de planta rectangular, con horcones y postes de quiebrachi como soporte, y muros de entramado de varas verticales y horizontales, recubierto con una mezcla de tierra colorada, zacate y estiércol. Comúnmente dichas viviendas no cuentan con ventanas, y la puerta es de tablones de madera y marco, o de otates unidos con bejucos. Una vez terminados los muros se procede a poner el techo, realizando una ceremonia y ofreciendo un banquete a los amigos.

En el libro de Miguel Covarrubias El Sur de México, se hace una clasificación de la vivienda en la costa oaxaqueña localizada en Tehuantepec:   

Estilo original “casa de palma” con planta rectangular con postes, y techumbre a dos aguas con morillos cubierta de palma o zacate. “Casa de barro”, rango social más elevado, techumbre cubierta con teja de barro, portal o corredor al frente, muros de bajareque, y un apoyo para el tlecuil o fogón. El tercer tipo es una variante del segundo, donde cambian los materiales, por más costosos y sólidos, muros de ladrillo con orden ornamental. Recubrimiento de yeso y pintada con cal en colores como rosa, verde, azul, etc.

En la parte central de las zonas urbanas, las fachadas de las casas están generalmente alienadas a la acera. En los caseríos rurales no siempre es así, sobresaliendo elementos como cercas vegetales, como cactos alineados y esteras de carrizos entretejidos. 7. CHIAPAS Chiapas es un territorio sumamente variado con grandes contrastes naturales, culturales, y de la actividad humana, no siendo la excepción la arquitectura. Comenzando con el estudio de San Cristóbal de las Casas, que surge como una Ciudad Real poco después de la conquista española, se convirtió en la capital de Chiapas. El tejido urbano es muy regular, de ejes ortogonales, con plaza de armas, plaza de la catedral y atrios de los imponentes conjuntos conventuales, el cual se modifica en las periferias con los barrios indígenas debido a la topografía y la abundante vegetación. La zona central tiene un estilo neoclásico, con cánones y tratados renacentistas, levantadas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los conventos son una parte importante de la imagen urbana, ya que todas las órdenes religiosas tenían sede en San Cristóbal: los franciscanos, dominicos, agustinos, mercedarios, carmelitas y jesuitas. La arquitectura recurre a la madera para las estructuras de las techumbres generalmente cubiertas con teja de barro; así como para los arcos, columnas, y pisos de enduelado, puertas, ventanas y balcones también. Existía una distribución feudal, cada barrio con su capilla y su santo patrono. La vivienda indígena en los altos valles de Zinacantán y San Juan Chamula es constituida por unidades rurales llamadas “sitios”, como en Zinacantán, donde se encuentran los sitios localizados alrededor de los manantiales más importantes del valle, donde el centro del predio está cercado con estacas y arbustos y en las cruces del patio se localizan a su alrededor las viviendas unifamiliares, el temazcal y la troje. Obedeciendo a la tradición del lugar de rezar y dar ofrenda cada vez que se entra o sale en la casa, el temazcal usado por enfermos o luego de dar a luz, se encuentra muy cerca del altar familiar.

La vivienda vernácula en esta región presenta varias soluciones tipológicas: los muros se clasifican de acuerdo a su función estructural y la carga que soporta, por lo que puede ser de adobes en hiladas, cuatropeados, unidos con barro, desplantarse sobre cimientos de piedra, enjarre de lodo o barro fino y pintado con cal o aparente. La madera de los postes y vigas es de pino o ciprés, marcos cerrados con varas delgadas sobre una hilera de piedras, cubiertas con una mezcla de barro y agujas de pino. Cubiertas de te...


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