Title | Bloque DOS. romanticismo tardio |
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Author | Alicia Lopez Segura |
Course | Fundamentos del Arte |
Institution | Bachillerato (España) |
Pages | 9 |
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Alicia López Segura, 2º BACH A Correo electrónico: [email protected]
ROMANTICISMO TARDÍO BLOQUE DOS.
“El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un Gustavo Adolfo Bécquer. mundo” — ___ Imagen: Primera Exposición Universal de Londres, 1851.
Contexto histórico. Con la revolución industrial se inician una serie de transformaciones sociales y económicas que darán lugar al mundo contemporáneo. Comienza el capitalismo industrial. En las ciudades se produce un considerable aumento en la población, concentrándose en las zonas industriales, lo que influenciará en el urbanismo, el concepto de ciudad y su arquitectura. Se inicia en Inglaterra (1780-1850) periodo en el que la máquina de vapor termina de extenderse a toda la industria inglesa. En el campo arquitectónico se presentan diferentes neoestilos: el neomudéjar y neogótico.
Neoestilos. Los neoestilos (s. XIX y principios del XX) tienen como objetivo volver a la arquitectura de tiempos pasados. Incorporando a los estilos arquitectónicos anteriores elementos nuevos, reflejan el momento en el que se desarrollan.
Neomudéjar. Es más prolífico en la Península Ibérica, donde fue considerado como un estilo propio, destacando las edificaciones de carácter festivo y de ocio (plazas de toros, casinos, estaciones de tren…) Son exponentes de este estilo los arquitectos Emilio Rodriguez Ayuso y Agustin Ortiz de Villajos, que recurren a elementos de estilos anteriores como son en el exterior, el arco de herradura y la utilización del ladrillo visto y en el interior la utilización de yeso, arcos polilobulados y motivos vegetales en las cenefas. Claro ejemplo de dicho estilo es el Gran Teatro Falla de Cádiz.
Construido en ladrillo rojo, tres arcos de herradura forman sus puertas, en sus dovelas se intercalan el blando y el rojo, con la planta en forma de herradura. Su construcción se inició en 1884 finalizando en 1905, siendo el proyecto del arquitecto Adolfo Morales de los Ríos.
Neogótico. Inglaterra, segunda década del siglo XIX. las ciudades se industrializan y en ellas se concentran la población obrera. Aspecto que es visto con temor por la burguesía debido al gran potencial revolucionario de susodicha clase, por lo que, apoyados por la iglesia anglicana se insta a una vuelta a la cristianización de la sociedad; surgiendo una vuelta a la arquitectura gótica en las edificaciones religiosas. Destaca el arquitecto Augustus W.N. Pugin, representante y defensor del neogoticismo inglés, que declara el clasicismo como pagano. Lo que fue aprovechado por la iglesia anglicana para tomar el control del neogótico, promoviendo este modelo de arquitectura en todo el mundo angloparlante, el cual abarcaba hasta el mobiliario mediante el control de los materiales, en los que el hierro solo se permite en pequeñas cantidades y de forma discreta. En el Parlamento londinense, Pugin se inicia en esta corriente, con una ornamentación gótico-flamígera, alternando torres de diferentes alturas y formas que le da su imagen neogótica. Proyecta varias iglesias basadas en el gótico, formando un todo con la decoración, escultura y pintura. Destaca la Iglesia de St. Giles. Otro representante de este movimiento fue John Ruskin que influyó en su introducción en Norteamérica, donde la Iglesia (tanto anglicana como cristiana) lo aplicó en gran cantidad de templos y edificaciones escolares. Ejemplo del mismo es la Catedral de San Patricio en Nueva York. En Alemania representantes de este estilo neogótico son la Catedral de Colonia y el Castillo de Neuschwanstein.
Exposiciones universales de París, Londres y Barcelona. La torre Eiffel. Sus primeros vestigios se encuentran en las exposiciones nacionales celebradas en París, fomentadas por el ministro del interior francés François de Neufchateau y llevadas a cabo desde 1798 en los Campos de Marte. Se exponían productos industriales y artesanales franceses, y a pesar de no lograr un carácter anual, como se pensó en un principio, sí que logró adquirir cierta continuidad.
Exposición Universal de Londres, 1851. A pesar de sus inicios parisinos, fue en Londres y concretamente en el Palacio de Cristal, situado en Hyde Park, donde se celebró la primera exposición universal como tal. Realizada en 1851, recibió el nombre inicial de Gran Exposición de los Trabajos de la Industria de Todas las Naciones. Tras visitar la exposición industrial de París, el consorte de la reina Victoria y príncipe Alberto, aconsejado por Henry Cole, vio la emergente necesidad hacer una en Londres, llevada a cabo con carácter internacional. Eran expuestos los productos manufacturados, así como los avances tecnológicos y científicos, fomentando de esta forma el comercio y relaciones internacionales.
Exposición de París, 1855. La exposición de París de 1855 reúne las industrias y las bellas artes, se llevó a cabo en el Palacio de la Industria, construido por el arquitecto Viel únicamente para dicha ocasión. Tenía una gran similitud al de Londres, sin embargo éste consta de un mayor tamaño, construido en cristal y con grapas metálicas. A partir de esta exposición, Francia guardó la tradición de realizarlas cada 11 años.
Exposición Universal de Barcelona, 1888. Se organizó en el Parque de la Ciudadela, con la portada de Josep Vilaseca. Presentada con el Arco del Triunfo, se trata de una de las pocas edificaciones del periodo que ha perdurado hasta nuestros días, puesto que la exposición supuso la remodelación completa del barrio de la Ribera, donde se celebró, y presentaría las primeras presentaciones del nuevo movimiento: el modernismo.
La Torre Eiffel. Para la exposición universal de 1887 en París, se convocó un concurso para construir el edificio más alto de la historia, en conmemoración al centenario de la Revolución Francesa. Este se levantaría en el Campo de Marte: una torre de base cuadrada, con 125 metros de lado en la base y 300 metros de altura. Gustave Eiffel, su constructor, tenía mucha experiencia en la construcción de obras metálicas de tal complejidad, por lo que su equipo fue elegido para el proyecto. Entre los elementos destacados de su construcción se encuentran sus pilares con forma de campana para impedir su vuelco, conectados por una viga con el fin de evitar la deformación como fruto de la acción del viento, y la utilización de un sistema de aire comprimido para excavar en seco, debido al nivel freático de la cimentación. Los componentes se unieron con roblones y remaches. Se inauguró el 15 de mayo de 1889, y si bien su éxito fue temprano, con numerosas visitas a lo largo de la exposición, se sometió a gran número de opiniones, tanto favorables sobre sus colosales dimensiones como críticas ante su frialdad, apodada “monstruo de hierro”. Aunque tuvo el simple objetivo de batir un récord, hoy día se ha convertido en el símbolo de Francia y es uno de los monumentos más visitados a nivel mundial.
El desarrollo de la técnica fotográfica. Hasta este momento la forma de hacer perdurar una imagen era a través del dibujo, pintura o escultura. La unión de dos técnicas ya conocidas, la cámara oscura y la fotosensibilización química da lugar al inicio de la fotografía, permitiendo registrar de forma permanente una imagen en un soporte tangible. Es una época que se caracteriza por la innovación, el progreso y la investigación. Se crean diferentes métodos de plasmar imágenes, que se van perfeccionando en busca de la calidad y economía del producto. La técnica usada (registrar luz en un soporte fotosensible) era vista como algo científico y por tanto veraz, ya que no interviene la subjetividad o habilidad del artista. Los inicios de la fotografía se desarrollan por los franceses Joseph-Nicephoe Niepce y Louis-Jaques-Mande Daguerre y el britanico Wilian Hery Talbot. En 1822, Niepce creó el grabado solar, el cual permitía plasmar en una lámina una copia de un dibujo usando la luz solar y un complicado proceso de preparación del soporte. Más tarde, en 1826, modificando su técnica y con una cámara oscura, consigue realizar la primera impresión en un soporte de una imagen real, dando lugar a la primera fotografía. Niepce se une con Daguerre para desarrollar sus investigaciones, pero tras la muerte de Niepce, Daguerre continúa en solitario, creando su primera foto: el llamado daguerrotipo. Daguerre redujo los tiempos de exposición a 15 minutos ( Niepce los expone durante 24h), fotografió a personas y mejoraría el proceso modificando los productos químicos que forman la emulsión. No obstante, era imposible la realización de copias.
En 1841, Talbot usando un proceso diferente consiguió crear fotografías a las que llamaría calotipo, facilitando el proceso con la posibilidad de copias, aunque estas eran de menor calidad. Daguerre comercializa su invento fabricando cámaras en serie.
El retrato fotográfico. Aunque en un principio solo era accesible a la burguesía, la simplificación del proceso y el abaratamiento de los costos hizo de la fotografía algo al alcance de todos. Pronto se popularizó el retrato, y constituía la mayoría de las fotografías tomadas en esa época. Artistas menores o miniaturistas fueron en principio los primeros que se dedicaron profesionalmente a la fotografía, utilizando decorados y retocando las fotos tomadas. La fotografía es rápidamente comercializada. En París, en el año 1854, el estudio de André Disdéri hace uso de un sistema de cámaras con varios objetivos, dando lugar a un variado número de retratos simultáneos, de pequeño tamaño, que tuvieron mucho éxito, así como sus coleccionables de retratos de personas famosas. Surgen numerosos estudios de fotografía por toda Europa. Entre ellos destacan el de Gaspar Tourachon que unió al aspecto comercial al artístico, con un brillante uso de la luz y la composición.
Inicios del cine. En 1895 los hermanos Lumière patentaron el cinematógrafo, combinación del kinetógrafo y el kinetoscopio de Edison que grababa y reproducía imágenes, con una manipulación previa, en una pantalla. Las primeras filmaciones eran cortas, de escenas de la vida cotidiana. El 28 de diciembre de 1895 en París fueron exhibidas por primera vez, y en un inicio solo asistieron 35 personas, pero poco a poco se fue popularizando. En 1896 filmaron El regador regado, film que contaba con una narrativa y tintes cómicos. A partir de aquí el éxito de los Lumiere solo hizo crecer, abriendo varias salas de proyección en París y una en Lyon. A pesar de las posibilidades culturales que ofrecía el cine desde sus inicios fue visto como entretenimiento de masas, buscando su rentabilidad. En un principio basándose en el teatro clásico se filmaba en una sola unidad de tiempo, lugar y espacio. George Albert Smith y Edwin Porter comenzaron a hacer cambios de plano o usaron narraciones simultáneas. George Melies vio en el cine la posibilidad de crear situaciones y lugares irreales, manipulando las tomas y el montaje. En 1902 filma El viaje a la luna , que no tuvo buena crítica ya que fue visto excesivamente teatral, y que desemboca en su ruina.
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