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Title c) Ciudades del Renacimiento
Course Historia del Urbanismo
Institution Universidad Complutense de Madrid
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H ª de l U rba nismo | Prof. J ua n Cle me nt e Rodrígue z Est é ve z | Curso 2 01 1 -2 0 12 | Apunt e s I nma SB

LA CIUDAD EN LA EDAD MODERNA 9. La ciudad del Renacimiento El Renacimiento tuvo unas grandes circunstancias también para el urbanismo debido a los cambios políticos, sociales, económicos y culturales, algo que necesariamente se reflejó en los modos de vida y en la naturaleza de las ciudades de la época. Además, el hombre era consciente de ello, y de que esta realidad se sustentaba sobre la Edad Media. Estas ciudades se miran en un pasado cuya referencia es la Antigüedad Clásica, por lo que debe atender a las aspiraciones y las necesidades de una sociedad que, sin embargo, es contemporánea. En cuanto a los logros alcanzados por la ciudad en esta época hay que matizar que la cultura del urbanismo supo hacer de la ciudad un elemento indispensable, de hecho, va a surgir toda una tratadística y literatura científica que aborde el problema de la ciudad desde diversas perspectivas. Pero realmente, toda esta actividad cultural no produjo algo tan intenso como se esperaba hasta el Barroco, cuando si se hará de la ciudad un “centro de operaciones”, pues los hombres del renacimiento que construyen esa nueva sociedad van a seguir viviendo en una ciudad medieval donde va a haber intervenciones parciales y donde se van a ir introduciendo nuevos modos de habitarla, pero, materialmente, sigue siendo medieval. Además, la transformación de la ciudad materialmente exige numerosos esfuerzos que no fueron posibles.

9.1 El urbanismo utópico y la tratadí stica del Renacimiento tratadística Hay que destacar sobre todo la obra de Vitrubio, pues, el urbanismo romano va a emerger a través de este tratadista, que planteará un modelo de ciudad que no se corresponde con las ciudades cuadradas típicas de los campamentos, sino con una planta centralizada debido a unas condiciones ambientales, para que estén orientadas de forma que puedan enfrentarse a los vientos. Además, decía que las plantas cuadradas eran poco defensivas debido a que los ángulos son más fáciles de quebrantar. Por ello defendía plantas poligonales o centralizadas, siempre con un tejido interno organizado, no se sabe si ortogonal o radiconcéntrica (se estudió mucho sobre ello porque no se conoce). Este modelo se recupera gracias a Vitrubio, aunque en Oriente si había tenido desarrollo. Se relaciona con el neoplatonismo y con el círculo como elemento simbólico asociado a la perfección. Entre los personajes que recuperan las ideas vitrubianas destaca Filarette, que crea una especie de “ciudad ideal” llamada Sforzinda en honor a su mecenas. Es una ciudad poco singular, excéntrica, liberada del orden clásico, pero muy interesante en cuanto a su planta, pues dibuja una estrella inscrita en una circunferencia con una gran plaza en el centro donde se situaría la catedral y los edificios importantes. Este trabajo, aunque se publicó más tarde, su manuscrito tuvo mucha influencia. Otro personaje destacado fue Francesco di Giorgio Martini, que escribió un tratado de arquitectura e ingeniería militar, donde volvió a retomar la planta centralizada. Destaca por usar un acusado antropomorfismo para crear las ciudades y por zonificarlo todo dependiendo de las actividades económicas desarrolladas. Pero más importantes son las del siglo XVI, como Pietro Cataneo, que desarrolla unas ciudades interesantes que están inscritas en circunferencias pero todas se fortifican con perfiles poligonales, pues la arquitectura militar en esta época tiene un gran desarrollo debido a los avances de la artillería. Por ello, no presenta perfiles cuadrados, sino angulares. El trazado interno presenta una gran reticulación con la inserción de espacios abiertos. También destacan Giorgio Vasari y Vicenso Scamozzi, que desarrolló la misma idea (el último dibujo). Vemos cómo los planteamientos medievales cambian debido a las propuestas renacentistas que se basan en la planta centralizada. 1

H ª de l U rba nismo | Prof. J ua n Cle me nt e Rodrígue z Est é ve z | Curso 2 01 1 -2 0 12 | Apunt e s I nma SB El caso más importante asociado a este fenómeno lo encontramos en el Véneto, en la frontera entre Italia y el mundo turco, Palmanova. Es una población fundada hacia 1593 con una clara vocación defensiva, pues tiene varios anillos concéntricos poligonales pensados para instalar baterías de artillería. En su interior inscribe un gran polígono de nueve lados. La disposición interna no es ortogonal, sino que sigue en consonancia con el trazado radial al que invita el polígono, por lo que surgen grandes calles que desembocan en una plaza central hexagonal. Esta disposición se completa con unos anillos concéntricos que permiten la interconexión entre las calles, creando un organismo concéntrico. Es un producto de la cultura renacentista, la primera ciudad construida de esta forma. Siguiendo este modelo de ciudades inscritas en polígonos también aparecieron en otros lugares de Europa, como vemos en Coeworde, una población holandesa que surge tras la independencia de Holanda. También encontramos en Sicilia otros ejemplares más tardíos como Gran Michele, Avola. En Francia tenemos, del siglo XVII, otros casos interesantes ligados al ingeniero Sebastián de Vauban, que firmó dos producciones importantes: Neuf Brisach y Lille. Son conjuntos fortificados muy potentes organizados internamente de forma variable: en la primera hay una estructura pentagonal y en la otra hay carácter reticular, impuestas en el terreno con gran perfección.

9.2 Aportación del Renacimiento a lla a ciudad europea Los arquitectos y hombres del renacimiento van a luchar por crear una ciudad renacentista a través de la arquitectura, pues van a surgir grandes estructuras monumentales, edificios públicos, iglesias, palacios, etc, todo revestido con una nueva estética. Saben que sus virtudes deben exhibirse y ennoblecerse en el ámbito de lo público, va a haber una redefinición de la calle, de las plazas… Pero no sólo se va a someter el espacio abierto, sino que se va a trabajar con novedades que tendrán una gran incidencia, como el desarrollo de la perspectiva. Alberti, por ejemplo, decía que era importante crear las calles principales más anchas y rectas, con soportales (como los cardo y decumano romanos, que estaban porticados). Esto se ve reflejado en algunas obras, como la creación de la Vía Julia y la reforma urbanística llevada a cabo por Sixto V. La reforma urbanística de Sixto V plantea un reordenamiento importante de la ciudad de Roma, una ciudad que tenía ya muchas obras renacentistas hechas, pero no influyen en el viario público, pues está regido por el urbanismo romano (tenía muchas ruinas, muchos espacios, obras que dejaron de usarse como acueductos…). Por ello, algunos papas (desde Julio II) comenzaron a crear nuevos espacios dotados de abastecimiento hidráulico, pensaban que no era sólo importante hacer obras arquitectónicas, sino que había que intervenir en el urbanismo. Conectó mediante amplias vías las basílicas más importantes, con una plaza donde desembocaban todas y ahí se disponía un obelisco (al igual que en el Vaticano). La idea de crear arquitecturas de referencia que conviertan el territorio en un escenario se puede ver en el desarrollo urbanístico posterior, pues, Roma plantea la característica de intervenir sobre un territorio que condiciona mucho lo que se construya, por ello, este modelo constructivo va a ser imitado en otras grandes metrópolis. Junto a estas intervenciones, va a ser la PLAZA PÚBLICA uno de los espacios más importantes, donde se centran las actividades políticas, económicas, religiosas, comerciales…El orden clásico se va a usar de una forma muy creativa para crear estas obras y generar espacios con cierta capacidad teatral. Destacan la Plaza de Vigévano que crea un organismo en torno a la plaza, o la Plaza del Capitolio, que aparece cerrada por tres lados que generan una perspectiva que no está en ángulo recto, pues los edificios laterales, lo mismo que se incorpora en la Plaza de Pienza. Otra de las plazas renacentistas que hacen uso del orden clásico es la Plaza de San MArcos

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9.3 El urbanismo renacentista en España En España hay numerosas aportaciones, aunque están bien localizadas. Hay que atender a las grandes obras reales de carácter palatino, sobre todo de la época de Felipe II que adquieren un colosal desarrollo, como el Escorial o el Palacio de Aranjuez. Son organismos en los que aparece la arquitectura palatina dotada de jardines, todo regido por un acusado control formal que es obra de los arquitectos de la corte como Herrera. Son edificios recios y sobrios pero con una acusada jerarquización de la superficie. En esta línea, como consecuencia de las obras reales destaca la Villa de Lerma, que sigue el legado de las obras escurialenses. Más allá de la creación de un palacio, se crea una población con soportales que atiende a los criterios anteriores. Junto a las obras reales, hay otro tipo de aportación más conocida, las PLAZAS MAYORES, que ya surgieron en la Edad Media, pues había ya interés por organizar la vida pública en amplios espacios (algo que viene de las bastidas francesas). Por otra parte, en las ciudades medievales existía la necesidad para abrir el espacio para celebrar actos públicos (torneos, paradas militares, actividades taurinas, autos de fe, etc). Por ello, estos espacios fueron alcanzando un tono celebrativo. Pero durante el renacimiento se tiene plena consciencia de este carácter celebrativo, así que se someten a un control que los convierte en objetos monumentales con plena autonomía. El caso más antiguo es la Plaza Mayor de Valladolid , donde hubo una importante plaza en tiempos de Juan II, pero debido a un incendio fue modificada. Una parte de la arquitectura es barroca, pero su articulación y soportales muestran que es una de las más antiguas. Está conectada con el viario público, no hay una clara delimitación del urbanismo en relación con lo que le rodea. Sin embargo, lo importante es hacerlas cada vez más grandes para que se separen de las calles de alrededor, a las que se accede mediante arcos, como vemos en la Plaza Mayor de Madrid, un conjunto del siglo XVII que sigue con los planteamientos de la época de Felipe II. Es un artefacto propio, totalmente cerrado y conectado con las calles mediante arcos, con más autonomías. En esta línea destaca también la Plaza Mayor de Salamanca es un caso tardío, ya del siglo XVIII. Tiene una interpretación barroca de las formas, pero sigue esos modelos que comienzan en el siglo XVI. Tiene arcos para conectar con las calles y, para acceder a la plaza hay que acceder por una escalera, estando así más alejada de las calles. Sevilla sigue como ejemplo para ver la transformación de una ciudad medieval a una renacentista, al igual que otras como Toledo. La incidencia es parcial, sólo hay una revisión del entorno, no se transforma plenamente la ciudad. Esto vemos en la Plaza de San Francisco, que es fruto del derrumbamiento del Convento de San Francisco, muy cercano al centro de la ciudad, que articulaba la conexión con el Salvador, por lo que reunía las condiciones para convertirse en centro de la ciudad. La construcción del Ayuntamiento es también fruto de estas novedades, pues esta ciudad estaba teniendo mucha importancia y necesitaba dignificar la presencia política en la ciudad. No solo ofrece un modelo de palacio municipal, sino que controla el espacio que le rodea, lo que vemos en la presencia de Hércules y Julio César en el arquillo, mostrando así la grandeza de la ciudad y su simbolismo, se dota de los atributos de una ciudad clásica, mostrándolo públicamente para que estén presentes unos valores en la ciudad. También hay que destacar la incipiente labor de modificación de las puertas de la ciudad y la creación de la Alameda de Hércules¸un espacio modificado debido a sus malas condiciones por inundarse. Ahí se colocan las columnas romanas para mostrar la conexión de la ciudad con la Antigüedad El resto de la ciudad seguirá sumida en la época medieval, sólo habrá algunos espacios donde las casas aristocráticas levanten obras renacentistas, al igual que la iglesia. Van a ir surgiendo elementos que van a ir transformando poco a poco la visión de la ciudad. Además, el uso de arquitectura efímera hizo que se ocuparan espacios cuando se necesitaba (boda de Carlos V, visita de Felipe II), pero no dejan restos en el urbanismo, sólo transformaron visualmente la ciudad del momento. 3

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hispanoamericano 9.4 El urbanismo renacentista hi spanoamericano Sin embargo, hay que reconocer que el urbanismo renacentista se proyectó directamente a América. Por una parte tenemos la vieja tradición medieval por parte de los conquistadores castellanos y aragoneses y, por otro, la tradición humanística renacentista que se mezcla con lo anterior. Es cierto que hay un modelo de planificación de las ciudades atendiendo a ideas religiosas y también otras que se basan en los modelos italianos. Pero van a ser los modelos ortogonales provenientes de la Edad Media los que se impongan (no los renacentistas), aunque se le da una gran importancia a los espacios públicos (idea renacentista), van a ser como los foros en las colonias romanas donde se transforma la sociedad. En cuanto a las fortificaciones, se da una gran evolución en la ingeniería militar, por lo que esto sí es más avanzado. Destacan ciudades como Santo Domingo, de 1496, con unos criterios organizativos ortogonales. Posteriormente, en el siglo XVI destacan La Habana, Guatemala o Panamá, además de México que es muy deudora de la vieja Tecnochitlán pero que muestra novedades como la instalación de la gran plaza ante su Catedral y Sagrario. Esto se ampliará a otros espacios donde las órdenes religiosas crearán plazas ante sus iglesias. Así se crean manzanas o cuadras que permiten una distribución racional de la superficie constructiva. Esto podemos ver también en Lima, donde, aunque debido a la orografía del terreno, el trazado interno sigue siendo igual de riguroso. Esta ortogonalidad se debe a la llegada de maestros que piensan que es digno crear una planta para cada ciudad, creando un modelo de conducta que permitiera hacer crecer a la ciudad y que no se perdiera ese modelo. Eso vemos en Caracas, donde se impone un criterio ortogonal que no se adapta al terreno, sino que son más radicales. Aunque no son ciudades renacentistas, vienen marcadas por las ideas renacentistas.

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