Capítulo 3. LOS Valores EN LA OBRA DE JOSÉ Villagrán García PDF

Title Capítulo 3. LOS Valores EN LA OBRA DE JOSÉ Villagrán García
Author JAVIER ALEJANDRO SANCHEZ
Course Teoría de la Arquitectura III
Institution Universidad de Guanajuato
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HABLA ACERCA DE LA TEORIA DE LA ARQUITECTURA PSOPUESTA POR EL ARQUITECTO JOSE VILLAGRAN GARCIA...


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CAPÍTULO 3. LOS VALORES EN LA OBRA DE JOSÉ VILLAGRÁN GARCÍA

El valor respecto al hombre es algo así como la luz del sol con relación al ojo humano. La luz existe independientemente del ojo. El ojo existe independientemente de la luz. José Villagrán García Teoría de la arquitectura, 1964, p. 31

José Villagrán García (1901 – 1982) nació en la ciudad de México. Estudió en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde fue profesor de Teoría de la Arquitectura entre 1926 y 1982, y Director entre 1933 y 1935. José Villagrán García es considerado el Padre de la arquitectura moderna mexicana, ya que además de realizar la primera obra funcionalista, la Granja Sanitaria de Popotla en 1925, es el autor de la Teoría de la arquitectura, publicada en 1963, donde resume sus propuestas sobre el tema. Sus escritos hicieron de Villagrán García un pionero, inspirado

tanto

en

Gaudet y

Reynaud, como en la vanguardia del Bauhaus y Le Corbusier. Fue premio Nacional de Artes en 1968 y de Arquitectura en 1981. Fue Miembro Fundador de la Academia de Artes. Una obra bella que olvida su finalidad útil, la consideramos desintegrada arquitectónicamente, será una hermosa decoración o una escultura monumental, pero no una auténtica obra de arquitectura. José Villagrán García Discurso pronunciado en su ingreso a El Colegio Nacional 29 de septiembre de 1960

JOSÉ VILLAGRÁN GARCÍA: SUS INICIOS El Dr. Ramón Vargas Salguero, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, dice, respecto a José Villagrán García1: En 1924, José Villagrán se inició como profesor de composición y a partir de 1926 de Teoría de la arquitectura. Para entender el contenido de la labor docente de Villagrán es necesario ubicar que la Revolución (1910-1920) cambió la manera de hacer la arquitectura. Ésta propone soluciones a los grandes problemas sociales del país como la vivienda, la educación y la salud. Según Villagrán, la Revolución Mexicana exigía una nueva propuesta arquitectónica y él, en la elaboración de la misma, recurrió a los grandes principios de los clásicos de la arquitectura de todos los tiempos, y propuso su aplicación a la nueva realidad de México. Villagrán planteaba, “esto que hicieron en el Renacimiento, en el siglo XVII, es lo que tenemos nosotros que hacer. Ni neoclásico ni neocolonial; debemos buscar lo que nuestros problemas actuales nos exigen”. Esos principios planteaban que toda obra arquitectónica debía ser sólida, útil, bella y tomar en cuenta el uso que se va a dar al espacio y cuáles son las condiciones históricas, culturales, geográficas y climáticas. Villagrán, el profesor de teoría, convocaba a sus alumnos a llevar a la práctica profesional estos principios. Él, desde la cátedra y práctica como arquitecto, actuaba como un precursor de la moderna arquitectura mexicana, que construía un estilo propio sin caer en posiciones folclóricas. JOSÉ VILLAGRÁN GARCÍA: SU POSTURA TEÓRICA Villagrán sostenía que para ofrecer buenas soluciones arquitectónicas era necesario partir de un conocimiento profundo de la situación nacional y del problema social que se quería resolver.

1 Vargas Salguero, Ramón (2015), en línea: https://www.animalpolitico.com/lo-que-quiso-decir/vida-y-obrade-jose-villagran-garcia/

En 1931, en su primera conferencia pública, expuso esta tesis: “mis proposiciones van por ahora a concentrarse en los tres puntos esenciales que he desarrollado como fases de la producción arquitectónica; el primero se refiere a la investigación que denominé continua y que sirve de base común para los problemas particulares: el conocimiento perfectamente real de la situación social de nuestro pueblo en las distintas regiones de la República. “… pretendo fundar sobre este conocimiento, las soluciones que constituyen nuestra verdadera arquitectura nacional de hoy: cimiento sólido, inconmovible, porque estará apoyado sobre la realidad misma de nuestras exigencias sociales; propongo emprender una obra de investigación social que reúna en un solo organismo de trabajadores a aquellos que se interesen por esta lenta labor de conquista cultural que forma parte este programa de acción”. Al definir los objetivos de su clase de Teoría de la Arquitectura en la UNAM, Villagrán fue más allá del puro interés por enseñar una teoría erudita; en vez de ello, deseaba vincular el conocimiento con el ser humano, formar profesionales con pasión por su trabajo, con valores éticos y compromiso con la sociedad. Estos objetivos, Villagrán los expuso de esta manera: 1. Deseo invitar al estudio serio, concienzudo, basado en una convicción arraigada de saber. 2. Deseo estimular el desarrollo sereno de la personalidad. No olvidar el yo para trasplantarlo por el tratadista o el erudito, no olvidar que el arquitecto debe ser de su pueblo, de su tiempo y para su tiempo, un adelantado […] 3. Deseo detener los prejuicios, quitar la idea torcida de revolucionar sin base y sin fin conscientes y de aletargarse, por el contrario, en el rincón de un monumento viejo y meritorio, pero viejo sin volver los ojos al presente, al hoy. 4. Deseo llevar el concepto más claro de la arquitectura, pero llevarlo en forma de convicción, no de definición, de convicción que resista el inmenso peligro de la rutina que convierte al entusiasta luchador en una potente bestia […] 5. Deseo prevenir los desencantos para los idealistas, excitar el idealismo en los calculadores fríos. Entusiasmar a todos y tratar de encontrar el equilibrio de las

facultades. Nuestra clase es una verdadera reunión de compañeros, soy el mayor por experiencia y edad. 6. Mas todos vamos a buscar y trabajar por ver más y más claro. No es una cátedra de aquellas en que se repiten los eruditos tratados sobre la materia que se trata de enseñar, es una verdadera conversación entre compañeros […] (Villagrán, 1986: 271-272). Villagrán y sus alumnos inauguraron un nuevo concepto para México de lo que debería ser la expresión arquitectónica acorde con el clima, los materiales, el subsuelo, la idiosincrasia de la sociedad, su índice económico, etcétera. El concepto practicado fue en adelante forma adecuada a la función. Villagrán promovió también el estudio del urbanismo necesario en un momento en que la Ciudad de México crecía a un ritmo inesperado. Para José Villagrán, la arquitectura nace de un programa, de una necesidad que condiciona su solución y que debe por tanto analizarse cuidadosamente para abordar con éxito su solución. “La sinceridad constructiva” debía guiar todo el hacer de la arquitectura y, en consecuencia, la estructura y los materiales usados debían estar acordes con las necesidades del programa arquitectónico y encontrar en él su fuerza expresiva. Así, nuevas formas, congruentes con ese pensamiento y propias de la época, nacerían de modo natural. TEORÍA DE LA ARQUITECTURA DE JOSÉ VILLAGRÁN GARCÍA Su obra escrita, aunque amplia, sólo ha sido parcialmente publicada: Panorama de cincuenta años de arquitectura mexicana contemporánea (1900-1950) (INBA, 1952); y artículos en las revistas Arquitectura, Calli, Cuadernos de Arquitectura y la Revista Mexicana de la Construcción. Sobresale ampliamente su “Teoría de la Arquitectura”, publicada por los Cuadernos de Bellas Artes en 1964.

Para elaborar su propuesta teórica acerca de la arquitectura, Villagrán utilizó la clasificación axiológica elaborada por Max Scheler2 sobre los valores, no porque él la considere perfecta, definitiva o indiscutible, sino por aclarar lo suficiente las explicaciones en lo arquitectónico. Según esa clasificación, la primera esfera la constituyen los valores Útiles,

tales

como

conveniente,

adecuado, útil; le siguen los valores Vitales,

como

continuación verdad

y

fuerte,

los falso.

débil.

Lógicos,

A

como

Después

los

Estéticos, como bello, feo, sublime, cómico; en seguida los Éticos, como justo y bueno, y por último los valores Religiosos, como santo y profano. En su libro, Villagrán afirma que el valor arquitectónico o sea el valor que califica como arquitectónica o como no arquitectónica una obra de arte humano, es un valor compuesto por una serie de valores primarios incluidos en algunas de las esferas de la clasificación de Max Scheler. Significa esto que el valor arquitectónico se integra de una serie de valores primarios y autónomos entre sí, que no pueden faltar positivamente ninguno de ellos en una obra, sin desintegrar Io arquitectónico. Dicho de otro modo: la integración del valor arquitectónico condiciona la concurrencia simultánea de determinadas formas de valores primarios.

2 Max Ferdinand Scheler (1874 - 1928). Su obra más representativa de este período es El formalismo en la ética y la ética de los valores materiales (1916), tomada por Villagrán.

Villagrán continúa diciendo que […] encontramos sin esforzarnos que el valor arquitectónico se integrará con formas de valores: 1. Útiles 2. Lógicos 3. Estéticos 4. Sociales Armado así el andamiaje estamos en disposición de emprender el estudio de las formas de valor que en Io arquitectónico se nos han dado históricamente como analógicas; o sea, como invariables en su esencia o estructura básica e interna y amplísimamente variables en sus accidentes o sea en su estructura externa y de apariencia óptica3. EL VALOR ÚTIL El valor formal arquitectónico se integra de una serie de valores primarios que, en orden ascendente, se inician con los útiles. Lo útil tiene una estructura que se estudia analíticamente al construir teorías económicas, pero su connotación económica difiere de la que en arquitectura se le asigna. Bajo la designación de "comodidad"4 y de "firmeza" ha sido estudiado por Vitrubio en el Capítulo III del Libro I, cuando dice: "Estos edificios deben construirse con atención a la firmeza, comodidad y hermosura". Al intentar establecer una base de lo útil, Villagrán analiza algunos edificios desde la perspectiva de lo útil. En ese proceso, Villagrán identifica dos aspectos perfectamente diferenciables: 

AI primer aspecto lo denomina útil-conveniente o útil-económico,



Al segundo lo llama útil-mecánico constructivo.

Villagrán deja claramente expuesto que este valor útil es uno de los valores primarios que con otros integran al arquitectónico. El autor afirma que una obra que sólo valga positivamente desde el punto de vista de la esfera de lo útil y que ignore o niegue las otras formas que integran lo genuinamente arquitectónico, será obra de cualquier otra actividad humana, pero no de la arquitectura. Las cursivas son del mismo Villagrán García. Nótese cómo Villagrán traduce o interpreta el término Utilitas empleado por Vitruvio como “comodidad”, contrariamente al sentido generalmente encontrado de “utilidad”. 3 4

EL VALOR LÓGICO Los valores lógicos son los pensamientos. La lógica se ocupa de estudiar la estructura del valor lógico. La Teoría del Conocimiento o Gnoseología, su función. Los pensamientos son verdaderos o son falsos. EI ser-verdadero o el ser-falso constituyen sus formas de valer y son formas de realidad del valor lógico. Estas ideas base, suministradas por filosofías actuales, nos muestran desde luego el problema que tenemos enfrente: ¿Cómo entender la verdad, la sinceridad, la falsedad y la mentira, en el terreno de la valoración arquitectónica? Los valores lógicos son los pensamientos. La lógica se ocupa de estudiar la estructura del valor lógico. La teoría del conocimiento o gnoseología, su función. Los pensamientos son verdaderos o falsos. El ser verdadero o el ser falso constituye sus formas de valer y son formas de realidad del valor lógico. Gaston Sortais (1852 – 1926), filósofo francés, definía así la verdad: "Conformidad del pensamiento y sus cosas (Conformitas intellectus et rei)”. Éste encuentra diferentes formas de verdad que, a juicio de Villagrán, arrojan claridad sobre el tema que aborda. Dice: La verdad supone así tres elementos: 

Objeto, del que se afirma algo;



Inteligencia, la que afirma ese algo, y



Relación de conformidad entre la afirmación y el objeto.

Al analizar lo expuesto por Villagrán sobre los valores lógicos en arquitectura y asumiendo como verdadera la relación entre los tres elementos anteriormente mencionados (Objeto – Inteligencia – Conformidad), entendemos que la afirmación acerca del objeto debe estar en armonizada linealidad respecto al discernimiento con relación al objeto. Así, la armonía, la relación sinfónica entre el objeto y la percepción que de él se tiene, la relación de conformidad entre ambos, es lo que se interpreta entonces como el valor lógico en arquitectura, de acuerdo a la teoría de Villagrán. El genial escultor francés Auguste Rodin (1840 - 1917) afirmaba lo siguiente: “Es feo en arte todo lo que es falso, todo lo que sonríe sin motivo, todo lo que se amanera sin razón, lo que se encorva y encabrita, lo que no es más que un desfile de belleza y de gracia, todo lo que miente".

Por su parte, Maurice Denis (1870 - 1943) pintor y escritor francés dijo: “Exijo, que pintéis vuestros personajes de tal manera que parezcan estar pintados, sometidos a las leyes de la Pintura, que no pretendan engañarme la vista o el espíritu; la verdad del arte consiste en la conformidad de la obra con sus medios y su fin". Para Villagrán, lo referido equivale a decir que toda obra de arte debe ser lógica. En esto está su verdad. Debe bañarse en la lógica, en la lógica siempre misteriosa y desconcertante, la de la estructura del ser viviente y de la geometría íntima de la naturaleza. No consiste esta lógica en denotar todo lo que hay dentro de una construcción y no se puede ver, sino en conformar lo accesible a la vista a la estructura que le sustenta, de igual manera que las formas naturales lo hacen con perfección. Veamos el maravillosamente construido cuerpo humano: la forma de la mano es consecuente con su estructura interna y con las funciones que le asignó el Creador, a tal grado es perfecta la conformación. VALOR ESTÉTICO Villagrán propone que el estudio de las formas del valor estético presenta dos posibles caminos a seguir: uno eminentemente dialectico, apoyado en la Estética5 y otro práctico o experimental, apoyado en las formas que se nos dan como bellas. Desde luego que ambos pueden desenvolverse con rigorismo científico o concretarse a lo sustancial y elemental. La Estética pura, trata de explicarnos la esencia de los valores estéticos, lo mismo ante objetos naturales que creados por el hombre, que particularmente en la obra de arte. Para el maestro Villagrán, algunas ideas consisten en condicionar lo bello en arquitectura a lo bueno o útil y conveniente; y la otra también condicionar lo bello arquitectónico solo que a la verdad. Ninguna construcción puede agradarnos por completo, si no nos muestra en todas sus partes esenciales cierto sello de utilidad y de conveniencia.

Estética es la disciplina que estudia la naturaleza de la belleza y la percepción de la misma por parte de los individuos, por lo cual se relaciona estrechamente con el arte. La palabra estética deriva del latín moderno aestheticus, y éste del griego aisthētikós que significa “percepción o sensibilidad” a través de los sentidos.

5

Villagrán propone concentrar la atención en las formas del valor estético en arquitectura, intentando su aprehensión meramente plástica. Él presenta la forma inicial como aquélla que llama “la compuesta”, la que resulta de “componer”. “Componer”, lo mismo en arquitectura que en todas las artes, es combinar los medios propios de un arte en sentido de una expresión estética. Si la composición no alcanza armonía en su combinación, no hay expresión estética. Esta idea ha sido poéticamente dicha por el poeta pensador francés Paul Valéry en su obra Eupalinos o el Arquitecto que adoptando la forma dialogada griega, hace hablar a Sócrates con Fedro, en el Olimpo recordando en su vida corpórea a Eupalinos, un arquitecto amigo de Fedro: […] Dime -dice Fedro a Sócrates- ya que eres tan sensible a los efectos de la arquitectura ¿no has observado, al pasearte por esta ciudad, que entre los edificios que la constituyen algunos son mudos; otros hablan; y en fin, otros los más raros cantan?

VALOR SOCIAL Lo social es lo referente a la sociedad; ésta es un conglomerado humano organizado hacia una cultura. Cultura es el modo de vida que lleva una colectividad organizada. Así que la sociedad es la colectividad humana que organiza para, en comunidad de medios tender hacia un determinado fin, esto es hacia la objetivación de una cultura. Decir que la obra arquitectónica tiene valores sociales nos exige como primera explicación entender lo que significa social y después averiguar si una obra arquitectónica tiene o no capacidad para avalorarse desde este punto de vista. EL CARÁCTER EN LA ARQUITECTURA Para Villagrán, el carácter en arquitectura representa una cualidad de orden psicológico en el contemplador de la obra, quien debe estar informado previamente acerca de la modalidad de vida que ha motivado las disposiciones particulares de ella; o sea, que tenga conocimiento del programa que ha regido la creación de la obra. Podría pues afirmarse que el carácter es la conformidad de una obra con su programa particular, que es la adecuación a su destino y que cuando esta adecuación es perfecta, constituye una modalidad formal que caracteriza en su tiempo y lugar geográfico a cierto

género arquitectónico. Si esta solución es perfecta puede o no alcanzar la belleza; todo depende del genio creador del autor. LA PROPORCIÓN EN ARQUITECTURA Al abordar el tema de la proporción en arquitectura, el Arq. Villagrán dice que el término proporción pertenece a la ciencia matemática. En las artes designa relaciones métricas entre las partes y el todo de una composición y entre las dimensiones de una parte entre sí. La estructura propia de cada arte en lo que respecta a sus medios y a sus finalidades específicas, hace que la proporción adopte modalidades particulares en sus correspondientes campos. Desde el punto de vista matemático, la proporción es la igualdad de dos razones. Razón es el resultado de comparar dos cantidades; si esta comparación se obtiene por diferencia, la razón se denomina aritmética y si por cociente, entonces la razón es geométrica. Las artes se valen de las razones geométricas, aunque el concepto de proporción va más allá de la simple y matemática relación dimensional, sin tampoco dejar de reconocer que siempre existirá la posibilidad de relacionar dentro de una proporción geométrica las dimensiones que ostente una obra. Si la proporción en general se refiere a relaciones métricas en la obra de arte, la proporción arquitectónica se tendrá que estructurar en todos sus diferentes aspectos con aquella antropometría de que hablamos. De esta manera las dimensiones de las obras, no solamente pueden relacionarse a través de proporciones geométricas, sino a través de su adecuación al hombre y a sus diversas dimensiones. LA PROPORCIÓN ESTÉTICA De igual manera que la anterior, Villagrán propone estudiar otro tipo de proporción que él denomina proporción estética o proporción propiamente dicha en el campo de las artes. Esta proporción corresponde al concepto de la proporción geométrica mejor que las dos anteriores. Vitruvio denomina Simetría a este valor estético de la forma plástica y la define así:

"Es la conveniente correspondencia entre los miembros de la obra, y la armonía de cada una de las partes con el todo. La simetría consiste en la correspondencia de medidas entre los diversos elementos de la obra, como entre sus elementos separados y el conjunto“. EL ARQUITECTO Aunque José Villagrán García, en su Teoría de la arquitectura, aborda otros diferentes temas, todos ellos importantes, abordaremos para finalizar el tema lo que el autor habla sobre el arquitecto. Al autor, el arquitecto se le presenta como un técnico constructor de especialidades multivalentes y simultáneamente como un artista ...


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