CAPÍTULO 9. LA ACTIVIDAD DE LOS SOCIÓLOGOS. PDF

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Arantxa Correas Cebrián 2014 CAPÍTULO 9. LA ACTIVIDAD DE LOS SOCIÓLOGOS. 1.- Los límites del conocimiento sociológico. Actualmente cuando los políticos o los empresarios tienen ante si la perspectiva de alguna iniciativa que les plantea dudas acaban acudiendo a los sociólogos, esperando indicios o informaciones que despejen sus incertidumbres. Generalmente se ponen muchas expectativas en los pronósticos y análisis de los sociólogos, y se les presiona para obtener de ellos los datos. Por otro lado, también se reacciona críticamente contra ellos cuando no proporcionan los resultados esperados. Los sociólogos hacen trabajos y se ocupan de las tareas que le son encomendadas por la sociedad, y tienen que realizar un esfuerzo de objetividad para no verse presionados en la forma de plantear su análisis. Por ellos es necesario tener muy claro cuáles son las verdaderas posibilidades y límites del conocimiento sociológico. Los sociólogos no son gurús ni oráculos, su labor es científica y debe inspirarse en los principios de objetividad, rigor y seriedad. La Sociología ha alcanzado en estos momentos un determinado grado de desarrollo y cuenta con un conjunto de herramientas analíticas y procedimientos de investigación, que permiten llegar hasta unos límites concretos. Con estos límites podemos diferenciar lo que es la Sociología de todo aquello que no lo es. Recordar también los planteamientos comtianos que ejercieron un considerable influjo al considerar la Sociología como la síntesis, no sólo de todos los saberes en general, sino también, y más específicamente, de los saberes sociales. Como subrayó Simmel, adquirida la consciencia de que toda actividad humana transcurre dentro de la sociedad... todo lo que no fuera ciencia de la naturaleza exterior tenía que ser ciencia de la sociedad. Siguiendo con Simmel, señala que, a esta concepción de la Sociología contribuyó su carácter de ciencia nueva, adscribiéndose a ella todos los problemas que eran difíciles de colocar en otra disciplina. Sin embargo la evolución de esta disciplina hacia una mayor atención a temas más concretos y específicos, unida al desarrollo más diferenciado de los otros saberes sociales, ha permitido ir trazando fronteras y perspectivas de dedicación y de especialización profesional cada vez más claramente perfiladas. La Sociología es entendida como una más de las disciplinas sociales, que tiene que operar sabiendo que las interdependencias entre algunas de estas disciplinas son sumamente importantes. Con todo lo expuesto, se entiende que el esfuerzo por definir la Sociología haya sido superado por una perspectiva más práctica. Los límites de la Sociología no vendrán de su definición sino a través del desarrollo de un quehacer práctico de verdadera utilidad social. Estos nuevos enfoques están permitiendo centrar una mayor cantidad de esfuerzos en la investigación concreta y en el desarrollo de áreas específicas de conocimiento sociológico. Sin embargo, el problema no es exclusivamente un problema de fronteras y de relaciones con las demás disciplinas sociales, sino que es también una cuestión de concepciones, de clarificación de sus papel y de su alcance, de precisar sus relaciones con las ideologías y con los valores, y también, de cuál sea su propia naturaleza científica. La Sociología tiene un objeto de estudio sumamente sutil y complejo lo que hace difícil la predicción científica, es decir, la complejidad de lo social hace muy difícil la tarea de

Arantxa Correas Cebrián 2014 establecer con precisión las redes de causalidad y hasta la misma lógica de bastantes comportamientos sociales. 2.- La actividad de los sociólogos. Incluso en países donde la Sociología ha alcanzado un notorio grado de desarrollo, los ciudadanos medios no siempre tienen una idea clara del qué y para qué de la Sociología. En muchos casos el papel ocupacional de los sociólogos está centrado en las esferas de la actividad docente e intelectual. Sin embargo, el abanico de trabajos no docentes de los sociólogos en el mercado de trabajo se ha ido abriendo paso de una manera paulatina, y, a veces, referida a ámbitos de actividad muy diversos. La polivalencia en la proyección ocupacional de los sociólogos se ha producido en sociedades con una larga trayectoria de institucionalización académica de esta disciplina, donde hay un importante esfuerzo por potenciar un mercado real de tareas sociológicas fuera del ámbito de la Universidad. Sin embargo, la cantidad de sociólogos comprometidos en tareas sociológicas fuera de la Universidad es mucho menor que la de psicólogos o economistas. En cualquier caso, lo cierto es que la popularización creciente de la Sociología ha ido cambiando durante los últimos años las perspectivas de trabajos sociológicos aplicados. La propia complejización social y la emergencia de nuevas incertidumbres y problemáticas sociales agudiza la necesidad de los estudios sociológicos. Las perspectivas ocupacionales de los sociólogos varían según el grado de institucionalización y las demandas específicas en cada sociedad concreta. En España, se produjo una tardía institucionalización de esta disciplina no contando con su propia carrera universitaria has los años setenta. Ver tabla ocupacional página 363. En los últimos años, en España, la Sociología ha experimentado un considerable desarrollo, ha habido un aumento de las Facultades de Sociología y también se ha convertido en una ciencia más popular, lo que ha ido diversificando las perspectivas y demandas de trabajo. Los campos de trabajo en países como España son básicamente cuatro: – El campo de la enseñanza. La apertura de varias Facultades nuevas de Sociología y el desarrollo de los estudios Universitarios en general ha abierto una demanda mayor de docentes cualificados tanto en Sociología como en otras disciplinas. – Las Administraciones Públicas. Ofrecen posibilidades de salidas profesionales en los cuerpos técnicos de la Administración donde ya existen ámbitos específicos de dedicación sociológica. – La investigación sociológica. Ha experimentado un crecimiento durante los últimos años, tanto en lo referido a investigación básica, en centros públicos y departamentos universitarios, como en la investigación aplicada en organismos públicos, como, por ejemplo, el CIS. – La empresa privada. También ha posibilidad de trabajo para el sociólogo, en gabinetes de estudio y asesoría, en relaciones públicas, estudios de imagen y de impactos, relaciones laborales con la empresa y, cada vez más, en el llamado tercer sector de la economía, son empresas y entidades que no son públicas ni privadas, como cooperativas, fundaciones, organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales...

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En estos momentos hay en España dos grandes organizaciones profesionales en las que se integran los sociólogos: el Colegio Nacional de Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología y la FES (Federación Española de Sociología). También hay en estos momentos una serie de publicaciones sociológicas relevantes de diferente signo. La opinión de los expertos no es muy concluyente a la hora de definir si en España se podrá absorber el número creciente de licenciados para las necesidades ocupacionales existentes. En definitiva, podemos decir que la expansión y desarrollo de la Sociología aplicada está en función de la propia dinámica de la complejización social y del surgimiento de nuevos problemas sociales, de los que es necesario ocuparse. 3.- ¿Científicos o divulgadores? ¿Se orientan realmente la mayoría de los sociólogos de acuerdo a criterior propios del quehacer científico? Para resolver esta cuestión nos referimos al estudio realizado por Ken Menzies, en el que analiza las revistas y publicaciones americanas, británicas y canadienses más importantes, desde 1970 a 1979. El estudio de Menzies permitió validar empíricamente la impresión de la existencia de un amplio pluralismo teórico y de una difícil conexión entre teoría e investigación, que a la postre, son dos rasgos característicos de la Sociología. Ver cuadro pág- 368. Otros datos significativos de la investigación de Menzies fueron la reducida proporción de referencias a investigaciones actuales en los textos, así como una cierta tendencia de desfase más general entre los enfoques teóricos a los que se presta más atención en los libros de texto y los que utilizan en la práctica una mayor proporción de sociólogos. El esfuerzo teórico y aplicado de los sociólogos hasta la fecha sólo se ha podido traducir en unas cuantas ideas-base o teorías específicas. El sociólogo Martin Slattery ha intentado presentar y resumir las grandes ideas y aportaciones teóricas claves de la Sociología, llegando a presentar un inventario de cincuenta teorías o ideas clave. Pero distan mucho de contar con una aceptación generalizada y no presentan las mismas condiciones de validación empírica que son usuales en otras ciencias. Ver cuadro página 371. En definitiva, si las fronteras de la Sociología con otras ciencias no está claramente delimitada, si el método científico encuentra dificultades prácticas para ser aplicado a esta disciplina y si la determinación del mismo objeto de la Sociología da lugar a cierta ambigüedad, se entiende, pues, el recurso de explicar la Sociología a partir de su génesis social e histórica, y definirla a partir del propio trabajo de los sociólogos. Por otro lado, el gran crecimiento de las producciones sociológicas especializadas, ha dado lugar a que la sistematización de las fuentes de esta disciplina resulte una tarea compleja. En esto influyen dos factores: – Uno de carácter cuantitativo. Por el mencionado aumento de la literatura sociológica. – Otro, sobre el carácter poliparadigmático de la Sociología, frente al carácter monoparadigmático de las ciencias. La historia de esta disciplina experimenta en un grado muy escaso los procesos de selectividad que dan lugar a un mayor acotamiento de la literatura pertinente.

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Por todo ello, el sociólogo se encuentra hoy en día con un amplio abanico de referencias bibliográficas. En suma, la labor intelectual de los sociólogos en nuestros días, debe continuar teniendo un fuerte componente de erudición. Lo que en muchas ocasiones da lugar a que el sociólogo deba situarse en una posición de cierta ambivalencia en cuanto a su papel, ¿cómo actuar?¿como un divulgador o como un científico? El esfuerzo de muchos sociólogos por demostrar la utilidad de esta disciplina, junto a un esfuerzo por acercar la Sociología al ciudadano medio hace que en muchos casos se presenten como sociólogos-divulgadores, que en muchas ocasiones, presentan lo que no son sino meras opiniones políticas o juicios de valor como verdaderos axiomas científicos. Lo cierto es que el trabajo actual de los sociólogos debe orientar en la búsqueda de un equilibrio entre las aspiraciones de los padres fundadores y la trivialidad de algunos sociólogos-divulgadores....