Características de la locura de Don Quijote. Literatura PDF

Title Características de la locura de Don Quijote. Literatura
Author ANA CASTELLO GUINOT
Course Literatura
Institution Universitat de Barcelona
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Primera reseña del tema dos de la asignatura de Literatura de Modalidad en Segundo de Bachillerato....


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2.1 CARACTERÍSTICAS DE LA LOCURA DE DON QUIJOTE La locura del protagonista está perfectamente descrita desde el comienzo, en el primer capítulo de la Primera parte: “Del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro , de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros […]” (I, 1). Don Quijote enloquece, por tanto, después de haber leído demasiadas novelas de caballería. Adopta un nuevo nombre, decide enamorarse de Dulcinea del Toboso (dama que en realidad es imaginada, totalmente idealizada). Se considera un caballero andante, siguiendo el modelo del rey Arturo de Inglaterra, de Amadís de Gaula y de muchos otros. Su obsesión por la caballería hace que dispute batallas que no son necesarias, sale molido de ellas, y ve la realidad de forma diferente, como si estuviera bajo un encantamiento. La “locura” de Don Quijote presenta distintas características a lo largo de la novela:  En su primera salida, el protagonista sufre un desdoblamiento de personalidad que no volverá a producirse en el resto de la novela. Así, tras la paliza recibida en la aventura de los mercaderes, Don Quijote cree ser Valdovinos (héroe del romance), y más tarde el moro Abindarraez (personaje de la historia del abencerraje y la hermosa Jarifa).  Durante su segunda salida, Don Quijote adecua sistemáticamente la realidad a su mundo ilusorio. Así, ve las ventas como castillo, los rebaños como ejércitos y los molinos como gigantes.  En la tercera salida, Don Quijote deja de engañarse a sí mismo; son ahora los demás quienes transmutan la realidad para burlarse de él. Tramada casi racionalmente, la supuesta locura evoluciona en forma lógica: 1) Primera salida: Se desfigura la realidad. 2) Segunda salida: La realidad se acomoda al mundo caballeresco. 3) Tercera salida: Se asume un mundo “encantado” por los demás. La locura de Don Quijote tiene una función de análisis y crítica: un loco, en muchos casos, se fija en las cosas que los otros no ven o no quieren ver. Y así, la locura sirve también para exponer con libertad las opiniones críticas sin miedo a la censura. Más importante que tratarse de un caso de locura en concreto, lo que realmente interesa a Cervantes es el procedimiento creativo tendiente a ilustrar literariamente el problema de la realidad y la ficción. Por ello, si el desdoblamiento de Alonso Quijano al convertirse en don Quijote de la Mancha en un principio se explica como demencia, muy pronto se verá de manera verosímil (el viento, cuando los molinos; el sol y la lluvia en el caso del yelmo; la falta de visibilidad y el estruendo, cuando los rebaños; la oscuridad y el ruido, si pensamos en los batanes), el contexto caballeresco, las malas mañas de los demás o el sueño son los que traicionan la percepción quijotesca de su entorno, espoleando sus delirios heroicos. Desde un principio, Don Quijote actúa como un paranoico enloquecido por los libros de caballerías. Algunos lo consideran un loco rematado, otros creen que es un loco “entreverado”, con intervalos de lucidez. En general se admite que Don Quijote actúa como loco en lo concerniente a la caballería andante y razona con sano juicio en lo demás. Podríamos interpretar la locura de Don Quijote como un juego en la ficción siguiendo algunas reglas que él siempre respeta. Entrega su vida a un ideal y se estrella contra la realidad porque los demás no cumplen las reglas del juego. A don Quijote no le importe que lo traten como un loco, siempre que pueda ser caballero andante. Para esto lee libros de caballerías, transforma la realidad y la acomoda a su ficción caballeresca, imaginando castillos donde hay ventas, ve gigantes en molinos de viento, etc. Y cuando se produce el descalabro también lo explica según sus códigos: “Los malos encantadores le han escamoteado la realidad, envidiosos de su gloria”. Alonso Quijano, el día que decidió cambiarse el nombre, también decidió cambiar de modo de vida, de vestimenta, de forma de pensar, de trabajo y, lo más importante, de forma de ver las cosas, sus ojos ya no ven lo mismo que veían antes. Le gustaría tanto que el mundo fuera tal como lo describe en los libros, que quiere cambiarlo y pretende hacerlo solo. Esta obsesión o ilusión es lo que mantiene vivo a Don Quijote y también lo que lo mata. Su enloquecimiento es inocente, no es peligroso, excepto para él mismo. En la Primera parte, la gente se burla de su locura y de sus disparates, mientras que en la Segunda ya lo aprecian porque es conocido. Don 1

Quijote es un personaje tragicómico. Hace reír tanto al lector como a los propios personajes de la novela, lo que al mismo tiempo provoca cierto cargo de conciencia cuando uno se da cuenta de que nada es culpa del caballero y que los que se burlan de él y sus desengaños, en realidad, son crueles. A veces, no es fácil decidir si don Quijote está cuerdo o bien loco, “es un entreverado loco lleno de lúcidos momentos”. A un loco se le perdonan reacciones y palabras duras que no se perdonarían a una persona cuerda. Y así, la locura en literatura sirve también para exponer con libertad las opiniones críticas sin miedo a la censura. Don Quijote, después de haber sido vencido, vuelve a casa. Ha de curarse, y sin embargo, acepta otra idea de loco: no será caballero sino pastor. No obstante, al final de la obra abominará de todos los libros de caballería y recuperará la cordura. Así, ajusta sus cuentas personales y mundanas, se confiesa y muere, habiendo dejado de lado la locura. En este momento, cabe preguntarse, ¿vuelve a casa a bien morir y porque muere, ha de perder su locura? ¿O bien precisamente porque pierde su locura debe morir? Hay por lo menos tres interpretaciones acerca de la recuperación de la cordura por parte de don Quijote. 1) Como buen católico, don Quijote tiene que confesarse y esto no podría hacer si estuviera loco. 2) Es importante la simetría formal en el libro, don Quijote nace cuerdo y tiene que morir cuerdo. 3) La locura alivia el dolor y la tristeza: uno no se da cuenta de las penas si está loco. Entonces, podríamos decir, Don Quijote se vuelve loco cuando se va a enfrentar a la realidad. Don Quijote tiene que morir porque perdió su locura, perdió el efecto que provocaba la locura sobre su mente y para mantenerse en el mismo estado, tiene que morir. *** La melancolía del protagonista es un tema importante. Es el principio y fin de la obra, causa de la locura que lo convierte en caballero andante y causa, por proximidad a la muerte, la vuelta de la cordura: melancolía, entendida como temperamento y enfermedad. Covarrubias en su Diccionario (s. XVII) la define así: Estar triste y pensativo. Enfermedad que quita alegría. Esta enfermedad define toda una época (tristeza), la barroca, de crisis, y cuyo “antídoto” es, en literatura, el humor de la picaresca. Médicos de la antigüedad, como los médicos griego Hipócrates (460-370 a. C.) y Galeno (129-200) distinguían cuatro tipos de temperamentos, considerados como emanación del alma por la interrelación de los diferentes humores del cuerpo:  Flemáticos, personas que se demoran en la toma de decisiones, suelen ser apáticas, a veces con mucha sangre fría, en las cuales la flema era el componente predominante de los humores del cuerpo.  Sanguíneos, las personas con un humor muy variable.  Coléricos, personas cuyo humor se caracterizaba por una voluntad fuerte y unos sentimientos impulsivos, en las que predominaba la bilis amarilla y blanca.  Melancólicos, personas tristes y soñadoras. Según la clasificación de Hipócrates existen esos cuatro (4) tipos de temperamentos según la predominancia de uno de los cuatro humores dentro de la psicología: Juan Huarte de San Juan (San Juan Pie de Puerto, 1529 - Linares, 1588), psicólogo, médico y filósofo español, Escribió un famoso Examen de ingenios para las sciencias (Baeza, Juan Bautista de Montoya, 1575), cuya impresión tuvo que pagarle el Conde Garcés a causa de los cortos medios económicos de su autor. Su éxito fue tal que se reimprimió en España cuatro veces más antes de acabar el siglo XVI. Se trata de una obra precursora de tres ciencias: la psicología diferencial, la orientación profesional y la eugenesia. También hace interesantes aportaciones a la Neurología, Pedagogía, Antropología, Patología y Sociología. En ella se propuso mejorar la sociedad seleccionando la instrucción adecuada a cada persona según las aptitudes físicas e intelectuales derivadas de la constitución física y neurológica específicas de cada una. Para ello estudió los diferentes temperamentos humanos desde la teoría de los cuatro humores, y propuso qué oficios o estudios cuadraban más a cada uno, y hace además una clasificación de los saberes de gran trascendencia ulterior. 2

La obra influyó en el diseño de los caracteres de algunos personajes de ficción, como los principales de Miguel de Cervantes en su Don Quijote de la Mancha, al que puso el significativo epíteto de ingenioso, y en El licenciado Vidriera; también es más que posible su influjo en el dramaturgo isabelino inglés Ben Jonson. *** El “Quijote” salió para quitar la melancolía. Para Cervantes la melancolía producía locura, como demostró con su Quijote y con la diversión se quitaba la enfermedad (o hablaríamos de “depresión”). En su Viaje al Parnaso, Cervantes decía: “Yo he dado en “Don Quijote” pasatiempo / al pecho melancólico y mohíno”. Este cuadro resume toda una constelación de relaciones recogidas en el Examen de Juan Huarte: Elementos

Planetas

Cualidades primarias

Estaciones

Humores

Facultades del Edades espíritu

Agua

Luna

Frío y húmedo

Otoño

Flema o pituita

Memoria (débil)

Infancia (hasta18 años)

Aire

Júpiter

Caliente y húmedo

Primavera

Sangre

Memoria (buena)

Juventud o adolescencia (18-25 años)

Fuego

Marte

Caliente y seco

Estío

Cólera o bilis amarilla

Imaginación

Virilidad (25-40 años)

Tierra

Saturno

Frío y seco

Invierno

Melancolía o bilis negra

Entendimiento

Vejez (primera (40-50 años)

Cervantes en el prólogo se refiere a su “criatura”, don Quijote de la Mancha, como “hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados por nadie”. Por esto último, calificó a su personaje protagonista como “ingenioso hidalgo”. Hay la conexión anímica y de temperamento coincidente con el del autor, que recordemos que engendra esta obra en la cárcel, con más de 50 años a las espaldas y con más fracasos que éxitos a las espaldas. Siguiendo con los paralelismos, qara entender el concepto de “locura” en don Quijote, tenemos que remitirnos a las ideas médicas de la época. (Recordemos que el padre de Cervantes, Rodrigo de Cervantes era un modesto cirujano.) Resumiendo, en nuestro cuerpo hay cuatro humores (fluidos) y el equilibrio constituye la salud; el desequilibrio, la enfermedad. El predominio de uno de los humores determina el temperamento de los individuos. A Alonso Quijano se le seca el cerebro y este es la razón de su locura. La sequedad del cerebro incrementa el temperamento bilioso o colérico del protagonista. Elementos

Cualidades esenciales

Humores

Temperamentos

Órganos secretorios

Agua

Húmedo

Flema (pituita)

Flemático (pituitoso)

Cerebro

Aire

Caliente

Sangre

Sanguíneo

Corazón

Fuego

Seco

Bilis

Colérico

Hígado

Tierra

Frío

Atrabilis (humor negro)

Atrabilario (melancólico

Bazo

*** 3

También en la época era moneda común una teoría del entendimiento, que dividía el “alma” en cuatro facultades: a) Imaginativa (recibe las “imágenes” impresas en los sentidos) b) Memoria (las retiene) c) Fantasía (las perfecciona) d) Estimativa (las distribuye) Cuando alguien percibe unas manchas de color de un edificio en medio de un campo manchego (imaginativa), la memoria remite a experiencias anteriores y la fantasía añade elementos que falten para que finalmente la estimativa destile el concepto de “molino de viento”. La locura del hidalgo manchego surge de una lesión de la imaginativa. La fantasía se le llenó de todo aquello que leía en los libros de caballería. Nada nos hace dudar de la correcta percepción sensorial de Alonso Quijano, pero un filtro tan fértil como su fantasía falseada ya como don Quijote, llega a alterar la propia memoria (los numerosos molinos que habría visto Quijano a lo largo de su vida) para corrompe totalmente la imaginativa y llegar a concluir que eran lo realmente visto era un gigante. La recuperación de la imaginativa se obtiene con el “batacazo”, el golpe del aspa del molino y el caer bruscamente del caballo; aunque, de nuevo la fantasía, presta ayuda a la estimativa para que el cambio perceptivo se entienda fruto de un encantamiento que le priva de alcanzar la fama. Ya para concluir, el tema de la locura conecta con el adjetivo del título de la obra: “ingenioso”. ¿Cómo un loco puede ser ingenioso, agudo en su pensamiento? Podemos remitirnos a Gracián y su Agudeza y arte de Ingenio, pero la mayor pista para entender esto es centrarnos en la obra Examen de ingenios de Juan Huarte: “Por maravilla se halla un hombre subido de muy subido ingenio que no pique algo en manía, que es una destemplanza caliente y seca del cerebro”. Don Quijote es “ingenioso” porque es maniaco, el mayor conceptista si no en lo literario en lo vital. Si definimos “concepto” como „acto del entendimiento que expresa la correspondencia entre objetos‟, sin duda don Quijote vive una transposición conceptual plena: una venta es un castillo, en una asociación de idea remota, tan del gusto barroco, pero no es mera figura literaria sino manera de ver la realidad. *** A partir de este fragmento de Martín de Riquer sobre el Quijote, comente tres episodios de la novela que puedan ejemplificar cada uno de estos errores del personaje. “La locura lleva a don Quijote a tres conclusiones falsas en las que estriba la esencia de su caso patológico y de la novela: don Quijote, hidalgo de aldea, tan pronto enloquece se cree que es caballero; está convencido de que lo leído en los libros de caballerías es verdad histórica y sus protagonistas auténticos y reales caballeros en tiempos pasados; cree que en su época ─principios del siglo XVII, en la España de Felipe III─ era posible resucitar la vida caballeresca y los ideales medievales”. [3 puntos] El alumno puede seleccionar numerosos ejemplos al respecto. Sobre el primer apartado puede recordar, entre otros, el capítulo I, 3, cuando el ventero (que, según la ley de caballería carece de poder para armar a nadie) le ordena caballero. El segundo error puede ejemplificarse con múltiples lugares. Por citar solamente una muy significativa: cada una de las situaciones en que don Quijote alude a los libros de caballerías como a libros históricos, y con ellos, a todos sus personajes. El tercer error se ejemplifica con cualquier episodio que presente al protagonista como un ser loco e idealista que con sucesivos fracasos no encaja en la realidad de su época ni en la manera de ser, de vestir, de hablar o de entender el mundo que le envuelve y que le ha tocado vivir. Se valorará también, con 1 punto (siempre que, sumado a las respuestas del enunciado, no superen los 3 puntos), que el alumno señale que don Quijote no discierne entre ficción e historia, que pone al mismo nivel paradigmático al Cid y a Amadís de Gaula, por ejemplo. El alumno podrá sumar 0,50 puntos más si señala que la locura de don Quijote alterna con momentos de lucidez. 4...


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