Carta DE Conducta O Doctrina Roldos PDF

Title Carta DE Conducta O Doctrina Roldos
Author Juan Paez
Course Derechos
Institution Universidad Central del Ecuador
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DOCTRINA...


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CARTA DE CONDUCTA O DOCTRINA ROLDOS EN 11 FEBRERO, 2017 POR AJLUDENA Jaime Róldos Aguilera fue un Presidente Constitucional de la República del Ecuador que administro el país durante un breve periodo de gobierno. Su figura como político trapazo fronteras, recordándolo como el gran hombre latinoamericano con aspiraciones de libertad y de progreso para su país y para América Latina. Durante la década de los setenta(1970) y principios de los ochenta(1980), la mayoría de los países de la región estaban regidos bajo mandatos dictatoriales , donde se violaban los derechos humanos , cometiéndose barbaries a la población civil de aquella época. Róldos al llegar al poder en 1971 , con sus ideales de progreso y libertad para una América grande y unida se vería truncado, ya que su inesperada partida pauso aquel comienzo. En esos pocos meses que duro su mandato constitucional pudo ejercer cambios transcendentales, siempre a favor del hombre y respetando los derechos humanos encima de todo. Róldos en su breve paso por la política cumplió una intensa agenda internacional en materia de derechos humanos porque el presentaba un gran interés en este tema. Las dictaduras de aquella época no veían como buenos ojos que un joven inexperto llegue y cambie el transcurso de estas, es por eso que Róldos gano varios enemigos en su gobierno. El gobierno de Ecuador juntos a otros estados que a la vez eran aliados del país y que habían seguido su ejemplo de sublevarse ante las dictadura, se emite la llamada Carta de conducta donde se estableció el principio de que en la región no se puede utilizar ala soberanía como medio para justificar las violaciones a los derechos humanos. Esta carta es un documento que fue suscrito en Riobamba, donde los países del grupo Andino se comprometen a una serie de principios de integración , entre esos principios de rescata el principio del fortalecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos. El objetivo de la Carta de Conducta era evitar el atropello de los derechos humanos que las dictaduras hacían y justificaban sus hechos mediante la soberanía. Este documento estableció un nueva concepción que causo furor en ese momento porque determino que el estado es el encargado de velar por los derechos humanos, políticos , económicos y sociales y además se constituyen como norma de carácter fundamental que los estados del grupo Andino deben cumplir asimismo y se debe procurar la defensa de estos derechos. El documento además de principios , estableció que los derechos humanos pueden ir por encima de la norma suprema si estos se refieren a esta materia mismo, porque los estados partes se comprometieron a defender la soberanía, ya que una intervención de carácter supranacional en materia de derechos humanos no lesiona la soberanía de estos ni tampoco viola el principio de no intervención. La Carta de Conducta es un compromiso novedosos para la época, ni siquiera la propia ONU tenia una mecanismo parecido y es ahí que se dio conocer ala carta como la Doctrina Róldos en honor a su ingenioso autor. En esta doctrina los derecho humanos se vuelven exigibles, antes de este

documento no había o existían problemas de exigibilidad en otros mecanismo internacionales, recién en 1998 la CPI adopta la exigibilidad, hablamos de 18 años después promulgada la Carta Róldos y fue donde esta doctrina se universalizo. (REDACCIÓN PLAN V, 2015). La Doctrina Róldos subordino la política internacional enfocándola ala defensa de los derechos humanos y a la libertad en el continente Americano. Actualmente a esta dextrina se la conoce como la Carta Democrática de la OEA, donde se establece que la falta de democracia constituye un obstáculo insuperable donde la participación del gobierno es fundamental para la existencia de una sociedad democrática. (JIJON, 2012). Como Róldos era un ferviente libertario sus ideales provenían del pensamiento de Simón Bolívar lo cual quedo plasmado en los 11 artículos de esta carta. (EFEMERIDES). En si el contexto de este documento marca las responsabilidades de los estados parte era de procurar, propiciar, reiterar, reafirmar , actuar y promover la solución de controversias que se pudieran dar entro los países pertenecientes al grupo Andino o entre estos y terceros solucionados mediante el uso de métodos pacíficos. Entre los 21 puntos pragmáticos de este documento se busca una sociedad digna, libertades publicas y respeto a los ddhh, igualdad jurídica, un pluralismo ideológico, y que la clave de un desarrollo sostenible es la industrialización además de eso el objetivo primordial es la integración de América Latina. (GRANDE, 2015). La carta conducta se fimo el la ciudad de Riobamba debido al aniversario de la emison de la primera consitucion del Ecuador de 1830, entre los pimeros jefes de stado que suscribieorn este documento fue el presidente de Perú(Turbay) , Venezuela(Campings),Ecuador(Roldos) después se suscribieron los presidente de Costa Rica, Panamá y el secretario del Estado Español. La firma de este documento tiene como finalidad la protección de la dignidad humana que debe ser acatada por los estados y no puede ser socavadas por la doctrina de soberanía nacional vinculada a la no intervención de los estados debido que las nomas de derecho de derecho humanos son de carácter supranacional es decir que sobrepasa o esta encima de la Constitución y por ende no viola a los principios de autodeterminación y de soberanía. Al entrar en vigencia la doctrina Roldos, la mayoría de los países de la región estaban en dictaduras, los representantes de estos se veían obligados a respetar los derecho por lo que la carta de conducta significa una amenaza contra el régimen porque condenaba y denunciaba todas las atrocidades que estos realizaban a su población civil. En fin el documento analizado represento al Ecuador como pionero en materia de derecho humanos que años después la CPI y el Plan de Acción de Viena lo acogieron en el marco de la ONU. La herencia de Róldos en el ámbito internacional es muy grande llevando al país ser considerado pionero en materia de derecho humanos, es muy importante determinar que Róldos es su breve paso por Carondelet realizo diversas planes transcendentales que en su momento cambio la visón política en Ecuador pero su plan de cambio , el anhelo de un país libre y democrático quedo pendiente, todavía se espera que algún día un político retome los pasos que Róldos inicio, para lograr ese Ecuador democrático capaz de dar lecciones de humanismo, trabajo y libertad. Análisis del documento Los integrantes del Grupo Andino de 1980 se inspirados en los libertad y progreso de Simón Bolívar; para lograr una cooperación e integración latinoamericana, proyectados al crecimiento socio económico de este sector americano. Convencidos con la integración de los países , se decidió la emisión de un documento para recalcar los principio de identidad y autonomía

latinoamericana, en aquel entonces la mayoría de países latinos se encontraban bajo un régimen dictatorial que se oponían a tener relaciones solidarias para construir lazos de crecimiento, tomando en cuenta esto , se concluye con la redacción de la carta señalando que ningún estado puede cometer violaciones a los derechos humanos escondiéndose en el principio de no intervención. Considerando los articulos de la carta, se determina que se debe precautelar la democracia participativa sin perjudicar a los principios autodeterminación de los pueblos, se deberá proveer de un desarrollo integral para logra un eficaz desenvolviendo social reiterando un correcto respeto a los derechos humanos, sociales y culturales , principio base del documento y que su defensa es por lo tanto obligación netamente jurídica del estado y por lo tanto no viola el derecho a la soberanía si que los estados miembros del grupo andino participen en su defensión. Los conflictos que se pueden solucionar por esta vía se deberá optar por una solución amistosa. Finalmente se observa la cooperación entre los estados para el cumplimiento de la misma , que ayudara enlazar interés entre la gran nación Americana. (http://www.efemerides.ec/1/sep/cond.htm) Este legado que Roldos dejo para Latinoamérica, significo algo muy representativo para la época , pero en la actualidad se desconoce del tema. La Carta de Conducta, era un documento de carácter vinculante, donde los estados la cumplían de manera autónoma, entonces un incumplimiento en el articulado de esta no acarearía una sanción internacional , como lo mencione previamente solo los estados que han aceptado misma la promueven para hacer respetar los derechos humanos pero para mi sentido se debió practicarla de forma obligatoria por los estados para evitar que las dictaduras cometan atrocidades a los derechos humanos vulnerando así el derecho internacional humanitario y los principios básicos de los derechos humanos.

DISCURSO DE POSESION PRESIDENCIAL JAIME ROLDOS AGUILERA 10 de agosto de 1979 "Mi poder en la Constitución y mi corazón en el pueblo ecuatoriano" Jaime Roldos Aguilera, ex presidente de la República del Ecuador, en 1979. Foto: Archivo / EL COMERCIO Jaime Roldós Aguilera Quito Saber comprender la historia y seguir el mandato de ella, ¡cuánto importa! Inmersos en la vorágine de la existencia no atinamos, en la más de las veces, a tener la noción del hoy y la perspectiva del mañana. Preguntémonos ecuatorianos, preguntémonos latinoamericanos, preguntémonos ilustres visitantes, el significado que tiene, aquí en el Ecuador, esta mañana de agosto de 1979. La historia de los pueblos es historia de libertad. La historia presente de América Latina es de búsqueda angustiada pero consciente de formas democráticas de existir, donde la dignidad humana no sea pasto del totalitarismo, ni nuestras

riquezas naturales alimento para la voracidad del saqueo de propios y extraños. ¿Para quién hablo? ¿Para quién debo hablar? Y me he contestado: Para hoy y sin exclusión de nadie. Hablo para esos humildes hermanos ecuatorianos que a la vera de los caminos esperaban largas horas el paso del compañero Roldós. Hablo para los centenares de miles de indios, para mis hermanos indígenas ecuatorianos, recordados en los discursos, protagonistas de la novela, materias de poesía, objeto permanente de explotación social y preteridos en las obras. Para ellos, la historia se quedó en la colonia. Kuman punchaka, mana iankalla ñaupa uata shina pushaita japinchik. Kunanka, tukui runajuna pushaita japinchikmi. Uakin millai runaku-namanta y pushaita japishpa, tukui makipura ima-tapish rurashpa kausakrinchikmi. ¿Kunanka, pikunaman rimani? ¿Mishuku-namanlla? ¿lachakkunamanlla? Mana… Nukaka, tukui kai llaktapi kausak runakunamanmi rimani. Inti llukshina llaktapi kausak runakuna-man: shuara, uaukrani, sikuja, siuna, kuphan-man, tukui urkupi kausak runakunaman; inti chinkana llaktapi kausak runakunaman; puka, kaiapaman; tukui kastillakunaman; tukui uaranka uaranka runakuna, ñukanchik Mana llaktapi kausakukkunaman: iurak runakunaman, iana runakunaman, karu llaktamanta shamushka runakunamanpish. Tukuipura ianapanakushpa, ñaupakman rishunchik. Mana shimiuanlla ianka uairaman rimashpa, imatapisa, iuiashkata ruraiuan paktashunchik, uakchakunapak llakikunata allichinkakaman. Shina rurashpa, kishpirinata maskashunchikmi. Hablo para los montubios, para los negros del Chota y de Esmeraldas; para los cofanes, los aucas, los shuaras, los jíbaros y más parcialidades; para aquellos que en la selva oriental hacen afirmación de patria; para los colonos de Galápagos; para los pescadores de nuestras costas; para los cientos de miles de habitantes suburbanos, que por una volqueta de cascajo o un tanque de agua sufren penas indecibles. Hablo para la juventud ecuatoriana, uno de los pilares de mi triunfo, en la conciencia de que soy la desesperanza trocada en esperanza de una generación; hablo para las mujeres, participantes como nunca, con su capacidad y entereza, con decisión indesmayable en la Fuerza del Cambio. Hablo para los maestros, trabajadores y campesinos; para los industriales, comerciantes y agricultores. Hablo a los artesanos y profesionales. Hablo a mis compañeros cefepistas y a los de la Democracia Popular-Unión Demócrata Cristiana; hablo para los civiles y para las Fuerzas Armadas. Hablo para decirles que es hora de que no nos quedemos en palabras sino que traduzcamos en actos la afirmación soberana y democrática que el Ecuador anhela. Hablo para los distinguidos visitantes y todo el pueblo, para decirles que el sol de la libertad que nace hoy sólo podrá tener ocaso al precio de nuestras propias existencias. Más de un millón de electores; dos de cada tres votantes, se decidieron por el cambio, por un cambio prudentemente audaz, sin estridencias ni mentira. Cambio en orden quizás lento para algunos y demasiado rápido para otros, en todo caso seguro y por cierto sin sacrificio de las libertades. Y el cambio se impone, porque el más somero análisis

determinará que nuestra situación nacional se caracteriza por la presencia y oposición de dos tendencias fundamentales: una, que preconiza el cambio, que propone y busca una solución histórica, que trata de agrupar a todas las fuerzas sociales capaces de garantizar el progreso y la independencia nacional y que considera al ser humano protagonista y destinatario del desarrollo. Y otra, que pretende mantener intacto el actual sistema de atraso económico e injusticia social, responsable de la estructura socio-económica caduca, la dominación oligárquica, la dependencia, la violación de los derechos del hombre y la debilidad del régimen democrático. Para avanzar por el camino del cambio posible y necesario hay que tener en cuenta la base social mínima que sirva de sustento a la gestión del gobierno. Por ello no ofrecí milagros, no ofrezco milagros, no espere el país milagros. El milagrerismo paternalista es una forma de demagogia, y de las más indignas, incompatible con la seriedad del gobierno popular que hoy se inicia. Espere, eso sí, el país un cambio justo y democrático, en el que la participación popular no puede limitarse a depositar el voto el día de las elecciones, sino a movilizar conciencias y voluntades para generar el viraje cualitativo propuesto. El pueblo ecuatoriano debe estar consciente de que su función en el proceso de cambio no es pasiva sino activa. La carrera de transformar el Ecuador en un país de economía moderna y democracia participativa, justicia integral y conciencia solidaria, no sólo será el resultado de la gestión del gobierno sino de la participación organizada de vastos sectores del país. Queremos, por tanto, una democracia dinámica encarnada en el alma de los ecuatorianos. Más que una democracia de representación, que la queremos, anhelamos también una democracia de participación: Participación en los bienes y servicios de la sociedad moderna, participación en las decisiones que comprometan el destino individual y colectivo. La identidad ideológica, la coherencia programática y la consecuencia política serán puntales sobre los que descansará la fuerza orgánica y unitaria del cambio y que harán nacer en el país una conciencia humanística solidaria y democrática, siendo las grandes paralelas socio-políticas que guiarán la acción del gobierno popular: el desarrollo económico y la justicia social. El equilibrio entre ella permitirá al país superar en conjunto el atraso y la injusticia. El país puede estar seguro de que en ningún momento, aún bajo las circunstancias más adversas, transigiremos o renunciaremos a estos dos grandes principios rectores, pues ello equivaldría a frustrar la aspiración nacional del cambio. El desarrollo económico sin justicia social – desarrollismo puro- que beneficia a pocos en perjuicio de muchos está lejos del programa por el que se pronunció el pueblo ecuatoriano. Y la justicia social alejada del desarrollo económico, que satisface demagógicamente ambiciones y apetencias contingentes en perjuicio de todo el progreso material, nada tiene en común con la urgencia real del país. El desarrollismo injusto aumenta la brecha social y el reformismo puramente demagógico consolida el atraso económico. Buscamos, por tanto, una democracia integral y pluralista, donde el quehacer del hombre y de las comunidades se realice en un ambiente de respeto y libertad. Que nadie sea perseguido por sus creencias o favorecido ilegítimamente por su adhesión. Una democracia pluralista supone una rica controversia, orientada a la realización del bien común, que no sólo defina grandes principios sino que realice acciones concretas. ¿Frente a la ortodoxia caduca que pretende asignar al Estado una función contemplativa ante los problemas socio-económicos, por un lado, y a la tendencia que busca hacerlo todo bajo su tutela absoluta, por otro, declaro sin equívocos que mi gobierno actuará responsablemente en el marco señalado por la Constitución, y que no participo del criterio del Estado omnipotente y tampoco del Estado irresponsable. La democracia depende del gobierno

que iniciamos, de la conducta y del tino de los mandatarios ejecutivos, de la Cámara Nacional de Representantes, de la Función Jurisdisccional, de las Fuerzas Armadas, de los Partidos Políticos, de la opinión pública, del pueblo. Nada es primero. Todo es primero. Unidad en la decisión política y descentralización en la administración del servicio serán normas supremas del Estado. A través de la primera, lograremos coherencia en la gestión del gobierno en todas las áreas de la vida nacional; y, mediante la segunda, conseguiremos eficacia en los trámites y la igualdad de regiones y provincias, frecuentemente postergadas y castigadas por el abandono y la hegemonía. Combatir el centralismo y el regionalismo es obra común de todos los ecuatorianos. Defender la unidad nacional sobre las bases de la igualdad y la justicia es tarea ineludible de quienes aspiramos a una patria armónica, democrática, justa y soberana. Al restaurarse hoy la democracia en todos los ámbitos del convivir nacional, también renace el principio de la división e independencia de las funciones del Estado. Estoy convencido de que la Cámara Nacional de Representantes tiene clara conciencia de la responsabilidad compartida de garantizar una democracia real y estable. El Pueblo ecuatoriano, que nos ha entregado el deber histórico de dirigir el Estado, espera que seamos leales a su aspiración de cambio. Necesitamos leyes ágiles, oportunas, objetivas y adecuadas, para instrumentar las reformas: administrativa, agraria, social, educacional, tributaria y económica. Pero legislemos con sensatez. Bien vale entonces recordar a Olmedo, en la conclusión de su célebre discurso ante las Cortes de Cádiz: “Solo son buenas las leyes que hacen felices a los pueblos”. Doloroso afirmar que la quiebra de la justicia se ha venido institucionalizando cada vez más en el Ecuador. A la justicia se le ha puesto precio; para unos dinero, para otros lágrimas e impotencia. Las Fuerzas Armadas son parte de la Nación y de la estructura del Estado. Están llamadas a defender la soberanía nacional y a sostener la democracia y la legitimidad. Las relaciones del gobierno con las Fuerzas Armadas Nacionales se basarán en el estricto cumplimiento de las normas jurídicas. Comprendiendo, como el que más, que hoy en día las Fuerzas Armadas son parte del quehacer nacional, al retornar a sus funciones específicas, quiero expresarles mi reconocimiento por su lealtad al compromiso de retorno al régimen de derecho que hizo honor a la palabra empeñada. Buena parte de la aurora que hoy renace en el horizonte la debemos a la opinión pública del país y con ella a los medios de comunicación social. Por principio, antes que por reconocimiento, que también lo consigno, ratifico mi determinación de respetar la libertad de prensa en los términos que democráticamente debe ser respetada toda libertad. Aliento por cierto la urgencia de la responsabilidad compartida en la que la comunicación y la publicidad proyecten la afirmación de valores sustanciales, proscribiendo los que llevan al egoísmo, la superficialidad, el despilfarro y la mediocridad. Debemos estar muy conscientes de que no hay pueblo más fuerte que un pueblo informado y orientado y que un gobierno democrático depende, entre otros factores, de la prensa, pero la prensa no puede depender del gobierno. Sin estas premisas no podrá darse la justicia social ni la demo...


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