Caruso-Dussel - De sarmiento a los simpsons PDF

Title Caruso-Dussel - De sarmiento a los simpsons
Course Taller Introduccion a la Problematica del Mundo Contemporaneo
Institution Universidad Nacional de Tres de Febrero
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Summary

Caruso-Dussel - De sarmiento a los simpsonsModernidad y escuela: los restos del naufragio Escuela: institución social y producto histórico. ¿Cómo se modificó la forma de pensar la relación entre la escuela y la sociedad? Existe un “malestar pedagógico”; los políticos, padres y directivos no se esfue...


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Caruso-Dussel - De sarmiento a los simpsons Modernidad y escuela: los restos del naufragio Escuela: institución social y producto histórico. ¿Cómo se modificó la forma de pensar la relación entre la escuela y la sociedad? Existe un “malestar pedagógico”; los políticos, padres y directivos no se esfuerzan mucho por involucrarse en la escuela. Los datos muestran qué la mayoría de la gente pensaba que la calidad de la educación había empeorado, pero el mismo tiempo tres cuartas partes de los encuestados se mostraban satisfechos. Entonces, ¿quién recibe esa educación de mala calidad? Los otros. Revisando el optimismo pedagógico La modernidad comienza a surgir con la urbanización y el Renacimiento, hasta entonces la organización era teocrática. A partir del movimiento social y cultural de los siglos XV y XVI el orden de la sociedad comienza a concebirse sin Dios. El cambio hacia la modernidad se dio en varios ámbitos: desde la ciencia hasta ciertos aportes de la economía, cultura y política. Una de las características centrales es el énfasis del uso de la razón para la construcci´´on del orden social. Como la razón y el conocimiento racional fueron considerados el fundamento de nuevos proyectos de sociedad, la educación para formar la razón y distribuir esos conocimientos pasó a ocupar un lugar central. En estas posiciones se inscriben movimientos como el de la Ilustración y algunas corrientes del Liberalismo. A partir de la Revolución Francesa se gestó la idea de organizar un sistema educativo a nivel nacional qué formara al ciudadano. Esta idea se fundaba a partir de un optimismo pedagógico qué se manifestaba no sólo en la idea de qué todo ser humano era educable, sino qué esa educación podía provocar los cambios políticos, económicos e ideológicos qué la Revolución quería institucionalizar. Así apareció la obligatoriedad y gratuidad educativa, como la laicidad. Los movimientos del liberalismo hicieron hincapié en las virtudes prácticas de la educación, así se desarrollaron programas tendientes a recalcar los mejoramientos industriales, comerciales qué vendrían consecuencia de la expansión de la educación. Versiones argentinas de la modernidad educativa Sarmiento buscó comprender los conflictos qué agitaron a las Provincias Unidas desde la independencia y para ello acudió a explicaciones culturales: la “barbarie” era el obstáculo para construir una nación. Para remediarla propuso un plan educacional qué suponía sin embargo una condición previa: la eliminación de todos los sujetos qué caían en la descripción de la “barbarie”. Esta versión fue fundante del optimismo pedagógico argentino y generó la convicción de qué para lograr cambios debía promoverse la escolarización masiva de una población sobre la qué pesaba una fuerte desconfianza. Vemos qué la fundación y expansión de los sistemas escolares se dió al calor de un arraigado pedagógico qué implicaba qué personas educadas construirían sociedades modernas. Síntomas de la crisis Este consenso optimista se agrietó en los últimos tiempos. Los primeros malestares aparecieron cuando se percibió qué el desarrollo de la educación no había terminado con el

hambre, la pobreza, la guerra o las injusticias. También se hizo evidente qué los sistemas educativos se extendían en sociedades de variados regímenes políticos y qué la sola acción de la escuela no alcanzaba para generar sujetos más democráticos. Fuerte crítica hacia las pedagogías institucionales. Las corrientes críticas decían qué esta relación directa y positiva entre educación y sociedad era justamente contraria a la qué los Ilustrados y liberales habían imaginado y organizado. Mientras la escuela sostenía qué distribuía conocimiento para todos, los estudios demostraban que era una poderosa agencia para preservar el orden social de manera desigual. Los conocimientos que parecían neutrales eran en realidad discriminadores. El fracaso escolar era un objetivo oculto en las escuelas. Toda organización educativa contribuía a la reproducción de la dominación en las sociedades capitalistas. Estas teorías se conocían como reproductivistas. Aunque siguieron sosteniendo una relación directa entre sociedad y escuela, aunque en sentido contrario a la qué proclamaba Sarmiento: la educación era solo lo qué los grupos dominantes querían qué fuera y servía para qué se aceptara generalizadamente el orden existente de las cosas. Esta disconformidad con el orden social se tradujo en actitudes opositoras al status quo. Algunas manifestaciones conmovieron al sistema educativo tradicional; otras subordinaron la acción educativa a la esfera política. El rechazo al sistema educativo tradicional avanzó hasta conformar una pedagogía alternativa, la pedagogía de la liberación. La resultante global fue la pérdida de la legitimidad de los modelos de vida, comunicación y sensibilidad qué los padres transmitían a sus hijos. Postindustrialismo y caída del muro: nuevas condiciones para la escolarización El término postindustrial no plantea la desaparición del mundo industrial sino qué presenta evidencia de qué este ordena cada vez menos la vida de los sujetos sociales. También se habla de postfordismo, fin de la organización laboral de líneas de montaje y cadenas productivas, comienzo de la flexibilidad y trabajo precario. Estos cambios obligan a revisar la relación escuela-trabajo. Antes la contribución de la escuela residía en formar obreros, pero ahora estos están siendo reemplazados por máquinas. Obliga a repensar el rol de la escuela A partir de la caída del muro se dieron diversos cambios (luchas pluralizadas; se empezaron a poner en agenda cuestiones como la ecología, los DDHH, la democratización de las sociedades, etc. qué complican el panorama qué antes estaba polarizado por la división “obreros-burgueses”). Esta serie de cambios no podía ser comprendida desde una perspectiva netamente moderna. Un intento de construir una nueva perspectiva viene de la mano con el concepto de posmodernidad. La posmodernidad y la crítica de la sociedad transparente Cuando se hace referencia a esta pérdida de legitimidad de los antiguos valores y formas de vida, se piensa inevitablemente en la posmodernidad. Todos los qué han pensado esta cuestión coinciden en destacar qué la posmodernidad supone el desgaste de lo qué ayer se tenía por cierto. Para algunos es un movimiento anti-moderno; para otros es una radicalización de los propios planteos de la modernidad. La base del optimismo pedagógico era la creencia en el progreso. El progreso mostraba un futuro donde la sociedad alcanzaría un equilibrio final. Todas las propuestas daban seguridades qué garantizaban esa racionalización. Esta imagen de la sociedad y progreso

parece difícil de sostener luego de los cambios planteados. Gianni Vattimo plantea qué no se puede sostener la concepción moderna de sociedad transparente. Donde por sociedad transparente se comprende la imagen-objetivo en la qué dominaba la idea de progreso racional. Vattimo destaca qué la entrada de los medios de comunicación en lugar de producir más transparencia, producen una multiplicación indomable de mensajes qué se traducen en opacidad. La crítica a la sociedad transparente plantea qué ya no se puede tipificar a la sociedad actual en los viejos conceptos. Ya no se trata de una imagen futura de sociedad mejor (modernidad) ni de una imagen pasada qué hay qué conservar (medioevo). Así caen los sueños de redención social completa, y aparecen sociedades pequeñas. Ya no se puede sostener qué la cultura es una. Así se hace difícil plantear generalidades para las sociedades y, por ende, para la educación. La crítica a la sociedad transparente no indica qué este concepto sea bueno o malo, sino que es ficticio. No hay un tipo de vinculación transparente entre escuela, política y sociedad, sino múltiples articulaciones opacas y dispersas. Las escuelas buscan un lugar en el mundo Es difícil plantear reglas bajo la visión posmodernista. Esta se luce más criticando las convicciones pasadas qué armando nuevas. La posmodernidad aparece como un mito transformador para algunos, donde se apunta a políticas qué respeten el deseo de justicia. Para otros aparece como un mito desalentados, donde se dan de baja todos los proyectos utópicos y eso se acercaría más a una etapa disolutoria, descreída de las posibilidades de transformación. El mito desalentador empuja al pesimismo pedagógico: hay gente qué no es educable, o lo es de manera limitada. El mito transformador lleva al optimismo localizado, puntual y no general. Sostener una posición optimista implica ver que más educación no significa mejor sociedad. La crítica posmoderna, aunque libera a la escuela de ese peso, no la desresponsabiliza de lo qué suceda en la sociedad....


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