Comentario de texto obligatorio Seneca Falls PDF

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Historia de las mujeres...

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La Declaración de Seneca Falls , también llamaba Declaración de Sentimientos, se realizó en 1848 en Seneca Falls (New York, Estados Unidos). Nació gracias a la convención realizada el 19 y 20 de julio del año antes citado. Dicha convención fue realizada por Lucrecia Mott y Elisabeth Cady Stanton. Ambas se habían conocido en la convenio mundial antiesclavista en 1840 La frustración de ambas por la carencia de derechos de la mujer- pues ni siquiera se les permitió intervenir en las discusiones del congreso-, y la convicción de que debían canalizar sus esfuerzos en acciones colectivas, les llevó a la redacción de este importante documento feminista. La reunión se celebró en la capilla metodista de Seneca Falls promovida por Elisabeth Cady Stanton, que pronto tuvo el apoyo de Lucrecia Mott y donde, después de un día de reunión exclusiva de mujeres, se dejo participar también a los varones. Finalmente, se proclama la Declaración de Sentimientos, firmada por 68 mujeres y 32 varones. La reunión había nacido para estudiar las condiciones y derechos sociales, civiles y religiosos de la mujer y había terminado en un documento que se centraría en dos apartados fundamentales: las exigencias de la mujer para conseguir la ciudadanía civil y los principios y valores que deben modificar las costumbres y la moral. Nos encontramos ante un documento basado en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. Siguiendo el criterio de M Weber, M. Mann, M. Godelier, y M. Foucault sobre las distintas estructuras en las que se ejerce el poder diremos que se tratará de un texto político, que busca el derecho de voto de la mujer y superar todas las restricciones políticas a las que estaban sometidas. Será además de clara ideología feminista en tanto en cuanto se muestra la lucha ininterrumpida del sexo femenino por alcanzar los mismos derechos que los hombres. Se muestra como una expresión alternativa a la ideología dominante de la época, donde la mujer quedaba relegada a un segundo plano y el hombre era encumbrado dándole derechos que le eran privados al sexo femenino. El contexto histórico donde se presenta el escrito es clave para la realización del mismo. Será en al segundo oleada del feminismo donde encuadraremos su redacción destacando la importancia de dos pioneras, Sara y Angelina Grimké. Estas hermanas pertenecían a la clase alta y a partir de 1835 empiezan a viajar de Estado en Estado dando mítines antiesclavistas. Este hecho es importante dado que encontramos un gran grupo de feministas norteamericanas de clase medio-alta y de raza blanca defendiendo la libertad de estas gentes. Su lucha no se quedaba en liberar a estos esclavos, sino que intentaban poner fin a la discriminación racial en los Estados Unidos. Estas mujeres fueron las primeras abolicionistas en reconocer la importancia de los derechos de la mujer y en hablar y escribir sobre la causa igualitaria entre el hombre y la mujer.

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Debemos tener en cuenta que nos encontramos en una época de cambio emocional y económico en los Estados Unidos, sobre todo a partir de 1840. Es también conveniente añadir que antes de la redacción del manifiesto, en febrero de 1848, Marx publica en Londres el Manifiesto Comunista llamando a la unión de los proletarios de todos los países contra la sociedad burguesa explotadora. Esta idea de unión para luchar por una causa común será seguida por estas mujeres en el intento de alcanzar el voto femenino. Fue en este contexto cuando Lucrecia Mott y Elisabeth Cady Stanton decidieron escribir la Declaración de Seneca Falls. La primera de ellas (1793-1883) era una pastora, mujer oradora y carismática con enorme poder de convocatoria y capaz de atraer multitudes. Sus sermones eran increíblemente populares y, a partir de 1830 versaron sobre la lucha antiesclavista. Cady Stanton (1812-1902) partía de una exquisita educación y apoyaba también el movimiento antiesclavista. No se limita solamente a pedir el voto de la mujer, sino que irá más allá; hablará sobre la decisión de la maternidad, del divorcio, y el derecho de custodia de los hijos en caso del mismo. Ella fue la que escribió la Declaración de sentimientos, el contenido del manifiesto de Seneca Falls, aunque sería firmado por todas las personas anteriormente citadas. Antes de empezar a analizar el texto es importante comentar que nos encontramos ante una traducción del original escrito en inglés, con los posibles errores de trascripción que esto puedo conllevar. A nuestras autoras les serviría de inspiración la Declaración de Independencia redactada por Jefferson en 1776, de raíz ilustrada y de carácter marcadamente contractualista. En la misma, vida, libertad y la búsqueda de la felicidad se configuran como derechos inalienables del individuo, siendo función del gobierno preservarlos. Igual que en éste se recopilan una serie de quejas que reflejaban las graves limitaciones en los derechos legales de las mujeres en Estados Unidos en ese momento: no podían votar, ni participar en la creación de leyes y, en caso de divorcio, la custodia de los hijos pasaría a ser únicamente del padre. En cuanto a la educación la superior estaba cerrada generalmente a las mujeres. El texto cuenta con una prefacio donde se explican las razones donde una mujer no tiene porque ser subordinada al hombre, dado que han sido igualmente creados y “dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables”. Dichos derechos serán los que las mujeres busquen conseguir. Establece además la idea de que los gobiernos, esos que no están bien organizados y cuyas leyes son ineficaces, no cambiar por el miedo de la sociedad a lo que vendría después. Son presentadas todas las razones por las cuales los hombres han menospreciado y abandonado a la mujer desde siempre. Llevan a decir que los hombres han dejado a las mujeres casadas “civilmente muertas antes los ojos de la ley”. Todo ello al serles negados el derecho a votar o a participar en la vida política. Los maridos mandan sobre ellas y éstas ni siquiera tienen representación en la asamblea. Como podemos ver atacan

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al sexo masculino por no otorgarles la libertad que merecen. Él es el culpable de no dejarla trabajar en prácticamente ninguna ocupación que no sea el hogar, él no le permite tomar según que estudios, él ha creado un código de moral diferente al de su sexo en el que la mujer es solo una subordinada a sus deseos. Que el hombre es, o eso es lo que él piensa, superior intelectualmente, pero otorga a las mujeres ser superiores a ellos en lo referente a la moral para así poder manejarlas a su antojo alegando que cada mujer hará siempre lo que le corresponde hacer, que en este caso es obedecer al hombre. Atacan también la ley tal y como está establecida en ese momento. El sistema solo las tiene en cuenta cuando puede sacar un beneficio económico de ellas, como se puede observar en la legislación de la mujer soltera, a la que se le imponen numerosos impuestos. Ante todo esto la mujer solo puede seguir un camino: luchar contra el hombre y gobierno opresor por conseguir la igualdad de derechos. Por ello y considerando que la naturaleza de toda persona es alcanzar la felicidad, las mujeres dan una serie de indicaciones. Es destacable que las dan como si fueran órdenes, aunque seguramente no esperaban ser correspondidas de inmediato. Entre ellas destacan algunas tales como: deberán ser eliminadas todas las leyes perjudiciales para la consecución de la felicidad de las mujeres, se debe alcanzar la igualdad entre hombre y mujer o que el varón debe ayudar y apoyar a la mujer a tomar parte en predicaciones religiosas. Concluye volviendo sobre la idea de que el Señor ha creado a todo ser humano en igualdad de condiciones, y por ellos, tanto hombre como mujer, deben luchar por las causas justas. Es destacado durante todo el escrito la gran religiosidad que alientan estas mujeres, por ello no debemos entender la lucha del feminismo como una corriente anticlerical, sino todo lo contrario. La declaración de sentimientos es la primera acción colectiva organizada de mujeres (y hombres) en pos de los derechos de las mujeres, a la convención de Seneca Falls le van a seguir una serie de reuniones del mismo carácter en Rochester (1948), Akron (1851) o Worcester (1851); estas reuniones se van a suceder a lo largo de la siguiente década hasta la llegada de la guerra civil. Un punto importante en la declaración es la aplicación consecuente del principio de legitimidad política, que consistía en que algunas de las presentes hicieran suyo el principio de "no taxation without representation". Éste era heredado de la revolución americana y consistía en no pagar impuestos mientras que las mujeres no pudiesen votar. Mediante un tono totalmente reivindicativo las mujeres intentan con este escrito conseguir la abolición de las leyes que las subordinan al marido planteando además su derecho de acceder a la educación en igualdad de condiciones que ellos. Al tratarse además de un texto ideológico pretende moralizar a las demás mujeres a que luchen por lo que les pertenece por naturaleza.

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Este manifiesto constituye uno más dentro de los muchos que escribieron las mujeres para hacer ver al mundo su incansable lucha por la libertad. En anterioridad a él encontramos la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana de Olimpia de Gouges redactado en 1791 en Francia. Nuestro texto se puede entender como una línea de continuación del realizado por Olimpia, en tanto en cuento ambos copian textos importantes redactados por hombres en los cuales la mujer queda apartada (la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano en el caso de Gouges y el texto de la Declaración Independencia de Estados Unidos en el caso de Mott y Cady Stanton). Para finalizar debemos decir que no fue hasta 1920 cuando todas las mujeres mayores de 21 años consiguieron obtener su derecho a voto. La lucha antiesclavista que muchas de las mujeres norteamericanas vivieron consiguió sus frutos en 1865, cuando una enmienda acaba con la esclavitud en los Estados Unidos. Estos datos nos hacen ver la dificultad que conllevan los cambios legislativos en una época donde el sexo femenino empieza a tomar conciencia global de su fuerza.

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