Cómo Funciona El Sentido Del Olfato PDF

Title Cómo Funciona El Sentido Del Olfato
Course Anatomia
Institution Universidad Autónoma de Baja California
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Cómo Funciona El Sentido Del Olfato El sentido del olfato, al igual que el sentido del gusto, es un sentido químico. Se denominan sentidos químicos porque detectan compuestos químicos en el ambiente, con la diferencia de que el sentido del olfato funciona a distancias mucho más largas que el sentido del gusto. El proceso del olfato sigue más o menos estos pasos: 1. Las moléculas del olor en forma de vapor (compuestos químicos) que están flotando en el aire llegan a las fosas nasales y se disuelven en las mucosidades (que se ubican en la parte superior de cada fosa nasal). 2. Debajo de las mucosidades, en el epitelio olfatorio, las células receptoras especializadas, también llamadas neuronas receptoras del olfato, detectan los olores. Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes. 3. Las neuronas receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos olfatorios, que se encuentran en la parte de atrás de la nariz. 4. Los bulbos olfatorios tienen receptores sensoriales que en realidad son parte del cerebro que envían mensajes directamente a: o los centros más primitivos del cerebro donde se estimulan las emociones y memorias (estructuras del sistema límbico) y o centros “avanzados” donde se modifican los pensamientos concientes (neocorteza). 5. Estos centros cerebrales perciben olores y tienen acceso a recuerdos que nos traen a la memoria personas, lugares o situaciones relacionadas con estas sensaciones olfativas

Es importante agregar que “Nuestro sentido del olfato es 10,000 veces más sensible que cualquier otro de nuestros sentidos y que el reconocimiento del olor es inmediato. Otros sentidos similares, como el tacto y el gusto deben viajar por el cuerpo a través de las neuronas y la espina dorsal antes de llegar al cerebro, mientras que la respuesta olfatoria es inmediata y se extiende directamente al cerebro. “Este es el único lugar donde nuestro sistema nervioso central está directamente expuesto al ambiente.” (von Have, Serene Aromatherapy)

El Sentido Del Olfato Y El Sistema Límbico El bulbo olfatorio es una de las estructuras del sistema límbico y es una parte muy antigua del cerebro. Como se mencionó anteriormente en la descripción del proceso olfativo, la información capturada por el sentido del olfato pasa del bulbo olfatorio a otras estructuras del sistema límbico. El sistema límbico es una red de estructuras conectadas entre sí que se encuentra cerca de la parte media del cerebro y está conectada con el sistema nervioso central. Estas estructuras “trabajan en conjunto para tener efecto en un amplio rango de comportamientos que incluyen las emociones, la motivación y la memoria.” (Athabasca University, Tutoriales Avanzados de Psicología y Biología). Este sistema maneja las respuestas instintivas o automáticas y tiene muy poco, o posiblemente nada, que ver con los pensamientos conscientes o la voluntad. El sistema límbico también está relacionado con la interpretación de los datos sensoriales obtenidos de la neocorteza (la parte del cerebro donde se elabora el pensamiento) para convertirla en las motivaciones del comportamiento. El sistema límbico tiene una función central que es la mediación entre el reconocimiento de un evento por una persona, su percepción como una situación que provoca ansiedad y la reacción fisiológica que resulta de la misma, todo mediado a través del sistema endocrino: Los estímulos son procesados conceptualmente en la corteza y pasan al sistema límbico donde son evaluados y se elabora una respuesta motivada.

¿Qué Tiene Que Ver Esto Con Nuestro Campo De Estudio? En el campo de la sordoceguera, siempre hemos sabido que muchos niños sordociegos tienen un sentido del olfato muy sensible para compensar su uso limitado de la visión y audición. En consecuencia, siempre hemos dicho que el sentido del olfato juega un papel muy importante en esta población de niños para identificar a personas, lugares, objetos y actividades. Frecuentemente en este campo de estudio se oyen las siguientes recomendaciones: evite usar fragancias fuertes, ya que éstas pueden provocar ataques de epilepsia en algunos niños; use el sentido del olfato para proporcionar información adicional al niño (claves olfativas) sobre la experiencia que va a tener el niño, por ejemplo, acercarle una barra de jabón a la nariz del niño antes de que

se bañe para indicarle que muy pronto se va a bañar o usar la misma esencia suave cada vez que trabaje con un niño en particular para que él pueda reconocer quien es usted por medio de este olor. Toda esta información es muy valiosa. El sentido del olfato es un sentido muy poderoso para fines de identificación y puede tener un fuerte impacto en el cerebro, ya que es una parte íntegra de él (al punto de que algunos olores químicos muy fuertes definitivamente pueden provocar ataques de epilepsia). Pero ¿qué papel juega el sentido del olfato en relación con los estados de ánimo, niveles de excitación, emociones, memorias y reacciones físicas? Ahora sabemos que todo esto está relacionado. Muchas veces estamos con un niño y no podemos entender que está pasando con él y él no nos puede decir en una forma concreta lo que le pasa. Posiblemente está fastidiado o llora o sonríe y no sabemos por qué lo hace. ¿Por qué tiene estos comportamientos? ¿Podría estar relacionado con algo que está oliendo? No lo sabemos, pero definitivamente ya sabemos que debemos poner más atención a este factor ambiental para ver si esto le está afectando al niño y cómo le afecta. Todavía tengo dudas respecto al impacto del sentido del olfato en un niño sordociego, y si podemos usar este sentido a nuestro favor, por ejemplo: el uso consistente de claves olfativas que podrían proporcionar información a un niño para mejorar su comprensión sobre lo que está sucediendo, o el uso de una esencia específica para provocar una respuesta especifica al niño. Partes que lo componen a) La nariz: es el órgano receptor de los olores, está compuesta por dos cavidades llamadas fosas nasales y separadas entre sí por un tabique nasal. En el interior de las fosas nasales se encuentra una mucosa denominada membrana pituitaria, donde están las células olfatorias. b) Ramificaciones nerviosas: nervios que transmiten los impulsos de las células olfatorias al bulbo olfatorio. c) Bulbo olfatorio: se localiza en el extremo anterior del Sistema Nervioso Central, y está formado por una membrana que recoge los impulsos de las células olfatorias. d) Nervio olfatorio: transmite los impulsos olfatorios hasta la corteza cerebral. Está ubicado en la pared opuesta al tabique nasal. e) Pituitaria amarilla: es la mucosa que recubre la superficie superior de las fosas nasales y contiene las celulas olfatorias. ¿Cómo funciona? Los cuerpos que producen olor desprenden una serie de partículas que entran por la nariz, se pegan en la mucosa del interior y se transforman, mediante una

reacción química, en impulsos eléctricos que a través del nervio olfatorio llegan al cerebro. Luego el cerebro reconoce la sustancia que olemos. Cabe resaltar que unos cuerpos desprenden partículas con más olor que otros. Cuanto más cerca estemos de la fuente de olor, más partículas hay en el aire.

Aunque muchos consideran el olfato como un sentido poco desarrollado en los humanos, es, no obstante, de gran importancia y complejidad. El sentido del olfato tiene la función de ayudar a que el ser humano se relacione adecuadamente con su entorno y mantenerlo informado sobre los estímulos olfativos para procesar e identificar sustancias y objetos. Si bien es cierto que este no es el sentido más desarrollado del ser humano, en comparación con otros animales, se afirma que sí es el sentido más ‘’sensible’’. Sin embargo, científicos como John McGann, de la Universidad de New Brumswick, en Canadá, consideran que en muchos aspectos nuestro olfato es más evolucionado que el de otros animales. Gracias al sentido del olfato, parte de la identificación de los elementos del entorno es posible, lo cual contribuye en gran parte a la supervivencia del ser humano, y por ende, a su bienestar. Estudios han demostrado que el sentido del olfato es el más viejo de los seres humanos y el principal para socializar con su entorno. Tanto al sentido del olfato como al sentido del gusto se les denomina como sentidos químicos, ya que son quimiorreceptores

La nariz El órgano exterior que rige el sentido del olfato es la nariz. A través de esta, penetran los olores. La función de la nariz y el sentido del olfato es doble: captadora o receptora, y respiratoria.

La forma de la nariz humana está determinada por el hueso etmoides y por el tabique nasal. Dentro de su anatomía existen dos áreas anatómicas bien diferenciadas: la nariz externa y la nariz interna. Anatomía externa de la nariz La nariz es el organo olfativo y también es parte del sistema respiratorio. Su parte externa consiste básicamente en un armazón de hueso y cartílago cubierto por músculos muy finos y a su vez cubierto todo por piel. La raíz: hace referencia al área que se encuentra entre las cejas. El puente y dorso: es la zona que va desde la raíz y termina en el ápice, es decir, en lo que llamaríamos punta de la nariz. Ápice: punta de la nariz o parte puntiaguda donde finaliza este órgano. Orificios nasales: son los agujeros por donde entra y sale el aire cuando se respira. Alas: son los laterales de la nariz, lo que envuelven a las aberturas nasales. Anatomía interna de la nariz La nariz interna es parte de sistema olfativo La nariz interna no es visible en el exterior. Cavidad nasal. Está compuesta por el etmoides y esfenoides, también llamado techo, que son huesos del cráneo. Por debajo de la misma se encuentra el paladar. Senos nasales o paranasales. Estos son un conjunto de cavidades que se encuentran en los huesos frontales, esfenoides, etmoides y maxilar superior, que comunican con las fosas nasales. Vestíbulo nasal. Se encuentra ubicado detrás de las narinas; es un área cubierta de piel con glándulas sebáceas. Esta cobertura puede notarse dentro de la cavidad nasal por su vello y sus tejidos mucosos y membranosos El tabique nasal. Es un tabique que separa la fosa nasal derecha de la izquierda. Consta de una porción anterior de cartílago y otra más posterior de hueso. Los cornetes superiores, medio e inferior. Se encuentran en las paredes laterales de cada fosa nasal. Se tratan de estructuras óseas alargadas en forma de concha que recorren las paredes laterales. Su recubrimiento de mucosa participa en labores del mantenimiento de la calidad del aire que respiramos. Cornete inferior. Está insertado en el hueso palatino. Cornete medio. Está insertado en el hueso etmoides. Cornete superior. Está insertado en el hueso etmoides.

Bulbo olfativo u olfatorio. Esta es una membrana que tiene unos sensores que sirven para distinguir y clasificar estímulos de olor. Mucosa respiratoria. Esta membrana hace que el aire que penetra al interior del organismo esté limpio y filtrado para que entre en las mejores condiciones posibles. El área de la nariz humana sensible al olor es de unos pocos centímetros cuadrados, mientras que en el perro. Por ejemplo, recubre la membrana glucosa nasal por completo

¿Cómo se perciben los olores? Al sentido del olfato se le denomina un sentido químico, ya que detecta compuestos químicos en el ambiente. Las moléculas de olor entran por los orificios nasales, cruzan la cavidad nasal y pasan a la nasofaringe. Después de disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla actúan químicamente sobre los receptores olfativos. Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de estos receptores son trasmitidos al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral, que da lugar a la sensación.

¿Por qué se dice que el sentido del olfato es adaptativo? El sentido del olfato del ser humano está mucho menos desarrollado que la mayoría de los animales. No obstante, sigue siendo muy sensible, especialmente, al mal olor. Gracias a la estructura de la nariz, el ser humano es capaz de percibir un mal olor en concentraciones mucho más bajas que los buenos olores. El sentido del olfato es sensible a los malos olores porque es un rasgo adaptativo, ya que la percepción de un mal olor está ligada con dos emociones básicas que favorecen la supervivencia: el asco y el miedo. De esta forma, la percepción de un mal olor desencadena casi inmediatamente una conducta de rechazo. Trastornos del sentido del olfato Anosmia. Se trata de la pérdida total o parcial del sentido del olfato, sea de forma permanente o por un tiempo. Hiposmia. Consiste en que la capacidad que tiene sentido del olfato para percibir olores se reduce. Hiperosmia. Al contrario que la hiposmia, la hiperosmia es el aumento de la capacidad del sentido del olfato haciéndolo muy sensible. Parosmia. Provoca que las personas interpreten mal un olor, detectando como algo desagradable, los olores neutros y los agradables. Fantosmia. Se trata de una especie de alucinación olfativa por la cual las personas detectan un olor a pesar de estar ausente; es decir, detectan olores que no están en ese momento. John McGann considera que la pérdida del olfato puede estar relacionada a enfermedades de pérdida de memoria, como el Parkinson y el Alzheimer....


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