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UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA ÁREA BIOLÓGICA Y BIOMÉDICA TITULACIÓN DE MEDICINA FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA MEDICINA

JOSÉ MICHAEL MENDOZA CASTILLO

RESUMEN Y ANÁLISIS DEL LIBRO “EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO” DE VICTOR FRANKL

DRA. VIVIANA DÁVALOS BATALLAS

PERÍODO ACADÉMICO SEPTIEMBRE 2018 – FEBRERO 2019 LOJA – ECUADOR

RESUMEN Y ANÁLISIS DEL LIBRO “EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO” DE VICTOR FRANKL RESUMEN Víctor Frankl fue un médico austríaco especialista en psiquiatría. Escribió un libro el cual lo dividió en dos partes: la primera parte consta de su experiencia y la de otros prisioneros en los campos de concentración de Auschwitz. La segunda parte explica la logoterapia, la cual fue creada por él en base a las experiencias vividas en estos campos de concentración durante la segunda guerra mundial y trata sobre como encontrarle el sentido a la vida pese a las condiciones en las que el ser humano se encuentre. Frankl en la primera parte de su libro, narra su experiencia cuando fue apresado para ser llevado a los campos de concentración. Él establece 3 fases dentro de la primera parte: la primera fase “Internamiento en el campo”; la segunda fase “La vida en el campo”; y la última fase “Después de la liberación”. La primera fase, narra desde su el viaje en un tren durante varios días y acompañados de varias personas entre ellas, unos eran sus amigos. Las personas aquí tenían un pensamiento erróneo de que serían llevados a una fábrica de municiones, pero, no fue hasta que empezaron a ver los campos de concentración de Auschwitz cuando se dieron cuenta que su vida corría peligro y grandes sufrimientos. Conforme pasaban por los campos podían ver y escuchar a los prisioneros de ese entonces los cuales además de encontrarse en un estado de inanición prolongado estaban mentalmente enfermos. El internamiento en el campo empieza cuando Frankl nos relata que el tren se detiene y al abrirse las puertas de los vagones del tren, un “capo” les ordena que dejen sus cosas en el tren y formen dos filas, separándose hombres de mujeres para presentarse frente a un oficial de la SS. Frankl describe al oficial como un hombre alto y delgado con un uniforme impecable que marcaba su liderazgo, hombre el cual era el encargado de designar el destino de la vida de cada uno de los apresados enviándolos a una dirección de su izquierda si eran personas débiles, no aptas para trabajo duro en los campos teniendo como destino, los crematorios; o en su defecto, a su derecha la cual marcaba el destino de aquellas personas que se lograban ver en mejores condiciones y posiblemente aptas para el trabajo duro. Seguidamente eran trasladados a la siguiente fase que era la de “desinfección”

donde eran obligados a desnudarse, depilarse la cabeza y demás partes corporales, además de deshacerse de sus partencias personales. La segunda fase trata sobre la vida en el campo de concentración. Frankl relata esta fase como una fase de sufrimiento y explotación física y mental de los prisioneros. Frankl y sus compañeros recibían una pieza de pan diaria o una porción de sopa demasiado líquida, este alimento no era suficiente para el trabajo que ellos realizaban ya que, además de hacer trabajos pesados, los tenían que realizar en situaciones climáticas extremas como en la nieve y sin ningún tipo de vestimenta adecuada para protegerse contra el frío. Muchos de los compañeros de Frankl habían ya perdido el sentido de la vida, llegando a extremos de no importarles soportar golpes o insultos de los “capos”, mientras que otros constantemente seguían en la lucha por sobrevivir y salir de ahí, teniendo como objetivo recuperar o encontrarse con su familia. Otros prisioneros optaban por suicidarse sujetándose a las mallas que cercaban los campos de concentración los cuales estaban llenos de electricidad. La tercera fase habla sobre la vida después de la liberación. Frankl relata esto como una libertad física donde no son golpeados o insultados por caminar de una forma u otra. Además, destaca que una persona después de haber sido privada de su libertad y sus derechos pierde ya el sentido de la verdadera libertad tomando la realidad como un sueño gracias a la afección psicológica generada por los maltratos y por los periodos extremos de inanición. En la segunda parte, el escritor austríaco nos habla sobre la logoterapia la cual fue una terapia establecida por él. La logoterapia consiste en encontrar el significado de nuestra vida, pese a las circunstancias en las que estemos teniendo como premisa que siempre y pese a cualquier condición podemos dar encontrar un motivo por el cual seguir viviendo. Frankl también manifiesta que la vida del ser humano consta de tres dimensiones: la somática, la mental y la espiritual y que mediante estas podemos dar el significado a nuestra existencia y encontrar la felicidad.

ANÁLISIS Frankl en su libro trata de transmitirnos la importancia del sentido de la vida, narrándonos su experiencia en condiciones deplorables para el ser humano. Valorar la vida es algo que las personas diariamente no lo hacemos, muchas veces vivimos por vivir, sin un objetivo o sin ser agradecidos por haber recibido la dicha de respirar, levantarnos y compartir con nuestra familia un día más. Frankl y sus compañeros estuvieron lejos de su familia incluso sabían que ellos estaban muertos y fue ahí cuando unos habían perdido ya el sentido por la vida, sin tener un “por qué” luchar, o algo que los aferre a la vida. Frankl manifiesta las fases que tiene un prisionero a lo largo de su captura, supervivencia y posible liberación. Antes de mencionar y analizar cada una de estas fases, me gustaría manifestar brevemente la idea que este libro me dio a mí de un prisionero. A mi perspectiva, un prisionero no solamente es aquel que ha sido privado de su libertad física, sino de alguien que no tiene sentido por su vida, que vive por vivir, que no disfruta de lo que hace ni lo que siente y simplemente existe. Frankl establece como primera fase de un prisionero al “shock”. Esto puede ser interpretado como un espasmo de la persona, un período de pausa y miedo frente a algo que desconoce, a un posible castigo por haber cometido un error o por pertenecer a cualquier tipo de religión. Este miedo quizá nos puede llevar a la negación del castigo que nos imponen, además de sentirnos frustrados y engañados por Dios, cuestionando sus acciones y preguntándonos “¿por qué a mí?” “¿qué hice para merecer esto?” “’¿por qué me castigas?”, sin darnos cuenta de que las personas quizá somos merecedoras de ciertos castigos por nuestros propios actos y en tal de que no merezcamos el castigo, como fue el caso de Frankl darnos cuenta de que las acciones de Dios son perfectas pese a que muchas veces son inexplicables. Todo en la vida tiene sentido, Dios no nos da algo por dárnoslo, quizá este castigo sea un pequeño golpe para producir un gran cambio en nuestro diario vivir o como fue en el de Frankl, manifestar y enseñar al mundo la importancia de vivir y que somos muy afortunados en despertarnos por nuestra propia voluntad y no la de otros, tener un alimento que nos satisfaga el hambre y no sufrir por periodos prolongados sin un alimento en nuestro estómago, ni arrastrarnos por los pisos pidiendo una pieza de comida a una persona inhumana que nos impone cosas a cambio de darnos la mano.

La segunda fase que Frankl establece en la vida de un prisionero es la apatía. En su libro, el autor habla sobre como sus compañeros perdían poco a poco el sentido de la vida, sin importarles muchas veces los castigos, golpes o períodos de ayuna prolongados a los que eran sometidos. Ya no tenían razón para vivir, o no la encontraban, habían perdido todo, desde su familia, sus pertenecías hasta los más importante en el ser humano, la Fe. Pese a que la vida nos arrebátate muchas cosas o personas, nunca debemos perder la fe, independientemente en lo que creamos, es importante mantener nuestra fe fuerte para no desfallecer mental ni físicamente y que las cosas nos den por igual o no nos importe llegando a extremos de no valorar nuestra propia vida y pensar que somos una simple persona, alguien sin un objetivo en la vida y que solo está destinado a morir. Es importante valorar mucho lo que tenemos, partiendo desde nuestra familia. A veces nos quejamos de no tener lo más lujoso o algo que nos crea la existencia de una felicidad materialista. La felicidad es algo innato de una persona, pero no debe depender de algo o de alguien porque nada en esta vida es para siempre, todo es efímero y todo se va o se deteriora con el tiempo hasta nuestra existencia. El paso de algunas personas por nuestra vida y que quizá ya no lo estén, son muchas de las razones por las cuales las personas pierden el sentido de la vida, sin ver más allá de eso, no justifico que la pérdida de un ser querido o de algo que queremos mucho deba darnos igual o debamos hacer caso omiso, si no más bien que eso nos impulse a crecer como personas, a seguir viviendo por un propósito sea cual sea, encontrándolo nosotros mismo como fue el caso del Dr. Frankl que pese a que perdió todo el nunca perdió la fe ni la razón de sus existencia y esto lo ayudó a ayudar a los demás, estableciendo la logoterapia, redactando el libro “el hombre en busca del sentido” y ayudando a muchas personas a encontrar el sentido de su vida. También Frankl nos habla de la libertad como tercer punto o fase, cuando una persona ha perdido su libertad física puede verse afectada su libertad mental cuestionando así la realidad como algo utópico ya que las personas se han acostumbrado al sufrimiento y al maltrato. Algo que me pareció muy llamativo del libro fue la parte cuando uno de sus compañeros estaba teniendo una pesadilla y él al oír sus gemidos quiso levantarlo, pero se dio cuenta que eso era

solamente un sueño y que pronto terminaría que la realidad a veces es peor que un sueño y que al despertarlo no estaría ayudándolo. Cuando alguien es privado de su libertad por tanto tiempo, cuando la recupera es algo difícil tratar de volver a acostumbrarse a ella ya que nos han creado un miedo emocional a ser felices nuevamente y eso nos asusta o lo vemos como un mundo en el que estamos soñando y no puede ser posible, llevando así a una persona a un estado de demencia severo. La logoterapia me pareció muy importante y muy necesaria para el ser humano ya que lo ayuda a encontrar la razón de su existencia recordándole que él va más allá de una dimensión física, mental o espiritual....