Cuestionario LA Fortuna DE Vivir PDF

Title Cuestionario LA Fortuna DE Vivir
Course Antropología
Institution Universidad CEU Cardenal Herrera
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Summary

1º de enfermería, 1º cuatrimestre
profesor Jesus Maria de la Llave...


Description

LA FORTUNA DE VIVIR Director: Jean Becker Intérpretes: Jacques Villeret, Jaques Gamblin, André Dussollier, Eric Cantona, Michel Serrault. FRANCIA, 1999

Resumen del argumento Es un film que afronta la condición humana desde su dignidad, y con tal carga de finura interior y de buen humor, que todo queda transcendido. Es una buena historia, humana y sincera, en la que sin necesidad de recursos especiales se refleja que la alegría y la libertad auténticas las dan la amistad y la ausencia de falsas necesidades. Garris y Riton viven en las marismas, a orilla del río Loira, en la Francia de los años 30. Ambos trabajan juntos en lo que surge, y comparten su vida con otros amigos: Tane, el maquinista ferroviario y Amedée, un soñador y devorador de clásicos literarios y enamorado de una viuda. Los cuatro conocerán a Jacinto, un anciano millonario que proviene también de las marismas, que no reniega de su pasado, al que añora, y al que le gustaría volver. Todos ellos encuentran entre sí una amistad que está a la altura de los deseos de su corazón, y en ese ambiente, hay cabida para el arrepentimiento, el perdón y la mejora personal.

CUESTIONARIO

1.

Según tu criterio cuáles son los temas centrales que aborda la película

Los temas principales para mí en esta película son los siguientes: -

Amor. Amistad. Solidaridad. Libertad. Sencillez. Bondad. Sacrificio. Paciencia. El saber perdonar. Voluntad.

2.

Pon un ejemplo de la película en el que se ponga de manifiesto la libertad de elección o libertad exterior; un ejemplo en el que una determinada elección contribuya al crecimiento de la libertad interior y otro que la haga disminuir.

Cuando un hombre boxeador le quiere matar al protagonista padre del niño llamado Ritón y el niño decide tirarle al lago para salvarle a su padre. En ese momento Ritón al ver que el hombre no sabía nadar estaba en sus manos si ayudarle a sobrevivir o no, y aun habiéndole querido matar el hombre a él, le ayudo a salir. Al final de la película se ve como a partir de ese momento se hicieron muy buenos amigos. 3.

Atendiendo al texto que se adjunta a continuación y que estudiaremos en clase al estudiar el tema 5, identifica al menos diez actos de amor en él expuestos con escenas de la película. 1) “Poseer lo amado es gozo”: esta frase la relacionaría con todos los momentos en los que la niña y el niño pasan juntos. 2) “Amar, es acompañar, permanecer, y estar juntos”: Cuando Amedée pasa muchísimo tiempo con la persona mayor ya que ella adora su compañía. 3) “Amar es alegrarse”: Cuando la persona mayor que adora coger ranas, se las comen todos juntos en familia. 4) “Regalar es una de las formas más puras de dar. Hacer un regalo, en el fondo, es dar parte de nosotros mismos”: Cuando el chico Garris le hace probarse el par de pendientes a la chica en el mercado central y decide regalárselos. 5) “Amar es renovar el amor”: Esta frase la podría relacionar con muchos momentos de la película, pero el primero que me ha venido ha sido el cariño que tiene el abuelo al pantano y a sus raíces. 6) “El amor está mucho más en dar que en recibir”: Garrís y Ritón son tan amigos que cuando alguno de los dos necesita algo se lo dan el uno al otro y el otro se lo devuelve con lo que tiene y puede. 7) “Tener cuidado, cuidar al ser humano”: a lo largo de la película se puede ver todo el cariño que se tiene Garris y la niña. Cuando la niña enferma, Garris hace todo lo posible para estar un tiempo con ella. 8) “Amar es desear”: El deseo y aprecio que tiene el abuelo de volver al pantano en el cual ha crecido durante su niñez. 9) “Amar es conocimiento de lo amado”: Cuando el ex soldado empieza a conocer más a fondo a la chica y le acaba gustando. 10) “Quien ama está alegre y se nota en su cara, en sus gestos”: me llamó muchísimo la atención la cara que puso la campesina al ver al nieto del millonario a quien consideraba un buen amigo suyo.

4.

Opinión personal de la película. Conociéndome, considero que si me llegaran a dar a elegir entre cinco películas para verlas y entre esas estuviera “la fortuna de vivir” me llamaría tan poco la atención, que no me la habría visto nunca. En sí el título de la película no me llama lo suficiente la atención. Al principio pensaba que iba a ser una película bastante poco interesante y de hecho desconecté los primeros 20 minutos. Pero poco a poco a lo largo de la película, con la ayuda de mi compañera que me puso un poco en la situación fui enganchándome a ella. No me la imaginaba así.

En mi opinión los dos temas principales que más trata son el amor y la amistad. Me sorprende muchísimo, que a pesar de ser de clases muy diferentes (unos de clase más baja y otros de clases bastante elevadas) acaban conociéndose y teniendo la magia de amar. Esta peli deja bastante claro que el tener mucho dinero no hace más feliz, sino todo lo contrario. Podemos ver diferentes amores como el del abuelo con su nieto, el de Garris y la joven a la que acaba regalándole los pendientes y le pinta el rostro en un cuadro, el del nieto de millonario y la campesina… Uno de los mensajes que me deja es que hay que aprovechar la vida, que si no la aprovechas ahora igual luego es tarde. Hay que estar en todo momento con las ganas de comerse el mundo, arriesgándose y haciendo todo lo posible para intentar llegar a la meta.

El amor y sus actos Para desarrollar este punto nos apoyaremos fundamentalmente en el manual de Yepes y Aranguren (Eunsa. Pamplona 2003. Páginas 142-152) en el que se desarrolla de modo magistral los diferentes actos de amor. Es frecuente en nuestra sociedad entender el amor como sólo un sentimiento, cuando no se relaciona directamente con el acto sexual. Al referirnos a los actos de amor nos iremos dando cuenta de que estamos hablando de otra cosa. Amor muchas veces está más en dar que en recibir. Es querer lo que quiera la persona amada, incluso adelantarnos en aquello que pueda esperar sin necesidad de pedir. Para ello lo primero es desear ser felices y para ello es necesario conocer a la persona amada. La inclinación a la propia plenitud nos hace desear y amar aquello que nos perfecciona. Por eso amar es desear, es decir, buscar lo que no se tiene. Por eso el hombre busca poseer aquello que ama, porque el amor tiende a la unión. Si yo te amo quiero estar contigo. Y esa unión tiene una triple dimensión: Palabra, presencia y tacto. Quiero oír o leer tus palabras, quiero tener tu presencia y que estés a mi lado, quiero poder rozarte, acariciarte, abrazarte… Poseer lo amado significa gozo, es decir, un placer y un deleitarse en aquello que se alcanza: «el gozo lo causa la presencia del bien amado. Amar es gozar. Es posible confundir aquí el deseo y la posesión de la voluntad con el deseo y posesión sensibles. Es necesario distinguir entre el gozo de haber alcanzado algo que nos hemos propuesto y el de habernos comido un bombón. Una forma más alta de poseer que el tener físico es conocer, y conocer racionalmente, por eso el amor busca el conocimiento de lo amado. Ningún amante se conforma con conocimientos superficiales del ser amado: busca conocerlo del todo, hasta identificarse con él. No se puede amar lo que no se conoce. Amar es conocer. No basta con hacer lo mismo, o compartir unas ideas, sino que el amor busca conocerse y darse a conocer. Sabemos que las personas se conocen mediante la manifestación de su intimidad, y ésta se da sobre todo en el diálogo. Por eso amar es dialogar. Este diálogo crea lo común, lo íntimo. Amar es compartir, y especialmente aquello que uno conoce y guarda dentro de sí: los secretos se comparten con quien nos ama. Del compartir nace el deseo de seguir compartiendo. Y la voluntad de no querer separarse, de seguir estando con ella más tiempo: amar es acompañar, permanecer y estar juntos. La afirmación del otro: El sí es propio del amor porque con él aceptamos al ser amado. Me gusta que estés conmigo, por eso amar es alegrarse. Quien ama está alegre y se nota en su cara en sus gestos. Esto quiere decir, obviamente que amar es afirmar y esta afirmación incluye no sólo el presente, sino también el pasado. El amante aprueba lo que el amado ha hecho. Cuando no puede hacerlo, porque ha actuado de un modo inaceptable, lo que hace es Perdonar y hacer nuevo el amor, como si no hubiera pasado nada: perdonar es «borrar» los defectos del otro, no tomarlos demasiado en serio, quitarles importancia diciendo: sé que tú no eres así.

Según esto, el amor hace nuevas las cosas del amado, las ve cada día como si fuera la primera vez porque amar es renovar el amor. La afirmación en presente significa ayudar, prestar cooperación, trabajo o medios para que el otro pueda recibir lo que necesita, terminar su tarea, llegar a tiempo, etc. En correspondencia, amar es también dejarse ayudar, saber aceptar el ofrecimiento. Como el error en el ser amado puede ser evitable en el futuro, es conveniente se necesita tener cuidado, es decir, cuidar al ser amado y cuidar es esmerarse en cuidados, limpiar, pulir y adornar al ser amado. Y parte del cuidado es reparar el error y esto es curar: remediar los defectos del ser amado, aliviar su mal, entretenerle, darle el remedio adecuado, física y psicológicamente, para que sane. Afirmar al otro puede hacerse cuando está ausente. Por eso, amar es recordar, evocar la presencia del amado mediante los recuerdos, revivirlo. Las formas del recuerdo son enormemente ricas. Quien ama tiene «corazón», «entrañas», los clásicos lo llamaban misericordia, cuanto más amado es quien sufre, más nos compadecemos. Amar es compadecer, padecer-con y tener misericordia. Si el amado está triste, le damos consuelo. amar es consolar. La llegada del amado es siempre alegre. Un acto específico del amor es acoger, recibir bien a la persona que llega, tener hospitalidad con ella. Y correlativamente amar es aceptar el don del otro y hacerlo nuestro. El respeto es una forma de reconocer la bondad y belleza de un ser. Pero no basta con no dañarlo, si no que se expresa reconociendo su dignidad. Respetar es no sólo dejar que sea como es, sino llegar a expresar aunque sea interiormente que es bueno que sea así. Amar es respetar, dejar que las cosas sean como merecen ser. Faltar al respeto es rebajar la dignidad que el otro tiene, quitarle el reconocimiento que merece. La anticipación del futuro. Amar es en cierto modo Elegir. Uno elige aquello que ama. Por eso, amar es preferir. Por eso, cuando se trata de otro ser humano, amar es ponerse en el lugar del otro, y elegir aquello que él elegiría, sencillamente porque es lo que le gusta a él, no a nosotros. El ponerse en el lugar del otro es una de las claves para que el amor pueda consolidarse y crecer. con-cordia y dis-cordia significan unión y separación de corazones, es decir, sentir lo mismo, y por tanto, elegir lo mismo. La concordia es también comprensión, Amar es comprender, y para ello dijimos que amar es dialogar, ahora añadimos: y amar es escuchar, para llegar a comprender. Escuchar es dar tiempo al amado y para escuchar se precisa cultivar la atención: el cariño es atento, nada le pasa inadvertido. El amor es receptivo, escrutador, casi hasta inquisitivo: amar es atender. Es propio del amor gozarse y querer lo mismo. Este hacer nuestra la voluntad de aquel a quien amamos se convierte, por ejemplo, en obediencia. Amar es obedecer, lo cual significa actuar gustosamente con la voluntad del otro. Este amor como elección puede hacerse por anticipado y entonces hacemos una promesa. Que amar es prometer significa que entregamos nuestro futuro al amado, lo invertimos en él, se lo damos. Prometer es decir: “siempre volveré a elegirte”. La promesa es futura, desinteresada e incondicionada. Esto es algo muy distinto al acuerdo, que se produce en presente y por un interés recíproco en el que cuando desaparece el beneficio de alguna de las partes, el mutuo acuerdo o convenio se rescinde o se cambia, porque desaparece la razón de su existencia. Mientras la promesa nace del amor, el convenio se funda en el interés. El amor es prescinde voluntariamente de poner límites y plazos: es el don íntegro de la persona. Hoy en día, es frecuente una versión «débil» y «pactista» del amor, que consiste en renunciar a que pueda ser eterno. Este modo de vivirlo se traduce en el abandono de las promesas: nadie quiere comprometer su elección futura, porque se entiende el amor como convenio, y se espera que me dé siempre beneficios. Seguir amando cuando el ser amado está ausente significa ser leal. Amar es ser leal. El amante confía en el amado, le deja actuar como quiera, porque sabe que será leal. Tener confianza en alguien es dársela, dejarle hacer lo que quiera, no fiscalizarle, no ser celoso. Confiar es dar libertad al amado, sabiendo que el uso de ella hará crecer el amor, en vez de disminuirlo. Confiar es estar seguro de que el otro no me engaña. El amor no miente. El bien futuro puede apetecerse con esperanza. Amar también es esperar, y la esperanza fundada en el amor es la más tenaz, la que aguanta todas las dificultades y sostiene al que espera. El amor hace que las cosas nuevas. Amar es crear. Por eso la capacidad creadora del hombre, aplicada al amor, busca dos cosas fundamentales: manifestar el amor y perpetuarlo reproduciendo lo amado. Como dijimos, el amor puede manifestarse con palabras, declarándolo en presente de modo explícito o recrearlo muchas veces, para que siga vivo y con el paso del tiempo se intensifique y no decrezca. El sentido más alto de toda creación artística es expresar la verdad,

encontrada y amada, por medio de una obra de arte. Por eso el amor se manifiesta en obras de arte, aunque sean muy domésticas, que tratan de expresar y reproducir la belleza y la imagen del ser amado. Es una forma de recordarle y decirle cómo se le quiere: poesías, canciones, retratos, fotografías, etc. Pero el amor se expresa también en mil gestos y modos de la conducta, a través de los cuales el hombre canaliza su voluntad creadora para expresar el amor. En caso contrario la rutina lo apaga, o quizá ni siquiera existe. Uno de los actos creadores que manifiestan y alimentan el amor es el regalo. Regalar es una de las formas más puras de dar. Hacer un regalo, en el fondo, es dar una parte de nosotros mismos. En caso contrario tiene muy poco valor. El regalo implica cierta sorpresa: es algo inesperado o desconocido. Por eso conlleva cierta «magia» o ilusión. El valor del regalo simboliza y expresa el valor de la persona amada y el amor de quien regala: no tiene sentido regalar un saco de cemento. Cuando se regala algo útil hablamos de beneficiar, bene-facere, hacer un bien, de cualquier tipo. Beneficiar al amado consiste en conseguirle ventajas, facilitarle las cosas. Los padres suelen ser los máximos benefactores de los hijos. Amar es beneficiar. Otro modo de manifestar el amor es honrar a la persona amada. Honrar es estimar, mostrar un reconocimiento que hace más digno al otro: «ser amado es ser honrado». Hay tantos modos de honrar que no podemos enumerarlos todos: agradecer, mostrar públicamente el mérito, devolver lo recibido, sentirse deudor, premiar, dar testimonio de la excelencia de alguien, decir que la persona amada es valiosa, etc. Darle en definitiva el reconocimiento que le es propio. Amar es honrar. Un modo especial de honrar es dar honor, que significa honrar públicamente, delante de todos. Si amar es querer el bien del otro, ese querer se refuerza cuando el otro desea el bien para mí y el amor se hace mutuo: entonces querer el bien para el otro es querer también mi propio bien, porque es lo que el otro quiere. Así como respetarse mutuamente es la única manera de no instrumentalizar a los demás, el amor culmina cuando se hace recíproco, porque entonces sus actos se refuerzan: si me siento amado, amaré más, porque el otro quiere mi bien. Amar es, entonces, corresponder al amor, devolverlo. Uno de los modos de corresponder al don recibido suele ser con gratitud. Haber recibido pone al hombre frente a la justa obligación de devolver al menos una parte del regalo. Muchas veces este deber se vive gustosa y espontáneamente. Amar es agradecer. El modo más radical de dar es darse uno mismo. Para ello es necesario poseerse. Nadie da de lo que no tiene y si no poseo mi carácter, mi tiempo, mi cuerpo, mis instintos, mi personalidad en definitiva…no me podré nunca dar, regalar. Amar es darse, don de sí. Para darse es necesario sacrificarse, renunciar a algo propio para darlo al amado. Amar es sacrificarse, entregarse a los demás y la manera más radical de hacerlo es dar el ser. Dar la vida por los demás. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Otro acto del amor en referencia al don es dar la verdad, transmitir la verdad y el bien encontrado. Amar es por eso enseñar la verdad, mostrarla, encaminar al ser amado hacia ella y por eso mismo es también corregir cuando vemos que la persona amada se equivoca: porque le amamos, no queremos dejarle en el error....


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