Desarrollo DEL NIÑO DE O A 11 AÑOS PDF

Preview

Summary

Download Desarrollo DEL NIÑO DE O A 11 AÑOS PDF

Description

1 DESARROLLO DEL NIÑO DE O A 11 AÑOS

El periodo prenatal y los primeros siete años de vida constituyen la etapa de mayor vulnerabilidad el ser humano, no solo por su fragilidad inmunològica y los escasos recursos y capacidades para enfrentar las situaciones de riesgo, desde el punto de vista orgànico, sino por su dependencia psicològica y social; estos años son a su vez, el periodo de conocimiento de si mismo y de los otros, de acceso al movimiento, al enriquecimiento de los sentidos y al lenguaje, lo mismo que de la integración a la sociedad. EL NIÑO MENOR DE UN MES Después de 9 meses de hacer parte de su madre, con todas sus necesidades satisfechas, el bebè viene al mundo e inmediatamente tiene que sobrevivir por si mismo para lo cual pone en funcionamiento una serie de sistemas, entre otros: respiración, circulación, regulación de la temperatura; se encuentra tambien con la realidad de sentir hambre, frio, dolor y otras necesidades, para la satisfacción de las cuales depende de su mamá, especialmente durante las primeras 4 semanas, momento de transición de la vida intrauterina al mundo externo. Los primeros días, el niño pasa dormido la mayor parte del tiempo o en estado de semisueño o semivigilia. Se despierta cuando el hambre o otras tensiones provocadas por necesidades le hacen llorar y nuevamente se duerme cuando está satisfecho. Durante estas primeras semanas el niño no tiene clara conciencia del mundo ni de si mismo, aun no distingue entre los estimulos internos y los externos, solamente siente las tensiones y requiere de la ayuda y cuidados de su mamá para satisfacer cualquier necesidad y recuperar su equilibrio. El recién nacido no tiene capacidad de espera por esta razon se hace necesario que sus demandas sean atendidas en el momento en que se presentan por lo menos durante los tres primeros meses de vida. El vínculo afectivo se ha establecido desde el vientre materno y se fortalece con la continua relaciòn de la madre con el niño, con los cuidados y la satisfacción de las necesidades , pero especialmente del placer que la madre obtenga de ellos y la capacidad para identificarse con el niño. El establecimiento de este vínculo afectivo es el que permite que el recién nacido desee avanzar en su desarrollo y establecer relación con las personas y los objetos del mundo que los rodea, es el que da el sentido de vida,de ser humano y de amor. Este vínculo iniciado por la madre, se reafirma ene el contacto con el padre y demas miembros de la familia. Durante el primer mes, el padre es fundamental como apoyo para la madre y ayuda al equilibrio que tanto necesita el recien nacido.

2 El recién nacido adopta una posición fetal y está equipado con una serie de reflejos que dan respuesta inmediata a los estímulos del medio. Manifiesta durante el primer mes, unas pocas actividades inconexas de tipo reflejo ( succión, llanto) y gana algún control sobre ellas, aún no coordina información proveniente de los sentidos. Esta respuesta refleja a los estímulos, es la base del proceso de adaptación al ambiente. La respuesta gratificante a sus necesidades, sienta las bases para su estabilidad emocional y la convivencia social. Durante este tiempo el niño se alimenta unicamente con lactancia materna. Esta debe iniciarse inmediatamente nazca el niño. El llanto es la forma que tiene el niño para expresar sus necesidades. La persona que cuida al niño debe atender inmediatamente su llanto. EL NIÑO DE 1 A 3 MESES A partir del primer mes, el niño comienza paulatinamente a tener mas contacto con el mundo. El rostro, la sonrisa y la voz de la madre representan para él, la satisfación de la necesidad y la sensación de placer. Hacia el segundo mes, cuando se le acerca una persona que tenga contacto cotidiano con él comienza a mirarla por un corto espacio de tiempo, incluso cuando llora, si se le acercan, el niño se calma; solo cuando es por hambre u otra necesidad que solo la madre puede satisfacer, vuelve a llorar con desespero si no es esta quien se acerca. Tiene un progreso mas, aparece la sonrisa inespecífica ante cualquier rostro amable y en movimiento, que antecede a la sonrisa específica como respuesta ante la gratificación en la relación con la madre o con personas muy cercanas, que aparece a los 4 o 5 meses. A pesar de estos progresos, el mundo interno del recién nacido no cuenta con los elementos para enfrentar todos los estímulos que su ambiente le ofrece; la madre es quien funciona como una barrera protectora para seleccionar los estímulos que puede recibir el niño, es un “Yo auxiliar”: su forma de relación con el mundo y con los demás y la manera como se los presenta al niño mediante palabras y comportamientos constituyen los primeros pasos de la actividad social del niño. Alrededor del tercer mes, el niño se da cuenta de los sonidos que él mismo produce y reconoce que estos son diferentes a los que produce el medio y se divierte produciendo y parando sus propios sonidos, esta actividad tiene como fin la descarga y la reducción de tensión, sin embargo, comienza a ser fuente de placer al producir algo que él mismo recibe como estímulo. Las manifestaciones de alegria, las palabras de admiración que escucha de sus padres ante estos nuevos logros promueven su deseo de repetirlo y siente que sus progresos son importantes. También es esta edad comienza a concentrarse mas en su propio cuerpo: lleva su mano a la boca y la succiona, al principio en forma accidental, posteriormente la mantiene en su boca por períodos cada vez mas largos, a veces parece llevarla intencionalmente a la boca.. entre el tercero y cuarto mes la coordinación entre la mano y la boca queda bien establecida.

3 Los objetos llamativos y en movimiento atraen su atención y trata de seguirlos con la mirada, especialmente cuando la madre u otras personas de su familia lo animan a hacerlo. Aunque comienza a prestar mas atención al mundo que lo rodea, durante este periodo la madre continua siendo el centro de su vida y todo lo que conoce a traves de ella tiene mayor sentido. Disfruta de manera especial los momentos de contacto con la madre, la mira fijamente y trata de tocarla, le encanta que le hable suavemente y le manifieste cuanto lo ama. Al final del tercer mes, el niño parece tener una pequeña crisis que se manifiesta en leves problemas para la alimentación y dificultades para dormir. Esto se supera con el amor, la paciencia y la comprensión de los padres. El bebe en este momento tiene mayor flexibilidad muscular e inicia movimientos voluntarios. Los reflejos comienzan a cambiar, repite conductas que le proporcionan placer y que la primera vez ocurrieron por casualidad. Sus actividades se centran en el cuerpo y no en el efecto que producen en el ambiente. Empieza a distinguir voces y personas que ve con frecuencia. EL NIÑO DE 4 A 6 MESES Alrededor de los 4 a 5 meses, aparecera la sonrisa como respuesta específica a la madre lo que significa que se ha establecido un vínculo afectivo específico entre ella y él. Rapidamente esta respuesta sonriente se extiende a otras personas. El niño empieza a tener mas interes por el mundo externo, mas largos períodos de vigilia y esta mas atento a los objetos que se le presentan y a las personas que lo rodean.. La alimentación ya no es lo mas importante en su vida y comienza a tener capacidad de espera. En este período se inicia la alimentación complementaria porque el niño tiene mayor capacidad psicológica y física para interactuar con el ambiente. En esta fase trata de conservar lo que le produce satisfacción por medio de la repetición. Alrededor de los seis meses puede apreciarse claramente como tira del cabello, orejas y la nariz de las personas que con frecuencia lo cargan, pero especialmente de los de su mamá. Es cuando el niño empieza a diferenciar su cuerpo del de su madre, sus juegos con pies y manos, el mirarlos, tocarlos, sentirlos, le llevan a darse cuenta que son suyos y asi paulatinamente se va diferenciando de su mamá. Sus habilidades motoras y verbales han mejorado y ocupa cada vez mas espacio en su familia. Da muestras de alegria cuando lo levantan o lo sientan, disfruta enormemente cuando la madre u otros familiares se le sconden y luego aparecen. Estos juegos y exploraciones son la base para distinguir en la siguiente etapa, lo familiar de lo no familiar.

4 EL NIÑO DE 7 A 9 MESES Es especialmente amistoso, sonríe fácilmente con las personas que se le acercan, observa, trata de coger y jugar con todo lo que ve, quiere llevarse todo a la boca, que, continúa siendo fuente de gran satisfacción y conocimiento. La voz gruesa del padre le encanta y cuando la oye da muestras de gran alegria con risas y con movimientos de todo su cuerpo. Durante este periodo tiene grandes logros a nivel motriz, cognoscitivo y emocional. Entre los 8 y los 9 meses logra moverse por si mismo al gatear o arrastrarse sentado, coger los objetos con pulgar e indice, lo que le permite movimientos mas independientes y deseos de exploración del mundo.. Paralelamente logra, a nivel del desarrollo de su inteligencia, el sentido de la permanencia del objeto, o sea tener la certeza de que los objetos y las personas existen aunque no esten presentes, así el no los vea. Busca los objetos cuando se le esconden, o tira los objetos y espera que se los recojan. Junto con el logro del sentido de la permanencia del objeto logra entender que las personas y objetos existen independientes de él, gran paso para el sentimiento de ser persona separada de otros. Es así como empieza a comparar a su mamá y personas significativas con “otros” para finalmente distinguir lo familiar de lo no familiar, que se manifiesta en lo que se ha denominado “ansiedad del 8º mes” o ansiedad ante extraños. Sus reacciones van desde la desconfianza y la alerta hasta el llanto cuando ve algo nuevo o extraño. El niño se tranquiliza si sus padres le dan seguridad y garantía de que no le pasará nada y no le obligan a ir con las otras personas. Tambien en este período aparece la cobija o el objeto que el niño busca para dormirse, cuando está triste o cuando su madre no esta para consolarse y, se denomina “objeto transicional”. La sensación de frustración que tiene el niño cuando quiere hacer algo que su desarrollo motor no le permite pues esta lejos de su alcance y no puede, tambien es nuevo para el niño y se manifiesta con llanto y ofuscación. Por estas razones el humor del niño entre el 8º y el 9º mes es cambiante. Rie y llora con mucha facilidad. EL NIÑO DE 10 A 12 MESES En esta etapa el niño entra nuevamente en una fase de tranquilidad. Los amigos y los extraños son recibidos con cálidas sonrisas, responden con su mano al adios y da palmaditas. En su lenguaje ha logrado pronunciar sílabas y disfruta al escucharse y ser escuchado por los demás, responde a gestos y expresiones familiares y dice NO con su cabeza. Por sus avances y simpatia el niño de esta edad es muy atractivo y logra convertirse en el centro de la familia, adora tener audiencia y se da cuenta de que es el centro, repite las acciones que llaman la atención. Sus logros son gracias a: - La rápida diferenciación corporal de la madre. - El establecimiento de un vinculo afectivo seguro con ella..

5 -

Un desarrollo interno de su propio yo en proximidad con la madre.

Al poder moverse por si mismo, gateando, parandose, y caminando agarrado, el interés del niño se extiende a los objetos inanimados, que en principio la madre le ofrece, pero después él busca. El mundo del niño se amplía: hay mas que ver, mas que oir, mas que tocar. El niño es mas dueño de si mismo, maneja mejor su propio cuerpo y tiene mayor conciencia de él. La madre en esta fase es como un “ centro de operaciones”. El niño se aleja de ella, explora, toca y después de un rato la busca con su mirada y se acerca a ella para “reabastecerse emocionalmente “. El padre es muy importante. El niño se alegra visiblemente cuando llega, disfruta los juegos con él, lo busca y cuando el padre se disgusta por algún comportamiento suyo, se entristece y llora y busca que el padre lo consuele. La adquisición de las nuevas habilidades y su gusto por la exploración pueden interferir con los hábitos del niño: alguna resistencia para dormir o pcomer. En esta etapa tembien hay una serie de conquistas intelectuales: la conducta es mas deliberada y con propósito. Usa signos para anticipar hechos: por ej, cuando la madre coge el bolso deduce que va a salir y llora. EL NIÑO DE 13 A 16 MESES Caminar tiene un gran significado para el niño y para los padres. El se siente mas independiente, se siente mas seguro de si mismo y mas autónomo. La alegria de poderse mover solo, la sensación de independencia y libertad que esto produce, hace que se sienta dueño del mundo. Los golpes y las caidas no le importan mucho. Puede soportar muchas frustraciones porque caminar le da la sensación de ser omnipotente. Comienza a ejercitar y dominar sus propias habilidades y capacidades, lo cual lo llena de alegria, y se deleita continuamente con sus descubrimientos. El comportamiento general del niño es inquieto, quiere coger, tocar y explorar todo, regularmente un simple NO, no basta para que suspenda una acción, es necesario acercársele, llevarlo a otro sitio o atraerlo con otro objeto o juego. Le encanta sacar cosas y tirarlas, no recoger o guardar, intentar pasar un hilo o cuerda por agujeros, ingeniarse medios para alcanzar los objetos que desea. Es simpático y abierto con las demás personas. Para él es estimulante que compartan la alegría de sus logros, especialmente sus familiares. La afirmación de la individualidad avanza rapidamente y parece que este es el primer paso hacia la formación de la identidad. Al caminar, tambien descubre sus órganos genitales, desde otro ángulo. Ahora puede verlos y, además el orinar y defecar los siente como funciones propias, aunque aún no puede controlarlos a voluntad.

6 EL NIÑO DE 17 A 20 MESES Se vuelve cada vez mas conciente y hace mayor uso de sus habilidades y de su separación física, sin embargo junto con estos logros hay una notable reducción de su impermeabilidad a la frustración, y disminuye el relativo “olvido “ de la madre característico de la etapa anterior. Hay un aumento de la ansiedad de separación. El niño que antes decía adiós con su mano y se quedaba tranquilo cuando su mamá, papá o personas significativas iban a salir, ahora llora y a veces se aferra cuando esto sucede. Además aparece una necesidad de que le acompañen y participen con él en sus actividades y exploraciones. Es como si regresara a etapas anteriores de dependencia, pero la diferencia está en que el niño es mas consciente de si mismo, busca y evita el contacto con su madre porque tiene necesidad de crecer pero aún teme separarse de ella. Es muy importante que la madre comprenda lo que sucede y esté disponible, igual el padre. En su lenguaje ha avanzado aunque es mayor su capacidad comprensiva que expresiva. Aunque parece mas dependiente, no le gustan las intromisiones en su autonomia, es bastante sensible a la desaprobación y utiliza el NO con fuerza y obstinación. Hay tambien un aumento de la agresividad. Hace fácilmente “pataletas” ante un deseo que no se le satisface, una prohibición y su imposibilidad de expresar sus sentimientos con palabras. Necesita paciencia y comprensión de sus padres para salir de estas pequeñas crisis. Sus relaciones con otros niños estan marcadas por el tomar y no dar, aún no puede verlos como personas que pueden tener sus mismas necesidades, sino como objetos. El egoísmo es característico de esta edad. Pero va a ceder paulatinamente con las explicaciones de las personas que le rodean. Ahora el niño ha despalzado el placer puramente oral hacia su cuerpo en movimiento, las exploraciones a todo nivel y el interés por la zona anal. No solo se da cuenta que orina y defeca, sino que siente placer al realizar estas funciones y algunas veces indica o verbaliza que las ha realizado. Con respecto a la alimentación, se l deben presentar las comidas en forma variada y disponer de tiempo y paciencia para compartir esta hora con él y estimular el que coma solo, paulatinamente. Se le debe hablar en frases simples y cortas. Si se quiere apartar de lugares peligrosos se deben utilizar barreras físicas mejor que solo prohibiciones verbales. Necesita mucha oportunidad de esparcimiento y juego permanente con objetos variados. Disfruta con láminas de colores vivos con objetos familiares y animales pero requiere de supervisión permanente, no de intromisión. EL NIÑO DE 21 A 24 MESES Lentamente el niño empieza a salir de su pequeña crisis al lograr mayor independencia por medio del desarrollo del lenguaje, esto le da la sensación de que controla su ambiente. Al mismo tiempo aparece el uso del pronombre

7 personal “yo” y la capacidad de nombrar personas familiares y reconocerse en las fotografías. Progresa de manera especial en la aceptación de normas y exigencias y en la capacidad de expresar deseos y fantasias mediante el juego simbólico. Al entrar nuevamente en un período de calma, su motricidad progresa notablemente. Es seguro, no se cae fácilmente, corre, salta, se sube a diversos sitios. Es mas consciente de sus limitaciones y acepta que hay cosas que no puede hacer.. Es capaz de aceptar que sus padres salgan, se despide de ellos cuando le explican sinceramente lo que van a hacer. Es amoroso, afectuoso e incluso en ocasiones puede poner los deseos de otro por encima de los suyos, le gusta complacer. Comienza a notar de una manera mas clara las diferencias entre niño y niña. En este período acepta y pide que se le cambie cuando se orina. Cuando el niño tiene buen control de los movimientos de su cuerpo, buena comprensión del lenguaje y se interesa por las “cosas” que salen de su cuerpo puede empezar la enseñanza del control de esfínteres. Explicarle inicialmente que se le van a a quitar los pañales porque se le van a cambiar, mostrarle un sitio específico para que haga sus necesidades y especialmente darle tiempo. En este proceso el niño avanza y retrocede hasta lograrlo finalmente. Se deben evitar regaños y castigos. A nivel cognitivo cuando quiere algo y no encuentra una forma visible de hacerlo inventa una forma. EL NIÑO DE 25 A 30 MESES Maneja expresiones enfáticas sobre lo que desea hacer, en oposición a lo que los adultos quieren que haga. Ahora puede pensar y recordar y, de esta manera puede relacionar lo que hace con lo que se ha dicho que haga pero, olvida con facilidad las reglas cuando quiere. La comunicación verbal se desarrolla aceleradamente y reemplaza otras formas de comunicación, aunque el lenguaje gestual y la movilidad afectiva aún son notorios. El control de esfínteres se logra generalmente entre los 25 y los 30 meses después de un proceso educativo basado en el respeto al niño, su cuerpo y sus necesidades. Al superar esta fase el niño amplía su mundo, disfruta haciendo cosas, manipulando objetos, construyendo e inventando juegos. El juego se vuelve mas planificado y constructivo. Observa el mundo real de manera mas detallada. Tiene un creciente interes por los compañeros de juego y los adultos diferentes de sus propios padres. Empieza a desarrollarse el concepto de tiempo y, por esta razón tiene mayor capacidad para tolerar las demoras en la satisfacción de sus necesidades y soportar separaciones de sus personas significativas por mas tiempo, siempre y cuando haya una explicación clara. Comienza a experimentar y a comprender “mas tarde y mañana”. Al final de esta fase por el deseo de autonomía, se presenta nuevamente un negativismo, indecisiones continuas y se torna inflexible. Lo que quiere debe ser como él lo desea.

8 Es egoísta y defiende “sus” cosas con fuerza. Cambia continuamente de parecer, llora fácilmente y se enoja con frecuencia. Tiene estos comportamientos porque esta viviendo un período de acomodación a lo que el mundo le pide y lo que él desea. EL NIÑO DE 31 A 36 MESES Puede ser entretenido y entretener por medio del lenguaje. Disfruta las palabras nuevas y juega con ellas. Si ingresa en este momento a la guardería, logra una buena adaptación y disfruta asistiendo a ella. Habla de su profesora y amigos y recuerda sus nombres. Con el logro del control de esfínteres el niño ha aceptado que no puede hacer lo que se le ocurra y cuando quiera. O sea, que las normas y límites existen para é...