Dolto Imagen Inconsciente Del Cuerpo PDF

Title Dolto Imagen Inconsciente Del Cuerpo
Author Liliana Piana
Course Psicologia del desarrollo infantil
Institution Universidad de La Rioja
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Summary

ACERCA DELA IMAGEN INSCONSCIENTE DEL CUERPO...


Description

Françoise Dolto - (Paris 1908 – 1988) LA IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO 1.- DIFERENCIAR ESQUEMA CORPORAL DE IMAGEN CORPORAL

ESQUEMA CORPORAL El Esquema corporal es la representación que cada uno se hace de su cuerpo y le sirve de referencia en el espacio.

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El Esquema corporal es común a todos los seres humanos. El Esquema corporal es un dato neurofisiológico. El Esquema corporal es una realidad de hecho. Es una instantánea de nuestro cuerpo orgánico, sano o enfermo, tal como lo vivimos gracias a las sensaciones musculares, óseas, viscerales, circulatorias, etc. El Esquema corporal es en parte inconsciente pero, en general. es preconsciente o consciente. El Esquema corporal se elabora como resultado del aprendizaje de la experiencia motriz. El Esquema corporal es independiente de la relación afectiva con el prójimo; puede desarrollarse incluso en condiciones de desamparo afectivo. El Esquema corporal procura una estabilidad temporo-espacial. Gracias a este esquema, evito los accidentes y protejo mi cuerpo.

IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO La Imagen Inconsciente del Cuerpo es la representación inconsciente que cada uno se hace de su cuerpo de ayer y de hoy vibrante de deseos, lenguaje y ternura.

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La Imagen Inconsciente del Cuerpo es propia de cada individuo La Imagen Inconsciente del Cuerpo se forma durante los tres primeros años de vida. La imagen Inconsciente del Cuerpo se construye y se organiza siguiendo los estadios del desarrollo del pequeño. Cada etapa de la formación de la Imagen se abre a cambio de sufrir el precio de una castración La Imagen Inconsciente del Cuerpo es fundamentalmente inconsciente, pero puede volverse parcialmente consciente gracias al psicoanalista, que la percibe en las manifestaciones del paciente y se la revela La Imagen Inconsciente del Cuerpo se estructura en el seno de la relación deseante, lingüística y afectiva con el prójimo La Imagen Inconsciente del Cuerpo me asegura una estabilidad, una constancia y una mismidad de base

IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO • • • • • • •

La Imagen Inconsciente del Cuerpo es propia de cada individuo La Imagen Inconsciente del Cuerpo se forma durante los tres primeros años de vida. Se construye y se organiza siguiendo los estadios del desarrollo del pequeño. Cada etapa de la formación de la Imagen se abre a cambio de sufrir el precio de una castración Es fundamentalmente inconsciente, pero puede volverse parcialmente consciente gracias al psicoanalista, que la percibe en las manifestaciones del paciente y se la revela Se estructura en el seno de la relación deseante, lingüística y afectiva con el prójimo Me asegura una estabilidad, una constancia y una mismidad de base

El ser humano para Dolto es aquel que tiene el deseo irreductible, la voluntad tenaz de comunicarse con otro ser humano. •

La primera célula embrionaria es ya una persona, por cuanto esa célula está animada por el poderoso impulso de unirse al otro y, ante todo, de unirse y comunicarse con la madre que la protege en su seno.

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El otro ya está ahí, mucho antes del nacimiento, como el interlocutor inmanente a nuestra humanidad. Detrás de las palabras, los dibujos, los juegos y las actitudes del niño, existe un lenguaje muy especial que permite una comunicación intima entre el psicoanalista y el pequeño paciente. ¿Cuál ese lenguaje? Las sensaciones experimentadas por ese niño cuando era bebe han quedado grabadas en su Inc y se organizaron en un lenguaje interior, corporal y mudo que los analistas podemos llegar a captar, a traducir y a hablar. Se trata de un lenguaje de las sensaciones experimentadas por todo niño desde su vida fetal hasta los tres años, un lenguaje arcaico y olvidado que el niño de hoy habla sin saber que lo habla. ¿Cómo lo habla? Cuando en sesión revive esas antiguas sensaciones, lo habla indirectamente dibujando, moviéndose, jugando y, sobre todo, lo habla a través de los síntomas. Es el conjunto de las primeras y numerosas impresiones grabadas en el psiquismo infantil por las sensaciones corporales que un bebe, o incluso un feto, experimenta en contacto con su madre, en el contacto carnal, afectivo y simbólico con ella. Son sensaciones experimentadas y las imágenes ya desde la gestación y a lo largo de los tres primeros años de la vida hasta que descubre su imagen en el espejo.

TIPO DE SENSACIONES • • •

Exteroceptiva, que reacciona a las excitaciones provenientes del exterior; Interoceptiva o visceral, que reacciona a las excitaciones provenientes del interior del cuerpo. Propioceptiva, que reacciona a las excitaciones procedentes de los movimientos, las posturas y el tono corporal Las sensaciones que más inviste el niño se dividen en tres grandes grupos: I.

II. III.

las sensaciones barestésicas (debidas a la presión del líquido amniótico que lo envuelve o, más tarde, a la presión atmosférica) y las sensaciones propioceptivas, sensaciones que le dan al bebé la impresión de que su cuerpo es una masa densa y estable; las sensaciones interoceptivas o viscerales, que le dan la impresión de que su cuerpo es una masa agitada por el flujo y reflujo de las tensiones orgánicas esencialmente digestivas. están las sensaciones erógenas que emanan sobre todo de la boca y el ano y que le dan la impresión de que todo su cuerpo es un orificio que palpita de placer. De modo que son sensaciones que le hacen sentir el cuerpo como una base estable, como una masa tónica o como un orificio erógeno.

Pues bien, todas esas sensaciones investidas cincelarán la imagen inconsciente del niño. TRES COMPONENTES DE LA IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO  LA IMAGEN DE BASE  LA IMAGEN FUNCIONAL  LA IMAGEN ERÓGENA Dolto propone así distinguir estos tres grandes componentes de la Imagen del Cuerpo, tres componentes vinculados entre sí de manera fluida y dinámica. Estos componentes son tan indisociables que, cuando uno de ellos sufre una perturbación, todo el conjunto resulta afectado. La Imagen de Base es la que le da al niño la convicción de que su cuerpo se asienta sobre un suelo firme que lo sostiene y lo soporta. Y, si pensamos en el período de gestación, la Imagen de Base es también la que le comunica al feto la impresión de que su cuerpo germinal está contenido en el líquido amniótico, del que percibe la densidad y el calor protectores. Más tarde, la Imagen de Base puede, por ejemplo, socorrer a un

niño angustiado, al permitirle sentir su masa corporal y replegarse en ella como en un refugio acogedor donde puede encerrarse y sentirse seguro. De los tres componentes mencionados, la Imagen de Base es la que le da al pequeño la impresión de que su ser y su cuerpo vivo y sometido a la ley de la gravedad son una sola cosa. Éste es el cogito constitutivo de todo ser humano: "Siento mi cuerpo vivo y saciado, luego existo." Agreguemos, por último, que la Imagen de Base varía de acuerdo con los distintos estadios libidinales, pues cada estadio tiene su propia Imagen de Base, así como también tiene su propia Imagen Funcional y su propia Imagen Erógena. Si tomamos el ejemplo del estadio oral en el que el bebé de pecho está cobijado entre los brazos de la madre, veremos que la Imagen de Base se imprime cuando el niño percibe su cuerpo como una masa compacta de formas curvas, subdividida en un bloque cefálico y en otro troncal y que forma un todo unificado por la sensación global de una segunda masa continente y portadora, materializada por los brazos reconfortantes de la madre. La Imagen Funcional. Mientras que la Imagen de Base es la Imagen de la sensación de un cuerpo en reposo dotado de un aplomo tranquilizador, la Imagen Funcional es, por el contrario, la imagen de la sensación de un cuerpo agitado y febril, todo él inclinado a la satisfacción de necesidades y deseos, un cuerpo al acecho de objetos concretos que puedan saciar sus necesidades y en busca de objetos imaginarios y simbólicos para satisfacer sus deseos. El cuerpo infantil de la Imagen Funcional nunca es un cuerpo calmo y sereno, sino que es un cuerpo en constante actividad, abierto a intercambios "sustanciales" con una madre que responde a las necesidades y entregado a intercambios "sutiles" con una madre que responde a los deseos de ternura y a las solicitudes de placer. Françoise Dolto distingue, por un lado, los objetos concretos y sustanciales, tales como el alimento y los excrementos, que intervienen en el contacto cuerpo a cuerpo entre el niño y la madre y, por el otro, los objetos sutiles, perceptibles a distancia, tales como una mirada tierna, el timbre de una voz o el delicado y suave olor de una piel. La Imagen Erógena, por su parte, es la imagen de un cuerpo sentido como un orificio entregado al placer, cuyos bordes se contraen y se dilatan al ritmo alternado de la satisfacción y la carencia. Apresurémonos a decir que, de las tres imágenes, la Imagen de Base es la más importante, puesto que, en cada estadio libidinal, le proporciona al niño el sentimiento de existir, vale decir, el sentimiento instintivo de ser, sencillamente de ser. Por ello, cuando un niño recibe una herida en cualquiera de las tres imágenes de un estadio libidinal determinado, regresa automática- mente a la Imagen de Base del estadio precedente, a fin de recobrar lo antes posible la seguridad que le faltaba. En el fondo, el niño que tiene una regresión sólo busca una seguridad fundamental: poder decirse "Yo soy yo". No obstante, ese retorno tranquilizador a un estadio anterior también lo hace sufrir por- que, al haber retrocedido, se encuentra de pronto desfasado. Para los demás sigue teniendo su edad, pero para sí mismo se ha vuelto nuevamente pequeño: "Me siento pequeño pero los demás me toman por alguien más grande. ¡Es insoportable!". En consecuencia, cuando el terapeuta se encuentre en presencia de un niño o un adulto que sufre, debe saber que esa persona sufre por dos razones: primero, porque ha sido afectado por un acontecimiento perturbador y, después, porque, como regresó al pasado para buscar la seguridad de su Imagen de Base anterior, se siente desamparado por no estar ya en concordancia con su realidad presente. El niño sufre porque perdió una parte de sí mismo y porque, al haber experimentado una regresión en busca de la seguridad perdida, queda en una situación incómoda respecto de su presente. Sufre porque está desmembrado entre dos imágenes: la actual, herida como consecuencia de un acontecimiento traumático, y la antigua, tranquilizadora pero anacrónica, que, si bien lo protege, lo aísla del mundo. Luego, cuando presente el ejemplo clínico de un caso de regresión, el lector comprenderá mejor ese desgarramiento doloroso entre las dos imágenes, una magullada y la otra compasiva pero invalidante. Pero, insisto, es principalmente la Imagen de Base la que instituye en el niño y en todos nosotros ese estado permanente de una certeza inalterable y no consciente de existir. Dice J. D. Nasio: “…usted, lector, está allí, con este libro en sus manos, dispuesto a leerme, seguro de que el suelo permanece firme, olvidado del espacio que lo contiene y del tiempo que lo atraviesa. Por supuesto, la

mayor parte de nosotros goza de ese estado de sana despreocupación, pero hay seres que, heridos en su Imagen de Base, están constantemente alertas, dispuestos a defenderse de un hipotético peligro inminente. Sufrir semejante aprensión, puramente imaginaria, les demanda un esfuerzo extenuante. Vemos, pues, hasta qué punto la Imagen de Base es vital y esencial. Le procura a cada uno el triple sentimiento de permanecer estable, más allá de los incesantes desplazamientos en el espacio, de continuar siendo el mismo, más allá de los cambios en el tiempo y, por último, el sentimiento de seguir siendo consistente, más allá de los innumerables intercambios con los demás y con el medio circundante. La sensación de permanecer estable en el espacio, de continuar siendo el mismo en el tiempo y de seguir siendo consistente ante la alteridad de los seres y de las cosas da fundamento, en lo más profundo de cada uno de nosotros, a la certeza absoluta de continuar siendo siempre la misma persona al tiempo que evolucionamos constantemente. No soy el mismo que hace cinco minutos y, sin embargo, soy el mismo desde hace cincuenta años. Precisamente esta antinomia entre lo diferente y lo idéntico es la que funda el "sí mismo". Ser uno mismo es, pues, ser ese que permanece estable, idéntico a sí mismo y consistente a pesar de los inevitables cambios que jalonan una existencia. Con todo, si queremos aproximamos lo más posible a la incognoscible esencia de ese "sí mismo", descubrimos que el sentimiento de uno mismo, en el fondo, no es más que un nombre que designa un deseo, el deseo de vivir, el amor innegable por la vida. Sí, sentirse uno mismo supone ante todo la inquebrantable voluntad de ser, de no dejar de ser, de ser al máximo nosotros mismos y hasta más allá de nosotros mismos. Françoise Dolto llamó precisamente a ese deseo de vivir, de durar y de superarse "narcisismo primordial"…. Resumen del desarrollo que hemos seguido hasta aquí es sintetizado en el siguiente cuadro:

Comentario de la Figura I En esta figura tenemos cuatro niveles: el subsuelo de las sensaciones, la planta baja de las imágenes, el primer piso de la memoria y el piso superior, que es el del sentimiento. Las sensaciones del cuerpo infantil graban sus imágenes inconscientes y estas imágenes perduran como la memoria generadora del sentimiento de sí mismo experimentado por primera vez a los tres años.

¿Qué significa castración simbolígena en psicoanálisis? La castración en biología es una mutilación física irreversible que deja estéril. La castración en psicoanálisis es un proceso según el cual un ser humano indica, mediante el lenguaje gestual, mímico o verbal, a otro ser humano que el cumplimiento de su deseo está prohibido por la ley. Una traducción adecuada a un lenguaje convencional es “límite”. Las tendencias instintivas así reprimidas por las prohibiciones establecidas implican una reestructuración dinámica, cuyos efectos son el reforzamiento del deseo cuyo fin ha sido prohibido y su realización mediante sublimación. Una castración puede conducir a la sublimación pero no es sinónimo de sublimación. Una castración que induce al deseo de satisfacerse con el sufrimiento en lugar de con el placer, es una perversión. La castración es generadora de una manera de ser nueva frente a un deseo imposible de satisfacer en la forma en que se satisfacía hasta entonces. Hay un momento preciso para cada castración. Ese momento es aquel en que las pulsiones han aportado cierto desarrollo del esquema corporal, y hacen que el niño sea capaz de obtener placer sin el contacto cuerpo a cuerpo, siendo el lenguaje el mediador de las castraciones superadas. Otra condición necesaria para asegurar la dimensión simbolígena del proceso de castración es que el adulto ha de ser una persona amada que siente amor casto por el niño. Si el adulto está angustiado por sus propios deseos impide al niño sublimar. Una castración con éxito es aquella que se hace a tiempo por un adulto a quien el niño ama. Castración umbilical La angustia o la alegría en la castración umbilical (en el parto) marcan de manera simbolígena o no el psiquismo de un ser humano independientemente de su organicidad. El narcisismo pacificado o conflictivo de los padres sostendrá el desarrollo del niño. Castración oral Eldestete requiere la separación madre-pecho-objeto parcial que está ligada a la necesidad alimenticia, de madre-objeto total. El destete Introduce al niño en relaciones nuevas. Es el establecimiento de nuevos medios de comunicación y placeres diferentes. La madre es capaz de comunicarse con su hijo de otra forma, a través del lenguaje. Si después de mamar y antes del sueño pone en la boca del niño cualquier objeto que sus manos puedan coger y lo nombra, cuando ella no esté él lo rememorará. Sólo después del destete empieza la asimilación de la lengua materna. Una madre que no habla a su hijo mientras le da de mamar o que se muestra indiferente por depresión generará un destete no favorable a la socialización, expresión verbal y motricidad. En la castración simbolígena la madre que desteta y consuela, enseña a través del lenguaje a introducir al otro. Castración anal Sólo es posible hablar de castración anal si el niño es reconocido como sujeto. La castración anal es la prohibición de dañar su propio cuerpo. A través de sus excrementos el niño rechaza a la madre incorporada como objeto parcial oral. Toma y expulsa a una mamá imaginaria, mientras que la mamá real le ha dado el objeto alimentario parcial y le sustrae el objeto digestivo excremencial. La castración anal orienta al niño a dominar él mismo su motricidad, pero no solamente la excremencial. Es simbolígena sólo cuando hay identificación motriz con el objeto total que representa cada uno de los padres y hermanos mayores. Si no hay simbolización no puede sublimar el placer anorectal, y vuelve a él por falta de desplazamiento de las pulsiones anales sobre estos objetos parciales situados más allá de su cuerpo. La madre sigue siendo imaginariamente interior en lugar de estar representada inconscientemente por los objetos exteriores que ella ha nombrado. El niño descubre que las prohibiciones son aseguradoras cuando su experiencia le muestra que si las transgrede tiene sufrimiento real. Esto le proporciona confianza en sus padres y en las verbalizaciones que limitan su libertad. Una castración anal sana, no está centrada en el pipi y la caca sino en la valorización de la motricidad manual y corporal. Permite al niño sustituir los placeres excremenciales por la alegría de manipular los objetos de su mundo. Implica deseo y placer de los descubrimientos motores voluntarios. Debe enseñar al niño la diferencia entre lo que es su posesión y lo que es la posesión del otro. El destete, la castración oral, la motricidad autónoma y la castración anal, generan la individuación que permite al esquema corporal del niño separase de su madre y, por sustitución, ligar su propio esquema corporal, en elaboración, con su imagen inconsciente del cuerpo. Este narcisismo preyoico emana de la experiencia del espejo: la imagen que él ve en el espejo cobra sentido de experiencia por la presencia al lado del niño, de una persona con la cual su imagen del cuerpo y su esquema corporal se reconocen.

Castración primaria La castración primaria es un puente entre la castración anal y la castración genital edípica.Es el descubrimiento de su sexo por el niño y de lo que ello significa para el futuro. Castración genital edípica Es el período que sucede al momento en que los niños descubren su pertenencia a un sexo. Desde ese momento la imagen de su cuerpo cambia para él, esa imagen ya no es inconsciente. Por la palabra del padre y su ejemplo de respeto a las mujeres, el varón capta la diferencia entre su deseo uretroanal de adueñarse del cuerpo del otro y el hecho de dar la vida y la elección del amor asociada al deseo. Si no se imparte la educación sobre el dominio del deseo prohibiendo el incesto, el varón puede seguir toda su vida con una elección narcisística del objeto elegido, destinado a sus placeres parciales genitales y mantenido bajo su dependencia por intimidación o violencia. Bibliografía Dolto, F. (1986). Imagen inconsciente del cuerpo humano. Buenos Aires: Paidós....


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