Educación Plastica Temario PDF

Title Educación Plastica Temario
Course Dibujo industrial
Institution Universidad de Jaén
Pages 13
File Size 159.2 KB
File Type PDF
Total Downloads 36
Total Views 129

Summary

Download Educación Plastica Temario PDF


Description

1. El arte del niño como forma de representación. El arte infantil es una forma de expresión y de comunicación. Con el arte, el pensamiento puede encontrar otros caminos para manifestar que no sea exclusivo el lenguaje, sobre todo, a edades tempranas en las que aún no están asimiladas las reglas para la comunicación verbal. Es importante recordar que el lenguaje hablado o escrito es recibido como un instrumento de comunicación, y legado cultural, desde la comunidad en la que el niño nace y a cuyas normas se somete a nivel consciente a medida que las va adquiriendo en un proceso mediatizado socialmente. Por el contrario, el dibujo espontaneo es emergente y se construye desde claves intersubjetivas y las reglas que lo sostienen son internas. El lenguaje plástico del niño progresa con su propio desarrollo y evoluciona con él.  

El arte adulto se manifiesta de forma intencional. El arte del niño nace de un impulso espontaneo.

2. Factores que favorecen el desarrollo de la expresión artística. El arte infantil aparece cuando se dan una serie de circunstancias naturales y sociales que afectan a los niños en el curso de su desarrollo; estos factores son: 







La obediencia al impulso biológico: llegados a la edad de los 18 meses, aproximadamente, los niños tienden a realizar sus primeros garabatos. Esto es un componente de tipo gestual o expresivo que es el que lleva al niño hacia la búsqueda de un soporte donde dejar la huella que provoca su actividad. La tendencia lúdica: el juego es una forma de expresión libre. El arte infantil tiende a identificarse con una forma de juego sobre todo en las primeras etapas del desarrollo gráfico; el arte infantil deja de ser un proceso exclusivamente lúdico desde el momento en que sus efectos permanecen y sirven para satisfacer la necesidad de comunicación y expresión. La necesidad de integrarse: la expresión a través del arte es un modo de integrarse en el entorno al que pertenecen y que reconocen como suyo en las representaciones que realizan. Por ello podemos considerar la expresión del niño como parte esencial en el proceso de adaptación del individuo a la sociedad. La comunicación: las artes gozan de un gran reconocimiento, cuando se trata de resaltar su carácter intuitivo, cualitativo, expresivo y particular; son un cambio claro para la transmisión de emociones.

En el dibujo es evidente que el niño quiere comunicar algo con sus representantes, ya que éstas no son sólo formas imaginarias, sino signos y esquemas concretos y observables, a los que él trata de otorgar un significado que pueda ser comprendido.

3. Componentes que integran el proceso creador. Desde el punto de vista educativo, la expresión plástica es una documentación viva y espontanea que aporta el niño sobre sí mismo y su concepto de la realidad. Sin embargo dentro del actual sistema educativo se siguen manteniendo la ignorancia, la indiferencia o el abuso irresponsable de la libertad del niño para expresarse. Sus pensamientos se centran en la experiencia que quieren representar, y de ese modo se estimulan tanto el proceso mental como su capacidad cognitiva. Es evidente que el niño sólo incluirá lo que conoce y es significativo para él. Por otro lado, el dibujo espontaneo no es una representación objetiva, sino un exponente de estados afectivos, el niño lo utiliza como medio para expresar sus preferencias, sus deseos, sus miedos, sus frustraciones y, en definitiva, sus relaciones subjetivas con el mundo real y con los productos de su imaginación. En definitiva, con la actividad artística estaremos favoreciendo el crecimiento de tres parcelas importantes del desarrollo global como son la cognitiva, la afectiva y la perceptiva. 4. El arte como medio educativo. Una escuela que respete al niño debe favorecer las representaciones propias de éste y desterrar la copia y los conceptos ajenos al nivel en el que se encuentra. No podemos obligar al niño a reproducir un elemento o composición que él no creó, ya que impediría establecer sus propias relaciones con la experiencia y con el medio. Naturalmente, los niños se someten a esta actividad, copiando y coloreando dibujos, pero son conscientes de que nunca podrían crear uno igual sin copiarlo y ello provoca la inhibición con respecto a la creación libre.    



La materia artística debería entenderse como un camino no conductista que impulse el pensamiento flexible y que respete las soluciones individuales. Junto al desarrollo de la creatividad aparece otra aportación no menos importante de las artes, como es el desarrollo de la percepción. En su mayoría los procesos de enseñanza y de aprendizaje se basan en el uso de imágenes. De este modo, activar la percepción es activar el pensamiento. Otra función de la actividad artística que la hace útil en la interacción con otras áreas de conocimiento es la capacidad de organización perceptiva que nos proporciona. Hará que tomemos primero consciencia de lo general, para después pasar al conocimiento de los rasgos específicos de las cosas. Po último, está el papel del arte infantil como fuente de datos sobre el niño. Los dibujos nos acercan a la personalidad, sensaciones, cocimientos y emociones. Así pues la educación artística ofrece a los maestros/as una vía de trabajo que fomenta la creatividad y con ella la cognición, que le sirve para profundizar en las características personales de cada niño.

Origen y evolución de los primeros trazados. Estadio psicomotor: de 18 meses a 4 años. 1. Génesis del grafismo.

Cuando el observador adulto se detiene ante los garabatos o trazados iniciales de un niño, puede considerar que dicha actividad carece de un valor notacional formal y que, es un mero entretenimiento que no conduce a ningún tipo de aprendizaje. Sin embargo, los procesos de maduración (motrices, perceptivos, cognitivos) que llevan a su ejecución, implican un progreso que llevan posible la comunicación a través de la expresión gráfica. Durante este periodo que se prolonga desde los 18 meses hasta los tres años y medio o cuatro, se establecen las bases psicomotrices comunes a dos sistemas de signos diferenciados: el dibujo y la escritura, favoreciendo la autoexpresión y la comprensión de sí mismo y del medio. 2. Etapa de expansión cinestésica no controlada. En esta primera etapa el interés básico es motriz. La actividad gráfica aún no es controlada perceptivamente. La actuación del niño no se realiza con el objetivo expreso de alcanzar ningún tipo de meta, sino que es el placer del proceso. Al placer motriz, se sumará el placer visual que se origina con el seguimiento ocular de los trazados.  Características gráficas: origen y descripción. A partir de esta madurez psicomotora inicial el niño es capaz de producir trazados amplios, curvos y de ejecución rápida. Los garabatos tienen su origen motriz en los movimientos de rotación del brazo partiendo de las articulaciones del hombro y del codo y, posteriormente de la muñeca. 3. Etapa inicial de control viso-motriz: control simple y control correlacional. Entre los veinticuatro meses y los tres años podemos situar el momento en el que el niño reconoce su gesto reflejado gráficamente y se inicia el proceso de control visual, en lugar de seguirla como ocurría en la etapa anterior. Desde el punto de vista perceptivo-motriz, pasa a ser controlado visualmente desde el nivel de control perceptivo.  Características gráficas: origen y descripción. Con el descubrimiento de la relación entre trazo y movimiento se inicia la exploración y conquista del espacio gráfico, cuyo dominio va a depender de la progresiva madurez perceptivo-motriz. Los factores que hacen posible esta evolución son:   

Control de la velocidad. Control cinestésico (dirección y el desplazamiento. Madurez sensorio-motriz.

Las consecuencias gráficas de estas adquisiciones son:  

Fragmentación del trazo (debido la posibilidad de frenar durante el trazo) Modulación del trazo (dando lugar a pequeños lazos y arabescos)

 Control simple y control correlacional. Las conquistas viso-motoras descritas dan como resultado a las primeras estructuras lineales controladas voluntariamente. Aunque el niño no posee aún la habilidad de cerrar voluntariamente una forma.  El significado de los trazados en este período: fase asociativa. Coincidiendo por lo general con la segunda etapa, el niño relacionará verbalmente algunos de los garabatos o trazados con alguien o algún suceso de su entorno real o imaginario, iniciándose el juego simbólico. Se establece así una relación entre la imagen, la palabra que la nombra y el signo gráfico. Hay que advertir que el niño adjudica un nombre a sus frafías una vez que las ha realizado y sin que exista ningún tipo de semejanza formal entre el garabato y el objeto nombrado. 4. Etapa celular o constructiva: control doble. A partir de este período, el entrenamiento visual y la motricidad manual cada vez más fina y diferenciada, hacen posible el control doble, es decir, hacer partir el trazado de un punto escogido hasta otro punto determinado del espacio, decidiendo su dirección y el punto final. Gracias a esto, el niño consigue completar y cerrar las primeras unidades formales que suelen ser circulares o irregulares.  Características gráficas: origen y descripción. Esta etapa-puente que llamaremos celular y que se extiende entre los tres y los cuatros años de edad, aproximadamente, se caracteriza por la creación de los primeros monogramas básicos cerrados con los que se inicia el proceso de diferenciación de la forma que se desarrollará y perfeccionará en las etapas siguientes. Estos monogramas se definen como unidades estructurales simples que constituyen la base de la expresión gráfica en estos períodos. Desde el punto de vista psicomotor, la gran aportación de esta etapa es la capacidad de crear formas cerradas.  Primeros indicadores simbólicos: fase ideográfica. Podemos definir el ideograma como la primera unidad semántica. Formalmente está constituido por un monograma o conjunto de monogramas que mantienen una analogía global con el objeto. Es decir, que pueden ser referente simbólico de uno o varios objetos que tengan entre sí ciertos rasgo general de semejanza. No hay que olvidar, sin embargo, que por lo general, en este periodo el niño da un significado oral al dibujo después de haberlo realizado. Podemos observar también y sin que ello signifique un retroceso en el proceso de desarrollo gráfico, que en los dibujos de los niños de esta etapa coexisten en numerosas ocasiones los trazados anteriores de origen cinestésico-gestuales.

 El color en esta etapa. La elección del color hasta los cinco años tienen básicamente un origen emocional, aunque pueden existir razones del tipo funcional en la manipulación del material o bien, se utiliza como factor diferenciador. Estadio del realismo conceptual: de 4 a 9 años. 1. Etapa experimental: Los trazados entre los cuatro y los seis años. Este estadio comprende dos fases de un mismo ciclo: una etapa inicial o experimental, en la que el niño construye las bases de un sistema de representación figurativo, y una segunda etapa de consolidación, en la que dicho sistema se estabiliza. En la primera etapa de este estadio (experimental) se inicia el proceso de codificación que lleva al niño a la configuración de equivalentes gráficos de seres y cosas.  El concepto de forma en la representación gráfica. Aunque estamos ante un estadio de predominio iconográfico, coexisten al principio del periodo experimental dos niveles en la expresión de la forma:  

Ideográfico: no figurativo. Iconográfico: figurativo.

El iconograma es un concepto gráfico figurativo que puede ser identificado sin ayuda verbal por parte del niño. Un iconograma está constituido por la correlación y distribución significativa de monogramas (óvalos, triángulos, cuadrados, líneas paralelas, etc.). Al final de la etapa se tienden a pasar del nexo verbal al gráfico iniciándose el dominio de las relaciones contextuales, de manera que ya no son necesarias las explicaciones del niño sobre su composición para entender visualmente lo que ésta representa. La figura humana es el símbolo primordial a través del cual el niño expresa directamente su disposición psico-fisica. Los primeros iconogramas representativas del hombre suelen estar constituidos por óvalos (cabeza y cuerpo) y trazos longitudinales (miembros en extensión). Estas primeras representaciones de la figura humana son genéricas y no atienden a caracteres específicos como el ropaje hasta el final del periodo.  La definición de espacio. En este periodo el espacio exteroceptivo o contextual aún no está definido con un orden estable. La instauración y el control de las direcciones ortogonales (vertical y horizontal) determinan las dos direcciones básicas. En consecuencia, las primeras relaciones direccionales que se establecen son las de ortogonalidad. Ejemplo: dos chimeneas que están dibujadas perpendicularmente respecto a las líneas que definen el tejado. La concepción espacial del niño entre los cuatro y los seis años viene determinada por la capacidad de organizar de un modo significativo los distintos elementos diagramáticos que constituyen los iconogramas. Podemos distinguir:  

La organización espacial referente al objeto. La organización espacial referente al contexto.

Esta organización incluye la instauración de las direcciones ortogonales y la lógica de orientación, es decir, los conceptos: arriba-abajo, al lado de, izquierda-derecha, etc. Todo ello de forma global entre los elementos de un conjunto figurativo. Cada una de estas relaciones se registran en dos dimensiones: altura y anchura. El niño no se interesa aún por la profundidad. La transparencia es un caso especial de organización interoceptiva en la que el niño muestra simultáneamente el interior y exterior de algo.  El uso del color. El color en esta etapa se establece con las mismas características que en el periodo anterior. No existe una elección del color de forma intencionada, salvo en el caso de que se realice un uso afectivo del mismo. 2. Segunda etapa de consolidación del código gráfico (6-9 años).  Un vocabulario de imágenes Durante la primera fase de este estadio, dependiendo de la progresiva maduración psicomotriz, el niño creaba y diferenciaba los términos de un vocabulario iconográfico a la medida de sus necesidades expresivas y comunicativas. En la segunda fase o etapa de este estadio los términos iconográficos se asumen ya con carácter permanente y constante, constituyendo un código estable. Se caracteriza así la etapa, por la consolidación de un orden simbólico que tiene como base la imagen. La forma en que evoluciona la expresión de conceptos gráficos en el arte infantil dependerá de tres factores.   

El valor intersubjetivo y universal. El valor individual. El valor social.

El niño integra de manera natural a través del dibujo:   

Su conocimiento activo acerca de sí mismo y de su entorno. La percepción necesaria para la descripción de los datos. El contenido emocional ligado a la experiencia.

 El concepto de forma: recursos expresivos. Podemos distinguir las siguientes categorías de símbolos en la construcción iconográfica:  Símbolo unitario: es el que representa cada concepto gráfico o iconograma. Constituye un símbolo complejo construido a su vez por una serie de símbolos parciales.  Símbolos parciales: estos se subdividen en primarios y secundarios. 

Símbolos primarios: son los que constituyen la estructura esencial de un iconograma, es decir, aquellos que configuran los rasgos básicos que permiten reconocer un ser u objeto.

Estos símbolos se dividen a su vez en simples y complejos; los simples son aquellos que constituyen unidades aisladas; por ejemplo: un ojo, un brazo, etc.; los complejos son aquellos que aglutinan de modo significativo una serie de unidades simples, por ejemplo: la cabeza, con los rasgos de la cara, el cuerpo con sus miembros, etc. 

Simbolos secundarios: son los que constituyen indicadores de segundo orden en el proceso de diferenciación iconográfica. Se pueden diferenciar dos tipos: adicionales y complementarios. Los adicionales son aquellos que están constituidos por unidades o conjunto de monogramas que son insignificantes por sí mismos y adquieren un valor semántico cuando se vinculan con el iconograma; por ejemplo: una serie de círculos dispuestos verticalmente en el interior del cuerpo se traducen como ``botones´´ pero fuera de ese contexto, solo son monogramas circulares vacíos de contenido significativo. Los símbolos secundarios complementarios están más diferenciados y tienen significado propio separados del iconograma base: no obstante, no suelen representarse aisladamente sino que necesitan complementarse con éste. Por ejemplo: un sombreo, un bolso, gafas, una bandera, etc.

Los recursos que modifican el esquema genérico son los siguientes:  Énfasis: supone la ampliación de partes significativas: este recurso puede aplicarse a aspectos parciales de una figura (por ejemplo, para representar los brazos de una nadadora) o para destacar un elemento del dibujo en relación con los demás.  Omisión: se observa cuando se excluyen o reducen partes no significativas, es decir, podemos constatar cómo se omiten los brazos de los personajes.  Anexión: supone la creación de símbolos secundarios, necesarios en la transcripción de una experiencia concreta. Muestran como un mismo esquema puede servir para representar al hombre o a la mujer.  Sustitución: se observa cuando se cambia algún símbolo establecido por otro nuevo o bien, se muestra simultáneamente el mismo concepto con esquemas diferentes.  El concepto de espacio gráfico. Al final de la primera etapa de este estadio veíamos como los iconogramas empezaban a relacionarse significativamente y pasaban a estar distribuidos arbitrariamente a situarse con una lógica de orientación común. Seres y cosas aparecen ya en su representación simbólica, no sólo organizados en su distribución interna y correlacional, sino obedeciendo a un imperativo direccional de conjunto que es el que determina nuestra posición en el espacio: la perpendicularidad. Entre los cinco y los seis años podían observarse ya algunos nexos parciales o segmentarios sobre todo entre un iconograma y un símbolo complementario; por ejemplo: la mamá que sostiene el bolso o el paraguas, el niño con el globo, etc.

 Definición gráfica del orden espacial exteroceptivo: la línea-base y otras soluciones espaciales. La estructura base del espacio está constituida por una línea horizontal o línea base sobre la que se sitúan perpendicularmente todos los elementos de la composición que según el niño están en el ``suelo´´. Esta línea que se constituye en símbolo espacial se sitúa en la zona inferior del papel, e incluso con frecuencia es utilizado el propio borde de papel como sustituto de la línea trazada. Es también muy frecuente que este concepto gráfico de ``arriba´´ se represente simbólicamente por la disposición en horizontal de una serie de nubes o pájaros y naturalmente el sol como símbolo casi imprescindible en los dibujos infantiles. Hay que considerar la línea-base supone ``apoyo´´ y estabilidad para los iconogramas ya definidos; en segundo lugar, establece un vínculo entre ellos al ejercer de ``nexo´´ de unión entre las partes; por otro lado la tercera función sería ``cinestésica´´, ya que se trata de un vector que determina dos direcciones en la trayectoria lineal. En ocaciones, se utilizan varias líneas de base, dada la complejidad y la profundidad del espacio representado. Cuando la transcripción gráfica de una experiencia espacial es más compleja y no responde a algunos de los conceptos que justifican la línea-base: apoyo, nexo o dirección lineal. A) La omisión de la línea-base. Este abandono ocasional puede tener su origen en una experiencia emocional relacionada con una desvinculación del suelo: ejemplo, columpiarse, viajar en avión, o en orden a razones de tipo cinestésico complejo, es decir, en experiencias direccionalmente variadas y múltiples (como las representadas en un partido de f...


Similar Free PDFs