Title | El dolor de los demas Miguel Angel Hernandez |
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Author | Luchia Nanami |
Course | Teoría y Estructura de los Géneros Literarios |
Institution | Universidad de Murcia |
Pages | 186 |
File Size | 1.7 MB |
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Obra de Miguel Hernández ...
EnlaNochebuenade1995,elmejoramigodeMiguelÁngelHernándezasesinóasu hermanaysequitólavidasaltandoporunbarranco.Ocurrióenunpequeñocaserío de la huerta de Murcia. Nadie supo nunca el porqué. La investigación se cerró y e crimen quedó para siempre en el olvido. Veinte años después, cuando las herida parecen haber dejado de sangrar y el duelo se ha consumado, el escritor decide regresar a la huerta y, metiéndose en la piel de un detective, intenta reconstrui aquellanochetrágicaquemarcóelfindesuadolescencia.Peroviajareneltiempoe siempre alterar el pasado, y la investigación despertará unos fantasmas que creía haber dejado atrás: la infancia marcada por la Iglesia, el pecado y la culpa; la presenciaconstantedelaenfermedadylamuerte;eluniversoopresivoycerradode que un día consiguió salir. Y con ellos emergerá también la experiencia de una nostalgia contradictoria: la memoria de una felicidad velada, el reencuentro con un origeninjustamentesepultado.
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MiguelÁngelHernández
Eldolordelosdemás ePubr1.0 Titivillus14-01-2019
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Títulooriginal:Eldolordelosdemás MiguelÁngelHernández,2018 Editordigital:Titivillus ePubbaser2.0
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AJulia,laJulia,portodoelamorytodalavida
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La memoria es, dolorosamente, la única relación que podemos sostenerconlosmuertos. SUSANSONTAG
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I.Veinteaños
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HanentradoenlacasadelaRosario,dicetupadredesdelahabitacióndeallado,han matadoalaRosiysehanllevadoalNicolás. Es lo primero que oyes. La voz que te despierta. La frase que ya nunca podrás olvidar. Por un momento, prefieres pensar que forma parte de un sueño y permanece inmóvil bajo las sábanas. Son las cinco de la madrugada y apenas has conseguido dormir.LacenadeNochebuenanotesentóbienyllevasvariashorasdandovueltas enlacama. HanmatadoalaRosiysehanllevadoalNicolás,escuchasahoraatupadredeci contotalclaridad. Esentoncescuandoabreslosojosy,sinentendertodavíanada,saltasdelacama tevistesconloprimeroqueencuentrasysalescorriendohacialasaladeestar. Tumadre,encamisónjuntoalárboldeNavidad,temiraycomienzaallorar. LoscríosdelaRosario…,consiguedecir. ¿Quéhapasado?,preguntas. Algomuyfeo,contesta,algofeo,hijo.Ysellevalasmanosalacaraparaoculta laslágrimas. Tupadre,enelaseo,terminadevestirse.Tuhermano,elprimeroenenterarse,lo apremiadesdelapuerta. Ventesiquieres,tedicealsalir. Tumadresequedaencasaytúmarchasconellos. Llevadcuidado,advierte.Ycierralapuertaconllave. Elfríosetemetebajolapielylahumedadteatraviesalacabeza.Esdiciembreen lahuertadeMurcia. Camináislos tres en silenciopor el carril oscuro.El rumor de fondo loabsorbe todo.Aumentaconformeosaproximáisalacarreterayosdirigíshacialaexplanada atestadadesiluetasquesedisuelvenenlapenumbra. Laluzmortecinadeunplafónresquebrajadoiluminalosrostros.Nadiesemirade frente.Todosediceenvozbaja. Trescochespatrullabloqueanelaccesoalapuertadelacasa.Juntoaellos,solo moviéndose en pequeños círculos con las manos detrás de la espalda, distingues a padredetuamigo. ¿Quéhapasado,Antón?,preguntatuhermanocuandollegáisasualtura.
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Nada…,balbucea sin levantar lamirada del suelo, que hanmatado a mi Rosiy hansecuestradoamiNicolás. Pero¿quiénes?,¿cómo?,preguntatupadre. Nada…,queamiRosilahanmatado.YsehanllevadoamiNicolás. Esloúnicoquedice.Unayotravez.Repitelomismoalvecinodeenfrente,atu vecinaJulia,atuprimaMaruja,atodoelquedetieneelcocheyseacercaapreguntar Lo dice con la misma mirada perdida, el mismo rostro descompuesto y la misma actitudde incredulidad, como si verdaderamente no supiera nada, como si nada, en realidad,hubierasucedido. Asícomienzasiemprequelepreguntan. Nada… Yesoesloquenadieentiende.Lanadadeloquenopuedeserdicho.Lanadaqu comienzapocoapocoaapoderarsedetodoslosrinconesdelaescena.Lanadaquet paralizaynublatumente.Lanadaydospreguntas: ¿QuiénhamatadoalaRosi? ¿QuiénsehallevadoaNicolás?
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1 —Haceveinteaños, unaNochebuena, mimejoramigo matóa suhermanay setiró porunbarranco. —Noledesmásvueltas,chaval.Ahíestálahistoriaquebuscas. ElescritorSergiodelMolinohabíavenidoaMurciaapresentarLoqueanadiele importa, y yo acababa de decirle que la historia que contaba en esa novela, la reconstrucción de la vida de su abuelo materno, me había dejado sin ideas para m próximo proyecto. Aunque seguía inmerso en la escritura de mi segunda novela durantelos últimos meses habíacomenzado a esbozar enunos folios la historiade padre de mi padre. A principios del verano, uno de mis tíos de Argentina había regresadoaEspañatrasvariasdécadasdeausenciay,duranteunacomidaorganizada por mis hermanos, había dejado a toda la familia hipnotizada con el relato de la historia del abuelo Cristóbal. Según contó mi tío, su padre fue espía de Franco en África, era temido en Guadix por sus fechorías durante la posguerra, raptó a m abuela cuando ella acababa de cumplir doce años y, a finales de los cincuenta, s llevó a casi toda la familia a Argentina en busca de aventura. Allí los abandonó todosnadamásllegarynovolvieronasabernadadeélhastamediadosdelossetenta cuandoencontraronsucadáverenlacunetadeunacarreterarural. Yo había oído alguna vez a mi padre hablar del carácter y la rectitud de m abuelo, de cómo los guardias civiles se cuadraban en su presencia en los año posteriores a la guerra e incluso de cómo había saltado la tapia de la casa de m abuelaparallevárselaa lafuerza.Seguramente tambiénélhabría contadoalgúndía esa historia argentina que años después su hermano nos relató. Si lo hizo, no lo recuerdo,otalveznoleprestaseatención.Loshijosnoescuchanalospadres.Ysolo reparan en ello cuando ya es demasiado tarde. Tal vez por eso —y quizá también porque,apesardelmarcadoacentoargentino,sutonodevozgravemehizoevocara mipadre—aquellatardeseguílanarracióndemitíocomosifueranloscuentosde las mil y una noches. Y cuando, tras concluir su relato, hizo una pausa y exclamó «Menudohijodeputa,elabueloCristóbal»,sentídeprontolanecesidaddeahonda enlavidadeesedesconocidodelquenisiquierahabíavistounafotografía. Durante varios meses esa historia fue ganando espacio en mi cabeza. Abrí un cuadernoypocoapocofuillenándolodenotas,esbozoseideas.Inclusomeplanteé abandonarlanovelaqueestabaescribiendoenesemomento.Sinembargo,afinales del verano de 2014, justo cuando había decidido en firme que mi próximo libro intentaríadejarconstanciadelasandanzasdemiantepasadoinfameyvil,llegóacasa ellibrodeSergiodelMolinoydesbaratótodosmisplanes.Élhabíaescritoloqueyo queríaescribir.Aunquesetratabadevidasdiferentes—suabuelonoeraunmiserable comoparecía serloel mío—, loque yo queríanarrar —la historiade un paísy una generación a través de la historia de una persona cualquiera— constituía
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precisamente el corazón del libro de Sergio. Comenzar a escribir después de él no tenía demasiado sentido. Al menos, no en ese momento. Por eso, cuando me lo encontréenMurciavariosmesesdespués,nopudeevitardecirle: —Cabrón,mehasquitadomipróximanovela. Yfueentoncescuando,trasconversaracercadeautoficción,no-ficción,novelas inspiradasenhechosrealesyautobiografías,lecomentéque,apartedelavidadem abuelo, había una historia que hacía mucho tiempo que estaba dentro de mí. Una historiaamargaquenosabíasialgúndíatendríaelcorajedeafrontaryqueesatarde resumíenunafrasesecaydesnuda: —Hace veinte años, una Nochebuena, mi mejoramigo mató a suhermana y se tiróporunbarranco. Esa frase contenía una historia. El pasado del que toda mi vida he estado intentandoescapar. Haceveinteaños… Yo acababa de cumplir dieciocho años, vivía con mis padres en un pequeño caseríodelahuertadeMurciayhabíacomenzadoaestudiarHistoriadelArteenla universidad.Mipadreembalabaventanasenunacarpinteríadealuminioymimadre seencargabadesutíaanciana,laNena,queyahabíacumplidolosnoventaypasaba los días sentada mirando por la ventana. Mis tres hermanos, casados cuando yo apenaseraniño,hacíayabastantetiempoquesehabíanmarchadodelhogarfamiliar Y a mí todavía me quedaban años por vivir en aquella casa en medio de ninguna parte, con la Nena y con unos padres que me cuadruplicaban la edad y que bien podríanhabersidomisabuelos. Yoeraelniñomimado,elpequeño,elconsentido.Teníatodoloqueellos—mis padres,perotambiénmishermanos—nohabíanpodidotener.Ynopodíaquejarme denadaporquenosabíaloqueerapasarfatigasotenerquepedirprestadoparapode comer.Precisamenteporeso debíaestudiar,dejarmelapiely aprovechareseregalo que a otros muchos les había sido negado. Estudiar para no acabar trabajando la huerta. Estudiar lo que fuese. Administrativo, mecánica, electrónica. O, mejor bachiller. Y, después, COU. Y, con suerte, entrar en la universidad. Y estudiar all cualquiercosa.PreferiblementeDerecho,oMagisterio,oPsicología.InclusoHistoria delArte.Alfinyalcabo,tambiéneraunacarrera.Yunacarreraeraunfuturo.Ibaa ser el primero de la familia en ser admitido en la universidad. Un orgullo. Tanto esfuerzo, tantas horas extraordinarias, tantos desvelos, por fin, recompensados. M hijo—aspirabaadecirmimadre—,eluniversitario,elqueseencierraaestudiaryno velaluzdelsol,undíaseráalguien. Ysuhijo—yo—demomentosoloeraungordo.Porencimadecualquiercosa Un gordo acomplejado que se ocultaba bajo camisas negras dos tallas más grande paraevitarqueselemarcasenlosmichelines.Ungordoaplicadoperoinvisibleque www.lectulandia.com-Página11
habíapasadodesapercibidoenelcolegioyenelinstitutoyqueaúnnosabíalobien queseleibaadarmemorizardiapositivasdetemplosgriegosypinturasbarrocas.Un gordoquenohabíaescritounasolalínea,niselehabíapasadoaúnporlacabezala ideadeconvertirseenescritor.Ungordo,esosí,quesedejabalaspestañasleyendoy quedevorabacompulsivamentecualquierlibroquecaíaensusmanos. Esoerayo.Ungordoqueleíaenunmundoenelquenadielohacía.Porqueenm casa no hubo libros hasta que yo comencé a traerlos. Primero, prestados, de l bibliotecadelcolegio;después,delinstitutoydelasbibliotecasdetodoslospueblos circundantes.Yluego,mástarde,comprados.Enlalibreríadelpuebloyenelquiosco dela plaza. Nuevos yde segunda mano. Clásicosy contemporáneos. Dostoievski y StephenKing.HermanHesseyDeanR.Koontz.Aúnnoteníacriterio.Omicriterio eraquetodosloslibroseranbuenosyhabíaqueleerlos.Yesoesloquehacía.Hasta que me dolían los ojos y comenzaba a ver borroso. Hasta que la realidad se desvanecíayunespaciodiferenteseabríafrenteamí.Comolasnochesquepaséen velaanteElpequeñovampiro,conochoaños,enunasilladelacocina,cuandoaún no tenía habitación propia. O la semana entera que me recluí a leer dos veces La historiainterminablebajolacolchadelsofá,comoBastianBaltazarBux,iluminando laspáginasconlalinternacuadradaquemipadreutilizabapararegarloslimoneros lasnochesdetanda. Lopiensoahoraycreoqueesaimagencondensamisdosmundos.Elmundode debajodelacolchadelsofáyelmundodeafuera.Eluniversodeloslibrosylavida delahuerta.Elterritoriohaciaelquequeríahuiryelespacioenquemehabíatocado vivir,unmundoviejoypequeño,cerradoyclaustrofóbico,unlugardondepesabae aire. En1995—el«haceveinteaños»delafrase—,sinsertodavíaconscientedeello yahabíacomenzadomiparticularintentodeescapadadeaquellugar.Launiversidad laciudad,elmundomásalládeloslindesdelahuerta,ibaasermisalvación.Allíiba a encontrar el espacio al que realmente pertenecía, el lugar en el que tendría qu haber nacido. Pero aún había lastres que no me dejaban marchar y me mantenían pegado a ese territorio al que volvía todas las tardes. Uno de ellos había sido m bombonadeoxígenoenelpasado,misombra,elniñojuntoalquecrecí:Nicolás,e hijo de la Rosario, mi vecino de la huerta, de quien me había distanciado, pero a quienseguíaconsiderando… …mimejoramigo… Vivíamosaapenasdoscientosmetrosunodelotro.Sucasaseelevabajuntoala carretera que cruzaba la huerta. La mía, al fondo de un carril de chinarro.Las dos rodeadas de limoneros. Nuestra existencia parecía cortada por el mismo patrón Nicolás cumplía años pocas semanas después de mí, también era hijo de padre mayoresy,comoyo,elmenordecuatrohermanos.Élteníaunahermanaynosotros www.lectulandia.com-Página12
éramos todos varones. Por lo demás, parecíamos un reflejo. Inseparables. Uña y carne, decían los vecinos. Yo, la carne;él, la uña. Yo, rechoncho y voluminoso;él altoydelgado.Yo,mofletudoyconlatezrosa;yél,cobrizo,deperfilduroyrasgos achinados.Unorientalespigadoconelpelonegroylustroso. Cuando pienso en él, no sé por qué razón, lo imagino siempre vestido con un chándal de tactel de tonos violáceos. Y lo recuerdo también ensimismado, callado cerrado, taciturno. Porque, sin duda, eso era lo que por encima de cualquier cosa definíaaNicolás.Siyoeraungordoaplicado,élerauntímidoenfermizo.Supongo que hoy le habrían diagnosticado algún tipo de trastorno del espectro autista probablemente un Asperger. En aquel tiempo era un «crío callado», vergonzoso y retraído. Un chico raro que agachaba la cabeza y al que apenas le salía la voz de cuerpo.Concuatroañosycondiecisiete. No se comportaba como el resto de los niños. Era especial. Tambiéncuando se mofabandesutimidez.Aguantabacomonadie,peroteníaunpuntolímite.Apartirde ahíexplotaba.Yaflorabaenélunarabiacontenida.Unafuerzadesmedidaquenadie sabía de dónde brotaba. Instantes fugaces de cólera que incluso a mí me sobresaltaban.Hastaesosmomentos,yoerasuvozysuescudo.Hablabaporélylo protegía.Yasuladomesentíapoderoso.Yodominabayélobedecía.Eracomom sombra,seguramentetambiénmilacayo. Siempre estuvo presente en mi vida. Desde el primer día de parvulario hasta la nocheen quesucedió todo.Es ciertoque nuestros caminoscomenzarona separarse despuésdelcolegio,cuandoélsedecantóporlaFPyyopreferíelbachillerato.Sin embargo,aunqueyanonosviésemosenclase,nosreencontrábamosporlatardeenla huerta, para jugar al fútbol, a la canasta, al parchís, a las cartas o a la consola. Y tambiénlosdomingosenlaermita.Paraprepararlaslecturasyayudaramisa.Yenla catequesisdelaconfirmación,enelpueblodeallado,losviernesporlatardeylo sábadosporlamañana.Incluso,alfinal,enlaautoescuela.Hastaelúltimomomento latardedel24dediciembrede1995,cuandolovienlapuertadesucasajugandoa ajedrezconsuprimoPedroLuis,horasantesdelanochefunestaenque… …matóasuhermanaysetiróporunbarranco. Esanoche,traslacenadeNochebuena,sobrelasdosdelamadrugada,cuandolo padresyasehabíanidoalacamayelrestodelafamiliasehabíamarchado,Nicolá entróenlahabitacióndeRosi,cincoañosmayorqueél,ylagolpeóconfuerzahasta acabarconsuvida.Lohizoconelradiocaseteoconlabásculademetal—o,según otras versiones, con todo lo que tenía a mano—. Los padres no oyeron golpes n gritos. Los despertó el ruido del motor de un coche. Al entrar en la habitación encontraronelcuerpodesuhijatendidosobreuncharcodesangre. Buscaron a Nicolás, pero había desaparecido. El Seat 127 azul tampoco estaba Llamaron a la Guardia Civil y comenzó la búsqueda. Nadie sabía dónde podía www.lectulandia.com-Página13
haberseescondido.Variashorasdespués,cuandocomenzabaaamanecer,encontraron sucadáverenelCabezodelaPlata,unterrenoescarpadoaunosdiezkilómetrosde su casa. Su primo hermanoJuan Alberto, otro de mis mejores amigos, descubrió e cuerpo en el fondo de unbarranco. Llevaba el cinturónalrededor del cuello.Había intentadoahorcarseantesdesaltar.
Esos eran los hechos. Lo que yo sabía. Lo que, tiempo después, había conseguido averiguar.Sialgúndíameatrevíaaescribiresahistoriatendríaquecomenzarasí.Y desvelarlotododesdeelprincipio.Éllamatóyesamismanochesesuicidó.Nohay más intriga. No hay más misterio. O precisamente ahí está el misterio. ¿Por qué la mató?¿Quépasóporsucabeza?¿Porquéentróenlahabitación?¿Quédesencadenó lapelea?¿Fue,dehecho,unapelea?¿Huboalgomásentreellos?¿Quésucediópara queunanochedefiestaseconvirtieraenunapesadillaatroz? Nadieseexplicabaquépodíahaberocurrido.Unafamilianormal,buenoschicos dijeron todos —yo tambiénante los medios y ante la Guardia Civil—. Nadie sabía nada. Nadie lo ha llegado a saber jamás. El caso se cerró y todas las pregunta quedaronsincontestar.Elsecretoseconvirtióenenigmaysusoluciónseenterrócon ellosparasiempre.Alfinyalcabo,loshechosestabanclaros.Habíaunavíctimayun asesino.Yelasesinotambiénestabamuerto.Lodemáserapuraespeculación. Porexcepcionalquepuedaparecer,yoapenasregreséaesanocheamarga.Prefer dejarlamenteenblancoyhuihaciadelantecomosinadahubierasucedido.Mimejo amigohabíamatadoasuhermanaysehabíasuicidado.Nadiesabíaelporqué.Yyo menos que nadie. Tenía dieciocho años y, en plena adolescencia, lo normal habrí sidoqueaquellomehubiesehechotrizaspordentro.Sinembargo,pasépáginadeun modoqueahora,alrecordarlo,mesorprendeyapenaspuedocomprender. Coneltiempo,aquellalargamadrugadaacabótransformándoseenunaanécdota delpasado.Unepisodiodemihistoriaenelquenuncaprofundizabamásalládeesa frase que en ocasiones repetía como un mantra —«mi mejor amigo mató a su hermana y se tiró por un barranco»—. Una fórmula que quizá también fuera una armadura,una proteccióncontra aquelespacio oscuroen elque nuncahabía sabido cómoadentrarme. Y, sin embargo, ahí, en esa frase, en esa fórmula-armadura que yo había construidoparaaislarmipasadoyalejarlodelpresente,habíaunahistoriaquepodía ser contada. Eso era lo que me había sugerido Sergio y lo que otros, antes que él tambiénmehabíanasegurado.Tienesqueescribirloalgúndía,insistíamiamigoLeo cadavez que sacaba...