El Edicto de nantes - Comentario de un texto PDF

Title El Edicto de nantes - Comentario de un texto
Author Manuel ALFONSO LARIOS
Course Historia de Europa en la Edad Moderna
Institution Universidad de Alcalá
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Comentario de un texto...


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La tolerancia es la mejor religión.

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Texto: “Edicto de Nantes en favor de los de la religión pretendidamente reformada”. Enrique IV: Nantes (abril 1598) El edicto de Nantes, firmado en abril de 1598 en Nantes (Francia) por el rey Enrique IV, fue un decreto que autorizaba la libertad de conciencia y también de culto pero de forma limitada a los protestantes calvinistas. La promulgación de este edicto puso fin a las Guerras de Religión que sacudieron Francia durante el siglo XVI y cuyo punto culminante fue la Matanza de San Bartolomé de 1572. Los antecedentes de los primeros problemas religiosos aparecieron bajo el reinado de Francisco I (1515-1547), con motivo de las destrucciones de objetos religiosos de ritual que los católicos consideraban sagrados: reliquias, custodias y estatuas de santos, cometidas por protestantes, que provoco el inicio de las persecuciones contra ellos y la publicación de los primeros edictos condenatorios. Fue durante el reinado de su hijo Enrique II (1547-1559), cuando las tensiones religiosas aumentaron alarmantemente. Enrique II, más intransigente que su padre, persiguió a los herejes, los acosó sin cuartel y multiplicó los edictos en su contra, incluso creó tribunales especiales para juzgarlos de forma severa. A pesar de esa persecución el protestantismo fue ganando adeptos sobre todo entre burgueses, artesanos y nobleza. Entre los años 1540 y 1550 el conflicto se politiza y al morir el rey en 1559, los grupos religiosos comienza a estructurarse como organizaciones militares. A finales del siglo XV y comienzos del XVI, la monarquía francesa había ampliado notablemente los cimientos de su poder territorial, financiero, económico y militar, estableciendo un gobierno centralizado. El equilibrio entre nobleza y monarquía se mantuvo durante los reinados de Francisco I y Enrique II, que se apoyaron en la nobleza, que prospero al amparo de la monarquía, para poder gobernar, buscando su consejo y auxilio, pero sin dejarse dominar y sin tolerar ninguna oposición a su poder. Las familias nobiliarias más importantes del momento eran los Guisa, los Borbón y los Montmorency. Estas tres grandes familias ejercían el control del gobierno central, a través del favor del Rey, pero ese equilibrio se rompió al morir Enrique II porque los reyes Francisco II y Carlos IX, sus sucesores, eran demasiado jóvenes para reinar. La competencia de la nobleza por el favor del rey se convirtió, a partir de ese momento, en una lucha por controlar el poder real. Los intentos de la viuda reina Catalina de Médicis por crear una verdadera administración profesional propia de la Corona, integrada por miembros de la burguesía y la baja nobleza, provocaron el descontento de la alta nobleza, por considerar que era una forma de marginarlos de su tradicional función asesora. Todo ello, combinado con la ya existente desunión religiosa provoco un movimiento que haría tambalear la monarquía y sumiría al país en un largo periodo de luchas intestinas que se prolongaron durante 36 años al haberse transformado las distintas confesiones religiosas en partidos; el Partido Hugonote, que aparece como consecuencia de la politización de la Iglesia Reformada y en defensa de su fe y la Liga Católica, que surge como reacción a los éxitos y excesos de los hugonotes, y además por la internacionalización del conflicto que 1

implicó a la Inglaterra de Isabel I, en favor de los protestantes y a la España de Felipe II en apoyo de los católicos. Las guerras de religión, (ocho), dan comienzo en 1562 y concluyen en 1598 con la firma del Edicto de Nantes. Estamos ante una selección de artículos del Edicto de Nantes en el que Enrique IV se dirige a todos los habitantes de su reino con una clara intención de poner fin a los conflictos que han asolado Francia, de hecho, el primer apartado es una artículo, declarando una amnistía, que pone punto final a esa guerra civil. Con la publicación de este Edicto, Enrique IV busca garantizar los derechos de los “reformados” y la libertad de conciencia y culto, aunque constreñido a determinados lugares, así como la posibilidad de acceder a cualquier cargo y servicios públicos y el ingreso, sin diferencias, en hospitales e instituciones de enseñanzas, sin que nadie les pueda poner trabas en todo su territorio, aunque reafirmando que la religión católica será la religión oficial del reino. También establece una serie de obligaciones y prohibiciones para los protestantes; devolución de propiedades, derechos y privilegios usurpados a los católicos durante las contiendas y la prohibición de propagar, imprimir y vender sus libros litúrgicos fuera de aquellas ciudades donde ésta esté permitida. También prohíbe la publicación de escritos difamatorios

Conclusión Enrique IV, a la vista de la difícil situación por la que pasa el reino de Francia donde la convivencia es cada vez más difícil y que además puede llevar a su destrucción, entiende que hay que llegar a una solución que, aunque no de su gusto, es la menos mala de todas las posibles soluciones, dictando el Edicto de Nantes. Este Edicto no tuvo, en principio, el efecto deseado puesto que algunas ciudades se resistieron a su aplicación, de hecho, Rennes, Ruán y París lo ratificarían sólo bajo presión del monarca diez años después de su publicación. Por otro lado, los calvinistas continuaron organizados actuando como un estado dentro del estado, con sus propias fortalezas, autoridades y milicias. Luis XIII tuvo que recurrir al empleo de la fuerza para someter a los hugonotes de la Rochelle en 1627. La promulgación del Edicto de gracia de Alés, puso fin al lado político-militar del Edicto de Nantes, con la revocación de las asambleas políticas y la supresión de las plazas fuertes militares de los protestantes, si bien se les permitió la libertad de culto en todo el reino salvo en París. Finalmente fue Luis XIV, con el Edicto de Fontainebleau de 1685, quien puso fin al protestantismo en toda Francia.

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Víctor Hugo

Manuel ALFONSO LARIOS Seminario 1

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