El Fort- Da - resumen caso fort-da PDF

Title El Fort- Da - resumen caso fort-da
Course Teoría Psicoanalítica II
Institution Universidad de Belgrano
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resumen caso fort-da...


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El “no”, la negación y el juego. Cuerpo y juego ¿Qué operación psíquica es necesaria para que el juego se produzca? ¿Cuál es la condición de posibilidad de que el “no” aparezca? ¿Cuál es la relación entre el “no” de la negación (que no es el no del negativismo) y el comienzo del juego? ¿En qué se relaciona la aparición del “no” con el inicio del juego? Si tomamos el texto de Freud de La Negación, (1924) me parece que nos sirve para pensar en operaciones necesarias, en términos del armado del aparato psíquico para que el juego pueda iniciarse. Freud nos habla de los juicios de atribución y de existencia. El juicio de atribución, en donde se incorpora lo bueno y se expulsa lo malo, está dominado por el principio del placer. El juicio de atribución es la primera entrada del niño al lenguaje y la cultura, en donde lo que es placentero se incorpora al yo y lo displacentero se expulsa, lo que va creando el adentro y afuera que permite que se arme el cuerpo. El Juicio de existencia afirma o niega, admite o impugna, la existencia de una representación que se encuentra en la realidad. Se trata de que algo que está presente en el yo, pueda ser reencontrado también en la percepción, en la realidad. Aquí se deja de lado el principio del placer está más allá de que me guste o no, aunque no me gusta existe, por eso, más allá del Principio del Placer. El yo puede aceptar que algo exista más allá de que le guste o no le guste y se asienta la posibilidad del no. Lo que está no me gusta y puedo decir que no El juicio de existencia permite conservar el displacer sin expulsarlo. Me es displacentero pero lo encuentro en el realidad. Es de este modo, nos dice Freud, que se constituye la realidad, el afuera y lo representado adentro, lo subjetivo. Para que esto ocurra tienen que haberse perdido objetos que dieron

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satisfacción. Es decir que es a partir de la inscripción de la pérdida que hay objetos en el mundo. La afirmación equivale a la unión y la negación es sucesora de la expulsión, pero el “no” permite expulsar, conservando al mismo tiempo. La negación permite conservar lo displacentero sin necesidad de hacerlo desaparecer. Es justamente lo displacentero conservado lo que permite jugar. Esto es lo que ocurre en el juego del Fort-Da en donde se conserva la desagradable ausencia de la madre y el niño no sufre sino que juega. La posibilidad del acceso a no ser el falo que completa a la madre, se inicia en el juicio de existencia que es la posibilidad de que el sujeto tenga a su disposición la facultad de distinguir si se trata o no de la reaparición de algo que produjo en su momento una satisfacción. La reaparición de lo que fue satisfactorio. Esto es un salto cualitativo respecto de esto es bueno o malo que induce a la repetición de lo idéntico, es decir a la identidad de percepción, la satisfacción alucinatoria del deseo. El juicio de existencia es un vehículo fundamental de la diferencia entre y lo anhelado y lo encontrado que instaura la distancia entre lo que se demanda y se ofrece como respuesta.

La negación es poder conservar lo que no daba satisfacción pero anteponiéndole el “no”. La conservación de la experiencia donde no se encontró lo que satisface pero se lo conserva. Esto es preparación para el Fort Da en donde se conserva lo que no produce satisfacción. La ganancia es la captación del intervalo. Paso a que se pueda poner en ejercicio una cosa que existe que sí y que existe que no. Puede hacer hiancia, separación entre la madre y el niño e inicio del juego a partir de la instalación de la lógica de la negación. De esto es de lo que nos habla Freud en Más allá del Principio del Placer cuando se refiere a este primer juego autocreado por su nieto

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En este juego se está más allá del Principio del placer porque se repite lo displacentero, pero en este juego el niño no sufre, es decir que hay un movimiento que permite conservar lo displacentro y transformarlo en un juego. Que: no es imitativo sino que es autocreado ¿Quién significa este juego? Fijensé que es Freud, ayudado por la madre del niño quien significa este acto repetitivo, que uno podría pensar que si nadie lo lee como juego podría quedar en un juego de ejercicio. Descripción del juego en Freud Freud significa como juego una acción repetida, que en principio le es enigmática, y luego le revela un sentido. Este niño tenía el hábito de arrojar lejos de sí todos los pequeños objetos que hallaba a su alcance al tiempo que decía, con interés y satisfacción “o-o-o”. Según la madre este no era un sonido cualquiera sino que significaba “fort” (se fue). Entonces cae en la cuenta de que esto era un juego, que el niño estaba jugando a que los juguetes se iban. Esto se le corrobora cuando lo ve en otro momento jugando con un carretel de madera atado a un piolín y lo arrojaba adentro de su cuna diciendo “o-o-o” y después, tirando del piolín lo sacaba diciendo con gran alegría “da” (acá está). Este era el juego completo: desaparecer y volver. El mayor placer correspondía al segundo momento. Dice Freud que la obvia interpretación del juego sería entonces que su renuncia a la satisfacción pulsional admitiendo sin protestar la partida de su madre se resarcía escenificando por sí mismo con los objetos a su alcance, ese desaparecer y regresar. Pero se da cuenta de que lo que el niño repite es la vivencia penosa. Ya que al arrojar el carrete, lo que simbolizaba la partida de la madre, era escenificado con una frecuencia mayor que el juego íntegro llevado a su final placentero. En este juego, el niño repite lo penoso. O sea que el juego no está sostenido en el principio del placer. Entonces creo que aquí queda muy claro cómo es que la significación del juego viene desde el Otro, necesariamente es el Otro primordial quien sanciona como juego una acción infantil y

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desde el lado del niño, tiene que inscribir esto que le viene del Otro que lo supone un sujeto. Es un movimiento de ofrecer un lugar y que el sujeto se aloje en ese lugar que se le ofrece. Para no pensarlo en término de un diálogo de “a dos” porque no son dos el niño y su madre, lo podemos pensar en términos de alienación-separación. Para pensar la relación entre Juego y significante podemos tomar la lectura que en el Seminario I hace Lacan del texto de Freud

Nos dice que, en este juego, el que el niño se haga agente de la partida de la madre, es secundario. Lo que el niño hace, nos dice Lacan, es fijar su atención en el punto donde su madre lo ha abandonado. Se trata de la hiancia introducida por la ausencia. Se trata de lo que cae, lo que se pierde, ese carrete unido a él por el hilo que agarra, es lo que se desprende de él (es decir el objeto que él no es, que él no es todo para la madre, que el no la completa, eso es lo que el niño pierde, su lugar de objeto que completa a la madre, de eso se trata). El juego del carrete es la respuesta del sujeto a lo que crea la ausencia de la madre. Ese vacío entre él y su madre crea un espacio, permite un espacio de juego. Entre Fort y Da, entre lejos y acá, es que aparece el juego. El juego es lo que pasa en el intervalo, dado que el intervalo existe. El carrete no simboliza a la madre sino que es como un trocito del sujeto que se desprende pero sin dejar de ser bien suyo, pues sigue reteniéndolo. El conjunto de la actividad simboliza la repetición, pero no es que el juego se repita porque el niño pide mediante el juego que la madre vuelva, para esto el llamado, el grito, sería suficiente. Lo que el niño repite en el juego es la partida de la madre como causa de una Spaltung en el sujeto. A esto me refiero cuando digo que el juego es efecto de la división subjetiva y el sujeto se produce en el juego. Es el lugar por el que el sujeto entra a ese nivel en lo simbólico, y hace surgir lo que Winnicott, ha denominado como el objeto transicional. El objeto transicional es la pequeña pelota

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del Fort-Da. Es decir que es un objeto que ni es del sujeto ni es del Otro. Esto no quiere decir que el carretel tenga el uso del objeto transicional. Ustedes saben que Winnicott cuando habla de los objetos transicionales se refiere a esos objetos que consuelan por la ausencia de la madre, es decir que se capta la ausencia, pero el objeto que es casi tan importante como la madre hace como si esa ausencia no existiera. En cambio el niño del Fort Da, con el carretel inscribe que la ausencia existe. En este juego la repetición apunta a inscribir la pérdida. Pérdida que permite que el niño deje de ser todo para la madre, y que pueda buscar, más allá de ella objetos en el mundo. O sea que esa pérdida es causa de la emergencia del sujeto a partir de que hay una primera inscripción de la falta. Este Otro completo aparece barrado, se inscribe la falta en el Otro El fort da, es un modelo de ese momento que podemos considerar teóricamente como primero de la introducción del sujeto en lo simbólico porque es el momento donde el Sujeto se interroga en relación al otro en tanto que presente o ausente. Fort-Da pone en relación dos fonemas y los opone. La repetición inscribe diferencias En el juego del Fort-Da, la introducción del símbolo en esta oposición fonemática invierte las posiciones. La ausencia es evocada en la presencia y la presencia en la ausencia. Cuando el objeto está cerca lo expulsa, cuando está lejos lo llama. El símbolo emerge y es más importante que el objeto. El símbolo permite esta inversión, anula la cosa existente y abre al mundo de la negatividad, abre al discurso del sujeto humano y a su realidad. Esto es lo que diferenciaría el juego del automatismo de repetición es una repetición que inscribe la diferencia.

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Ej: Cuando digo “la palabra obsoleta es obsoleta” Obsoleta no es idéntico a obsoleta, la primera que está como uso es distinta a la segunda que está como mención Entonces es porque hay cuerpo que hay juego y hay juego cuando el significante está en juego Es la introducción de la falta en el Otro (porque el niño no lo es todo para esta madre que va y viene) que le vuelve al sujeto que no es todo para la madre, lo que permite que aparezcan objetos en la escena del mundo para el niño, que haya un objeto al cual le presté interés y luego que pueda buscarlo en ausencia. Porque en lo real no falta nada, es el lenguaje quien la introduce la falta. Si hay cuerpo, si el niño no es el objeto de la madre, aparecen objetos en el mundo, la posibilidad de que aparezcan objetos en el mundo es a partir de haberlos perdido, el objeto de la pulsión se constituye en el si-no del juego....


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