EL Héroe Discreto CAPÍTULOS 1 Y 2 PDF

Title EL Héroe Discreto CAPÍTULOS 1 Y 2
Course Morfofisiologia
Institution Universidad Norbert Wiener
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Summary

Resúmenes de los capítulos 1 y 2 ...


Description

EL HÉROE DISCRETO Mario Vargas Llosa

 NOMBRE

: YAEL YOMIRA

 APELLIDO : RAMOS TATAJE  SECCIÓN

: AC2M35

 CURSO

: REDACCIÓN Y ARGUMENTACIÓN

 DOCENTE

: LUIS RODRIGO ZACARIAS DE LA CRUZ

 ESCUELA

: MEDICINA HUMANA

 CICLO

: II CICLO

2020 - II

CAPÍTULO I Para empezar , Felícito Yanaqué, era dueño de la Empresa de Transportes Narihualá, él salió de su casa a la misma hora de siempre, 7:30 am, después de hacer Qi Gong, fue a darse una ducha fría y prepararse su típico desayuno, la misma rutina de siempre. Pero ese no fue un día normal, pues en su puerta habían pegado un sobre en cuál estaba su nombre. Él sorprendido de la manera de entrega, abrió el sobre y leyó la carta, en ella daban a entender que “cuidaría n” de su empresa de los vándalos siempre y cuando él les pagara 500 dólares al mes, en la carta como firma solo se encontró un dibujo parecido a la de una arañita. Don Felícito estaba tan sorprendido que leyó un par de veces más la carta, pues creía que er a una broma de mal gusto. La carta estaba escrita con letra bailarina y con manchones de tinta.

Mientras Don Felícito, iba a su oficina, no fue llenando su agenda de trabajo, como de costumbre, esta vez estuvo pensando en dicha carta, no sabía si debería tomarlo en serio o ir a denunciarlo con la policía . Él se sentía desconcertado e indeciso, pero eso sí, estaba muy seguro de que si fuese verda d no daría ningún centavo a los vándalos . Estaba tan pensativo en ese momento que apenas saludó a Joaquín Ramos, él tenía de costumbre de intercambiar palabras con él, pero esa vez no fue así. Cuando llegó a su oficina su secretaria, Josefita ya le había puesto en el escritorio la lista de citas y compromisos del día junto al el café que ir ía bebiendo hasta la hora de almuerzo. En el momento que llegó inmediatamente dio aviso a su secretaria que ir ía a la comisaría a poner una denuncia, y se fue sin dar más detalle.

Lo más pronto que pudo, Don Felícito se dirigió a la comisar ía, la cual estaba a pocas cuadras de su oficina . Llegó a la comisaría, acalorado y furioso, porque broma o no, el que había escrito la carta le e staba haciendo perder la mañana, ya ahí e l guardia, le preguntó qué se le ofrecía y Don Felícito pidió hablar con el comisario, pero este estaba de vacaciones, por lo que tuvo que hablar con el encargado del puesto, el cual era el sargento Lituma. Don Felícito tuvo que esperar a que el sargento se dignara recibirlo. Al entrevistarse con él y explicarle las cosas, este solo le dijo que eran las consecuencias del éxito que tenía. Don Felicito creía que este solo se burlaba de él, ya que no le daba ayuda alguna. Don Felícito decidió retirarse dejando solo una copia de la carta.

Don Felícito llega al casco antiguo de Camal, rezaba para que la señora Adelaida estuviera en su tienda, siempre decía a su esposa Gertrudis y a sus hijos que Dios lo recompensó por su esfuerzo y sacrificio a través del pulpero Liu y la adivina Adelaida. Para su suerte Adelaida estaba en su tienda, y ella sabía que si él iba a buscarla era por algo malo que le pasó o estaba por pasarle. Él le contó todo, incluso lo que le dijeron en la comisaría, le pidió que lo aconsejara, pero ella solo dijo que no sabía nada. Después de beber un vaso de agua, este se quedó dormido por lo agotado que estaba, y cuando despertó, Adelaida le dijo que tenía un mal presentimiento y le pidió que hiciera lo que pedían en la carta, pero luego que no le hiciera caso. Don Felícito salió de la tienda pensando en lo que podía hacer.

CAPÍTULO II Primero que todo, Ismael Carrera, era dueño de la aseguradora y le propuso a Rigoberto que almorzaran junto, pero este pensó que trataría hacerlo cambiar de opinión respecto a su jubilación, llevándolo a comer “una sábana” y tomándose un vino. Nadie entendía el por qué Rigoberto quería jubilarse si solo le faltaban 3 años más para que pudiera acceder a los beneficios que le darían, pero Rigoberto ya había hecho los cálculos para el futuro de su hijo Fonchito y para que él y su esposa Lucrecia pudieran tener una vejez tranquila. Cuando Rigoberto e Ismael se encontraron, este le dijo que no lo convencería con nada. Cuando se fueron a almorzar y ya comiendo, Ismael le pidió a Rigoberto que fuese su testigo de bodas. Rigoberto no se lo podía creer.

Después de un buen rato Rigoberto le preguntó a Ismael que quién era la afortunada novia, este le dijo que se llamaba Armida, a lo que Rigoberto quedó asombrado, porque decía que no la conocía, sin embargo, Ismael le comentó que Armida era la empleada doméstica de su casa. Rigoberto no lo podía creer, y le preguntaba a Ismael si estaba seguro de lo que haría. Ismael le empezó a contar como era Armida y que él estaba seguro que ella sería la compañera perfecta para su vejez. Rigoberto le preguntó a cómo así había decidido casarse con su doméstica y él le recordó su infarto que había tenido, y que fue en recuperación cuando se dio cuenta que quería casarse con Armida, cuando la vio, la olió y la tocó

Después Ismael también le confesó que fue cuando tuvo su infarto que se dio cuenta que sus hijos no lo querían, porque los escuchó deseando su muerte para poder heredar de una vez. Ismael no sabía por qué sus hijos se habían vuelto así ya que él y su ex mujer, Clotilde, les habían dado todo el amor del mundo y una excelente educación, la cual no la supieron aprovechar muy bien, pues sus hijos habían sido envueltos en varios escándalos, al violar a una muchachita, choquea automovilísticos, al conducir borrachos y drogados, entre otras cosas, pero lo que colmó a Ismael fue que llegaron a vaciar la caj a de su oficina donde se guardaba el dinero de los gastos corrientes, en ese momento Ismael los despidió de sus empresa y prefirió pasarles una pensión. Rigoberto creía que era porque los tenían muy consentidos.

Luego de unos minutos Rigoberto le preguntó a Ismael si solo se casaba para darle una lección a sus hijos, a lo que él respondía que en verdad le tenía un cariño especial a Armida, que después de la muerte de Clotilde, Armida siempre ha estado para él. Ismael y Armida se llevaban 38 años de diferencia, pero según Ismael eso no era impedimento para poder casarse con ella, y que incluso se llevaban bien hasta en la cama, a lo que Rigoberto solo atinó a reírse. Rigoberto le dio su apoyo a Ismael y le confirmó que sería su testigo de bodas y le dijo “Cásate con Armida y que se nos venga encima el fin del mundo, qué más da, viejo”, haciendo referencia a sus hijos y a los escándalos que seguramente provocaría ese matrimonio....


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