Ensayo DE LOS Jardines Colgantes DE Babilonia PDF

Title Ensayo DE LOS Jardines Colgantes DE Babilonia
Course Historia
Institution Fundación Universitaria de Popayán
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JARDINES COLGANTES DE BABILONIA

DIANA MARCELA PALACIO BOLAÑOS CLAUDIA LORENA BEJARANO JARAMILLO

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DE POPAYÁN FACULTAD DE ARQUITECTURA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA SANTANDER DE QUILICHAO 2019

Los jardines colgantes de Babilonia fueron catalogados en su tiempo como una de las 7 maravillas del mundo antiguo, esta especificación fue ordenada por las crónicas de la antigua Grecia, exactamente en el reinado de Alejandro Magno; Pero el nombre otorgado a los jardines es incierto, ya que estos nunca colgaron, simplemente fueron alzados, el origen de este error tiene que ver con la incorrecta traducción de la palabra griega KREMASTOS o del latín PENSILIS, que habla de sobresalir y no de colgar. Una de las teorías más difundidas sobre los jardines colgantes de Babilonia es que fueron construidos por Nabucodonosor II (rey durante el impero Neo babilónico) como obsequio para su esposa en el siglo VI a.c.. el rey deseaba reflejar la belleza de su cónyuge, por lo tanto, ordenó la elaboración de los jardines especificando que estos sobresaliesen en magnitud, exactamente en su tamaño y proporción Siendo los jardines colgantes una edificación que se iba haciendo más alta hasta alcanzar los 90 metros de longitud según algunas fuentes de crónicas antiguas. Gracias a su estructura la visual de los jardines se extendía hasta tal punto de poder percibirlos desde el otro lado de la ciudad, esta característica tan congénita impulsó la fama de un imperio poderoso que se rodeaba de vegetación en un lugar donde las condiciones ambientales eran áridas y precarias. Su construcción elaborada en una base de piedra de unos 120 metros cuadrados, se componía de varias terrazas escalonadas con grandes piedras resistentes a la humedad, donde se depositaba la tierra que albergaría las distintas formas de vida vegetal, estas zonas se elevaban aproximadamente 24 metros, aclarando el termino de suspendidos y no colgados. El sistema de riego de las terrazas ajardinadas era posible gracias una maquina similar a una noria hidráulica que llevaba el agua desde un pozo hasta cada una de las zonas vegetativas las 24 horas del día. El agua que alimentaba el pozo era traída desde el rio Éufrates. Todo el sistema de riego de los jardines colgantes los convirtió en la única obra del mundo antiguo que tuvo en cuenta conceptos de sustentabilidad ambiental a diferencia de las estructuras fronterizas que eran grandes estatuas o edificios.

Grafica de una noria hidráulica.

Una crónica que permitió verificar la autenticidad de esta construcción es el escrito realizado por ingeniero Filón de Bizancio (280-220 a.c), donde narra cómo era la visual que brindaban aquellos jardines colgantes, en su obra “las siete maravillas de la antigüedad”: “Crecen allí árboles de hoja ancha y palmeras, Flores de toda clase de colores, y, en una palabra. Todo lo que es más placentero a la vista y más grato gozar. Se labra el lugar como se hacen las tierras de labor y los cuidados de los renuevos se realizan más o menos como en tierra firme, pero lo arable está por encima de las cabezas de los que andan por las columnas de abajo. Las conducciones de agua, al venir de las fuentes que están a lo alto, a la derecha, unas corren rectas y en pendientes, otras son impulsadas hacia arriba en caracol, obligadas a subir en espiral por medio de ingeniosas máquinas. Recogidas arriba en sólidos y dilatados estanques, riegan todo el jardín, impregnan hasta lo hondo las raíces de las plantas y conservan húmeda la tierra, por lo que naturalmente, el césped está siempre verde y las hojas de los arboles brotan de tiernas ramas se cubren de roció y se mueven al viento. La raíz, nunca sedienta, absorbe el amor de las aguas que corren por doquier y, vagando bajo tierra los hilos que se entrelazan inextricablemente, asegura un crecimiento constante de los árboles. Es un capricho de arte, lujoso y regio y casi del todo forzado por el trabajo de cultivar plantas suspendidas sobre la cabeza de los espectadores”

No obstante, debido a falta de pruebas más concretas y herencias arqueológicas precisas; muchos han sugerido que los jardines colgantes de Babilonia no son más que solo leyendas. Solo sabemos a ciencia cierta de sus características estéticas por las descripciones establecidas por los antiguos escritores griegos y romanos, como, por ejemplo: Estrabón, Diodoro de Sicilia y Quinto Curcio Rufo, quienes representaban de forma casi que romántica y fantástica los jardines colgantes. Pero solo las excavaciones del alemán Robert Koldewey en una de las zonas de la fortaleza sur de Babilonia, revelaron unas bóvedas con un profundo pozo que podrían ser las raíces de los jardines colgantes. Lo más extraordinario de la historia de los jardines colgantes no es solo la majestuosidad de la obra, sino de donde se obtuvieron los conocimientos para la creación y planeación de una obra de esta magnitud, pero estos juicios no estuvieron presentes solo en la época de su desarrollo, sino de herencias de miles de antepasados que empezaron con los sumerios quienes fueron los pioneros en crear una escritura basada en símbolos, como la nuestra. Esta escritura fue plasmada en tablas de arcilla que aún perduran en nuestros días y gracias a ellas sabemos que aquella región fue cuna de matemáticos, astrónomos, arquitectos, legisladores, etc. Quienes alcanzaron un desarrollo impresionante para la época y que actualmente son base de la energía y arquitectura sustentable que comúnmente conocemos y vivimos. Aunque el imperio babilónico estaba situado como uno de los más poderosos, fue la avaricia Nabucodonosor quien lo lanzó a llevar a cabo una fuerte campaña militar, cuya intención era someter territorios cercanos a su reino. Pero este pensamiento no duro mucho, ya que el imperio empezó a esquebrajarse poco a poco, donde al transcurrir la época de enfrentamientos bélicos, pronto la ciudad pasó de las manos de su heredero a las manos de un usurpador de origen militar. La desaparición de los jardines fue definitivo al provocarse un incendio por Evemero al conquistar babilonia, reduciendo la histórica ciudad a simples ruinas y cenizas. Fue el en siglo IV a.c. cuando Alejandro Magno llegó a Babilonia, que los jardines que alguna vez fueron símbolo de poder y prodigalidad, eran las ruinas de un crudo enfrentamiento. Sea cual sea la verdad, la historia de los jardines, demuestra que la naturaleza combinada con el ingenio e inteligencia humana, puede crear grandes legados que perdurarán para siempre.

Imágenes del diseño arquitectónico de los jardines colgantes...


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