Ensayo \'Origen del Vuelo\' PDF

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Apoyo para realizar un resumen o ensayo del tema presentado....

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Universidad Autónoma de Baja California Sur Área de Conocimiento de Ciencias del Mar y de la Tierra Departamento Académico de Ciencias Marinas y Costeras Amniotas Marinos Ensayo: “Origen Del Vuelo” La Paz, B.C.S. a 2 de abril de 2020. Ken Dial (ecólogo de la Universidad de Montana), llevó a cabo un estudio con polluelos jóvenes de Perdiz Chukar, para analizar cómo las aves usan sus alas a medida que aprenden a volar. Todo comenzó con un fardo de heno; observó que éstas podían correr por paredes verticales, su aleteo tenía un efecto que les permitía trepar (impulso que sería un primer paso antes del vuelo). Realizó 3 pruebas en un tronco y lo ajustó a diferentes ángulos de inclinación (no empinado, agudo y vertical) registrando el comportamiento de las aves al momento de utilizar sus alas y patas juntas. Como resultado obtuvo que aletean corriendo y bajan; ninguno de los polluelos voló, sus alas las utilizaron para darse impulso al subir una pendiente en ascenso. En 1859 Charles Darwin propuso su teoría “ El Origen de las Especies”, estructuras que evolucionaron a través de intermedios por el proceso de la Selección Natural. Los análisis del registro fósil de hace más de 100 millones de años y especies actuales, nos han proporcionado información contundente sobre la historia evolutiva del origen de las aves. Dada las secuencias hipotéticas de los descubrimientos fósiles, la teoría más aceptada fue que las aves descendieron de los terópodos, dinosaurios carnívoros pequeños de 2 patas y moradores del suelo que incluían especies con plumas en sus cuerpos y brazos (pero esos primeros animales no podían volar). En los 60’s inició un debate entre zoólogos y paleontólogos dónde comenzaron a plantearse la historia evolutiva de las aves; e influyó por el hallazgo de una pluma solitaria que se encontraba impresa en depósitos calizos perteneciente al fósil Archaeopteryx lithographica (especie considerada como más antigua y basal). La identificaron como “ave” por la presencia de plumas en el cuerpo y brazos; pero difería de las aves actuales por la presencia de dientes y una cola más larga, es decir, poseía

características de un grupo reptiliano. El debate condujo a la postulación de 2 teorías principales sobre el origen del vuelo: Teoría arbórea: “De arriba hacia abajo”

Teoría cursorial-corredora: “Del suelo

hacia arriba” Planteaba que las aves descendían de Dicha teoría, estaba respaldada por los los dinosaurios cuadrúpedos (reptiles terópodos bípedos de hábito terrestre arbóreos) llamados “protoavianos”, estos (antecesores inmediatos de las aves). habitaban en

los árboles realizando Éstos podrían haber corrido cada vez

saltos entre rama y rama, desarrollando más rápido en el suelo debido a su gradualmente las alas. Y tenían

la cuerpo

pequeño

y

piernas

largas,

capacidad de vuelo por sus antepasados batiendo sus extremidades anteriores terópodos (terrestres-bípedos) que ya para obtener un empuje hacia adelante contaban con plumas, éstos trepaban a (resultado del aleteo) y dando brinquitos los árboles usando sus manos con garras para intentar atrapar insectos. Logrando y después se deslizaban hacia abajo, así perfeccionar poco a poco la técnica logrando como

estrategia el posible de despegar del suelo hasta finalmente

escape de algunos depredadores o cazar desarrollar la capacidad de volar (como a sus presas.

actualmente se observa en los aviones).

Posteriormente, los zoólogos y paleontólogos plantearon sus propias hipótesis sobre cómo se originó el vuelo en las aves. Huxley en 1868 comparó las extremidades posteriores de Megalosaurus con las de un avestruz, concluyendo que las aves están estrechamente emparentadas con los dinosaurios; dicha hipótesis fue poco aceptada a finales del siglo XIX, pero Seeley la rechazó. Heilmann solo consideraba su verdad; en 1927 atribuyó la “Ley de irreversibilidad” por la supuesta pérdida de las clavículas en los terópodos que ya no se podían evolucionar; concluyó que las aves tenían similitud con un reptil pre-dinosaurio (antepasado bípedo de Archaeopteryx) de comportamiento arbóreo debido a la ausencia de fúrcula. Conforme el tiempo seguía transcurriendo, las habilidades voladoras de las aves mejoraron paulatinamente para bajar de los árboles o para llegar a la copa de estos. Además, se presentaron un conjunto de adaptaciones anatómicas; el hueso púbico paso de estar en una posición delantera a orientarse hacia atrás de manera vertical, el

hueso discoidal de la muñeca cambio su forma en un hueso en media luna que permitiría el vuelo batido, en Iberomesornis y Eoalulavis mejoró la aeración pulmonar, el álula o “ala del pulgar” adoptó la facilidad de la navegación lenta. En Archaeopteryx se fusionaron los dedos de la mano, la cola creó el pigostilo sustituyendo la cola larga de manera gradual y el dedo posterior del pie sufrió un giro para adaptarse a la actividad prensil. Ostrom en 1970 concluyó que las aves descendían directamente de pequeños terópodos al compararlos con fósiles, el manirraptórido Deinonychus y Archaeopteryx lithographica encontrando características muy similares entre ellos. Pero su hipótesis planteó contrapropuestas que le sugerían el parentesco cercano de las aves a los cocodrilos; ambos grupos presentaban cuatro cavidades en el corazón, un tipo de articulación entre la mandíbula y cráneo, y sacos aéreos. A raíz de esto, en 1997 Ji Qiang y Ji Shu’an presentaron otras hipótesis relacionadas al origen de las plumas; éstas habrían sido con anterioridad escamas alargadas escogidas por selección

natural. Sinosauropteryx tenía estructuras

filamentosas alrededor de su cuerpo mientras que Protarchaeopteryx presentaba plumas verdaderas; posiblemente éstas habían funcionado como escudo protector o repelente; las clavículas fusionadas de estos grupos se hicieron más delgadas y formaron una “u” tomando importancia en el vuelo. Finalmente, mencionado con anterioridad, los terópodos juveniles pudieron haber utilizado sus 4 extremidades similares, pero en el crecimiento de los terópodos las alas pequeñas presentaron una ventaja, pues esto les habría permitido escapar de los depredadores, cazar a sus presas y posteriormente subir-bajar o viceversa de dónde se encontraran (cumpliendo propósitos adaptativos). Conclusión De acuerdo a las hipótesis desarrolladas por los zoólogos y paleontólogos, mencionados con anterioridad, puedo concluir que las aves descendieron de los terópodos (dinosaurios y algunos reptiles Cosesaurus), puesto que la mayoría de las hipótesis planteadas coinciden entre ellas. Con el paso del tiempo, se vio reflejado en un cladograma las relaciones filogenéticas basales; cambios que se presentaron en las

estructuras anatómicas de Archaeopteryx y otros grupos posteriores. Sin embargo, las teorías postuladas (arborícola y corredora), se encuentran en un punto medio pese que una representaba mejor la información disponible “del suelo hacia arriba” y la otra no presentaba claramente las adaptaciones arborícolas “de arriba hacia abajo” mejorando la batida del vuelo. Por lo que, a la fecha, no se sabe con certeza cuál de estas teorías es la que más se acerca a cómo fue que se originó el vuelo, dando pie a que ambos eventos pudieron originarlo o que incluso ninguno de ellos sea el correcto y que sea otro el motivo que originó el vuelo en las aves. Referencias Malpica, A.T & Ramírez, R.R. (2009). El enigma del origen y la evolución del vuelo: El caso de las aves. Aleph zero: Revista de Divulgación Científica y Tecnológica, (52),

8

1-9pp.

Recuperado

desde:

https://www.ramirezromerolab.com/uploads/6/1/0/2/61025147/malpica_ramirezvuelo1ale phzerocompleto.pdf Sanz, J.L. & Pérez-Moreno, B.P. (1998). Historia del Vuelo Aviano. Arbor: Revista del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 161 (635-636). España. 399-412pp.

Sitio

web:

https://www.researchgate.net/publication/276222579_Historia_del_vuelo_aviano Sanz, J.L. (1999). HISTORIA TEMPRANA DEL VUELO EN LAS AVES. In: Los dinosaurios voladores: Historia evolutiva de las aves primitivas. Mundo Vivo; 1ra Ed. Libertarias. Madrid. 1-17pp. Sitio web: http://sesbe.org/sites/sesbe.org/files/recursossesbe/hist_evol_aves.pdf...