Ensayo-Segunda ola del feminismo PDF

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Hago un breve repaso de lo que fue la segunda ola del feminismo...

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Electiva profesional II (Antropología social: antropología y género) La segunda ola del feminismo: Emancipación y sufragismo.

La segunda ola del feminismo recorrió los albores de las décadas de 1960 hasta 1970. Momentos en los cuales las mujeres buscaban en su afán derechos como la igualdad, participación política, social y cultural. Así mismo, derechos sufragistas, acceso a la educación superior y la deconstrucción de un imaginario de lo que es ser mujer. De esta manera, he propuesto abordar a vuelo de pájaro ciertos acontecimientos ocurridos durante este devenir al igual que, La Declaración de Seneca fall del 1848 y grandes aportes intelectuales a finales de la ola feminista. Tales cuestiones propuestas por la filósofa y feminista española, Amelia Valcárcel en su texto. Después del derrocamiento de la primera ola del feminismo que lleva a cabo, la privación de los derechos conseguidos por las mujeres durante la revolución francesa mediante el código civil napoleónico en 1804 ocasiono grandes acontecimientos que le dieron apertura, a lo que conocemos como la segunda ola del feminismo. La continuación de este movimiento se llevó a merced del auge del fascismo, el comunismo, la segunda guerra mundial y el nicho de la guerra fría. Durante la primera y segunda guerra mundial, Estados Unidos obligo a que la sociedad incorporara a los contextos públicos a madres, hijas y esposas. Al final de estas, las mujeres tenían participación en los contextos políticos y sociales, cuestiones que a los hombres de ese entonces no estaban acostumbrados a compartir. Con esto, Valcárcel expresa que, el Estado hace lo posible y quita de la mujer cualquier derecho puesto en ellas durante la primera y segunda guerra mundial. Es allí, donde en 1848 con La Declaración de Seneca Fall se da inicio a la segunda ola del feminismo. Tal declaración liderada por Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott y, firmada por aproximadamente 68 mujeres y 32 hombres de diversos movimientos y clases sociales, planteaba las

exigencias para alcanzar la ciudadanía civil de las mujeres y los principios que debían de modificar, tales como cuestiones acerca las costumbres y las moralidades que atentaban contra la mujer. Con esta declaración, las mujeres americanas exigían ante el estado patriarcal sus derechos civiles, ósea la libertad al voto, pero también, libertad para elegir, ser elegidas y ser parte de partidos políticos u organizaciones. Para Valcárcel, el sufragismo por el cual luchaban cívicamente las mujeres estaba constituido por dos claros objetivos. El primero, el tan anhelado derecho al voto y segundo, el derecho a ser educadas, puesto que, si ellas obtenían estas dos herramientas, las cuales poseían los hombres, le era más difícil al Estado negar sus derechos. Este movimiento tuvo sus frutos en naciones como Inglaterra en el año 1951, cuando las mujeres acompañadas de grandes personalidades en ese entonces como, Jahn Stuart Mill presentaron la primera petición ante el parlamento a favor del voto femenino, el cual más tarde presenta un alegado titulado “El sometimiento de la Mujer” donde desarrolla una crítica contra el sistema patriarcal establecido y de paso tal escrito va dirigido a dar motivación para que las mujeres no importando su clase se inspiren e integren los movimientos feministas. De la misma manera, pero un poco más tarde. En España con la constitución de 1914 se reconoce el derecho al sufragio a la mujer. Estos acontecimientos fueron ratificados con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 el cual, les dio a las mujeres derechos y libertades. Durante los comienzos de la tercera ola del feminismo a mediados del siglo XIX comenzó un auge de obreras con cierto toque de marxismo. Valcárcel expresa que, tal cuestión marxista abordaba la cuestión femenina y le daba cierta explicación a la opresión del cual ellas estaban inmersas expresando, que las subordinaciones que sufrían no eran de causas biológicas, sino más bien a causas meramente sociales. Además, expresaba que, si las mujeres desarrollaban con total eficacia actos emancipatorios podrían en un futuro obtener una libertad económica, puesto que, su emancipación provenía la independencia económica. Sin embargo, Valcárcel hace alusión a que tal emancipación económica se podría ver como algo imposible durante esta parte del feminismo. Luego de que pasarán las grandes tensiones en cuanto a huelgas, sabotajes políticos, incendios y bombas se abre

un proceso donde las mujeres tienen que decidir qué en realidad van hacer con esos derechos políticos, sociales y culturales obtenidos. Para esto, en 1963 se publica una obra titulada, La mística de la feminidad de la teórica y líder feminista, Betty Friedan. Dentro de esta obra, la autora emite una voz en la cual, las mujeres deben de elegir entre la opción de regresar al hogar después de haber conquistado con el sudor de su frente el derecho al voto, acceso a la educación y la igualdad de empleo o seguir en la conquista de contextos dominados por hombres. En esta obra, la expresión de la mística feminidad lo acoge para referirse a los discursos y cuestiones acerca de lo femenino que se interpone ante las cuestiones de ámbitos intelectuales y, lo femenino como un impedimento para que las mujeres no sean percibidas como sujetos con capacidad de agencia. De la misma manera, El segundo Sexo obra de la filósofa, feminista y activista política, Simone de Beauvoir analiza a las mujeres como el otro, ósea que percibe la parte femenina como la otra cara de la evolución del mundo masculino. Así mismo, aborda como se ha concebido la mujer, las situaciones en las que vive y por último hace una crítica hacia la mujer misma para que sea ella un sujeto con capacidad de agencia, no un producto cultural que se ha construido socialmente sobre un cuerpo sexuado. Por otro lado, encontramos la obra de la escritora, profesora y activista feminista, Kate Millett titulado Política sexual publicada en el 1970 y La dialéctica del Sexo de la canadiense Shulamith Firestone publicada en el mismo año que la de Millett. Por último, Amelia Valcárcel expresa que, la segunda ola del feminismo no se constituyó de actos que dieron vía libre a derechos como el sufragio al voto, la educación, entre otros. Si no, que fue un momento donde las mujeres tomaron la vocería y se hicieron valer no solo como mujeres, sino como ciudadanas en ese entonces. Tales acciones emancipatorias han hecho que hoy por hoy haya en el poder mujeres con ideales de transformación y, no solo materia de desarrollo al interior de sus colectividades, sino en materia de educación, de equidad e igualdad. Mujeres Ustedes son el futuro. .

El feminismo es probablemente uno de los mayores motores de cambio

– Amelia Valcárcel

Bibliografía Valcárcel, A. (2001). La segunda ola. En A. Valcárcel, La memoria colectiva y los retos del feminismo (págs. 30-61). Santiago de Chile: OMEGALFA...