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Course Problemática Epistemológica de la Psicología
Institution Universidad Autónoma de Entre Ríos
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Introducción Marco Teórico-Epistemológico

Ps. Antonio Ferrero. Prof. Conrado Astudilla “La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo...”

Jorge Luis Borges 1

Estamos sujetos a la palabra, atados, entrelazados, y ésta modula nuestro modo de existencia, en los modos de decir y de callar. Y en ese espacio que es el encuentro◊desencuentro con el otro, se juega la posibilidad de la cura o la enfermedad. Entendemos que lo educativo, más allá de su especificidad, tangencialmente, también es clínico. Porque damos y recibimos palabras surgidas de Eros, o de Th anatos -el más profundo de los silenciosEs con este espíritu de en-señar (señalar algo) que nos interesa acercarnos a la docencia, y donar una posibilidad, en este trabajoso campo de la transmisión, de que aparezca el „didakticos ‟: el maestro del alma. Vamos a seguir el hilo de un camino epistemológico diferente, que surge de la conjunción de numerosos elementos teóricos y fuentes bibliográficas que oportunamente citamos. El lector notará que unimos líneas teóricas que generalmente se bifurcan. Desde nuestra perspectiva, se trata de producir la alquimia entre el Mito, la Gramática y la Etimología, de algunas palabras y escenas dotadas de una densidad específica, de modo de encontrarnos con un producto más acabado que permita acercarnos a los interrogantes epistemológicos de una forma amplia e integrada. Nuestra propuesta de trabajo sigue una línea puntuada por trípticos, los que tejen una „raíz ‟ que no es rizomática 2, ya que la multiplicidad para nosotros se ata (se sujeta, hace sujeto) a una unidad de tres que abre a un universo de sentido. Los siguientes puntos son los ejes temáticos que consideramos claves en este planteo, y servirán de introducción a los artículos desplegados en el libro.

I- Et imología, Gramát ica, Mitología. “No es que nuestro pensamiento viva de la etimología, sino que la etimología queda remitida a considerar primero las relaciones

1 2

“La muralla y los libros”, en Otras Inquisiciones, Alianza, Buenos Aires, 1995. Cfr.DELEUZE, G., GUATTARI, F, Rizoma, Ediciones Coyoacán, México, 1996.

esenciales de aquello que las palabras, como elementos que forman sintagmas, nombran de un modo no desplegado” Martín Heidegger3

La etimología (griega y lat ina) y la gramática, son fuentes fundantes, desde el interior del lenguaje mismo, de las problemáticas epistémicas que atraviesan actualmente a las corrientes de la psicología. En la t ransliteración de las palabras griegas y latinas, encontramos una riquísima gama de sentidos perdidos por –y en- el tiempo, desde donde trabajar los corpus teóricos que conforman lo esencial de cada campo de estudio. Ellas nos abren a lo que podríamos llamar la “escena originaria de las significaciones”, allí donde la multiplicidad de sentidos convive haciendo gala de la más profunda paradoja. Se trata de recuperar la diacronía en la sincronía del lenguaje de la mano de las fuentes clásicas, lo que permite darle una significación diferente a los conceptos, y abrir a una instancia que despliegue la polisemia, evitando así restringirnos a la tradicional dicotomía aristotélica, visión dialéctica del pensamiento que se extiende a todas sus manifestaciones de lo social. Esto permite no quedar atrapado en la lógica binaria y poder aplicar una lógica trina, heredada del planteo psicoanalítico 4. La identidad epistémica del psicoanálisis se encuentra en su lenguaje, y en la etimología, la que juega un papel esencial, ya que la mis ma se fue amasando en un cuerpo teórico diferente, que se hace propio desde una significación y resignificación específica. Esa es la primera gran diferencia con el lenguaje de la ciencia, principalmente porque la ciencia está en el campo de la metonimia cuando no de la unicidad. En cambio, el psicoanálisis entrecruza lo literal, lo analógico y metafórico, abordando lo que la ciencia no puede abordar: la paradoja, la aporía, la encrucijada, abriendo al terreno del significante, más allá del signo y el símbolo. Respecto a la mitología, creemos necesario promover lo tantas veces pronunciado:

la

recuperación del mito, como un saber de pleno derecho que brota de las fuentes de la verdad. Porque si las narraciones de la realidad cuentan lo que sucede, y las narraciones de ficción, lo que podría suceder 5, es necesario, para pensar el mito, hacer un espacio a una tercera dimensión: contar lo que es necesario que suceda.6 Es el mito un relato que funda a la colectividad que lo porta, y de la estructura psíquica que él delata e inaugura, y en los movimientos del transcurrir del tiempo refunda permanentemente, en él y a través de él. En esta propuesta de lectura, subyace la recuperación de la lógica del inconsciente para explicar el movimiento y el pensamiento de las ciencias y las disciplinas: el desplazamiento, la condensación, la no contradicción, la atemporalidad, como una legalidad intrínseca a la humanidad. El Psicoanálisis es una teoría de los lugares (tópica), una teoría de las fuerzas (dinámica), una teoría de las energías (economía). Que se entrelazan para ser el nudo de una teoría que integra los opuestos y le agrega uno más. Formando un gran campo de saberes, abiertos y enlazados a otros. Es el 3 4 5 6

“La Cosa”, en Conferencias y Artículos, Editorial Serbal, Barcelona, 1994. Cfr. Supra Punto 6. Creemos igualmente que esta partición entre ficción y realidad es totalmente art ificial. Cfr. GONZÁLEZ REQUENA, J., Los tres Reyes Magos, La eficacia simbólica, ed. Akal, Madrid, 2002.

lugar en donde la ciencia coloca todo lo negado, reprimido, renegado, forcluído, entre otros, para lueg o e xpulsarlo señalándole el desierto. Soledad que llevó al autor del Psicoanálisis a una Paranoia lograda, allí donde un mito hace cuerpo teórico, para lograr operar en la „realidad‟ psíquica. Camino yermo el del conoci-miento, en donde hay que lidiar con la locura de la ciencia sin delirar, obteniendo frutos en donde otros mueren en el desamparo y la desesperación de un saber del que nadie puede hacerse cargo. Desierto desde donde Freud plantea que un Mito palpita en la Sociedad, centro de su incipiente edificio psicoanalítico 7. En ese Acto, da cuenta rotundamente, que el mito funda la dimensión de la verdad humana, y en la medida que la funda, la hace posible. II- Eros-Thanatos, Fisis, Logos

El tríptico fundante de la perspectiva que proponemos es la funcionalidad de la resignificación de los significantes: Eros 8 /Thanatos9 Fisis10 Logos11 Podemos observar que se genera una gran tensión entre ellos al obtener

diferentes

combinaciones. Estas palabras, en su etimología griega, nos proveen la posibilidad de abordar la epistemología desde un cúmulo de acepciones. Go zan de una raíz polisémica, desde el momento en que cada uno de estos tres términos remite a varios significados. El juego de saberes se realiza al analizar y poder distinguir aquellas acepciones que se mantienen en su valor de origen, las que fueron olvidadas, negadas, reprimidas y cuáles han sido privilegiadas por las diferentes perspectivas teóricas propuestas por el decir „académico‟. Es una historia familiar de un lenguaje en donde hay lenguas olvidadas, que en su silencio siempre tienen para decir. Eros/Thanatos–Fisis–Logos, como principios fundamentales de lo humano, siempre están presentes. De una forma elíptica son: el deseo - amor, el cuerpo - naturaleza, y la palabra - mito. Las preguntas que ponemos a funcionar son: ¿De qué manera?

7

Nos referimos al mito de Edipo. Amor, pasión, deseo apasionado o vehemente, e xa ltación, alegría. Gana. 9 Thanatos: muerte, homicidio, asesinato, pena de muerte, dolor u horror de muerte, la Muerte (personificada) 10 Naturaleza, modo natural de ser, esencia, condición natural, índole, constitución, clase natural corporal, figura, rasgos, estatura, porte, aire, actitud, naturaleza espiritual, condiciones naturales (sangre o linaje, sexo, condición social), fuerza natural o creadora, constitución natural de las cosas, conjunto de los seres, universo, naturaleza, raza, clase, especie. 11 Palabra, dicho, aserto, afirmación, dicho común, proverbio, máxima, sentencia y en general todo aquello que se comunica con la palabra: orden, mandato, intimidación, palabra dada, promesa, condición, pretexto, palabra o revelación divina, oráculo, dicho que se propaga, habla, hablilla, rumor, fama. 8

¿Cómo se manifiestan? ¿Cuál de ellos se privilegia? ¿Qué resultados producen?

Aquí tenemos toda la historia de la Filosofía y de la ciencia como material, para buscar aquello que fue promovido y aquello que fue dejado de lado. La historia de las ideas, la que se encuentra condensada en sus principios etimológicos, como el epígrafe de un relato, camino que en su momento siguiera Nietszche y retomara Heidegger. El filosofo del martillo, pudo originar nuevos Paradigmas, aunque su decir fuera fragmentario y aforístico. Es una clave de lectura, un tímido protocolo, un ejercicio hermenéutico: el encontrar cómo están dispuestos estos tres participantes triádicos en cada teoría psicológica, un juego que abre a una encrucijada. Cada teoría puede ser leída a partir del significante que privilegia, como lo organiza en lo que trasmite como saber y especialmente en aquello que deja fuera. ¿Cuál es el principio que ordena y subordina a los otros? Aquel sobre el que se desplegarán susejes temáticos, en base generalmente a una pregunta por responder Paradoja, la un centro inexistente. III- Hacia un método: Doxa, Episteme, Tejné Podemos entonces desplegar un modo de ingresar a esta propuesta de lectura, a este estilo deexplicitación – interpretación – traducción epistemológica, que, como el lector se habrá percatado, parte del interior mismo del texto, y no intenta imponer grandes grillas epistemológicas concebidas de ante mano. Se trata de entrar en las fibras íntimas de los campos teóricos, para desde allí percibir cuál es su lógica, su espíritu, cuál de los tres principios respira en sus letras, qué mito les da consistencia, qué matiz y matriz etimológica privilegian. El psicoanálisis es una teoría que e xplica, interpreta, traduce, realiza “exégesis”12, combinando lainvención y la creación. Toma datos de la religión y el mito, y les da la categoría de observables en la empiria. Puede fundamentar esta modalidad a través de su postulación de la „realidad psíquica ‟ en dondela subjetividad se ext iende a las cosas y las cosas a la subjetividad, la realidad no es solamente el planoontológico y lógico por separado, es decir, la objetividad y el razonamiento. Freud corona esta idea con su concepto de fantasía donde abrocha realidad y psiquismo en unmis mo espacio virtual, y quiebra para siempre la ingenua partición de la verdad y la falsedad.13 Lacan introduce la imagen de la banda de Moebius, el afuera en el adentro y el adentro en el afuera, además de otras figuras ilustrativas de su topología.14

12 La e xégesis es la interpretación de te xtos sagrados. Podemos llamarla así desde el momento que el fundador del psicoanálisis proclama el tratamiento de „te xto sagrado ‟ a cualquier producción delinconsciente. Diccionario Vo x GriegoEspañol, Bibliograf, Barcelona, 1993. 13 Cfr. “Fantasías histéricas y su relación con la bise xualidad” (1908), Obras Completas, Biblioteca Nueva, Madrid, 1995.

Lo que el positivismo ve como una paradoja insalvable, el psicoanálisis lo vive como práctica cotidiana de un saber hacer, en una ciencia a construir. De allí la permanente circularidad entre Do xaEpisteme y Tejné. Las vías etimológicas de cada una de ellas nos muestran una continuidad innegable, en contra de la partición tajante a la que estamos acostumbrados por la ciencia. Doxa: opinión, manera de ver, idea, parecer, creencia, concepto, fama, reputación, en buen sentido, estimación, celebridad, gloria, esplendor, majestad. Episteme: inteligencia, conocimiento, noción, saber, ciencia, destreza, pericia. Tejné: arte bella, arte, ciencia, saber, oficio, industria, profesión, habilidad, astucia, maquinación, intriga, medio, expediente, modo, manera, obra de arte.15 Con sólo revisar la palabra Episteme, encontramos que una de sus significaciones es „noción‟, por lo que puede decirse que contiene a Doxa en su significación de „manera de ver ‟ o „representación‟. A la vez, nos indica el camino: „Pericia „, o „Destreza‟; y ello no es sin una Tejné. En la etimología encontramos los principios de los campos disciplinares. El DOS se funda en lo imaginario de una dialéctica que nos remite a una lógica binaria y allí se constituyen la mayoría de las teorías que se dicen filosóficas, científicas, psicológicas. Nosotros planteamos tres hilos etimológicos, los cuales tejen una generosa red de saber, lo que permite superar la partición y e xc lusión constante de uno de los términos en juego. Es esta circularidad la que está inscripta en el proceder metodológico que

postula

el

psicoanálisis. Este logra el carácter de “ciencia aplicada” al ocuparse de la curiosa tarea de descubrir la química del inconsciente en la corporeidad del alma desde la física de las palabras, teniendo por instrumento la energía de un soplo. Lo guía un postulado paradójico, casi un o xímoron: es el saber acerca de lo incognoscible. Su esencia es una sustancia inasible, es esa energía hecha fenómeno que se expande y nadie sabe bien qué es, pero sí que ES. La tópica habla de los espacios señalados por la e xcitac ión, Eros/Thanatos recorriendo y marcando lugares (tópica), fronteras, umbrales sellando y abriendo en un pliegue en perpetuo palpitar. En el cuerpo eró-geno, en las zonas eró-genas. Las fuerzas (dinámica), concentran o desplazan energía (economía), en el quantum de afecto que las representaciones transportan. Las imágenes inconscientes están „cargadas ‟, pero ¿qué las mueve? Las palabras, las palabras permiten cualificar la cantidad, la palabra es el soplo que hace mover las astas de la condensación y desplazamiento, poniendo a trabajar el molino del inconsciente. Las aguas se exc itan y los lugares cambian por la dinámica de las fuerzas que mueven cantidades en olas de afecto. Hermenéutica, heurística, exégesis

Seminario 11, Los Cuatros Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis (1964), Paidos, Buenos Aires, 1997 (8° reimpresión) 15 Diccionario Vo x Griego-Español, Bibliograf, Barcelona, 1993. 14

Disponemos por lo tanto, de una tejné, de un „arte bella ‟ que el maestro Freud ha sabido oficiar con astucia y habilidad. Es del talento de cada uno la heurística (la invención) que pongamos en juego, la e xégesis que oficiemos con destreza, leyendo las „señales‟ que el texto-obra nos dona. El método consiste en utilizar estas herramientas para convocar al pensamiento, y bucear allí donde el lenguaje hizo su trabajo. Ya en la transliteración de hermeneia encontramos un festín: palabra, habla, don de la palabra, interpretación y explicación. He allí estos dos últimos términos que han fecundado el divorcio entre ciencias duras y ciencias humanas, juntos en el inicio. La búsqueda metodológica es la de poder desprender del texto aquellos frutos que han sido producto de la condensación, el desplazamiento, la paradoja, la aporía, la alegoría, la antinomia, la analogía, la encrucijada, la preterición. Son claves de lectura, artilugios del texto para decir una verdad siempre a medias, señuelos retóricos que convocan a la metáfora y la metonimia, y al diálogo continuo entre el sujeto y el te xto, en un decir que los une y los separa.

IV- El sujeto y la pulsión epistemológica. “Nosotros, los filósofos, no podemos separar el cuerpo del alma, como hace el vulgo, y menos todavía podemos separar el alma de la inteligencia. No somos ranas pensantes, no somos máquinas objetivas, ni marcadores con refrigerantes por entrañas. Parimos con dolor nuestros pensamientos y maternalmente les damos cuanto hay en nosotros: sangre, corazón, fogosidad, alegría, tormento, pasión, conciencia, fatalidad” Friedrich Nietzsche16. ¿Cuál es el sujeto que subyace a nuestro decir? Ese sujeto producto del texto que lo convoca, tejido en el trabajo de sus redes, un sujeto mediante el cual el te xto cobra e xistencia. Es decir, sujeto sujetado a la palabra, enclavada ella en las vicisitudes de Eros y Thanatos. El Psicoanálisis es inédito, porque es el que verdaderamente encuentra al sujeto, y le pone nombre al objeto, lo remite a su fuente, muestra su trabajo y señala su fin. En el decir acerca de la pulsión, en sus fluctuaciones, constancia, parcialidad y multiplicidades. El concepto de pulsión -hermanado al de lib ido-, uno de los fundantes, es el que muestra cuál de los principios de nuestra tríada es el destacado: es Eros (amor-deseo), con todas las consecuencias teóricas, epistemológicas y técnicas que esto ha conllevado. Partimos de la combinación de lo e xterno del obstáculo y la ruptura,17 y lo interno del sujeto en este proceso de „conocer ‟, desde tres nutrientes etimológicas:

16 17

La gaya ciencia (1882), Espasa Calpe, Madrid, 1984. Cfr. Supra Punto VII.

1)

La griega, que nos lleva a la razón (conciencia), aunque no abandona el costado amoroso: gnome: entendimiento, razón, conocimiento, reflexión, corazón, voluntad, deseo, habilidad, astucia.18

2)

Una variante latina coincide con la etimología anterior, y otra que nos habla del saber como sabor (sentidos) Saber -sapio- es al mis mo tiempo conocer, y tener sabor.19

3)

La etimología hebrea, es la que introduce Freud, en donde el conocer nos remite a la sexualidad (al inconsciente). Esta frase bíblica resulta esclarecedora:

“En cuanto Adán comió del

árbol

del

Conocimiento,

„conoció-

cohabitó‟- („iadá‟, participio del verbo „iadóa‟: conocer, saber, cohabitar, copular), con su mujer. Este „conocimiento‟ es la perífrasis de copular. Por eso se denomina así: el Árbol del Conocimiento. A eso se debe que e l joven mancebo, en cuanto conoce (iodéa) la distinción entre el bien y el mal; ansía la cópula”20

Esta última etimología es la que más nos interesa, ya que revela una verdad que la ciencia ha intentado velar durante siglos: el investigar no parte más que de una curiosidad sexual. Está apuntalada en aquello que Freud llamó “pulsión epistemológica”

21

. Esta pulsión tiene diversos destinos de acuerdo al

mecanismo que actúe sobre ella. La pulsión epistemológica (necesidad de saber) para Freud, t iene su origen en la curiosidad del niño ante el enigma de la se xualidad, que no es otro que el de la diferencia se xual.

22

Los destinos de esta pulsión epistemológica, según el Psicoanálisis, serían los siguientes: 23

1 - Permanece inhibida: la inteligencia se detiene en su desarrollo produciendo un cuadro de: estupidez - atraso mental.

2 - Continua bajo la forma de actividad intelectual, pero no se desprende de su objeto sin poder reconocerlo como tal, permanece sexualizada y el trabajo intelectual ocupa gran parte (o toda) de la vida sexual del sujeto, ubicando en este plano: La angustia, placeres, inhibiciones, perversiones. Se produce un

saber

(ciencia) que se opone a la verdad. Este es el lugar de la repetición del Discurso Universitario.

Diccionario Vo x Griego-Español, Bibliograf, Barcelona, 1993. Diccionario Ilustrado VOX Latino- Español, Español- Latino, SPES, Editorial Bibliograf, Barcelona, 1992, p. 695. 20 En MÜLLLER, L., Del Paraíso a Canaán, Estudios sobre la Biblia , Ed. Letra Viva, Colección Ensayos analíticos, Buenos Aires, 2001, p. 102. 21 Y que Pichon Riviere rebautizará como pulsión epistemofílica. Cfr. Supra Punto 6. 22 Véase: “ Un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci” (19210), y “ Pulsiones y sus destinos” (1915). Obras Completas, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1995. 23 OCTAVE, M. Freud, el descubrimiento del inconsciente,...


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