Evento Carrington PDF

Title Evento Carrington
Author oscar cruz
Course Introducción a la tecnología
Institution Universidad Nacional del Nordeste
Pages 3
File Size 121.5 KB
File Type PDF
Total Downloads 49
Total Views 143

Summary

Download Evento Carrington PDF


Description

Parafraseando al Profesor Luis Dorrego; menciona que muchos pensamos que la vida en nuestro planeta se la debemos al sol. En muchos aspectos, el sol constituye un componente imprescindible, pero no suficiente, para la vida. Si esto fuera así, Venus y Marte, que comparten, con nuestro planeta la zona habitable tendría que albergar alguna forma de vida. Venus, considerado el gemelo de la tierra, cuenta con una excesiva actividad volcánica, por lo que la proliferación de gases de efecto invernadero lo convirtieron en un infierno a 400°C en su superficie. Las sondas y rovers enviados a marte, descubrieron que alguna ves hubo agua, pero su débil magnetosfera no pudo protegerlo de la radiación solar y, literalmente, su atmosfera se evaporo. La vida en nuestro planeta se dio, básicamente por tres motivos. El hierro y níquel fundidos, en constante rotación en el núcleo, generan un campo magnético alrededor de nuestro planeta, la magnetosfera, que nos protege de tormentas solares y rayos cósmicos. Las emisiones de dióxido de carbono, que en venus genero el efecto invernadero son equilibradas a valores aceptables por la vegetación y por el ciclo de lluvias. La ozonosfera protege de los rayos ultravioletas, el ADN de todos los seres biológicos. La tierra es un organismo vivo, que supo aprovechar lo bueno del sol, a pesar del sol. La analogía del calendario cósmico del astrofísico Carl Sagan, nos muestra lo insignificante que, en nuestra existencia, respecto de la del universo, el sistema solar y de la de nuestro propio planeta. El Big Bang tuvo lugar en el primer segundo del 1° de enero del año cósmico: hace unos 13.800 millones de años. Nuestro sistema solar tiene unos 4.570 millones de años. La tierra unos 4.530 millones de años. Y la vida microbiana en nuestro planeta surge hace unos 3.700 millones de años. Nuestra civilización aparece en los últimos instantes del 31 de diciembre del año cósmico. Las pinturas rupestres de Chauvet, al sur de Francia tienen 30.000 años de antigüedad y constituyen hasta hoy la primera expresión escrita del hombre. Las primeras escrituras, fueron acuñadas en unas tableras de arcilla; tienen unos 5.000 años y fueron encontradas en lo que es Irak. En tiempos cósmicos, es muy poco lo que conocemos de la historia de nuestro planeta y mas aun de los eventos que

definieron su evolución. Hoy sabemos que las tormentas solares son eventos astronómicos de gran impacto sobre el planeta. La primera de la que tenga registro, aconteció en el siglo XIX. El astrónomo aficionado, Richard Carrington tenía un observatorio de las afueras de Londres. El 1° de septiembre de 1859, observando las manchas solares, noto, durante 5 minutos, dos puntos de luz muy brillante. Sin saberlo, estaba ante una gran erupción solar. El evento registrado por Carrington, fue tal, que hoy se lo conoce como EVENTO CARRINGTON. La tormenta solar afecto el campo electromagnético de la tierra. Las brújulas enloquecieron. Los tripulantes de la embarcación Southern Cross, que navegaban las costas chilenas, dieron cuenta del enrojecimiento del cielo y llegaron a decir que el océano se tiño de sangre. Se trataba de una infrecuente aurora austral. La aurora boreal, propia de latitud árticas, pudo verse en el caribe roma y Madrid. El servicio de telégrafo, que constituía el único sistema de comunicación por cable, en Europa y América del norte, se vio seriamente afectado durante varios días, por la sobrecarga electromagnética, que produjo el incendio de postes y tendido. El evento Carrington no tuvo mayores consecuencias, debido a que la tecnología de la comunicación estaba en sus inicios; pero un evento similar, hoy implicaría consecuencias catastróficas. Colapsarían todos los sistemas satelitales, la telefonía móvil, y el GPS. Habría un serio impacto en la aeronavegación, además ocasionaría severos daños a las centrales eléctricas, alterando el suministro durante semanas. Algunos estudios científicos sobre muestras de hielo Fósil; estarían señalando que otro evento Carrington, se ha producido en los últimos 500 años, y que tormentas solares fuertes suceden cada cincuenta años. La ultima aconteció el 13 de noviembre de 1960. Distintos satélites monitorean la actividad solar. El Ace de la NASA, mide la corriente de partículas procedentes del sol y nos permitiría saber con 15 minutos de anticipación, la magnitud del impacto de estas. Otros sistemas observacionales pueden predecir erupciones solares de magnitud. La misión SOHO (Solar Heliospheric Observatory) de la agencia Espacial Europea y la misión STEREO (Solar Terrestrial Relations Observatory), de la Nasa; podrían, eventualmente predecir un evento Carrington, de 18 a 36 horas antes. La sonda Parker, lanzada en 2018, se encuentra orbitando la fotosfera solar y tiene entre otros objetivos el de aumentar el conocimiento sobre las emisiones solares, para mejorar las predicciones de un nuevo e inminente evento Carrington.

¿Cuándo se repetirá la próxima gran tormenta solar? La pregunta ha traído de cabeza a muchos científicos en las últimas décadas. Hoy, nuestro mundo depende de mucho más que de un cable de telégrafo. El planeta está rodeado de un enjambre de satélites. Miles de kilómetros de cables de internet y electricidad dan la vuelta al mundo. Y en cada casa hay multitud de dispositivos electrónicos. ¿Cuándo se va a producir el próximo evento Carrington que apague nuestra sociedad durante horas? Según la investigación de tres matemáticos y un físico de la UAB, el CRM y la BGSMath, las probabilidades de que esto suceda en la próxima década son escasas. Mediante un nuevo modelo matemático, han estimado que la probabilidad de que se produzca una tormenta similar a la detectada por Carrington y Hodgson en los próximos 10 años está entre el 0,46% y el 1,88%.

“En 2012, los resultados reportados en la literatura científica estimaban esta probabilidad en torno al 12%, diez veces más que nuestra estimación más pesimista”, explica el primer autor del estudio, David Moriña. “Nuestro modelo es más flexible que los anteriores, y además incluye el modelo en que se basan las estimaciones anteriores como caso particular”. Pero esto no significa que haya que desestimar los riesgos. ¿Qué solución podemos prever? La solución, según la NASA, pasa por contar con infraestructuras más resistentes y mejores sistemas de prevención. Saber que está en camino una tormenta solar contribuye a que se tomen medidas preventivas. Por ejemplo, desconectar los cables, proteger los dispositivos electrónicos más vulnerables o apagar el hardware crítico. “Una probabilidad alrededor del 2% como la que hemos calculado para una tormenta muy intensa no es nada despreciable teniendo en cuenta las consecuencias de este evento”, concluye el catedrático Pere Puig, otros de los autores del artículo, publicado en Scientific Reports. “Los gobiernos deberían tener protocolos de actuaciones ante desastres de este tipo, para informar y tranquilizar a la población. Habrá muy poco margen temporal antes de la llegada imprevista de una tormenta de estas características”....


Similar Free PDFs