Guía de preguntas PDF

Title Guía de preguntas
Course Introducción a la Filosofía
Institution Universidad Autónoma de Entre Ríos
Pages 3
File Size 104.6 KB
File Type PDF
Total Downloads 7
Total Views 129

Summary

Examen final virtual de filosofía...


Description

David Hume Impresiones e ideas Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas que se denominan impresiones e ideas . La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestro pensamiento o conciencia. A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia se las denomina impresiones; y se incluyen todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones. Mientras que las ideas son las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos. Hay otra división de nuestras percepciones que se extiende tanto a nuestras impresiones como a nuestras ideas. Se trata de la división en simples  y complejas. Las percepciones simples no admiten distinción ni separación. Las complejas son lo contrario que éstas, y pueden dividirse en partes. Aunque un color, sabor y olor particulares sean cualidades que estén todas unidas en esta manzana, por ejemplo, es fácil darse cuenta de que no son lo mismo, sino que son distinguibles unas de otras. Las impresiones simples preceden siempre a sus correspondientes ideas. Toda impresión –sea de la mente o del cuerpo- es seguida constantemente por una idea que semeja esa impresión, y que difiere de ella tan sólo por sus grados de fuerza y vivacidad. Impresiones de sensación y de reflexión Las impresiones pueden ser de dos clases: de sensación  y de reflexión. La primera clase surge originariamente en el alma a partir de causas desconocidas. La segunda se deriva en gran medida de nuestras ideas, y esto en el orden siguiente: una impresión se manifiesta en primer lugar en los sentidos, y hace que percibamos calor o frío, placer o dolor de uno u otro tipo. De esta impresión existe una copia tomada por la mente y que permanece luego que cesa la impresión: llamamos a esto idea. Esta idea del placer o dolor, cuando incide a su vez en el alma, produce las nuevas impresiones de deseo y aversión, esperanza y temor, que pueden llamarse propiamente impresiones de reflexión, puesto que de ella se derivan. A su vez, son copiadas por la memoria y la imaginación, y se convierten en ideas. Ideas de la memoria y la imaginación Cuando una impresión ha estado presente a la mente aparece de nuevo en ella como idea. Esto puede hacerlo de dos maneras: o cuando retiene en su reaparición notable de su vivacidad primera, y entonces es de algún modo intermedia entre una impresión y una idea, o cuando pierde por completo esa vivacidad y es enteramente una idea. La facultad por la que repetimos nuestras impresiones del primer modo es llamada memoria; la otra, imaginación . La primera facultad colorea sus objetos con mayor precisión que la segunda. La memoria preserva la forma original en que se presentaron sus objetos. Su función primordial no es preservar las ideas simples, sino su orden y posición. Y la imaginación tiene libertad para trastocar y alterar el orden de sus ideas. Las fábulas son pruebas de esto. La conexión o asociación de ideas La naturaleza indica las ideas simples que son más aptas para unirse en una idea compleja. Las cualidades de las que surge tal asociación y por las que es llevada la mente de este modo de una idea a otra, son tres. Semejanza , contigüidad  en tiempo o lugar, y causa  y efecto. En el curso de nuestro pensamiento y en la sucesión continua de nuestras ideas pasa nuestra imaginación fácilmente de una idea a otra semejante, y esta cualidad es por sí sola un vínculo suficiente de asociación para la fantasía. Los sentidos, al cambiar de objeto, están obligados a hacerlo de un modo regular, tomando a los objetos tal como se hallan contiguos unos con otros, la imaginación debe adquirir el mismo método de pensamiento, recorriendo las distintas partes del espacio y el tiempo al concebir sus objetos. Dos objetos se encuentran unidos en la imaginación no solamente cuando uno es inmediatamente semejante o contiguo al otro, o su causa, sino también cuando entre ambos se interpone un tercer objeto 1

que guarda con ellos alguna de estas relaciones. No sólo están conectados dos objetos por la relación de causa y efecto cuando uno produce un movimiento o acción en el otro, sino también cuando tiene el poder de producirlo. Las ideas complejas son normalmente el objeto de nuestros pensamientos y razonamientos, y surgen por lo general de un principio de unión entre nuestras ideas simples. Estas ideas pueden dividirse en relaciones, modos y sustancias. La identidad Personal Hay que distinguir entre identidad personal por lo que respecta a nuestro pensamiento o imaginación, e identidad personal por lo que respecta a nuestras pasiones o al interés que nos tomamos por nosotros mismos. La idea precisa que tenemos de un objeto que permanece invariable y continuo a lo largo de una supuesta variación de tiempo la llamamos idea de identidad o mismidad. Y una idea precisa de varios objetos diferentes que existen en forma sucesiva y están conectados mutuamente por una estrecha relación nos proporciona una noción de diversidad. Estas dos ideas suelen ser confundidas entre sí. La relación facilita la transición de la mente de un objeto a otro, y convierte este paso en algo tan suave como si la mente contemplara un objeto continuo. La identidad que atribuimos a la mente del hombre es tan sólo ficticia, y de especie parecida a la que hemos asignado a vegetales y animales. No puede tener un origen diferente, sino que deberá provenir de una operación similar de la imaginación sobre objetos similares. Nuestras nociones de identidad personal provienen íntegramente del curso suave e ininterrumpido del pensamiento, a través de una serie de ideas conectadas entre sí. La identidad depende de las relaciones de ideas, y estas relaciones originan la identidad por medio de la transición fácil que producen.

Karl Marx La ideología alemana La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real. No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia. Desde el primer punto de vista, se parte de la conciencia como del individuo viviente; desde el segundo punto de vista, se parte del mismo individuo real viviente y se considera la conciencia solamente como su conciencia. El hombre tiene “conciencia”, pero ésta es de antemano una conciencia “pura”. El “espíritu” nace ya tarado con la maldición de estar “preñado” de materia, que se manifiesta bajo la forma de capas de aire en movimiento, de sonidos, en una palabra, bajo la forma del lenguaje. Este último es tan viejo como la conciencia: el lenguaje es la conciencia práctica, la conciencia real, que existe también para los otros hombres y que comienza a existir también para mí mismo; y el lenguaje nace, como la conciencia, de la necesidad, de los apremios del intercambio con los demás hombres. La conciencia es de antemano un producto social, y lo seguirá siendo mientras existan seres humanos. Y, ante todo, es conciencia del mundo inmediato y sensible que nos rodea y conciencia de los nexos limitados con otras personas y cosas, fuera del individuo consciente de sí mismo; y es, al mismo tiempo, conciencia de la naturaleza, que al principio se enfrenta al hombre como un poder absolutamente extraño, omnipotente e inexpugnable, ante el que los hombres se comportan de un modo puramente animal y que los amedrenta como al ganado; es, por tanto, una conciencia puramente animal de la naturaleza (religión natural). La conciencia de la necesidad de entablar relaciones con los individuos circundantes es el comienzo de la conciencia de que el hombre vive, en general, dentro de una sociedad. Este comienzo es algo tan animal como la propia vida social en esta fase: es una conciencia gregaria y, en este punto, el hombre sólo se distingue del carnero por cuanto su conciencia sustituye al instinto o es el suyo un instinto consciente. La división del trabajo sólo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo físico y el intelectual. Desde este instante, puede ya la conciencia imaginarse realmente 2

que es algo más y algo distinto que la conciencia de la práctica existente, que representa realmente algo sin representar algo real; desde este instante, se halla la conciencia en condiciones de emanciparse del mundo y entregarse a la creación de la teoría, teología, filosofía y moral “puras”, etc. Historia del pensamiento filosófico y científico Marx considera que la filosofía de Hegel interpreta el mundo de una manera invertida. Es ideología. Y también dirige contra Hegel dos acusaciones principales: la de subordinar la sociedad civil al Estado, y la de invertir el sujeto y el predicado. Los filósofos se limitaron a interpretar el mundo de diversas maneras; ahora se trata de transformarlo. En opinión de Marx, la primera tarea de una filosofía que se ponga al servicio de la historia, consiste en desenmascarar la autoalienación religiosa, mostrando sus formas nada sagradas.

Friedrich Nietzsche Más allá del bien y del mal 4 - Admitir que la no-verdad es condición de la vida, significa enfrentarse de modo peligroso a los sentimientos de valor habituales; y una filosofía que osa hacer esto se coloca más allá del bien y del mal. 5 – Lo que nos hace desconfiar de los filósofos es el hecho de que no se comportan con suficiente honestidad. Todos ellos simulan haber descubierto y alcanzado sus opiniones propias mediante el autodesarrollo de una dialéctica fría, pura, divinamente despreocupada. Siendo así que, en el fondo, es una tesis adoptada de antemano, una ocurrencia, una inspiración, casi siempre un deseo íntimo vuelto abstracto. Todos ellos son abogados que no quieren llamarse así, y en la mayoría de los casos son incluso picaros abogados de sus prejuicios, a los que bautizan con el nombre de “verdades”. 6 – Hasta ahora, toda gran filosofía ha sido la autoconfesión de su autor y una especie de memorias no queridas y no advertidas; asimismo, que las intenciones morales (o inmorales) han constituido en toda filosofía el auténtico germen vital del que ha brotado siempre la planta entera. 9 – La filosofía es ese instinto tiránico mismo, la más espiritual voluntad de poder, de “crear el mundo”, de ser causa prima (causa primera). 13 – Algo vivo quiere, antes que nada, dar libre curso a su fuerza -la vida misma es voluntad de poder-: la autoconservación es tan sólo una de las consecuencias indirectas y más frecuentes de esto. La filosofía de Nietzsche Este autor lucha con una entrega total, pero no realiza una destrucción conceptual de la metafísica, sino que repudia el concepto, lucha contra el racionalismo, se opone a la violación de la realidad por el pensamiento. Su lucha tiene la forma de una crítica total de la cultura. Nietzsche es el filósofo que pone en duda toda la historia de la filosofía occidental, que ve en la filosofía un movimiento profundamente negativo. Tras veinticinco siglos de interpretación metafísica del ser, Nietzsche busca un nuevo comienzo. En su lucha contra la metafísica occidental, está atado todavía a ella, y lo único que hace es invertirla. La metafísica le parece un movimiento vital en el que se reflejan ante todo , un movimiento en que se imponen que atrofian, oprimen y debilitan la vida.

3...


Similar Free PDFs