Historia de la Fotografía PDF

Title Historia de la Fotografía
Course Historia del Diseño I
Institution Universidad Nacional de Cuyo
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Texto resumido dado por docentes de la cátedra...


Description

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9-17. Ottmar Mergenthaler hace una demostración de la linotipia Blower, la primera componedora tipográfica de líneas a teclado, al director Whitelaw Reid, el 3 de julio de 1886. 9-18. La linotipia modelo 5 se convirtió en la bestia de carga de la composición tipográfica, con teclados y matrices disponibles en más de mil lenguas. 9-19. Como demuestra esta caja del siglo XIX que es una cámara oscura, los artistas comprendían bien los principios ópticos de la fotografía y los usaban como ayuda para dibujar. 9-20. Joseph Niépce, grabado fotolitográfico del cardenal d’Ambroise, ca. 1822. Este retrato de rutina es la primera imagen grabada a partir de una plancha que fue creada por la acción fotoquímica de la luz, en lugar de por la mano del hombre.

«Historia del Diseño Gráfico» Philip Meggs y Aliston Purvis

Los inventores de la fotografía La fotografía y la comunicación gráfica han estado estrechamente relacionadas a partir de los primeros experimentos para captar imágenes de la naturaleza con una cámara. El francés Joseph Niépce (1765 - 1833), el primero que obtuvo una imágen fotográfica, comenzó a investigar la manera de transformar automáticamente

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los dibujos en planchas de impresión. Como litógrafo de imágenes religiosas populares, Niépce buscaba una forma de preparar las planchas sin tener que dibujarlas. En 1822 cubrió una lámina de peltre con un asfalto fotosensible llamado «betún de Judea», que se endurece cuando se expone a la luz. A continuación, usando la luz del sol, imprimió en el peltre por contacto un dibujo, que se había engrasado para hacerlo transparente. Niépce lavó la plancha de peltre con aceite de lavanda para retirar las partes que no se habían endurecido con la luz y después la grabó con ácido para obtener una copia burilada del original. Niépce llamó a su invento heliogravure [grabado solar] (figura 9-20). En 1826, Niépce amplió su descubrimiento colocando una de sus planchas de peltre en la parte posterior de su cámara oscura y orientándola hacia el exterior de la ventana; esto le permitió tomar una imágen directamente del natural; la primera fotografía que se conserva es una plancha de peltre que Niépce mantuvo expuesta todo el día (figura 9-21). Cuando la extrajo de la cámara oscura y la lavó con aceite de lavanda, apareció una imagen borrosa de

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9-21. Joseph Niépce, la primera fotografía del natural, 1826. Mirando hacia fuera, al patio trasero de la casa de Niépce, se pueden ver los patrones de luz y sombra que forman (de izquierda a derecha) un ala de la casa, un peral, el techo del cobertizo delante del horno bajo con su chimenea y otra ala de la casa. 9-22. Louis Jacques Daguerre, bulevar de París, 1839. En este daguerrotipo primitivo, no se registraron los vehículos ni las personas, porque la lenta exposición sólo permitía registrar los objetos estáticos. En la esquina inferior izquierda de la calle, un hombre se ha detenido para que le lustraran los zapatos. Él y el limpiabotas son las primeras personas que han sido fotografiadas. 9-23. William Henry Fox Talbot, imagen de sombra de flores, hecha sin cámara, 1839. Metiendo las flores entre su papel fotográfico y una lámina de vidrio y exponiendo a la luz del sol la emulsión fotosensible, Talbot inventó el fotograma, que más adelante fue usado ampliamente como herramienta de diseño por diseñadores como László Moholy-Nagy. 9-23

los edificios iluminados por el sol delante de la ventana de su taller. Niépce siguió investigando con materiales fotosensibles, como el cobre plateado. Un actor de teatro y pintor que había intervenido en la invención del diorama, Louis Jacques Daguerre (1799 - 1851), se puso en contacto con él. Daguerre había estado llevando a cabo una investigación similar y Niépce congenió con el y compartieron ideas hasta que Niépce murió de un ataque en 1833. Daguerre siguió haciendo pruebas y el 7 de enero de 1839 su proceso perfeccionado fue presentado a la Academia Francesa de Ciencias, cuyos miembros se maravillaron de la claridad y el minucioso detallismo de sus «daguerrotipos» (figura 9-22) y la increíble precisión de las imágenes. En su proceso perfeccionado, se sensibilizaba una lámina de cobre plateada colocándola sobre un recipiente de cristales de yodo con la cara plateada hacia abajo. El vapor de Yodo que ascendía se mezclaba con la

plata y producía yoduro de plata fotosensible; entonces se colocaba la plancha en la cámara y se exponía a la luz que entraba a través de la lente para producir una imagen latente. Si se colocaba la placa expuesta sobre un plato de mercurio caliente, se formaba una imagen visible. Cuando los vapores de mercurio formaban una aleación con las zonas de plata expuestas, se eliminaba el yoduro de plata no expuesto y se fijaba la imagen con un baño del sal. El metal descubierto quedaba negro en las zonas a las que no había llegado nada de luz. La imagen luminosa y vibrante era un bajorrelieve de compuestos de mercurio y plata, cuya intensidad variaba en proporción directa a la cantidad de luz que había recibido la plancha durante la exposición. De un salto gigantesco se llegó a la tecnología para hacer imágenes a máquina. En un año se hicieron en París medio millón de daguerrotipos.

Los daguerrotipos tenían limitaciones, porque cada plancha era una imagen única de un tamaño predeterminado y el proceso requería un pulido, una sensibilización y un revelado cuidadoso. La superficie pulida tenía tendencia a producir brillo y, a menos que se mirara desde el ángulo exacto, la imagen tenía el curioso hábito de invertirse y aparecer en negativo. Al mismo tiempo estaba investigando en Inglaterra William Henry Fox Talbot (1800 - 1877), que fue pionero en un proceso que constituyó la base tanto para la fotografía como para las planchas de impresión. En 1833, Talbot estaba bosquejando en la región del lago de Como, en Italia, y, frustrado por su falta de habilidad y su dificultad para registrar los hermosos paisajes, se puso a reflexionar sobre «lo bonito que sería conseguir que aquellas imágenes naturales se imprimieran de forma duradera y quedaran fijas en el papel». A su regreso a Inglaterra, comenzó una serie de experimentos con papel tratado con compuestos de plata, elegido porque sabía que el nitrato de plata era sensible a la luz. En sus primeros experimentos, hacía flotar papel en una solución diluida de salmuera, lo dejaba secar y a continuación le aplicaba una solución concentrada de nitrato de plata para obtener en el papel un compuesto de cloruro de plata fotosensible e insoluble. Al colocar un trozo de encaje o una hoja de árbol y apretarlo con un vidrio y exponerlo a la luz natural, el papel en torno al objeto se iba oscureciendo poco a poco. Si lavaba la imagen con una solución salina o yoduro de potasio, la fijaba en cierto modo, porque los compuestos de plata no expuestos resultaban casi insensibles a la luz. Talbot llamó a estas imágenes, hechas sin cámara, «dibujos fotogénicos» (figura 9-23); en la actualidad llamamos «fotogramas» a las imágenes hechas manipulando con objetos la luz que incide en el papel fotográfico. La técnica fue usada a menudo por los diseñadores gráficos del siglo XX. Durante los experimentos que realizó en 1835, Talbot comenzó a usar en la cámara oscura el papel tratado para crear diminutas imágenes fotográficas en las que las zonas claras aparecían oscuras y las zonas oscuras aparecían claras; eran imágenes especulares de la realidad. Talbot dejó de lado su investigación y se dedicó a otros intereses durante casi tres años, hasta el repentino alboroto mundial en torno a Daguerre. Entonces envió rápidamente su trabajo a Londres y el 31 de Enero de 1839, tres semanas después del anuncio de Daguerre, Talbot presentó en la Real Academia de Ciencias británica un informe preparado a toda prisa titulado «Informe sobre el arte del dibujo fotogénico o el proceso mediante el cual se puede hacer que los objetos naturales se delineen a sí mismos sin ayuda del lápiz del artista». Cuando se enteró de la investigación de Daguerre y Talbot, el destacado astrónomo y químico sir John Herschel (1792 - 1871) trató de resolver el problema. Además de repetir los resultados de Talbot, fue el primero en utilizar tiosulfato de sodio para fijar la imagen o hacerla permanente, al detener la acción de la luz. El 1 de febrero de 1839 compartió lo que sabía con Talbot. Tanto Daguerre como Talbot adoptaron este método para fijar la imagen. Durante aquel mes, Talbot resolvió el problema de la imagen invertida imprimiendo por contacto su imagen invertida en otra hoja de papel sensibilizado a la luz del día. Herschel llamó «negativo» a la imagen invertida (figura 9-24) y llamó

«positivo» al contacto (figura 9-25). Estos términos y el nombre que posteriormente dio Herschel al invento de Talbot, «fotografía» (del griego photos graphos, que significa «representación gráfica con luz»), han sido adoptados en todo el mundo. A finales de 1840, Talbot logró incrementar la fotosensibilidad de su papel, exponer una imagen latente y revelarla después de extraerla de la cámara. Llamó a su nuevo proceso «calotipia» (del griego kalos typos, que significa «bello modelo») y también utilizó el nombre «talbotipo», por sugerencia de sus amigos. En 1844 comenzó a publicar por entregas su libro El lápiz de la naturaleza para sus suscriptores (figura 9-26; véase también la figura 9-40), en el que aparecían veinticuatro fotografías pegadas a mano en cada ejemplar. En el prólogo expresaba el deseo de presentar «parte del comienzo del nuevo arte». Por ser el primer libro ilustrado totalmente con fotografías, El lápiz de la naturaleza marcó un hito en la historia del libro. La claridad cristalina de los daguerrotipos era superior a la suavidad de los calotipos. Para obtener por calotipo una imagen en positivo, se comprimía una hoja de papel fotosensible bajo el calotipo negativo y se exponía a la luz solar. Como las fibras del papel negativo difundían los rayos solares, la impresión en positivo quedaba un poco borrosa, pero como un negativo se podía exponer a otros materiales fotosensibles para obtener una cantidad ilimitada de copias y luego se podía agrandar, reducir y utilizar para hacer planchas de impresión en procesos fotográficos, el invento de Talbot cambió radicalmente el curso tanto de la fotografía como, posteriormente, el del diseño gráfico. No obstante, en las primeras etapas de la fotografía predominó el proceso de Daguerre, porque el popurrí de patentes exclusivas de Talbot hizo más lenta la difusión de sus métodos. Aunque la suavidad de los calotipos no dejaba de tener carácter, porque les daba una textura similar a la de los dibujos al carboncillo, se empezó a buscar un vehículo adecuado para adherir material fotosensible al vidrio, para poder hacer diapositivas proyectables negativas y sumamente detalladas. El escultor inglés Frederick Archer (1816 - 1857) anunció un proceso de plancha humedecida en el Chemist de marzo de 1850. A la luz de las velas en un cuarto oscuro, se sensibilizaba con compuestos de yodo un líquido viscoso claro llamado «colodión», se vertía sobre una plancha de vidrio, se sumergía en un baño de nitrato de plata y se exponía y se revelaba en la cámara mientras estaba húmedo. En todo el mundo, los fotógrafos adoptaron el proceso de Archer. Como no patentó el proceso y este permitía tiempos de exposición mucho más cortos que los daguerrotipos o los calotipos, a mediados de la década de 1850 había sustituido a estos dos procesos casi por completo. El alcance de la fotografía se veía seriamente limitado por la necesidad de preparar una plancha húmeda inmediatamente antes de hacer la exposición y revelarla inmediatamente después. Finalmente, gracias a la investigación, en 1877 varias empresas fabricaron comercialmente planchas

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9-24. William Henry Fox Talbot, el primer negativo fotográfico, 1835. Esta imagen se hizo sobre el papel fotosensible de Talbot en la cámara oscura, dirigida hacia las ventanas de vidrio emplomado de su mansión, Lacock Abbey. 9-25. William Henry Fox Talbot, copia del primer negativo fotográfico. El sol fue la fuente luminosa para hacer una copia por contacto del negativo en otra hoja de papel sensibilizada y así se obtuvo esta imagen positiva del cielo y la tierra en el exterior de las ventanas. 9-26. Páginas de El lápiz de la naturaleza de Talbot, 1844. En el primer libro totalmente ilustrado con fotografías, las copias originales iban pegadas en la página impresa. La lámina VII es un fotograma. (El uso de tipografía moderna con iniciales ornamentales es típico del diseño de libros de comienzos de la época victoriana). 9-27. Anuncio de la cámara Kodak, ca. 1889. La cámara de George Eastman, tan sencilla que podía usarla cualquier persona «que sepa darle cuerda al reloj», desempeñó un papel importante para convertir la fotografía en una forma artística al alcance de todos. 9-28. Ilustración del departamento fotográfico de Moss, publicada en Scientific American, 1877. Cuando esta importante publicación científica informó sobre el aumento del fotograbado, reveló que, sin que sus lectores lo supieran, durante la década de 1870 se habían usado miles de fotograbados al mismo tiempo que los grabados hechos a mano, sin que se notara la diferencia.

secas con una emulsión de gelatina. Después de un auge de tres décadas, la plancha húmeda de colodión no tardó en ceder paso al método de la plancha seca a partir de 1880. Un fabricante estadounidense de planchas secas, George Eastman (1854 - 1932), puso el poder de la fotografía al alcance del público en general cuando en 1888 presentó su cámara Kodak (figura 9-27). Fue un invento sin precedentes, porque los ciudadanos comunes tuvieron a partir de entonces la capacidad de crear imágenes y llevar un registro gráfico de su vida y sus experiencias.

La aplicación de la fotografía a la impresión A partir de la década de 1840, el creciente incremento en el uso del grabado en madera que había comenzado con Thomas Bewick fomentó el uso efectivo de imágenes en la comunicación editorial y publicitaria. Como los bloques de madera tenían la misma altura que los tipos y se podían enganchar en la prensa e imprimir al mismo tiempo (mientras que los grabados en planchas de cobre y en acero o las litografías se tenían que imprimir por separado), el grabado en madera predominaba en la ilustración de libros, revistas y periódicos. Sin embargo, preparar los bloques para imprimir grabados en madera resultaba costoso y numerosos inventores y chapuceros continuaron la búsqueda iniciada por Niépce para hallar un proceso económico y fiable de fotograbado para preparar planchas de impresión. Cuando se registraba una patente, los competidores buscaban

alguna escapatoria para burlar los derechos legales del inventor y esto dificultaba la identificación de muchos inventores. En 1871, el neoyorquino John Calvin Moss fue pionero en un método de fotograbado comercialmente viable para convertir ilustraciones de línea en planchas de metal para impresión tipográfica. Se hacía un negativo de la ilustración original en una cámara para copiado que se colgaba del techo con una cuerda para evitar la vibración (figura 9-28). En un proceso muy secreto, se imprimía por contacto un negativo de la ilustración original en una plancha metálica recubierta de una emulsión de gelatina fotosensible y a continuación se la grababa con un ácido. Después de mejorarla a mano, la plancha metálica se montaba sobre un bloque de madera de la altura de los tipos. Gracias a la implementación gradual del fotograbado, se redujeron el coste y el tiempo necesario para producir bloques de impresión y se consiguió mayor fidelidad al original. Antes de que las fotografías se pudieran copiar, la fotografía se usaba como método de investigación para obtener ilustraciones grabadas en madera. La realidad documental de esta técnica ayudaba a los ilustradores a captar los acontecimientos del momento. Durante las décadas de 1860 y 1870, los grabados en madera dibujados a partir de fotografías eran muy frecuentes en las comunicaciones de masas (figuras 9-29 y 9-30). Encontramos un ejemplo en la fotografía Freedmen on the Canal Bank at Richmond [Libertos a orillas del canal en Richmond], atribuida a Mathew Brady. Al llegar a Richmond (Virginia), poco después de la evacuación y de que un incendio destruyera la mayor parte del distrito comercial el 2 de abril de 1865, cuando las fuerzas de la Unión consiguieron atravesar las defensas de la ciudad de los Confederados, Brady dirigió su cámara hacia un grupo de antiguos esclavos a quienes de pronto les habían concedido la libertad. Se ha preservado el momento y esto constituye un documento histórico para ayudarnos a comprender que nuestra historia se formó con la inmediatez intemporal de la fotografía. Como todavía no había medios para reproducir aquella imágen, la revista Scribner recurrió a un ilustrador para reinventar la imagen en el lenguaje de la xilografía, a fin de poder reproducirla. A partir de Talbot, los investigadores creyeron que con una plancha de impresión fotográfica se podían imprimir los sutiles matices tonales que tiene una fotografía si un filtro convertía los tonos continuos en puntos de distintos tamaños. De este modo se podían conseguir los tonos aunque la prensa tipográfica aplicara la tinta de forma homogénea. Durante la década de 1850, Talbot experimentó con un tamiz como forma de descomponer los tonos. Muchas personas trataron de resolver el problema y contribuyeron a la evolución de este proceso. El 4 de marzo de 1880 se produjo un gran adelanto, cuando el New York Daily Graphic imprimió la primera reproducción de una fotofrafía con toda la gama tonal en un periódico (figuras 9-31 y 9-32). Titulada A Scene in Shantytown [Chabolas], se imprimió a partir de una trama rudimentaria inventada por Stephen H. Horgan. Esta trama dividía la imagen en una serie de puntos minúsculos que, al variar de tamaño, creaban tonos. Los valores comprendidos entre el papel blanco inmaculado y la tinta negra homogénea se simulaban mediante la cantidad de tinta que se imprimía en cada zona de la imagen.

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9-32 9-29. Atribuida a Mathew Brady, fotografía, Libertos a orillas del canal en Richmond, 1865. El fotógrafo proporcionó la prueba visual que necesitaba el ilustrador para documentar un acontecimiento. 9-30. John Macdonald, xilografía, Libertos a orillas del canal en Richmond. La tonalidad de la imagen del fotógrafo se reinventó con la sintaxis visual de la línea grabada en madera. 9-31 y 9-32. Stephen H. Horgan, fotograbado experimental, 1880. Esta primera plancha de impresión de semitonos para reproducir una fotografía en un periódico presagió el potencial de la fotografía en la comunicación visual. 9-33. David O. Hill y Robert Adamson, El reverendo Thomas H. Jones, ca. 1845. La sensibilidad de los primeros fotógrafos, más adecuada para las fotos de un archivo policial, se sustituye teniendo en cuenta la iluminación, la caracterización, la forma de poner las manos y la cabeza y la composición dentro del rectángulo, como haría un pintor. 9-34. Julia Margaret Cameros, Sir John Herschel, 1867. Los convincentes retratos psicológicos de Cameron iban más allá de la mera imagen descriptiva y revelaba el interior de la persona retratada.

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L´Ilustration. La separación fotomecánica de colores era complicada y llevaba mucho tiempo, de modo que siguió siendo experimental hasta finales de siglo. Durante las décadas de 1880 y 1890, la reproducción fotomecánica comenzó a dejar obsoletos enseguida a los artesanos altamente cualificados que transferían los diseños de los ilustradores a las planchas de impresión hechas a mano. Se había llegado a tardar una semana para preparar una xilografía complicada; en cambio, los procesos fotográficos reducían el tiempo de pasar la ilustración a la plancha a una o dos horas, con lo cual se abarataba el proceso.

Definir el medio

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En Filadelfia, Frederick E. Ives (1856 - 1937) desarrolló un proceso primitivo de tramas y trabajó en la primera produ...


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