Implicaturas y presuposiciones Apuntes PDF

Title Implicaturas y presuposiciones Apuntes
Course Pragmática del Español
Institution Universidad de Murcia
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Implicaturas y presuposiciones...


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Implicatura Se entiende por implicatura una información que el emisor de un mensaje trata de hacer manifiesta a su interlocutor sin expresarla explícitamente. Así pues, la implicatura es un tipo de implicación pragmática, en oposición a las implicaciones lógicas o semánticas, como puede ser la presuposición. El término fue acuñado por H. P. Grice, filósofo americano que elaboró un modelo pragmático de la comunicación. En su teoría, se establece una distinción entre lo que se dice y lo que se comunica. Lo que se dice es el contenido literal expresado en el enunciado. Lo que se comunica es toda la información que se transmite con el enunciado más allá de su contenido proposicional. Se trata por tanto de un contenido implícito y recibe el nombre de implicatura. En su planteamiento, distingue entre dos clases de implicaturas: 



Implicaturas convencionales. Son aquellas que derivan directamente de los significados de las palabras, y no de factores contextuales o situacionales. Así, ante un enunciado como [Por fin han logrado alcanzar su objetivo] no sólo se enuncia la consecución de un objetivo, sino que esta ha sido ardua y dificultosa. Este significado añadido forma parte de la semántica de la perífrasis verbal [lograr + infinitivo]. Implicaturas no convencionales. Son aquellas que se generan por la intervención de principios conversacionales; de ahí que sean denominadas también implicaturas conversacionales. En este sentido, la noción de implicatura permite dar cuenta, como ya se ha indicado, de un tipo de significado del que la semántica no puede dar cuenta. A H. P. Grice le interesan especialmente un tipo de situaciones en las que se viola o transgrede una máxima del principio de cooperación, pero no por ello se deja de cooperar. Quien transgrede la máxima lo hace con el ánimo de que quien lo escucha lo descubra e inicie un proceso inferencial que le lleve a desvelar la información implícita, esto es, la implicatura. Así, si una hija adolescente, ante un plato de comida que no es de su gusto, informa a la madre, acompañándose de información no verbal (gestos, entonación) de que [cada día me gusta más el bacalao] la madre percibe que su hija no está diciendo la verdad -por lo tanto, está transgrediendo la máxima de calidad- , por lo que deducirá, esto es, inferirá, que lo que su hija ha querido decirle es justamente lo contrario.

A su vez, dentro de las implicaturas conversacionales, distingue entre generalizadas y particularizadas.





Implicaturas generalizadas: no dependen de un contexto específico de emisión. Ante un enunciado como [Elena ha quedado esta noche con un hombre], inferimos que el hombre con el que ha quedado no es un conocido ni un familiar, pues en este caso se hubiera empleado para designarlo el nombre propio [Juan, Jaime, Alberto...] o la relación de parentesco que los une [su padre, su tío, su novio, su marido...]. De este modo, al emplear el nombre común [hombre] puede inferirse, pues, que ha quedado con un hombre con el que potencialmente puede llegar a establecer una relación sentimental. Este tipo de implicaturas surge de una asociación frecuente entre una expresión y los contextos posibles de su aparición. Implicaturas particularizadas: dependen de un contexto específico de emisión. En un diálogo como el siguiente [-¿Qué te parece la novia de Juan? -Es simpática.], el interlocutor puede inferir, en ausencia de otras claves verbales (entonación) o no verbales (gestos) de que se ha acompañado, que la única cualidad destacable de la novia es su simpatía.

En realidad, entre ambos tipos de implicaturas hay solamente una diferencia de grado en cuanto a su dependencia del contexto. Estrechamente vinculado a la noción de implicatura, el concepto de inferencia ha supuesto la necesidad de contextualizar las prácticas de la lengua y de activar la competencia sociocultural, de modo que el estudiante pueda aprender lo que es relevante decir en un contexto dado, o la cantidad de información que se debe proporcionar así como desarrollar estrategias para acceder a lo no dicho pero sí comunicado, esto es, a la implicatura.

Inferencia Se entiende por inferencia el proceso interpretativo efectuado por el interlocutor para deducir el significado implícito de un enunciado, teniendo en cuenta los datos que posee del contexto. Dicho de otro modo, mediante la inferencia, el destinatario pone en relación lo que se dice explícitamente y lo que se dice de modo implícito. Por lo tanto, la inferencia es el proceso que lleva a la implicatura, esto es, al significado implícito. El concepto procede de la lógica formal, donde con este nombre se designa un proceso de razonamiento deductivo, de modo que partiendo de unas premisas se llega a una conclusión que se sigue lógicamente de esas premisas. Sin embargo, la aplicación del término al proceso comunicativo se debe a H. P. Grice, quien desarrolla el primer modelo teórico de la comunicación,

denominado principio de cooperación, sobre la base de un proceso inferencial que engloba: 



Los implícitos semánticos, esto es, la información que puede deducirse semánticamente de un enunciado. Así, en un enunciado como [Ana ha dejado de fumar] se deduce que [antes Ana fumaba]. Los implícitos pragmáticos, esto es, la información no dicha, pero que se comunica, y que puede deducirse por el contexto, bien sea situacional como cultural, activando el conocimiento del mundoque se tiene almacenado en los marcos de conocimiento. Así, un enunciado como [Me encantan tus pendientes], dicho con gesticulación de entusiasmo, puede ser interpretado como una petición.

Posteriormente, desde otras corrientes teóricas pragmáticas, se reserva el nombre de inferencia sólo para el proceso mental que permite interpretar los implícitos pragmáticos, es decir, los que dependen de un contexto comunicativo particular. Esta es la concepción del término en la teoría de la relevancia de D. Sperber y D. Wilson. Desde esta óptica, la única exigencia a la que está sometida el interlocutor es que movilice un contexto suficientemente pertinente para que su interpretación sea coherente. Para llevar a cabo este cálculo inferencial, el destinatario tiene en cuenta las pistas o señales verbales o no verbales que le ofrece el enunciador, esto es, el comportamiento ostensivo del emisor (en el último ejemplo citado, las pistas ostensivas podrían ser la gesticulación de entusiasmo, la entonación exclamativa, la mirada de súplica, etc.); además de la información procedente del contexto y del conocimiento del mundo. Por lo tanto, el concepto de inferencia va ligado al de ostensión, correspondiendo a un modelo pragmático de la comunicación, en oposición a un modelo basado en la codificación/decodificación. En el aprendizaje de una segunda lengua, los estudios de pragmática suponen también una determinada concepción de la lengua y la comunicación, que supera a la propugnada por el estructuralismo. En la didáctica de las lenguas, dicha concepción ha servido de base para las propuestas de enseñanza comunicativa. Los programas nociofuncionales elaborados en esta metodología se construyen sobre las nociones y las funciones, conceptos que se inspiran en una concepción pragmática de la lengua. Asimismo, el concepto de inferencia ha supuesto la necesidad de contextualizar las prácticas de la lengua y de activar la competencia sociocultural, de modo que el estudiante pueda acceder a lo no dicho pero sí comunicado, esto es, a la implicatura.

Presuposición

Se entiende por presuposición un tipo de información que si bien no está dicha explícitamente, se desprende necesariamente del enunciado. El concepto técnico de presuposición procede de la filosofía. Levinson (1983) presenta un amplio recorrido histórico sobre la concepción del término. Entendida en principio como un concepto propio de la lógica semántica, desde el análisis del discurso se ha indagado en otro tipo de presuposición que escapa del análisis estrictamente lógico, ya que se basa en el conocimiento previo que se da por supuesto y compartido por las personas que participan en el acto comunicativo. Este tipo de presuposición se conoce con el nombre de presuposición pragmática o implicatura. Como características lógicas fundamentales de la presuposición se señalan normalmente las siguientes: 1. la presuposición permite dar cuenta de la veracidad del enunciado del que forma parte. Así, por ejemplo ante un enunciado como [Alberto ha dejado de quererme] se presupone [Alberto me quería]; idea que debe ser cierta para que también lo sea el enunciado desde el que se deriva la presuposición. 2. La presuposición sigue siendo válida aun negando el enunciado del que se deriva. Así, [Alberto no ha dejado de quererme] sigue presuponiéndose que [Alberto me quería]. 3. Las presuposiciones, por ser significados convencionales de las expresiones, no se pueden fácilmente anular, sin que el hablante se contradiga. [Alberto ha dejado de quererme, pero nunca me quiso]. La práctica comunicativa de la lengua en el aula comporta necesariamente el recurso a las presuposiciones, de lo que se derivan como mínimo, dos consecuencias para la concepción y la realización de las actividades de enseñanza: 1. que los enunciados en cuya formulación y uso significativo en el aula deben entrenarse los aprendientes no pueden ser eficaces ni coherentes si hacen explícito todo el contenido informativo, es decir, si los estudiantes no se acostumbran a hacer uso eficaz de la presuposición en el discurso generado en el aula, tanto en la producción como en la recepción de mensajes. Esto afecta también a los textos que se aportan al aula (discurso aportado), que no deben ser artificialmente manipulados con el fin de favorecer una comprensión pretendidamente más fácil de los mismos. 2. Que, para lograr el objetivo que se señala en (1), hay que asegurarse de que los aprendientes comparten el necesario conocimiento suficiente para usar eficazmente las presuposiciones.

Por lo tanto, en didáctica de segundas lenguas, el interés suscitadodesde el surgimiento del enfoque comunicativo, por el componente pragmático de la lengua, ha llevado a dar cabida a la explotación didáctica de lo que las formas significan, de lo que presuponen y comunican, con una aproximación a la gramática y a la semántica desde un punto de vista más pedagógico.

Principio de cooperación Se entiende como principio de cooperación un supuesto pragmático muy general de intercambio comunicativo, por el que se espera un determinado comportamiento en los interlocutores, como consecuencia de un acuerdo previo, de colaboración en la tarea de comunicarse. Puede definirse, por tanto, como un principio general que guía a los interlocutores en la conversación. La elaboración de este modelo pragmático de la comunicación se debe al filósofo americano H. P. Grice, que lo define del siguiente modo: «Haga que su contribución a la conversación sea, en cada momento, la requerida por el propósito o la dirección del intercambio comunicativo en el que usted está involucrado». Es este un principio no normativo, que se supone aceptado tácitamente por todos cuantos participan en la conversación (Grice 1975, 45). En una conferencia dictada en 1967, y publicada en 1975, H. P. Grice sostuvo que hasta ese momento no se había prestado debida atención a la naturaleza e importancia de las condiciones que gobiernan la conversación. Este autor propone un análisis del tipo particular de la lógica que actúa y rige en la conversación. Para ello, intenta establecer los mecanismos que regulan el intercambio comunicativo y la interpretación de los enunciados; es decir, los mecanismos responsables del «significado añadido», esto es, de la información implícita. Este principio se desglosa en cuatro normas o categorías, a las que H. P. Grice llama máximas, y que a su vez se desglosan en submáximas. Grice enumera las máximas de cantidad, calidad, relación y manera, y asigna a cada una un número variado de submáximas específicas: 

Máxima de cantidad. Se relaciona con la cantidad de información que debe darse. Comprende, a su vez, las siguientes submáximas: o «Haga su contribución tan informativa como se requiera (de acuerdo con el propósito de la comunicación)». o «No haga su contribución más informativa de lo requerido».



 

Máxima de calidad. Esta categoría comprende una máxima: «Intente que su contribución sea verdadera», que a su vez se desglosa en las siguientes submáximas: o «No diga lo que crea que es falso». o «No diga aquello sobre lo que no tiene pruebas». Máxima de relación. Contiene una única máxima: o «Sea relevante». Máxima de manera. Se relaciona con el modo de decir las cosas, más que con el tipo de cosas que hay que decir. Comprende una máxima: «Sea claro». Y se complementa con otras: o «Evite la oscuridad de expresión». o «Evite la ambigüedad». o «Sea breve». o «Sea ordenado». La formulación de máximas en modo imperativo ha generado malas interpretaciones sobre su naturaleza real, pues no se deben concebir como prescripciones, sino como normas regulativas. Pese a la enunciación imperativa de estas categorías, lo importante para la teoría de Grice no es tanto el cumplimiento de estos supuestos mandatos como el hecho de que los interlocutores actúan como si dieran por descontado su cumplimiento. La violación de las máximas es un indicio que permite a los interlocutores activar un proceso inferencial que les permita acceder a la implicatura. Así, por ejemplo, si ante la pregunta [¿Cómo te llamas?], formulada por un chico a una chica, se obtiene la respuesta [Tengo novio], se está violando la máxima de relación, pues, aparentemente, no guarda relación la respuesta con la pregunta. Ahora bien, a partir de ese desajuste lógico, el interlocutor podrá inferir, esto es, deducir, que la chica no quiere ser molestada. Estrechamente vinculado al principio de cooperación, el concepto de inferencia ha supuesto la necesidad de contextualizar las prácticas de la lengua y de activar la competencia sociocultural, de modo que el estudiante pueda aprender lo que es relevante decir en un contexto dado, o la cantidad de información que se debe proporcionar así como desarrollar estrategias para acceder a lo no dicho pero sí comunicado, esto es, a la implicatura....


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