Title | La Dècada Ominosa, Jean-Philippe Luis |
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Author | María |
Course | Història contemporanea d'Espanya |
Institution | Universitat de València |
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Resumen...
LA DÉCADA OMINOSA (1823 - 1833) Jean-Philippe Luis Jean-Philippe Luis comienza su articulo haciendo referencia al cambio desde una visión simple entorno a la represión de la
política
liberal,
a
una
visión
más
compleja
de
la
historiografía del s. XX, la cual nos permite observar una construcción del Estado y sociedad liberal, porque aun siendo un régimen tiránico, es a la vez reformador. Partimos de la idea de que la restauración fue un régimen represivo, pero también dependiente de Europa, y sobre todo de Francia. La situación de 1823 era totalmente distinta a la de 1814. En el caso más reciente, España se encontraba en una crisis profunda, que solo podía ser salvada con la ayuda del exterior. De esta situación, Francia, con el apoyo de las monarquías de la Santa Alianza supo aprovecharse e intervenir en las cuestiones de la Península, implantando una Regencia, introduciendo tropas francesas (expedición de los “Cien mil hijos
de
San
restauración moderación)
Luís”) (a
y
la
para
ayudar
par
que
beneficiándose
la así
a
Fernando
VII
direccionaba también
del
con
su
hacia
la
comercio
de
América por rivalidad con Inglaterra. A cambio, Fernando VII cumplía con algunos de los requisitos de los franceses, como el hecho de no restablecer la Inquisición. Por tanto, podemos afirmar que España sufría una dependencia durante la Década Ominosa política, militar, económica y financiera. Otro
tema
relevante
es
el
grado
de
represión
durante
la
década. Es cierto que no se debe negar, pero se puede dudar de su magnitud. Fernando VII, bajo su obsesión por erradicar el liberalismo de la sociedad, sí que muestra una voluntad de creación
de
liberalismo
de
cuestiones que
instituciones la
sociedad.
baraja la
para De
la
hecho,
Regencia se
erradicación entre
las
del
primeras
crean las Juntas
de
depuración, ubicadas en cada provincia, con el objetivo de
erradicar las herejías del pasado. No obstante, se expulsó a mucha menos gente de la esperada. Paralelamente, se crea la superintendencia general de Vigilancia,
la organización de
Voluntarios Realistas, y las Comisiones militares (con los que
se
juzga
formaciones
al
liberalismo
hallamos
la
a
nivel
criminal).
contradicción
del
En
estas
absolutismo
de
Fernando VII: el Estado carece de un ejército propio, pero dispone
de
organizaciones
liberales.
No
para
obstante,
es
luchar
cierto
contra
que
los
los
ataques
absolutista
aprendieron de la lección de 1814, i institucionalizaron las vías
de
represión,
por
las
cuales
Fernando
VII
consigue
aterrorizar a la sociedad. Frente
a
liberal
la
y
represión,
la
encontramos
ultramonárquica.
La
dos
oposiciones:
primera,
se
la
manifiesta
mediante insurrecciones preparadas y protagonizadas por los exiliados, apoyadas sobre el modelo de Riego. Sin embargo, la experiencia doceañista
del
Trienio
Liberal
la
se
sobre
que
provoca apoya
que
esta
la
ideología
estrategia
se
suavizara. A la fase conspirativa, le sigue “el rompimiento”, es decir, la entrada a España. Los liberales creían tener un apoyo
en
el
interior
del
país,
que
produciría
un
levantamiento general. Sin embargo, las insurrecciones de la década
de
los
20
fueron
espontáneos.
Más
tarde,
se
centralizan los proyectos insurreccionales des de dos focos: Francia e Inglaterra. Las operaciones realizadas en Francia no comienzan hasta después de la revolución de 1830. A pesar de
los
continuados
intentos,
el
fracaso
de
estos
pronunciamientos se encuentra ligado a la falta de confianza de los sectores rurales y urbanos sobre los liberales después de la experiencia del Trienio. Por otro lado, cabe resaltar la eficacia del aparato represivo del Estado, en particular de
la
policía
y
las
redes
de
agentes
perfectamente los planes de los exiliados.
que
conocían
En
el
otro
extremo
de
la
oposición
tenemos
a
los
ultramonárquicos, representados por le sector extremista del partido realista que denuncian la concesión a los franceses del
no
restablecimiento
insuficiente guerra
de
de
la
Inquisición,
represión
de
los
liberales.
agraviados
en
1827,
la
así
A
como
partir
movilización
de
la la
popular
acompaña al complot ultra, ya que las masas rurales que han rechazado
el
Fernando VII
liberalismo y de
identifican
su ministro
en
la
política
de finanzas un
de
liberalismo
encubierto, puesto que ara ellos el liberalismo es sinónimo de
aumento
fiscal.
También
hay
que
añadir
el
creciente
reclutamiento popular para Voluntarios Realistas. Finalmente, este bando será expulsado de los altos cargos del estado, y poco a poco, se irá arrimando al bando carlista. Otra cuestión destacada de la Década Ominosa es su carácter reformista. En un primer momento, parece ser iniciativa de la Santa Alianza, pero a medida que la influencia extranjera decrece, más evidente es que la reforma se convierte en el eje de la política del régimen. Los reformadores pertenecían esencialmente al moderantismo del absolutismo, aunque también había
afrancesados
compartían
una
burocracia
ilustrada
y
liberales
ideología de
moderados.
heredada la
época
de
la
Todos
ellos
renovación
napoleónica.
Su
la
ideal
político consistía en una monarquía absoluta que favoreciera el crecimiento económico de España mediante la Administración sobre un cuerpo social inerte. El reformador más importante fue López Ballesteros, ministro de las Finanzas, quien se dio cuenta de que la reforma era la ultima posibilidad de triunfo del absolutismo. La primera y principal gran reforma es el abandono de las atribuciones de los Consejos que se acentúa con la creación de nuevas instituciones(Consejo de Ministros, Secretaria de Estado del Fomento, etc.) y el aumento de peso de los otros ministros,
en
espacial
el
de
Finanzas.
En
general,
el
objetivo es centralizar y racionalizar los asuntos en cada institución. En
el caso
de Hacienda
por ejemplo, el
gran
obstáculo para la centralización es la persistencia de cajas y
rentas
autónomas,
rentas
ligadas
al
clero,
rentas
dependientes del Ministerio de estado, etc. En relación a Hacienda, se crean los presupuestos generales de Estado, para un mayor control de los gastos de cada institución. Fernando VII
acepta
consciente
todas de
la
las
reformas
crisis
por
política
y
ser
completamente
financiera
que
España
estaba atravesando. Por
otro
función
lado,
también
pública,
con
se
la
llevan misma
a
cabo
función
reformas de
las
de
la
reformas
institucionales: llegar a racionalizar la gestión del Estado para reducir sus gastos. Para ello, era necesario tener una buena administración que tuviera constancia de la cantidad de empleados del Estado y sus salarios; cosa dificultada por lo cambios políticos y los resultados de las depuraciones. No obstante, las reformas de la función publica se llevan a cabo tras
un
proceso
de
jerarquización
y
organización
por
categorías de los empleos. Por otro parte, se aglutina al conjunto de jubilados bajo la expresión de “clases pasivas”, con la finalidad de centralizar todos los datos y calcular el coste
de
las
pensiones
de
cada
individuo.
A
pesar
del
intento, los resultados no fueron tan sorprendentes como se esperaban. No obstante estas reformas muestran muchas de las características de la función publica del Estado liberal. En definitiva, la política de Fernando VII se basa en el objetivo de
la conservación
de su
poder absoluto. Es
por
ello, que la política no sigue una directriz clara, y hay inflexiones en muchos ámbitos. Como resultado de la crisis, obtenemos un absolutismo centralizador y racionalizador del Estado,
con
destinados,
el ante
objetivo todo,
a
de
aumentar
mantener
a
las
recursos fuerzas
fiscales armadas.
Paradójicamente, esto provoca un debilitamiento de la acción del Estado y de la legitimidad de esta acción sobre el país....