La emancipación de las colonias americanas PDF

Title La emancipación de las colonias americanas
Author Marina Quero Fuentes
Course History
Institution Universidad Alfonso X el Sabio
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La descolonización...


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La emancipación de las colonias americanas El proceso de emancipación (corte de lazos políticos con la metrópoli) de las colonias americanas españolas se inició de forma repentina durante la Guerra de la Independencia y culminó en el reinado de Fernando VII (1814-1833) Causas del independentismo 1. Político-administrativas: Las reformas de los Borbones para lograr mayor eficacia y acabar con la corrupción existente, ampliando el control y ocupando los peninsulares los cargos más importantes, provocaron hondo malestar entre los criollos (americanos descendientes de españoles) que habían copado hasta entonces la esfera política de las colonias. 2. Económicas: El pacto colonial por el que la metrópoli se hacía con las materias primas de las colonias (metales, cacao, café, tabaco, algodón, azúcar) y éstas compraban los productos manufacturados españoles no gustaba a los criollos, porque el libre comercio con Inglaterra era más ventajoso para ellos. En 1790-1800, a petición de los criollos, se abrió el comercio colonial a países neutrales. Esta medida supuso que España perdiera su papel de intermediaria y la quiebra de las incipientes industrias locales. En 1808, se restableció el monopolio, medida que no gustó a los criollos. 3. Sociales: Los blancos ocupaban la cúspide de la sociedad, divididos en dos categorías: los peninsulares (1%) y los criollos, (20%) que dominaban la vida económica y social, y cuyo descontento les llevó a protagonizar la lucha por la independencia. La mayoría eran los indios, negros y mestizos, muy explotados, que dirigían sus quejas contra los criollos. 4. Ideológicas: las ideas de la Ilustración calaron en la minoría de intelectuales criollos, pero fue el ejemplo de la Independencia de EEUU (1776) y de la Revolución Francesa (1789), lo que les animó. Etapas de la emancipación Se puede dividir en dos etapas, definidas no sólo por los hechos que se desarrollan en las colonias sino por los acontecimientos que tienen lugar en la metrópoli. Primera etapa (1808 – 1815) La causa desencadenante fue el vacío de poder creado por la invasión de los franceses de la Península Ibérica en 1808, lo que originó la Guerra de la Independencia. En América, tras las abdicaciones de Bayona, los criollos se negaron a reconocer al rey intruso José Bonaparte y formaron Juntas que, a imitación de las españolas, tomaron localmente el poder y manifestaron su adhesión al rey Fernando VII. Pero cuando la Junta Suprema Central en 1810 traspasó sus poderes al Consejo de Regencia, muchos territorios americanos se sintieron desligados de España y las Juntas se declararon autónomas. En las Juntas se percibían dos posturas: 1. Los realistas, fieles a Fernando VII y a la autoridad peninsular. Es la postura adoptada por los virreinatos más antiguos (Perú y Nueva España) 2. Los independentistas, que consideraban que las Juntas tenían la soberanía. Esta postura se dio en los nuevos virreinatos (Nueva Granada y de Río de la Plata) Los principales focos revolucionarios fueron:

1. El virreinato de Río de la Plata, donde en 1810 el cabildo de Buenos Aires formó una Junta que proclamó soberana y adoptó una serie de símbolos patrios. También en Chile triunfó el movimiento y se exportó la revolución a otros territorios. En 1811 Paraguay se hará independiente y en 1813 Uruguay. 2. En el virreinato de Nueva Granada y Venezuela la oligarquía criolla tomó la iniciativa. Simón Bolívar se hizo jefe del movimiento y proclamó la I República de Venezuela en 1810. 3. En el virreinato de Nueva España (México) la revuelta del cura Hidalgo en 1810, apoyado por los campesinos indios que saquearon y exterminaron a terratenientes, adquirió tintes sociales. Criollos y peninsulares se unieron contra él y fue fusilado. En 1812 el cura Morelos se levantó con igual resultado. El virreinato del Perú será un bastión realista. El virrey Abascal tuvo una actuación decisiva, sofocando las rebeliones. En 1815 una expedición militar de 10.000 hombres al mando del general Morillo restableció la autoridad de Fernando VII, salvo en el virreinato del Río de la Plata que conservó su independencia. Segunda etapa (1816-24) En esta fase la mayoría de las colonias obtendrá su independencia. Grandes libertadores, como Simón Bolívar y el general San Martín, guiarán a los ejércitos coloniales, apoyados por Inglaterra y EEUU. En 1816 se producirá la declaración de independencia de Argentina. En 1817 el general José de San Martín organizó un ejército con el que cruzó los Andes y derrotó a los realistas en Chacabuco (1817) y Maipú (1818) que dieron la independencia a Chile. En 1820 avanzó hacia Perú. En 1818 resurgió el independentismo venezolano con Simón Bolívar, quien se atrajo a las masas al abolir la trata de negros y prometer recompensas. Sus victorias en Boyacá (1819) y Carabobo (1821) y la de su lugarteniente Sucre en Pichincha (1822) le permitieron formar la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador) de la que Bolívar será presidente. Su sueño era crear unos Estados Unidos del Sur. El pronunciamiento liberal de Riego en 1820 provocó un giro político en la Península (Trienio Liberal, 1820-23) y aceleró el proceso de independencia. San Martín se entrevistó en Guayaquil con Bolívar en 1822 y llegaron a un acuerdo San Martín desde el sur y Bolívar por el norte lograron vencer a los realistas de Perú. Ayacucho (1824) fue la última batalla de la independencia. Perú consiguió la independencia; en 1825 lo hizo el Alto Perú, rebautizado Bolivia en honor del general. En México los decretos anticlericales de las Cortes en el Trienio Liberal crearon gran malestar entre la oligarquía criolla. En 1821 el general Agustín de Itúrbide publicó el Plan de Iguala, que garantizaba la independencia, la defensa de la religión católica y la unión de todos los mejicanos. Los propietarios y la Iglesia le apoyaron y México alcanzó la independencia Itúrbide se proclamó Emperador en 1822 (Agustín I). Las colonias de América Central se irán independizando desde 1821; la República de Centroamérica (1823) se separará luego en cinco repúblicas (Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua). España perdió todas sus colonias americanas, excepto Cuba y Puerto Rico.

Consecuencias de la independencia 1. Para España: La independencia de las colonias supuso la confirmación de que el país se había convertido en una potencia de segundo orden. Los comerciantes e industriales, especialmente en Cataluña, resultaron muy afectados por la enorme reducción de las exportaciones. Para la Hacienda española desapareció una importante fuente de ingresos - los caudales de Indias-. Sin embargo, se recuperaron muchos capitales que se reinvirtieron en España y en cuba y Puerto Rico. 2. Para las Américas: El movimiento independentista debido a su natural efecto disgregador fue la causa de la fragmentación de los países nacientes. No hubo cambios en la estructura administrativa (Uti poseditis). Tampoco hubo mejoras sociales de las llamadas castas: criollos, mestizos, morenos, ni para los indígenas ni para los esclavos negros. Desapareció el monopolio comercial, y por tanto el proteccionismo, con el empobrecimiento de muchas regiones latinoamericanas que no podian competir con las industrias de Europa. La independencia no fue unida a ninguna mejoría económica ni social ni administrativa.

LAS CAUSAS DEL INDEPENDENTISMO. Los orígenes del independentismo americano se remontan al siglo XVIII, y tienen que ver con la política llevada a cabo por los Borbones en América y la estructura social del continente. Los criollos controlaban las haciendas y plantaciones y la débil producción manufacturera, y formaban el grupo socialmente más dinámico y económicamente más poderoso, aunque representaban entre un 10 y un 15 % de la población. Indios, mestizos y negros constituían una masa campesina y minera explotada tanto por los criollos como por los peninsulares. Integraban un reducido grupo de administradores, altos funcionarios y representantes de las compañías comerciales enviados desde España, y ocupaban todos los cargos públicos de importancia en los territorios coloniales: virreinatos, presidencias de Audiencia, capitanías generales, etc. La minoría criolla rechazaba el trato discriminatorio recibido por el Gobierno español. Se veía postergada e impedida, tanto para ocupar cargos públicos como para expandir su poderío económico. El monopolio español les impedía poder establecer sus propias relaciones comerciales con el exterior en beneficio de una economía peninsular de carácter colonial. La política de los gobiernos ilustrados no hizo sino reforzar esa situación, al tiempo que intentaba aumentar la presión fiscal sobre los campesinos y el control administrativo. Los movimientos de protesta y levantamientos campesinos del siglo XVIII habían creado un clima de reivindicación emancipadora. En 1808 se fue difundiendo entre la minoría criolla más culta el ideario liberal. Las influencias que provenían de Europa se mezclaban con el ejemplo de la independencia de los Estados Unidos, para dar un tinte americanista a las reivindicaciones políticas. EL INICIO DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA. El proceso de independencia es muy complejo, tanto desde el punto de vista político como militar. Hay continuas acciones políticas, revueltas urbanas y movimientos de tropas.

Los indígenas apoyaron al principio a la metrópoli, para incorporarse al movimiento emancipador. Una primera fase coincide con la guerra de 1808 a 1814. En las ciudades más importantes la burguesía criolla promovió juntas similares a las españolas, en nombre de Fernando VII, y depuso a los virreyes y capitanes generales. Más tarde se rechazó la autoridad de la Junta Central, y en 1810, convencidos los criollos de que Cádiz no podía resistir, se formaron juntas revolucionarias en varias de las ciudades más importantes. Sin embargo, las divisiones internas entre los dirigentes criollos permitieron la reacción de los ejércitos realistas, que en 1813 comenzaron a reconquistar las ciudades sublevadas. Los líderes independentistas acabaron en prisiones españolas o en el exilio. El envío de un ejército desde la península en febrero de 1814 fue decisivo para restablecer el control. Pero el proceso había permitido extender el ideario independentista por toda América. En México la explotación de indios y mestizos por los hacendados y propietarios de minas dio al movimiento un marcado carácter de revolución social. Allí los criollos se aliaron con los peninsulares para aplastar el movimiento indigenista. EL TRIUNFO DEL INDEPENDENTISMO. Una segunda fase se produce tras la restauración del absolutismo en España, que reavivó las ansias de independencia. Desde 1816 se reavivan las acciones de las fuerzas revolucionarias. Los delegados enviados al Congreso de Tucumán proclamaron la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica. Fue el ejército argentino de San Martín el que derrotó en Chacabuco a los españoles y permitió la proclamación de la independencia de Chile en febrero de 1818. Simón Bolívar dirigió el proceso en Venezuela. Tras la conquista de Angostura, un Congreso reunido allí en 1819 proclamó la República de la Gran Colombia y nombró presidente a Bolívar. Ese mismo año las tropas del «Libertador» atravesaron los Andes y cayeron sobre el territorio colombiano, derrotando a los realistas en la decisiva batalla de Boyacá (agosto de 1819). La última fase del proceso de independencia se desarrolla tras la revolución de 1820 en España. San Martín desde el sur y Bolívar desde el norte convergieron hacia el virreinato del Perú para acabar definitivamente con los ejércitos peninsulares. En 1821 las tropas americanas entraron en Lima y proclamaron la independencia del Perú. Un año más tarde el ejército de Bolívar entraba en Quito, anexionándolo a la Gran Colombia. Y en 1824 tendría lugar la decisiva victoria de Ayacucho sobre el ejército español. Meses más tarde se proclamó la independencia de Bolivia. En México el general Agustín de Iturbide recibió el apoyo de todas las fuerzas sociales, derrotó al ejército realista y proclamó la independencia mediante el Plan de Iguala, en 1821. Hacia 1825, sólo Puerto Rico y Cuba permanecían sometidas a la corona española. EL BALANCE DEL MOVIMIENTO INDEPENDENTISTA. EL MARCO INTERNACIONAL. Debido a las tendencias regionalistas y las diferencias marcadas por la división colonial en virreinatos, el sur se disgregó definitivamente entre Argentina, Uruguay y Chile, mientras que la Gran Colombia se disolvió en las repúblicas de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia.

La derrota española se debió tanto a la fuerza del independentismo como a los problemas internos de la monarquía absoluta. Otro factor decisivo fue el contexto internacional. Las guerras coloniales habían abierto los puertos americanos al comercio internacional. Desde 1814 el apoyo diplomático británico al independentismo fue progresivamente en aumento. Estados Unidos también apoyó a los insurrectos vendiéndoles armas. El presidente Monroe, ante el Congreso, formuló la doctrina Monroe («América para los americanos»). Estados Unidos consideraba a Latinoamérica como su zona natural de dominio económico y político....


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