Leyes de terrenos baldíos y colonización PDF

Title Leyes de terrenos baldíos y colonización
Author Migüeel CaazaaReez
Course Derecho Agrario Y Su Proceso
Institution Universidad Autónoma del Estado de México
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Todas las leyes de terrenos baldíos y colonización de la historia mexicana....


Description

Leyes de terrenos baldíos y colonización Ley de colonización de 1824 La ley de colonización fue promulgada el 18 de agosto de 1924 era una ley la cual tenía como objetivo traer a todos los extranjeros posibles en especial a los europeos se esperaba que con esto se elevara el nivel cultural de los indígenas además del incremento económico, se hacía una invitación a los extranjeros a formar parte de la nacionalidad mexicana y limitándose a poseer terrenos a 20 leguas de distancia de las fronteras mexicanas, se facilitó la entrada de migrantes del país entregándoseles a estos terrenos baldíos considerados como terrenos de la nación, si eras católico se te perdonaban 4 años de impuestos pero no era obligatorio serlo. Ley de colonización de 1830 Más que nada apuntaba a lograr poblar, sobre todo los estados del norte árido. Y en 1848 se hizo la primera tentativa de organizar oficialmente la colonización e industria, con el encargo de estudiar las condiciones necesarias para poder llevar a cabo la necesidad de localización y deslindar con anticipación las tierras por colonizar. Ley de colonización de 1860. El motivo de esta ley fue solucionar la precaria situación financiera del gobierno de Benito Juárez para poder sostener la lucha armada contra los invasores franceses, se esperaba que a causa de la venta de las tierras baldías, se generara una buena entrada al erario público, todo habitante de la republica tendrían derecho a denunciar hasta 2500 hectáreas, esta misma ley incluía como se debía de hacer la denuncia, el pago y la adquisición de los terrenos baldíos, uno de los principales problemas fue los comerciantes ya querían deslindados los terrenos y esto figuro gastos por deslindamiento y por medición. Ley de colonización de 1875. El presidente lerdo de tejada, les otorgo más facilidades a las empresas extranjeras, como ayuda económica a las familias de inmigrados, pagar los gastos de viaje, y subsistencia durante el primer año, creación de compañías que se dedicaban únicamente al deslinde de terrenos y donación de terrenos por parte del estado, tuvo poco éxito debido al levantamiento en armas de Porfirio días. Ley de 1883 Esta ley tuvo éxito, ya que se firmaron más de 200 convenios, 145 de deslinde y 56 de colonización, si bien, cada ley se mencionan facilidades que se les otorga a extranjeros y compañías deslindadoras, esta ley contaba con aun más ventajas como: 1-El poder ejecutivo tomaba a su cargo el apeo, la medida, el fraccionamiento y la evaluación de los terrenos baldíos, nombrando al efecto comisiones especiales de ingenieros y determinando el sistema de operaciones a seguir por ellos. 2-El gobierno podía otorgar autorización a las compañías privadas, tanto para el deslinde de los terrenos como para el transporte y el establecimiento de colonos comisiones especiales.

La Ley de 1883 ya no ponía límites a la denuncia de tierra, ya que las leyes anteriores limitaban las denuncias de tierras a 2500 hectáreas. En compensación a los gastos de deslinde, las compañías podrían recibir hasta la tercera parte de los terrenos deslindados, pero con la condición de no enajenarlos a extranjeros no autorizados. Cada colono adulto podía recibir hasta 2500 hectáreas y debía de pagar en el término de diez años. Aparte a los colonos y extranjeros estarían exentos del servicio militar y solo pagarían los impuestos municipales, además, no abonarían derecho alguno de importación sobre los bienes necesarios para su establecimiento, ni por la exportación de sus productos Decreto de 1893 En el decreto del 18 de diciembre de 1893, el congreso autorizó al presidente modificar la ley de colonización enunciada, para disminuir las restricciones impuestas para adquirir tierras. el 26 de marzo de 1894, Porfirio Díaz promulgó la ley sobre ocupación y enajenación de terrenos baldíos, que establecía que todos los habitantes de la república, incluidos los extranjeros, podrían denunciar y adquirir terrenos baldíos, demasías y excedencias en cualquier parte del territo-rio nacional y sin limitación de extensión, protegiendo incluso contra futuras revisiones los títulos expedidos derivados de los procesos de deslinde efectuados por las compañías. Por decreto del 30 de diciembre de 1902, expedido por el propio Porfirio Díaz, se deroga la ley sobre ocupación y enajenación de terrenos baldíos, para dejar sin efecto las autorizaciones concedidas a las compañías deslindadoras, pero respetando las mediciones y deslindes ya efectuados. En compensación, el gobierno autorizó la celebración de convenios con particulares, otorgando grandes extensiones para la explotación de los recursos de diversa índole existentes en ellas Igualmente se privilegió la colonización de terrenos nacionales por compañías extranjeras o nacionales con mayoría de extranjeros. En los contratos respectivos, se otorgaban facilidades y estímulos que incluían la donación a título gratuito de los terrenos objeto de la colonización A excepción del pago de contribuciones federales y la explotación de los diversos recursos que se encontraren en dichas tierras, así como el uso y aprovechamiento de las aguas. Las acciones del gobierno y los ordenamientos emitidos durante este largo periodo se convirtieron en un factor importante para la concentración de la tierra y de sus recursos en manos de unas cuantas familias, en perjuicio tanto de pueblos indígenas como de pequeños poseedores. De esta manera y como resultado de las labores realizadas por las compañías deslindadoras y colonizadoras, se fortaleció el latifundismo, que alcanzó su nivel más crítico a fines del siglo xIx y principios del siglo xx. Junto con el despojo de los pueblos y el acaparamiento de la tierra y de sus recursos se gestó un sistema de explotación de miles de campesinos y en muchos casos de sus familias, que engrosaron las filas de peones de las nuevas

haciendas, en las que subsistían en condiciones muchas veces infrahumanas, siendo con frecuencia víctimas de la brutalidad de los propietarios, lo que contribuyó de manera relevante al agravamiento del problema agrario nacional. Colonización Durante este régimen, para impulsar los planes de colonización, se fomentó la concentración y registro de grandes propiedades se recurrió al despojo de las tierras de los pueblos indígenas, a quienes se expulsaba de sus territorios y, en muchos casos, se les deportaba a otras regiones del país, como ocurrió con los yaquis, a quienes trasladaron a las zonas selváticas de Yucatán y Quintana roo en represalia por su férrea oposición al despojo de sus bienes, como lo señala Andrés molina Enríquez, quien destaca los esfuerzos de los indígenas para sobrevivir en condiciones naturales, no solamente adversas, sino diferentes a aquellas en las que habían desarrollado sus habilidades. Tensiones de tierra, derivada de las concesiones y contratos otorgados durante el gobierno porfirista Varias de las adjudicaciones se hicieron por millones de hectáreas entre unos pocos concesionarios rouaix comenta que la política agraria del gobierno fue “terriblemente desastrosa para la economía nacional” y atribuye el origen de esta ruina a la ley de terrenos baldíos de 1883, expedida por Manuel González, se refiere al Decreto del ejecutivo sobre colonización y compañías Deslindadoras expedido el 15 de diciembre de 1883, que pretendía fomentar la colonización del territorio nacional y autorizó la intervención de las compañías deslindadoras. Señala que si bien la ley era “irreprochable en la teoría y benéfica en la apariencia, dio en la práctica los resultados más funestos”. Agrega que merced de estas normas, los grandes terratenientes “arreglaban con toda facilidad su nueva titulación, mientras que los pequeños propietarios y los pueblos y congregaciones, con títulos primordiales siempre vagos y deficientes, tenían enormes dificultades”. Rouaix finaliza afirmando que “con tristeza primero y hondo rencor después, veían cómo se les arrebataba parte o toda la extensión del patrimonio rústico de sus familias Bibliografia: Instituto de investigaciones jurídicas de la UNAM. (2016). El porfiriato. México: UNAM....


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