Los helenismos del español. Historia y sistema PDF

Title Los helenismos del español. Historia y sistema
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JORGE BERGUA CAVERO LOS HELENISMOS - DEL ESPANOL n GRfoos BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA JORGE BERGUA CAYERO LOS HELENISMOS DEL ESPAÑOL Puede resultar paradójico, pero a medida que el griego y el latín van perdiendo terreno en el ámbito escolar y universitario, crece de forma visible entre el público...


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Los helenismos del español. Historia y sistema Jorge Bergua Cavero

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Et imologías griegas en el diccionario de Corominas y en el Nuevo diccionario hist órico del esp… Jorge Bergua Cavero

Depósit o Legal: M. 616-1999. ISBN 84-249-1971-8. Impreso en España. Print ed in Spain Leonardo Gonzalez El policía y o polícia: la adapt ación de helenismos acabados en -ía/-ia que generan diferent e pronuncia… Ignacio Vázquez Diéguez

JORGE BERGUA CAVERO

LOS HELENISMOS DEL ESPANOL

n

GRfoos BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA

JORGE BERGUA CAYERO

LOS HELENISMOS DEL ESPAÑOL

Puede resultar paradójico, pero a medida que el griego y el latín van perdiendo terreno en el ámbito escolar y universitario, crece de forma visible entre el público culto el interés por la etimología y, en general, por el papel desempeñado por las lenguas clásicas en la formación y desarrollo de las modernas. Sorprende por ello que no contáramos en español con una obra que, sin recurrir al formato de los diccionarios de tipo escolar o práctico, diera una visión general, pero rigurosa, innovadora y sistemática, de todos los niveles lingüísticos que afectan a los préstamos griegos del español. Tal es el propósito de este libro, empezando por los problemas de grafemática y de fonología -dentro de la cual se aborda en detalle un aspecto generalmente desatendido, como es el de la fonotáctica, especialmente en lo que se refiere a los grupos de consonanfes-o Sigue una clasificación razonada de los helenismos del español atendiendo a su vía de entrada en el idioma: cultismos (incluyendo una visión sistemática de sus principios de transcripción y acentuación), helenismos patrimoniales, voces llegadas a (Pasa a la solapa siguiente)

BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA FUNDADA POR

DÁMASO ALONSO 1lI. MANUALES, 83

© JORGE BERGUA CAVERO © EDITORIAL GREDOS, 2004 Sánchez Pacheco, 85, Madrid www.editorialgredos.com

Diseño gráfico e ilustración: Manuel Janeiro

Depósito Legal: M. 14096-20(}4 ISBN 84-249-2710-9 Impreso en España. Printed in Spain Encuadernación Ramos Gráficas Cóndor, S. A. Esteban Terradas, 12. Polígono Industrial. Leganés (Madrid), 2004

JORGE BERGUA CAVERO

LOS HELENISMOS DEL ESPAÑOL HISTORIA Y SISTEMA

BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA

A mis padres

SÍMBOLOS FONÉTICOS Y SIGNOS DIACRÍTICOS

> da como resultado (por ejemplo lat. apicula > esp. abeja) < procede de * forma no atestiguada o hipotética {} grafemas (signos gráficos) II fonemas [] realizaciones fonéticas vocal larga (por ejemplo en li :!) l el palatal africado sordo, como ch en chico f zl predorsal africado sonoro, como z en ant. esp. amenaza lel fricativo interdental, como z en zapato Jkhl oclusivo velar aspirado (del griego antiguo) JkwI consonante labiovelar indoeuropea (y latina) IV palatal lateral, como II en calle Iphl oclusivo labial aspirado (del griego antiguo) Ir! vibrante tenso, como en perro Isl prepalatal fricativo sordo, como sh en inglés shine I~I dental sibilante v~larizado (en árabe) Ithl oclusivo dental aspirado (del griego antiguo) / sl predorsal africado sordo, como z en alemán Zeit lüI vocal central alta labializada (u francesa, ü alemana) Iwl semiconsonante, como en inglés wash Ix! fricativo velar sordo, como j en jamón Iyl palatal africado sonoro, como yen mayo IzI silbante sonoro, como s en francés poison IZ/ prepalatal fricativo sonoro, como j en francés jardin [1.;, g] realización fricativa de las oclusivas correspondientes

ABREVIATURAS BIBLIOGRÁFICAS MÁs FRECUENTES

DCECH DELG DELL DESE GDLE

OED

TLF

Corominas, J. & Pascual, 1. A., Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, 6 vols. , Madrid, 1980-91. Chantraine, P., Dictionnaire étymologique de la langue grecque. Histoire des mots, 2 vols., París, 1984. Emout, A. & MeilJet, A., Dictionnaire étymologique de la langue latine. Histoire des mots, París, 1985. Pharies, D. , Diccionario etimológico de los sufijos españoles y de otros elementos finales, Madrid, 2002. Gramática descriptiva de la lengua española, 3. Entre la oración y el discurso/Morfología , dir. por 1. Bosque y V. Demonte, Madrid, 1999. The Oxford English Dictionary, 2." ed. preparada por J. A. Simpson & E. S. C. Weiner, 20 vols., Oxford, 1989. Trésor de la langue franr;aise. Dictionnaire de la langue du XIXe etduXXe siécle (1 789-1960) , CNRS, París, 1971-1994.

INTRODUCCIÓN

Es ya un tópico ampliamente difundido y profusamente repetido destacar la importancia que han tenido las lenguas clásicas para el enriquecimiento del léxico de las len guas europeas modernas, incluido el español. No creemos, por tanto, que haga falta justificar el interés de un estudio riguroso sobre los helenismos del español y en general sobre lá influencia del griego en esta lengua a todos los niveles, como aquí nos proponemos -aunque somos muy conscientes de que es un poco arbitrario separar lo griego de lo latino, hasta tal punto la historia de los helenismos españoles está incardinada dentro del latín. El único trabajo de cierta extensión que se ocupa de una forma coherente de este aspecto de la lengua española - que es también, huelga decirlo, un aspecto de la propia lengua griega - es la excelente contribución de Manuel Fernández Galiano en la Enciclopedia Lingüística Hispánica (vol. 11, Madrid, 1967, p. 51-77); allí se trazaba una breve historia de los helenismos españoles, además de dar atinadas indicaciones relativas a la transcripción y adaptación al español de palabras griegas. Nuestra intención en un primer momento fue , sobre la base de este trabajo pionero, elaborar una historia de los helenismos léxicos españoles mucho más completa y circunstanciada, pues sin duda el asunto da para un libro considerable. Pero pronto nos encontramos con un escollo infranqueable: para escribir una obra de este tipo se necesita ante todo tener una gran cantidad de material previo, es de-

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cir, contar con un trabajo lexicográfico tan abundante y exacto como sea posible, cosa de la que, desgraciadamente, carece el español. Con un diccionario del estilo del Oxford English Dictionary - probablemente el mejor que se haya escrito nunca de lengua alguna - y las técnicas modernas de búsqueda informática, la labor sería bastante más sencilla, pues podría disponerse, de partida, de un corpus completo de palabras de origen griego, con su fecha de entrada en el idioma y abundantes citas que den cuenta de su evolución fonética, morfológica y semántica, cuando las haya habido. Pero de momento nuestra lengua carece de una obra de esta naturaleza, y según parece habrá que esperar bastantes años hasta que se complete el Diccionario histórico de la lengua española, proyectado por Julio Casares y empezado a publicar por la Real Academia Española en 1960 (todavía va por la letra B). Y la verdad, causa cierto sonrojo que una lengua como el español, cuyas autoridades políticas y lingüísticas no se cansan de vocear sus muchos millones de hablantes repartidos por el orbe, carezca de una obra de este tipo, indispensable para el historiador de la lengua J. Es verdad que ya haya disposición de los investigadores algunas colecciones de textos informatizados, como el ADMYTE (Archivo digital de manuscritos y textos españoles, CD-ROM, Madrid, Micronet, 1992-), o como el fichero informático relativo a historia del español (el CORDE o «Corpus diacrónico del español», que se puede consultar en www.rae. es). pero de ahí a un diccionario bien organizado y redactado (incluyendo la redacción de entradas correspondientes a prefijos y sufijos) hay todavía un abismo. Por otra parte, contamos con la obra monumental de J. Corominas, el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, en seis volúmenes (Madrid, Gredos, 1980-91 ; hay también una versión abreviada), que es siempre de gran utilidad pero que tiene un gran problema para nuestros intereses: aunque suele dar fechas de la primera I No se entienda con esto, ni mucho menos, que menospreciamos la parte publicada de dicho diccionario; al contrario, se trata de unos magníficos fascículos, cuyo mérito es todavía mayor si se tienen en cuenta las precarias condiciones en que se han llevado a cabo.

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documentación (fechas que en muchos casos hay que adelantar bastante), no presta apenas atención a los cultismos, cuyas etimologías suelen ser transparentes y no ofrecen los problemas de identificación que plantean muchas voces de origen vulgar o prerromano (aunque, como veremos, en realidad los cultismos griegos presentan muchas particularidades fonéticas, morfológicas y semánticas que merecen comentario); tampoco ofrece entradas para prefijos y sufijos, que, como veremos en el caso de los de origen griego, plantean a veces arduos problemas históricos a! lingüista. Somos, asimismo, conscientes del peligro que se corre al escribir una obra sobre historia de los helenismos léxicos del español, y es el de estar presentando largas listas de palabras, según las épocas en que dividamos convencionalmente nuestra historia (el artículo mencionado de Femández Galiano tampoco, se libraba de ello; aparte de que su idea de seguir un orden de aparición cronológica de los helenismos en el latín de Hispania o en el castellano quizá sea menos útil que una distinción general por vías de entrada, que pueden explicar mejor las particularidades fonéticas de los hel\nismos, y que es lo que hemos intentado hacer en §§ 6-9). Hay que po er la maestría expositiva y los conocimientos de un Rafael Lapesa para ir . .endode una forma coherente y a la vez amena los aportes de vocabulario que ha recibido en una época determinada de su historia el español (nos referimos claro está, a su Historia de la lengua española). Siguiendo. con las obras de lexicografia, también cumplen su función los diccionarios de helenismos publicados en español; pero habría mucho que decir al respecto. El más voluminoso que conocemos, el de J. M. Quintana Cabanas (Raíces griegas del léxico castellano, médico y científico, Madrid, Dykinson, 1997), recoge más de 28.000 helenismos, y está concebido como una herramienta pedagógica de gran utilidad, con índices de diversas clases; pero no está escrito por un filólogo, y sus errores son numerosos y en ocasiones graves 2. Además, tanto esta obra como otras varias de este tipo (por ejemplo el 2

Remito a mi reseña de este libro en Epas 14 (1998), p. 709-11.

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Diccionario etimológico de helenismos españoles de C. Eseverri, Burgos, 4. a ed., 1988, o el ya veterano de R. Mendizábal, incluido en su libro Lengua griega, Madrid, 1963 , por no mencionar los de carácter más elemental), presentan serias lagunas, y es que, más allá de su utilidad principal - indicar qué significa miriápodo, p. ej ., o cuáles son los helenismos españoles en los que aparece una raíz griega determinada- , se suelen desentender de otras cuestiones fundamentales para el historiador de la lengua, como son, además de la fecha de la primera documentación en español: ¿un helenismo español compuesto o derivado está tomado como tal del griego antiguo o se ha formado modernamente a partir de dos elementos griegos?; en el ca"') de que el resultado español no se atenga a las normas comunes transcripción, ¿cuál ha sido su vía de transmisión: evolución POPUI medieval, mediación árabe o de otras lenguas, etc.?; la palabra española, ¿ha sufrido algún tipo de evolución o cambio semántico respecto a su étimo griego?, etc. Por todo ello, y a la espera de contar con un buen diccionario histórico del español, pensamos que sería más coherente abordar el estudio razonado de los' helenismos españoles por niveles lingüísticos (incluyendo la escritura o grafemática), adoptando en principio un planteamiento sincrónico, aunque, claro está, haciendo referencia constante a cuestiones históricas, cada vez que el asunto lo requiera (por ejemplo, al tratar de las variantes que presenta la transcripción de un grafema griego). Se puede decir que, hasta ahora, casi todo lo que se ha hecho en este terreno se ha referido a los problemas de transcripción, generalmente desde un punto de vista puramente descriptivo y normativo, pero prestando poca o ninguna atención a los problemas específicos - gráficos, fonotácticos, morfológicos, sintácticos, léxicos, pragmáticos- que plantea la incardinación de los helenismos en el sistema de la lengua española. En este sentido, llama la atención el desconocimiento casi absoluto en los trabajos mencionados de la bibliografia básica relativa al p r é s t a m o lingüístico, un campo que, tras superar el estigma que le infligió de Saussure al condenarlo al ámbito de la «lingüística externa»

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y diacrónica, ha experimentado un gran desarrollo en los últimos decenios y en el que, a grandes rasgos, se pueden distinguir dos tendencias principales. De un lado estaria la «escuela europea», de tendencia histórico-cultural y centrada sobre todo en el préstamo léxico entre las grandes lenguas de cultura de Europa; el libro más completo y representativo de esta tendencia es probablemente el de L. Deroy, L 'emprunt linguistique, 2. a ed., París, 1980, muy rico en datos y que cualquiera que se ocupa de préstamos (en este, caso los helenismos) haria bien en leer para tener una visión general del asunto. De otro lado, hay que mencionar a la «escuela norteamericana», desarrollada a partir de los años 50, que adoptó un método rigurosamente estructural-sincrónico, desentendiéndose, por lo menos al principio, de cuestiones de tipo histórico-cultural y «extralingüístico». Los lingüistas más destacados de esta escuela fueron E. Haugen y U. Weinreich, a quienes se debe, entre otras cosas, el desarrollo del importante concepto de «interferencia». El problema fundamental es que la escuela americana se ha centrado en el estudio de las situaciones de contacto de lenguas y sobre todo de bilingüismo propias de los Estados Unidos y el Canadá, situaciones que tienen bastante poco que ver con la del griego y el latín -lenguas ante todo escritas, de tradición culta- con relación a las lenguas europeas, en nuestro caso el español. Eso hace que la aplicación de la metodología estructural de estos autores resulte bastante problemática en el caso que nos ocupa, aunque sin duda ha de ser fructífera aplicada a situaciones de auténtico bilingüismo en las que ha estado involucrado el griego antiguo, concretamente el caso de Italia en época imperial romana; sólo que esto es algo que cae lejos de los intereses inmediatos de este libro (aunque hagamos alguna referencia a ello en la parte dedicada al estudio de la fonética). Otro problema que plantea la metodología estructural mencionada al estudioso de los cultismos griegos es que, en sentido estricto, un helenismo se define por su historia, es decir, por el hecho de ser una palabra de origen griego, y ello va en contra del dogma básico de dicha escuela, para la que hay que estudiar los préstamos «en función

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de los rasgos estructurales que los separan de las palabras patrimoniales y [... ] no en función de criterios etimológicos e historicistas» 3. De todos modos, en algunas secciones (ver sobre todo § 4, § 5, § 11.1.5) hemos intentado, en la medida de lo posible - pues no hay apenas trabajos en que apoyarse - , cumplir con dicho requisito estructuralista, tratando de aislar las particularidades fonotácticas, prosódicas o de otro tipo que denuncian per se el origen foráneo de algunos helenismos, pero no de todos, ni mucho menos. Pero, en todo caso, esta forma de ver las cosas por fuerza ha de verse complementada con un tratamiento propiamente diacrónico, histórico, del problema, por las razones que ya hemos apuntado. Por poner un ejemplo: no basta con consignar la alternancia de {j} y {x} en helenismos como paradoja y ortodoxo, cuyo segundo elemento es la misma palabra griega (Oó¿;a «opinión»), sino que hay que explicar esa alternancia, y la única explicación posible es la que acude a la historia fonética del español (§ 6.3), no la que busca criterios de tipo estructural-sincrónico. Además, resulta que bastantes .aspectos de los helenismos españoles están muy lejos de haber sido investigados en profundidad; a veces ni siquiera es posible encontrar una exposición aunque sea escolar de determinados procesos histórico-lingüísticos. Pensemos en el caso de los prefijos y sufijos españoles de procedencia griega, cuyos orígenes, trasplante al latín y desarrollo histórico en el español y otras lenguas europeas son aspectos muy mal descritos en general, aunque, por lo que se refiere en concreto a la sufijación, podemos contar ahora con el utilísimo Diccionario etimológico de los sufijos españoles y otros elementos finales de David Pharies (Madrid, Gredos, 2002) 4; en cambio, en el plano estrictamente sincrónico contamos con muy buenas obras en este campo, sobre todo la impresionante monografía de

3 Gómez Capuz, 1998, 123 (este libro es una introducción muy recomendable al problema general del préstamo lingüístico y sus métodos de estudio). 4 Cf. nuestra reseña en Epas 18 (2002), 413-419, centrada en los sufijos de origen griego.

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Rainer (1993) 5. Así, nos encontramos con que algunos sufijos de origen griego son mal identificados de forma reiterada en obras lexicográficas serias (incluso en el propio diccionario de la RAE; ver p. ej. § 12.2.6 sobre ':ido); y que, en general, para tener una información histórica medianamente completa sobre prefijos hay que acudir a obras extranjeras, especialmente al OED y al TLF (donde, lógicamente, se describe la situación en inglés y francés, respectivamente, que suele ser parecida a la del español pero nunca exactamente igual). Nosotros, aprovechando también la aparición del DESE, hemos tratado de remediar un poco esta situación, dentro de nuestras enormes limitaciones en lo que al manejo de material fechado se refiere (recuérdese lo dicho antes sobre la falta de un diccionario histórico del español; también esperamos que se publique pronto la segunda parte del manual de gramática histórica española de P. M. Lloyd, que deberá ocuparse de la formación de palabras y la sintaxis). Creemos que tanto este como otros apartados del libro, como el que se refiere a la historia de las letras y de la notación prosódica, o el relativo a fonotáctica, son una novedad en el panorama de estudios sobre los helenismos españoles, y que pueden ser de utilidad tanto para hispanistas como para helenistas interesados en esta «segunda vida» del griego clásico en las lenguas modernas; y esperamos que puedan espolear la investigación en este campo, donde hay todavía mucho por hacer. Así, en este libro no se aborda la consideración propiamente sociológica de los cultismos greco-latinos, es decir, una exposición que, más allá de la consabida reivindicación de la «aportación de las lenguas clásicas al enriquecimiento del español», dé cuenta de los condicionantes sociales que han hecho posible ese flujo de cultismos grecolatinos a las distintas lenguas europeas, y del papel que estos cultismos han desempeñado y desempeñan - a todos los niveles: ortográfico, fonético, léxico, pragmático - en la «economía de los intercambios 5 Sin olvidar tampoco la gran monografia de Peytard (1975) sobre la prefijación en francés.

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lingüísticos», entendidos éstos no sólo como actos de comunicación destinados a ser descifrados por medio de un código determinado (Saussure), sino también y ante todo como «relaciones de poder simbólico donde se actualizan las relaciones de fuerza entre los locutores y sus respectivos grupos» 6. No sólo hemos tenido que prescindir de una perspectiva sociológica en el estudio de los helenismos españoles. Tampoco ha sido posible - por limitación de tiempo y...


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