M1-4 Thymg - asdasdas PDF

Title M1-4 Thymg - asdasdas
Course Tecnologia, Humanidades y Modelos Globales
Institution Universidad Siglo 21
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asdasdas...


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Inteligencia artificial y el futuro de la tecnología

En la lectura anterior, hemos recorrido con profundidad los componentes de lo que se conoce como Cuarta Revolución Industrial, haciendo hincapié en la diversidad y potencia de las tecnologías involucradas. Mencionamos allí a la Inteligencia Artificial (IA) como una de ellas y destacamos su carácter transversal y su estadio muy preliminar en materia de ejecución. Es tiempo ahora de ahondar acerca de la IA, su naturaleza, sus aplicaciones y proyecciones. Estamos ante una tecnología que puede considerarse epicentro de la revolución actual y genera sentimientos encontrados en todo el mundo: desde adoración hasta pánico.  Vamos a recorrer algunos experimentos en marcha actualmente basados en Inteligencia artificial, así como estudiar en que consiste la industria de la data (generación y procesamiento de datos), que parece llevarse toda la atención como el camino para diseñar organizaciones aptas para capitalizar la revolución digital. Específicamente, pondremos foco en el machine learning, como una continuidad y evolución tecnológica de la IA y exploraremos escenarios de este mundo en conformación plagado de algoritmos. Así como también, entraremos en el terreno de los riesgos que conlleva el avance de la IA.

Naturaleza y aplicaciones de la Inteligencia articial

Los riesgos de la IA y el futuro de la tecnología

Profundizando la IA a través del Machine Learning

Referencias

Video Conceptual Interactivo

Revisión de módulo

LECCIÓN 1 de 6

Naturaleza y aplicaciones de la Inteligencia artificial

Como camino constante del desarrollo tecnológico emerge el fenómeno de la “desmaterialización” o conversión de “átomos a bits” en múltiples campos. Todas las situaciones de naturaleza física generan datos que pueden comenzar a ser debidamente identificados, sistematizados, almacenados y utilizados.

Formas, luces, colores, olores, sonidos, imágenes, temperaturas, estados emocionales, etc., todo puede convertirse en enormes volúmenes de datos que, a diferencia de otros tiempos de la Humanidad, comienzan a recolectarse, estandarizarse, almacenarse y procesarse a través de modelos y algoritmos soportados en tecnologías digitales. Es decir, la enorme producción de datos en todo lo que hacemos comienza a convertirse en un capital para entender con mayor precisión y poder de anticipación cómo funciona el mundo y todas nuestras actividades.

Se considera que la IA es la nueva electricidad de la Humanidad en la Cuarta Revolución Industrial. Como sabemos, la energía en sus distintas manifestaciones es vital para facilitar movimientos y procesos que de otra forma estarían afrontados a tracción manual y muscular. Por ello, la data del mundo, soportada en tecnología que permite entenderla y usarla, se convierte en un nuevo tipo de electricidad de flujo continuo que facilita actividades, resuelve problemas y genera retornos, como veremos en la presente lectura.

Pero para llegar a esta capacidad de gestionar los datos masivamente, la disciplina de la inteligencia artificial viene transitando un largo camino. John McCarthy, un profesor de matemáticas en el Dartmouth College de USA, tuvo la audacia de proponer que todos los aspectos del aprendizaje o cualquier otra característica de la inteligencia podían describirse en principio con tanta precisión como para diseñar máquinas capaces de simularlos. Ya estaba en marcha el campo científico enfocado en detectar patrones y modalidades para emular la inteligencia humana utilizando tecnologías.

Como se trata de un campo de estudio amplio y multifacético, suele haber dificultades en obtener una definición única de amplia aceptación, pero podemos citar a Andrew Moore , decano de Ciencias de la

Computación de la Universidad Carnegie Mellon, autor de una definición muy acertada: "La inteligencia artificial es la ciencia y la ingeniería para hacer que las computadoras se comporten de una manera que, hasta hace poco, creíamos que era solo posible para la inteligencia humana" (2017) .De allí su riqueza y constante evolución, pues se trata nada más y nada menos de utilizar tecnologías para emular capacidades humanas, a medida que la ciencia (especialmente las neurociencias) nos permite entender más y mejor sobre el siempre enigmático campo de la inteligencia humana.

Desde este punto de vista, como las funcionalidades del cerebro humano siguen siendo un campo en constantes hallazgos, la inteligencia artificial en su acepción más holística sigue siendo una promesa, no exenta de polémica, para un futuro posible. Todas las energías y evidencias están puestas hoy en lograr aplicaciones específicas de inteligencia artificial que permitan resolver problemas acotados emulando destrezas cognitivas.

Desde la recomendación de productos que podrían interesarte comprar en Amazon o Mercado Libre hasta las sugerencias de personas con las que podrías entablar vínculo en redes sociales o bien las series que mejor cuadran con tus intereses y gustos en Netflix. Todas estas aplicaciones son obra de sistemas tecnológicos que permiten generar, almacenar grandes cantidades de datos, interpretarlos en base a patrones o algoritmos y generar predicciones más o menos acertadas.

De esta forma, algoritmos de distinta índole comienzan a estar detrás de múltiples situaciones en la vida de personas y empresas, para ayudarnos a decidir mejor, utilizando la potencia de la acumulación de datos que ningún proceso humano y analógico podría permitir. Suele interpretarse entonces a la IA como un sistema de máquinas de predicción en constante evolución: todos los datos (por ejemplo del consumo de indumentaria deportiva de la generación X) pueden ser reunidos y procesados en una tecnología (lago de datos o “ Data Lake”) y un modelo matemático basado en hipótesis de comportamiento que se definen desde la ciencia (ciencia de datos o data science), permite identificar relaciones y patrones que abren posibilidades de predecir realidades y tomar decisiones en consecuencia (por ejemplo promociones de determinados productos en momentos específicos del año).

Quizás lo más disruptivo de esta tecnología es que no se trata solo de digitalizar los datos existentes en una empresa u organización, sino ampliar el espectro de generación de datos a múltiples situaciones en las que hasta ahora se perdían y que pueden ayudar a entender y predecir la realidad. Pensemos, por ejemplo, en la posibilidad de que los sistemas pueden ya reconocer imágenes, voces, rostros, etc., y, a pesar de su naturaleza no estandarizada, entenderlos en base a patrones de forma cada vez más precisa. La apropiación

de información y conocimiento que puede ganarse sumando todas estas fuentes no estructuradas de datos es exponencial.

Paul Cohen, Decano de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Pittsburgh escribió en alguna ocasión: “La oportunidad para la inteligencia artificial es ayudar a los humanos a modelar y administrar sistemas de interacción complejos”. Funcionamos cada vez más en el marco de sistemas complejos, es decir con múltiples variables y relaciones. Y es allí donde la IA, con su enorme capacidad de procesamiento de datos, acude en nuestra ayuda para gestionar mejor esa complejidad.

Pero suele simplificarse la IA con cierta condición mística, como supuesta caja negra que produce resultados de forma mágica. Nada más alejado de la realidad. Claro está que aún no tenemos suficientemente claro cómo se trabaja y desarrolla inteligencia artificial y que la sucesión de pruebas y experimentos en marcha nos están entregando mucho conocimiento validado, aunque aún parcial. Pero es necesario remarcar que no se trata de un sistema automático, que hacer IA requiere de un trabajo metódico e interdisciplinario que permita ir dando pasos hasta ese estándar de capacidad de predicción que propone mejorar el asertividad de las decisiones humanas en escala, en cualquier campo de acción.

Con semejante impacto transversal en el mundo de las organizaciones y los negocios, los expertos suelen considerar que, para una empresa de la Cuarta Revolución Industrial, no tener una estrategia de implementación de IA en 2019 será como no tener una estrategia de mobile (celulares) en año 2010 o de Internet en general en el año 2000.

Si bien ha hayy mucha muchas s di dificul ficul ficulttades aun en ent entende ende enderr a la IA y diseña diseñarr est stra ra rate te tegia gia gias s de impl imple eme mentación, ntación, no es me menos nos cie cierrto que es esttamos rode odeados ados de muchos casos en los que se es esttá utililiz iz iza ando es estta tecnología con di divversos gra grados dos de av avan an ance ce y ni nivvele eles s de éxi xitto por el mom moment ent ento, o, por ejemplo:

Automóviles sin conductor:



La conducción de vehículos de forma autónoma es un desafío que viene en marcha hace ya varios años y sin IA sería imposible de concebir. Los algoritmos de inteligencia artificial que expertos de distintas compañías embarcadas en esta industria están desarrollando son uno de los componentes principales que permiten a los autos autónomos dar sentido a su entorno , captando la información de las cámaras instaladas alrededor del vehículo y detectando objetos como carreteras, señales de tránsito, otros automóviles y personas. Google y Tesla son dos de las compañías que están haciendo punta en el tema, pero toda la industria del automóvil está incorporando esta dimensión que ya no tiene retorno a futuro, dado que las evidencias indican que puede funcionar con mejores niveles de seguridad que la conducción humana (en términos de accidentes) y liberando una enorme cantidad de tiempo y dinero para aplicar a otras actividades, mientras los autos se encargan de nuestros traslados. Claro, el impacto en el empleo de transportistas de diversa índole sigue siendo el gran riesgo.

Asistentes virtuales:



Siri, Alexa, Cortana, el Asistente de Google y otros utilizan inteligencia artificial para transformar las palabras habladas en texto y asignar el texto a comandos específicos para ayudarnos en crecientes necesidades de nuestra vida cotidiana. La inteligencia artificial ayuda a los asistentes digitales a comprender diferentes matices en el lenguaje hablado y sintetizar voces similares a las de los humanos. Con enormes bases de información y la mejora con la experiencia de uso, se pronostica un futuro en el que los asistentes virtuales serán nuestros compañeros más íntimos y estables para todo tipo de consultas y asistencia. Por otra parte, gran parte de las empresas de servicios están incorporando asistentes virtuales para eficientizar la interacción con clientes en la mayoría de los casos que no requieren una intervención humana para manejar situaciones que trascienden lo que los modelos de automatización han podido lograr hasta el momento. Y se estima que en algunos años, el 50% de nuestras conversaciones con empresas serán a través de esos asistentes virtuales.

Traducción:



Durante mucho tiempo, traducir texto entre distintos idiomas fue un punto de dolor para las computadoras. Pero el aprendizaje profundo ayudó a crear una revolución en servicios como Google Translate. Si bien la IA todavía tiene mucho camino por recorrer antes de dominar el lenguaje humano, hasta ahora, los avances son espectaculares. Esto pone en jaque la necesidad de aprender idiomas de forma directa para

desempeñar roles globales o proyectos avanzados. La traducción virtual ofrece cada vez más una solución ágil y accesible para todo tipo de contenidos que necesitamos.

Reconocimiento facial:



Actualmente, es una de las aplicaciones más populares de la inteligencia artificial. Tiene muchos usos, como desbloquear su teléfono , abonar compras de productos y servicios con la cara y detectar intrusos en su hogar. Pero la creciente disponibilidad de tecnología de reconocimiento facial también ha suscitado preocupaciones con respecto a la privacidad, la seguridad y las libertades civiles, especialmente en países no muy afines a las instituciones que respetan los derechos humanos.



Medicina:

Desde la detección del cáncer de piel y el análisis de radiografías y resonancias magnéticas hasta el suministro de consejos de salud personalizados y el manejo de sistemas de salud completos, la inteligencia artificial se está convirtiendo en un facilitador clave en la ejecución de los servicios médicos. La inteligencia artificial no reemplazará a su médico, pero podría ayudar a mejorar servicios de salud, haciendo foco en áreas desfavorecidas, allí los asistentes de salud con tecnología de inteligencia artificial pueden quitar parte de la carga de los escasos médicos generales que tienen grandes poblaciones para atender.

Video 1. Los expertos desvelan cómo influye la inteligencia artificial en tu vida.

Los expertos desvelan cómo inuye la inteligencia articia…

EL PAIS Retina. (2019). Los expertos desvelan cómo influye la inteligencia artificial en tu vida. [YouTube]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch? list=PL25CPkeu2LmJigK_trc060Hs3_YSrQkFj&time_continue=95&v=hFXQaHNba_Y&feature=emb_logo[FS1] 

LECCIÓN 2 de 6

Los riesgos de la IA y el futuro de la tecnología

En el océano de innovaciones que conlleva esta Cuarta revolución industrial, solemos perder de vista el poder disruptivo que tiene alcanzar el estándar de que las máquinas puedan tener autonomía para aprender solas. Lo que antes requería de imaginar todas las reglas posibles para luego programar los sistemas, ahora requiere grandes volúmenes de datos, mucho uso y las tecnologías de aprendizaje propias del machine learning para que las máquinas puedan adaptar su comportamiento a las realidades y no dependan del poder de abstracción de quienes las programan. Es la diferencia entre aprender a montar en bicicleta haciéndolo, y aprender a montar en bicicleta a través de un texto. Como tenemos cada vez más datos y más capacidad de cálculo, podemos enseñar a estos sistemas a que aprendan cosas muy específicas.

El famoso físico Stephen Hawking, al observar esta expansión ilimitada de la IA, ya en año 2014 manifestó que “la inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana”, quizás llevando al extremo el peligro de que las máquinas puedan autogobernarse. Aunque hoy la hipótesis con mayor verosimilitud y a la que particularmente nosotros adherimos, es la que pronostica que la condición humana se verá aumentada a partir del aporte exponencial de estas tecnologías. Simplemente porque siempre podremos dirigir la creación y regulación de la tecnología y porque día a día se producen evidencias de la cantidad de problemas que podemos resolver con estas tecnologías complementarias a las intervenciones humanas en múltiples y nuevos roles.

Como ya expresamos, parece difícil y lejano que la IA avance hacia una inteligencia general y ubicua, que sea capaz de lidiar con diferentes situaciones como hacemos los seres humanos, y debemos hacer cada día más ante un mundo de cambio permanente. La imagen distópica de un mundo en el que robots antropomórficos convivan con nosotros en relativas igualdades de condiciones es todavía solo un atractivo terreno de ciencia ficción.

Como bien expresa el pensador del futuro Maurice Conti, nos dirigimos hacia un futuro en el que nuestras capacidades humanas naturales se verán radicalmente aumentadas de tres maneras: los sistemas

computacionales nos ayudarán a pensar. Los sistemas robóticos nos ayudarán a hacer. Y un sistema nervioso digital nos conectará con el mundo mucho más allá de lo que nuestro sistema nervioso natural puede ofrecer.

Siempre son el Management (capacidad de gestión) y la ética (valores y fines) los elementos que podrán garantizar que esta edad aumentada en la que estamos y que cada día se profundiza sea realmente un enorme salto adelante para la Humanidad toda. Podremos hacer un mundo mejor solo gerenciando la tecnología, sabiendo que la necesitamos y que genera beneficios, pero pensando que es nuestra responsabilidad, en el marco de las instituciones nacionales y globales, establecer cuáles son sus límites y cuáles son las palancas para suspenderla o apagarla si es necesario para preservar personas y sociedades. Y solo con la guía de marcos o códigos éticos explícitos y debidamente acordados a nivel de empresas, países y globalmente, podremos aspirar a que irradie en todos los espacios de desarrollo y gestión de la tecnología un espíritu humanista que nos evite grandes problemas y conflictos con semejante capital que hemos sido capaces de crear.

En el mundo, cada día más, se está revalorizando el componente de valores y propósitos para actuar en beneficio del conjunto, además del individual. Más que nunca, la disposición de tecnologías avanzadas como la IA debe acelerar ese movimiento de capitalismo consciente, dado que siempre serán los seres humanos los que sigan interactuando y gerenciando las tecnologías, definiendo patrones para los datos que se almacenan, premisas para modelos y algoritmos, entrenamientos para que las máquinas avancen en su capacidad de aprendizaje y niveles de usos adecuados y no adecuados para la información que llena nuestras pantallas para la toma de decisiones.

Ya el gran Isaac Asimov, en la década de 1940, planteó sus famosas leyes de la robótica bajo la premisa que los robots, cada vez mejores y más dotados, deberían siempre servir a la Humanidad. En la era de la IA, el debate sobre nuestros derechos y responsabilidades frente a este torrente de nueva tecnología, se ha actualizado y requiere de abordajes más efectivos. Derechos bajo la consigna de que siempre las máquinas trabajen para nuestro bienestar, a través de regulaciones gubernamentales, acuerdos sociales y códigos de ética de las empresas vinculadas a la tecnología. Responsabilidades para aceptar que la nueva era de complementariedad entre máquinas avanzadas y personas solo será posible si expandimos las competencias humanas vinculadas a la empatía y las habilidades blandas, la apropiación y uso de las tecnologías y la asimilación con entusiasmo del espacio de creatividad e innovación que tenemos delante de nosotros.

Por supuesto que, a partir de este enorme y macro riesgo, se escalonan muchos otros más específicos: ¿habrá realmente trabajo bien pago para todos en un mundo en el que la tecnología tenga tantas tareas a su cargo?, ¿puede la educación llegar rápidamente a las grandes mayorías para desarrollar habilidades necesarias para esos nuevos trabajos que se pronostican en danza con la tecnología?, ¿habrá grandes dueños de los datos de las personas que dispondrán cómo usarlos con escaso control?, ¿las empresas de tecnología más exitosas funcionarán con el patrón de “el ganador se lleva todo” dejando poco lugar para nuevos competidores?, ¿se ampliarán las desigualdades inevitablemente, dado que los roles vinculados a tecnologías más avanzadas (científicos, programadores, etc.) tendrán ingresos exponencialmente más altos que el resto?, ¿reproducirán las máquinas los sesgos humanos y tomarán decisiones autónomas que perjudiquen a personas según su raza, condición sexual o posiciones políticas?, ¿habrá un poder más amplio de gobiernos despóticos dotados de tecnologías poderosas de control social?, etc.

Todas estas preguntas y muchas más no tienen respuestas únicas ni inevitables. Tienen un marco de posibilidades y creemos que la mejor fórmula para lograr buenas respuestas que construyan futuro es abrazar la tecnología con convicción y pasión, pero al mismo tiempo con responsabilidad y capacidad de acuerdos sociales y éticos que nos brinden un marco amplio y humanista sobre el que desplegar esas capas de talento complementario a las máquinas para beneficio del conjunto.

Cynthia Breazeal, del laboratorio de medios del MIT, aporta un conjunto de principios qu...


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