Manual de aplicación del Test de Apercepción Temática TAT PDF

Title Manual de aplicación del Test de Apercepción Temática TAT
Author Iris Chavarría
Course Psicología
Institution Universidad de Guadalajara
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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARACENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUDDIVISION DE DISCIPLINAS BASICASDEPARTAMENTO DE PSICOLOGIA BASICAACADEMIA DE EVALUACION Y DIAGNOSTICO PSICOLOGICOMANUAL DE APLICACIÓNDEL TEST DE APERCEPCION TEMATICA(ENFOQUE PSICOANALITICO)TRADUCIDO DEL FRANCES POR EL MTRO. JOSE C....


Description

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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD DIVISION DE DISCIPLINAS BASICAS DEPARTAMENTO DE PSICOLOGIA BASICA ACADEMIA DE EVALUACION Y DIAGNOSTICO PSICOLOGICO

MANUAL DE APLICACIÓN DEL TEST DE APERCEPCION TEMATICA (ENFOQUE PSICOANALITICO)

TRADUCIDO DEL FRANCES POR EL MTRO. JOSE C. MEDEROS SILVA ENERO DE 1998 VICA SHENTOUB & AL. DUNOD, PARIS,1990

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INTRODUCCION Los tests denominados proyectivos, que deberían ser más bien considerados como pruebas de personalidad, ya que proceden de mecanismos que sobrepasan el cuadro de la proyección , aun en la acepción amplia del término, constituyen uno de los instrumentos más importantes del psicólogo clínico. Entre éstos el Test de Apercepción Temática (T.A.T.) ocupa un lugar preponderante. Creado en 1935, ha suscitado siempre gran interés , pero también resistencias. Desde entonces ha sido experimentado y su base teórica reformulada por todos aquellos, que de una manera o de otra, se interesan a la psicología clínica y patológica. Pero, ¿se puede hablar de “tests” o de “técnicas” a estas pruebas de personalidad?. Otros, antes que nosotros, se han opuesto a la aplicación de este título al Rorschach o al T.A.T., pues da la idea de ser un método objetivo y resultados objetivables, según el método de las ciencias exactas. La complejidad del funcionamiento mental humano exige que se tome en cuenta un número considerable de factores interdependientes que sólo toman sentido cuando se considera su valor dinámico y su valor económico dentro de una organización dada. No se trata tampoco de una técnica cuyo aprendizaje garantizaría por sí solo el uso correcto de sus resultados. Aquí, la técnica , o más exactamente ciertos principios metodológicos, no son más que un instrumento, que sería inútil si no se basa en una teoría de la personalidad de la cual procede y que permite entonces a los elementos recogidos en forma desordenada el poder ser organizados en un todo con sentido. La técnica no puede ser asimilada por aquellos que no dominan el conocimiento de la teoría, ya que tales pruebas constituyen también el lugar privilegiado en donde los conocimientos teóricos – corpus abstracto – encuentran su ilustración y su encarnación y en donde , al mismo tiempo , son interpelados por el discurso viviente del sujeto. La intención de estas pruebas coincide con la de la mayoría de los clínicos contemporáneos, quienes, más allá de un diagnóstico cuya finalidad sea establecer una comparación con un cuadro nosológico ya conocido, buscan , además, percibir las singularidades de los funcionamientos mentales , lo que corresponde a una investigación de las diferencias. (Widlöcher D.,1970). Se debe, indudablemente, a esta última perspectiva las interrogantes y las teorías que se refieren a las distintas organizaciones de las neurosis y de las psicosis mentales clásicas , que han hecho estallar en añicos los cuadros nosológicos y modificar los tratamientos terapéuticos. Preocupados, en primero lugar, por los instrumentos mismos , la necesidad de referencia a un corpus teórico homogéneo, de la elección del mismo, la elaboración de los métodos, de su validez, de la confrontación con las otras teorías y métodos - de los cuales nos ocupamos en la primera parte pensamos disponer actualmente de un instrumento como el T.A.T. relativamente terminado, cuyas posibilidades hemos experimentado ampliamente, pero que continúa siendo un instrumento evolutivo y abierto a cambios futuros. Su objetivo principal, aunque no exclusivo, es contribuir a una reflexión diferencial sobre las modalidades de las organizaciones que provienen tanto de la normalidad como de la patología mental.

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PRIMERA PARTE

LA TEORIA 1.- HISTORIA ACERCA DEL T.A.T. 1.1.

– MURRAY

El T.A.T. tuvo su origen en 1935, en la “Harvard Psychological Clinic”, famoso semillero de psicología clínica americana de la cual Henry Murray , autor de esta prueba, llegó a ser director después de una larga carrera como médico y bioquímico. En su forma original, el T.A.T. estaba compuesto por treinta y una imágenes, administradas en dos períodos y pudiendo ser divididas en series destinadas respectivamente a los adultos hombres y mujeres y a los muchachos y muchachas de más de diez años. Esta imágenes representan personajes de edad y sexo diferentes, tomados en situaciones relativamente determinadas pero dejando lugar a las interpretaciones, y también paisajes relativamente poco estructurados. El sujeto era invitado, a propósito de cada una de las láminas, a imaginar une historia tan rica y dramática como fuese posible que tenga cuenta del presente, del pasado, del futuro y de los sentimientos de los personajes que aparecen en escena. H. Murray recomendaba para el sujeto la posición acostado, un buen rapport que lo pusiese en confianza, un ambiente propicio a las confidencias con una iluminación indirecta y suave. Las palabras de aliento, las preguntas y las apreciaciones estaban autorizadas con el fin de que el sujeto proporcionase el máximo de material significativo de sus conflictos inconscientes. Es en su obra “Explorations in personality” (1938) que H. Murray expone su sistema teórico centrado en la dualidad necesidades- presiones ( needs-press), que planteaba como hipótesis principal la identificación del narrador con el personaje principal, medio por el cual expresaba sus propias necesidades , los otros personajes debían representar el medio de vida del cual el sujeto resiente la presión. El manual de H. Murray (1943) presentaba una colección muy compleja de veinte “necesidades” del héroe de la historia , agrupadas bajo nueve rúbricas y “presiones “ que provenían del medio y que entraban en conflicto con estas necesidades.

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La teoría y el método de H. Murray tuvieron en Estados Unidos un éxito efímero. El hecho de que la teoría , se asemejara a las fórmulas de la bioquímica, dice L. Bellak,, estuviera alejada de la teoría psicoanalítica de la cual pretendía inspirarse y que el método fuese difícilmente aplicable y limitado en su alcance práctico, todo ello fue claro para los psicólogos de la Harvard Clinic quienes estaban muy ocupados en resolver a su manera los complejos problemas humanos que la declaración de la guerra mundial les planteaba. En el “Journal of Projective Techniques” L. Bellak (1956) consideraba que el psicoanálisis , a pesar de contar ya con cincuenta años de vida y las técnicas proyectivas que se inspiraban de él, eran totalmente incomprendidas por los psicólogos que habían “triunfalmente reducido el uno y las otras al absurdo en un gran número de tesis de doctorado” El absurdo consistía principalmente en la creencia que se podía colocar al sujeto en un medio “semejante al psicoanalítico”, vencer sus resistencias – ignorando el rol de los mecanismos de defensa inconscientes - y que se podía extrapolar del contenido manifiesto del relato a la vivencia profunda del sujeto , de la fantasía elaborada a la realidad, es decir, ser informado sobre su comportamiento y de sus relaciones con el medio. Dicho en otros términos, en virtud de una especie de “proyección” en el sentido más literal, el sujeto atribuiría a su “héroe” y a los personajes que lo rodeaban, los sentimientos, las necesidades, las tendencias y reacciones, características de su vivencia real, posición que no tiene en cuenta los procesos que rigen los sistemas conscientes e inconscientes y sus lazos mutuos. 1.2.- LA ESCUELA AMERICANA L. BELLAK Según nosotros, es a L. Bellak (1954) a quien corresponde el mérito de haber resituado al T.A.T. sobre los rieles de los cuales había salido, particularmente sobre la teoría psicoanalítica, poniendo el acento sobre el segundo tópico (ello, yo, superyó), el rol del yo y de sus funciones, las resistencias y las defensas. El se encargó igualmente de la enseñanza y emprendió la tarea de su revisión. Si él fue el primero en hacerlo, fue también el primero en abordar una técnica dicha proyectiva con la ayuda de su formación multidimensional de psicólogo, psiquiatra y psicoanalista práctico. Los nombres de J.B.Rotter (1940), de D. Rapaport (1946,1947), de S.Tomkins(1947), de F. Wyatt (1947,1958), de Z.A. Piotrowski (1950), de P.M.Symonds (1951,1954), de W,E,Henry (1956), para no citar que los más importantes, quedan ligados a las otras tentativas de modificación del método del H. Murray. Cada uno propuso vías diferentes, pero durante un largo periodo , cuyas huellas persisten aún, nadie se atrevió a poner en entredicho la terminología y la metodología del “padre del más importante test de psicología americano” (Bellak L., 1958). Se permaneció apegado al “héroe”, se establecieron clasificaciones nuevas de las necesidades, se permaneció preferencialmente encerrado en el contenido del tema que, analizado a la luz de los sueños o de las ensoñaciones, debía esclarecer la vida inconsciente del sujeto.

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E.R. BALKEN, D. RAPAPORT, H. HARTMANN, R. SCHAFER... Otra tendencia se manifiesta con los autores que interrogan el aspecto formal de las historias : R. Balken (1940), D.Rapaport (1952), H. Hartmann (1954), R.R.Holt (1958), R.H.Dana (1959). El trabajo de R. Schafer (1958) “How was this story told?” pone el acento sobre las modalidades del discurso que, más que el contenido, diferencia a los individuos. R. Schafer (1954,1956), como psicoanalista, entiende la historia como si se tratara de la palabra de un analisante y su experiencia le permite efectivamente explotar , tanto la forma como el contenido de estos dichos para dar cuenta del drama pulsional y de las defensas puestas en escena por el sujeto. El aplica el método psicoanalítico , no elabora un análisis específico del material T.A.T. R.R. HOLT Finalmente, el trabajo de R. R.Holt (1961) introduce la discusión sobre la diferencia que existe entre la fantasía espontánea, como la ensoñación, y la historia proporcionada en el TAT, producida por petición expresa y a partir de un material concreto. Su trabajo , como todos los escritos americanos, se inspira de la teoría del “Ego Psychology” (psicología del yo) , tal cual fue edificada por la Escuela psicoanalítica americana bajo la batuta de H.Hartmann (1964) , y que representa una modificación no pequeña de la metapsicología freudiana clásica.

Para H. Hartmann y la Escuela psicoanalítica americana , el yo poseería su estructura propia. No se desarrollaría a partir del núcleo del Ello (como en la teoría freudiana) sino que sobrevendría de un estadio indiferenciado en el cual los rudimentos del yo estarían claramente presentes: habría pues una dicotomía entre el Ello y el Yo. Para esta escuela, igualmente, la energía pulsional sufriría cambios cualitativos cuando se introduce en la estructura del yo. A este cambio la Psicología del Yo lo nombra “neutralización”, lo que quiere decir : abandono de la orientación instintual, desexualización, pérdida de la agresividad. La neutralización de la energía está puesta al servicio de “la Autonomía del Yo”, autonomía que significa el grado de independencia del yo con relación a las pulsiones y los conflictos. Otro aspecto de la Psicologìa del Yo sobre el cual la escuela hartmanniana ha puesto un acento importante concierne a una de las funciones del yo, particularmente con la facultad de la cual dispondría éste de regresión en servicio propio. La noción de “regresión al servicio del yo” había sido descrita antes por E. Kris (1952) a propósito de la creación artística, luego fue retomada por numerosos autores , entre otros por Anna Freud (1965), quien ha mostrado que la regresión pulsional controlada por el yo – quien no sigue el camino de la regresión – forma parte del proceso evolutivo y de todo funcionamiento psíquico Se le observa en el sueño , en el dejarse llevar en el soñar despierto, en el coito, incluso en las enfermedades somáticas. Ella participa en la homeostásis psico-biológica del organismo en la media en que se muestra reversible. No reversible ,ella puede provocar restructuraciones patógenas.

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En materia de técnicas proyectivas, L.Bellak (1947) y R. Schafer (1956) han hecho llamado ampliamente a esta noción , particularmente seductora, para explicar el proceso de construcción de las historias. En efecto, cuando se pide al sujeto imaginar , se le pide una especie de dejarse llevar que hace pensar en una regresión controlada por el yo. Si no fuese controlada por el yo, esta regresión daría lugar , ya sea a las asociaciones libres, o al delirio, o a un acting, pero no a una historia coherente, transmisible a otro. El tema de “función de oscilación”, entre el dejarse llevar y el control , es utilizada por la escuela americana . En Francia, encontramos un pensamiento equivalente en la obra de D. Lagache (1964) que habla de “facultad de decentralización”: paso de la razón a la sinrazón, de las asociaciones libres a la reconstrucción (en el análisis). El dejarse llevar hace apercibir el contenido de las pulsiones. La observación de la función de oscilación y de las defensas que el yo levanta contra las emergencias pulsionales nos informa sobre la organización del yo y sobre su fuerza. R. R. Holt considera que la historia TAT es un “producto cognitivo”, resultante de un comportamiento “adaptativo” y de la neutralización de las pulsiones, por consiguiente radicalmente diferente del sueño o de la ensoñación. El trabajo presentado por R.R. Holt en un simposio (en Kagan J.y Lesser G. 1961), titulado “The nature of TAT.-stories as a congnitive product” y destinado a suprimir del vocabulario TAT. el término de “fantasía”, fuente de confusiones difíciles de arrancar de raíz entre las fantasías espontáneas , estilo sueñosensoñaciones diurnas, y las historias del TAT, este trabajo muy valioso por cierto, es una ilustración ejemplar de un tal aborde teórico. R.R. Holt demuestra, en efecto (después de F.Wyatt por cierto,1958) , que existen diferencias fundamentales entre la fantasía espontánea no destinada a la comunicación, sometida al principio del placer y a la ley del proceso primario, expresándose en imágenes más que por el lenguaje, independientemente de los estímulos exterrnos, y las historias que a su vez obedecen a los principios exactamente contrarios; pero haciendo esto, R. R. Holt no tiene en cuenta las relaciones dinámicas y económicas existentes entre estas historias y la fantasía subyacente reactivada por el material, portadora ella deseos y defensas, de una fantasía sin la cual no habría realidad, como diría D. Lagache (1964)... ni historias en el TAT. LOS TRABAJOS AMERICANOS DESDE 1970 Los trabajos americanos culminan hacia 1970. Alrededor de esa fecha podemos encontrar 1300 títulos sobre investigaciones diversas de validación y sobre las aplicaciones clínicas. A partir de este período, los escritos sobre el TAT. se rarifican como si, no lograran sobrepasar las divergencias teóricas y metodológicas entre las escuelas, clínicos e investigadores renunciando a proseguir su reflexión. De hecho, los unos y los otros parecen toparse con la ausencia de una teoría homogénea susceptible de explicar lo que se pasa dentro del sujeto cuando se le pide “imaginar una historia a partir de la lámina.”, de una teoría de la cual dependerían la elaboración de una metodología igualmente homogénea.

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Los conceptos de J. Kagan (1961) vertidos en el simposio sobre las técnicas proyectivas, traducen esta dificultad : “Nosotros no comprendemos , decía él, el trabajo interno (“innerworking”) de este instrumento, de las variables desconocidas y no sospechadas que parecen jugar un rol vital en las respuestas a los estímulos, nosotros experimentamos la necesidad de una teoría concerniente a este instrumento” En otros términos,: de una teoría susceptible de esclarecer los mecanismos mentales comprometidos en esta situación particular. Es en la elaboración de esta teoría , de la cual dependía efectivamente la existencia de una metodología , que nos hemos comprometido. Expondremos aquí las etapas de nuestra propia vía y los resultados de nuestras investigaciones ; pero antes trataremos de precisar nuestro propio punto de vista ante las posiciones de la escuela psicoanalítica americana que enfatiza sobre los procesos conscientes, dejando vacío el lugar de las representaciones y de los afectos inconscientes, escotomizada la problemática a la cual reenvía el estímulo. El problema de la autonomía del yo Más que de autonomía , hay que hablar aquí de las relaciones de interdependencia entre el yo y las otras instancias del aparato psíquico, sean de “cooperación” o de “conflicto”. Lo que quiere decir que no existe cerrazón entre los sistemas, sino que al contrario relaciones de interdependencia , lo que excluye la autonomía absoluta. Pero se puede invocar la heteronomía y la autonomía conjugadas, como por ejemplo en el sistema del yo. Para convencerse basta referirse , como ya se dijo antes, a sus funciones antinómicas (satisfacción de las pulsiones y oposición a las pulsiones, conocimiento objetivo y abandono a los prejuicios, independencia de los fines y subordinación a las demandas que provienen del ello y del superyó, por ejemplo. Para comprenderlo precisa concebir los conflictos internos del yo. Su heteronomía principal reside en el hecho que él está sometido , “afectado” por sus motivos de defensa, pero es igualmente él que desencadena las operaciones defensivas, esto apoyándose sobre la palabra (concepción freudiana que liga la verbalización a la toma de conciencia. La autonomía absoluta, operando con la ayuda de las energías “neutralizadas”, tal como H.Hartmann lo concibe, ¿ qué sería ella de más que una vista del espíritu? ¿ Aún más , qué sería el yo, “autónomo”, es decir cortado del depósito pulsional y energético? ¿”Qué sería la acción creadora sin combatividad y sin amor?” (Lagache, D. ,1966) Por otra parte, ¿se puede concebir la autonomía no sujeta a las fluctuaciones en función de los conflictos que separan la evolución biológica y lo vivido individual? Cuando se dice “conflicto”, se supone el afrontamiento entre el deseo y la prohibición. La demanda (explícita o no, consciente o no), lo que supone la puesta en causa de un equilibrio , de una organización previa, y arrastra una tensión , incluso una ruptura de este equilibrio y la puesta en obra de una organización defensiva. El restablecimiento puede tomar la forma del reforzamiento de la organización previa al conflicto, puede operarse igualmente sobre la base de una nueva relación: el yo puede reforzar su autonomía, como puede debilitarla. Puede perderla, por ejemplo, en provecho

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de su propio aparato defensivo inconsciente, puede también ganarla objetivando la situación : desligándose. Así , la autonomía no es más que un propósito, en ningún caso un estado. Se llega así al concepto de autonomía relativa. Término a doble valencia: dependencia e independencia. Desde luego, todo depende de la organización del equilibrio , de un equilibrio siempre precario pues está continuamente puesto a prueba por todo lo que constituye la trama de la existencia. Si no se puede nunca concebir una función o una acción cortada totalmente de la corriente libidinal y agresiva, se puede constatar que una función invadida la una o la otra por estas pulsiones cesa de ejercer “libremente” fallando así su finalidad. Tomemos un ejemplo esquemático : la marcha, función “autonomizada” (aunque se puede discutir de la manera de caminar que traduce las actitudes profundas , como la necesidad de seducir, etc.) puede escapar al control consciente del yo, como es le caso cuando ella está perturbada por los rituales (en los obsesivos, por ejemplo)). Entonces la función , teóricamente autónoma, se convierte en un acto simbólico del cual el sentido escapa a la consciencia gracias al desplazamiento y al aislamiento. Pasa lo mismo con no importa que función intelectual si ella está “fagocitada” por los conflictos. (Ej. el lenguaje). El concepto de autonomía relativa recubre lo que D. Lagache (1966) entiende por “compenetración del mundo privado y del mundo común”. La heteronomía , y al límite la patología, residiría en el aislamiento entre el mundo fantasmático inconsciente y el de la razón consciente. La hipótesis de una compenetración, de une continuidad es más adecuada para dar cuenta de...


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