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COMENTARIO MAPA DEL 1000 D.C 1- Exposición del mapa: En último lugar encontramos el año 1000, comienzos del siglo XI, conocido como el ‘’siglo de las cruzadas’’ en las cuales los reinos europeos lanzaban bajo llamamiento del papa diversas ofensivas para acabar con la hegemonía musulmana en el Mediterráneo. En respuesta, el Califato de Córdoba perderá su poder en favor del dominio almorávide, que incorporarán los Reinos de Taifas como provincias de su imperio bereber. Así, la Reconquista se verá frustrada tras la toma de Toledo (1015).

En el Imperio Bizantino, por su parte, tras vencer a los rusos en Silistria (971) con ayuda de los penechegos –pueblo seminómada de origen asiático, aliado de Bizancio. Su decadencia comienza precisamente durante este periodo hasta ser aniquilados a finales de siglo-, vemos que con la conversión al cristianismo de dicho pueblo templa las malas relaciones existentes entre ambos pueblos. Además, Bizancio integrará de forma definitiva al Imperio Búlgaro entre sus fronteras (1018). Con relación a los pueblos eslavos del este de Europa, en este periodo encontramos no solo la estabilización de algunos asentamientos importantes –como en el caso de los magiares-, sino que la cristiandad se extenderá sobre estos mismos pueblos. Más complicada será sin embargo la situación de los pueblos escandinavos, pues la evidente hegemonía danesa se verá afectada por el separatismo noruego. Además, uno de los hechos más importantes que ocurren durante este periodo es el de la conquista normanda de Inglaterra, donde Guillermo el Conquistador, hijo de Rollon y heredero del feudo normando, derrota al rey anglosajón Haroldo II permitiendo a los normandos acceder al poder en el 1070. Finalmente la situación de ya desgajado Imperio Carolingio muestra la existencia de dos realidades políticas fruto del desarrollo de tendencias contrapuestas en cada uno de los distintos territorios: por un lado, encontramos una futura Francia dividida en principados mientras que el antaño Reino de Germania se alza como el Sacro Imperio. 2- Explicación: Anteriormente comentábamos la situación crítica en que se encontraba en este periodo el Califato de Córdoba. En el 1010, tras desencadenarse una guerra civil con motivo de las disputas existentes por el acceso al trono real, se provoca la fragmentación del territorio en Reinos de Taifas. Esto se debió, esencialmente, a la existencia de graves problemas políticos; todo ello unido a la fuerte presión fiscal, los altos costes bélicos y la incesante presión fronteriza ejercida por los pueblos cristianos del norte. De este modo, cada reino se identificaba con una dinastía diferente, entre las cuales existían fuertes rivalidades. La dinastía Omeya es depuesta por la Hammudí, dando lugar un vacío de poder que será aprovechado por el rey cristiano Alfonso VI, quien en 1015 conquistará Toledo. El debilitado califato acabará por recurrir a la ayuda del pueblo almorávide, situado al norte de África. Estos, una vez vencidas las tropas cristianas, anexionarán los distintos Reinos de Taifas como provincias de su Imperio Bereber bajo la impotente mirada de los musulmanes, supeditados al dominio ‘’bárbaro’’ de este pueblo africano.

Por su parte, Bizancio se ve acosado durante esta etapa por graves problemas diplomáticos e internos –como la implantación de una nueva dinastía imperial, la macedónica, o el inexorable Cisma de Oriente (1035)-. Sin embargo, tras la conversión del príncipe ruso Vladimir al cristianismo, éste ofrecerá su ayuda al emperador Basilio II (976-1025) para sofocar la rebelión de los thêmas orientales. Además, los búlgaros formarán un nuevo estado en la actual Macedonia, por lo que el Imperio buscará reducirlos. Con la decisiva victoria de Clidios (1014), la resistencia búlgara no podrá permanecer, por lo que finalmente acabará por integrarse en el Imperio Bizantino (1018). También extenderá su control hasta Armenia y parte del sur de Italia tras derrotar a los lombardos en Cannae (1018). Con respecto a los pueblos eslavos, éstos se vieron sometidos en su mayoría a un proceso de cristianización. Paralelamente, se desarrollará la estatalización de dichos pueblos, antes organizados bajo la lógica tribal, creando pueblos. Es el caso del pueblo húngaro, quien tras ser vencidos en Lech (955) por el emperador Otón I quedaría recluido en los terrenos de la Panonia, donde establecería un reino. Posteriormente, el obispo Pilgrim de Passau lograría la conversión al cristianismo del Reino búlgaro, siendo su rey –Esteban I- bautizado en el año 1001. Finalmente, bajo consentimiento papal, este reino establecería un metropolitano propio. Por otra parte, además de los búlgaros, ganan relevancia otros pueblos eslavos como los ya mencionados rusos o los croatas. Cabría destacar la importancia de la acción emprendida por el pueblo polaco con el fin de evitar la invasión germánica: aceptarán voluntariamente el cristianismo y realizaran una ‘’Donación’’ al papado con el fin de evitar que el dominio de la Iglesia polaca cayese en manos germanas. En el año 1000, Polonia se declararía independiente bajo el apoyo del papa. En los helados territorios escandinavos, por otro lado, encontramos que Dinamarca logrará imponer su hegemonía sobre Suecia, casi llegando a alcanzar su ansiada unión de pueblos. Sin embargo, se encontrará de frente con la oposición noruega, cuyas tendencias separatistas ganaron fuerza durante este periodo. Con el rey Cnut (1019-1035) los noruegos serán derrotados e integrados en tal unión, aunque los deseos de independencia se materializarán en la figura de Magnus, heredero directo de los insurgentes. Por otra parte, en las Islas Británicas, los anglosajones atravesarán una grave crisis política que culminará con una nueva invasión danesa que, lejos de ser negativa, fue sumamente beneficiosa para el territorio británico. Así, el gobierno de Cnut sobre las islas fue conciliador, convirtiéndolas en un modelo de gobierno durante la época. Finalmente, con la muerte del rey danés se retornaría al gobierno sajón, lo cual debilitaría las estructuras de gobierno hasta que serían tomadas en el 1070 por Guillermo el Conquistador, anexionando a Inglaterra Normandía. Por último, en la franja occidental del ya inexistente Imperio Carolingio, encontramos una pérdida de relevancia del poder real: los derechos reales eran limitados, e incluso podríamos considerar que la autoridad real simplemente era de tipo honorario. Esto se debió a que vasallos tales como los condes de Anglois o Blois acumularon tales poderes que podían alzarse como fuertes rivales de la corona. Además, la política expansionista emprendida por los normandos también generó hostilidades. Es evidente que se produjeron numerosos cambios socioeconómicos, entre ellos el incremento de la construcción de castillos bajo el mando de príncipes,

condes y nuevos aristócratas. Además, regiones como Auvernia experimentaron la llegada de nobles castellanos que asumirían poderes públicos e instaurarían regímenes opresivos. Esto fue consecuencia del incremento de la importancia de los caballeros y los lazos feudales, hasta entonces no generalizados entre la nobleza. En la franja oriental del desgajado imperio, encontramos una regeneración del poder de Carolingio de la mano de Otón I. Éste, en un intento de reafirmarse como emperador romano –cabe recordar que se trataba del Sacro Imperio RomanoGermánico, título otorgado por el papa-, buscó establecer enlaces matrimoniales con la princesa bizantina hija del emperador Niceforo II. Ante la negativa de éste, Otón I se vio obligado a casar a su hijo y heredero Otón II (973-983) con Theofania, lejanamente emparentada con el emperador. Juntos enfrentaron problemas tales como la revuelta general eslava o la sublevación del duque de Baviera. Sin embargo, a la muerte del emperador, Theofania ejercerá de emperatriz regente hasta que su hijo, Otón III, alcance la mayoría de eda (983-1002). Así, durante su gobierno, se dará un gran desarrollo a la idea de Imperio: una forma de gobierno universal por encima del poder religioso –el cual será promovido por los recientemente fundados reinos de Polonia y Hungría-....