Mercado de competencia perfecta PDF

Title Mercado de competencia perfecta
Author Cornelis Corssmit
Course Economía
Institution Universidad de Málaga
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Mercado de competencia perfecta: características del consumidor, del productor y del propio mercado....


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TEMA 3: EL MERCADO DE COMPETENCIA PERFECTA. 1. LA COMPETENCIA PERFECTA. Es muy habitual afirmar que la economía capitalista se caracteriza por el predominio de la libertad de mercado y de competencia, lo que la hace capaz de proporcionar el máximo nivel de bienestar a los sujetos económicos. Sin embargo, para poder establecer que se alcanzan los máximos niveles de competencia en un mercado no basta con que haya competencia en sentido genérico y cualquier tipo de mercado, sino que deben darse unas condiciones muy estrictas en cuanto a la conducta que siguen los agentes y a la estructura en la que realizan los intercambios. 1.1. Requisitos de comportamiento en competencia perfecta. - Individualismo: en competencia perfecta, el presupuesto esencial del comportamiento humano es el individualismo. Lo social se concibe como una yuxtaposición de intereses individuales, y se supone que la persecución de fines estrictamente individuales conlleva la consecución del mejor de los estados posibles para toda la comunidad. En particular, eso implica aceptar un supuesto esencial: los costes o los beneficios correspondientes al conjunto social no son sino la suma de los costes o beneficios que soportan los individuos y las empresas. La única diferencia entre costes privados y costes sociales es simplemente de agregación. - Comportamiento racional: Además, en el modo de competencia perfecta se supone que tanto los consumidores como los productores realizan siempre un comportamiento racional. En términos económicos se dice que un agente es racional si se cumplen los siguientes requisitos: que persiga finalidades coherentes entre sí y que los medios que emplee para alcanzarlas sean los más adecuados. Este supuesto de racionalidad, unido a la perspectiva individualista desde la que se contempla, implica que todos los agentes conocen perfectamente lo que les interesa y que están en condiciones de deliberar correctamente acerca de los medios precisos para conseguirlo. - Conducta egoísta: Si los agentes son racionales y sólo considera su posición individual, adoptarán siempre solo las decisiones que les reporten una mayor utilidad individual, sin tener en consideración las que tomen los demás ni los efectos que éstas pueden provocar. Se supone de esta forma que la totalidad de decisiones individuales generan una especie de orden espontáneo de satisfacción general. Por utilizar la famosa expresión de Adam Smith “una mano invisible les lleva a alcanzar poco más o menos la misma distribución de las necesidades vitales que se hubiese conseguido de haber sido asignada la tierra en proporciones iguales a todos lo habitantes y así, sin proponérselo sin saberlo, prima el interés de las sociedades y aportan los medios necesarios para la multiplicación de las especies”. En sentido estricto, el principio de conducta egoísta no quiere decir que los agentes económicos busquen exclusivamente aquello que les proporciona un mayor placer o satisfacción. Estos será comportamientos racionales siempre y cuando resulten ser las actividades más adecuadas y se apoyen en los medios más adecuados para conseguirlos, los que supongan la asignación de recursos menos costosos y al mayor beneficio posible. Y pueden ser conducta egoísta si se adoptan tomando en consideración sólo el interés de quien lo realiza.

- Estrategia maximizadora: finalmente, se supone que el funcionamiento del mercado de competencia perfecta conlleva tomar decisiones que conducen a los agentes económicos a buscar la máxima satisfacción de sus objetivos particulares a partir de los recursos de los que dispone. Los agentes se enfrentan siempre un problema de maximización bajo restricciones: maximización del beneficio para los productores y maximización del nivel de utilidad para los consumidores. Realmente, unas y otras están en la situación paralela: la cantidad de recursos está dada en el momento para tomar las decisiones y el precio de los bienes o factores productivos se fija de manera exógena en los respectivos mercados, enfrentando racionalmente tanto productores como consumidores el problema de conocer qué cantidad consumida o producida les va a proporcionar mayor utilidad o beneficios a partir de los recursos o costes de los que dispongan. Bajo estos presupuestos se puede elaborar una fórmula: la función de utilidad, que describe las posibilidades de cada consumidor para retener satisfacción. Mediante técnicas matemáticas avanzadas se puede establecer cuál es la cantidad que permite obtener la máxima satisfacción y también, dado la estructura de costes y de precio, se pueden deducir las decisiones de producción que le proporcionarán mayor beneficio a las empresas. 1.2. Requisitos de la estructura del mercado. - Libre y completa concurrencia: es necesario que exista un número muy elevado de compradores y vendedores, tan elevado que ningún participante en el mercado pueda tener capacidad de influir en la determinación del precio del producto. Si esto ocurre, a cada vendedor le corresponde una participación tan reducida de la oferta total que, si se retira del mercado, no disminuirá lo suficiente como para provocar un aumento del precio, y si, por el contrario, se ofreciera el mercado todo lo que podía producir, la oferta total no aumentaría lo suficiente para originar una caída del precio. Igualmente significa que cada comprador adquiere una proporción tan reducida del producto que no tiene posibilidad alguna de influir en el precio final de este. En consecuencia, ninguna empresa individual considera que su comportamiento puede afectar al de sus competidores o bien ser afectado por ellos. - Homogeneidad del producto: para que exista competencia perfecta es preciso también que todos los vendedores ofrezcan un producto idéntico. No existe diferenciación alguna en el producto objeto de intercambio. Si lo hubiera, entonces el que lo ofrece tendría la posibilidad de ofertarlo a precio distinto en función de esa diferencia. - Ausencia de barreras al libre funcionamiento del mercado: los precios deben fluctuar libremente en respuesta a las condiciones cambiantes de la oferta y de la demanda. No debe haber fijación de precios por parte del gobierno ni administración del precio por parte de asociaciones de productores, sindicatos u otras entidades privadas. Tampoco debe existir restricciones a la oferta impuestas por el Gobierno o por grupos de productores organizados, ni racionamiento de la demanda. - Información perfecta y gratuita: los agentes deben tener información sobre todas las condiciones de precios o calidades que afecten a los intercambios, sin coste alguno. Las posibles diferencias que pudieran surgir en los precios o en cualquier otra circunstancia del mercado debe ser conocida al instante por todas las unidades económicas participantes en el mercado.

Así, si los compradores ofrecen distintos precios por un bien, los vendedores lo sabrán inmediatamente y venderán sus productos al mejor comprador. Y si el vendedor ofrece un producto a diferentes precios, los compradores elegirán los que se vendan a precios más bajos, obligando a aquellos vendedores que ofrecieron el producto a mayores precios a disminuirlos de inmediato. 1.3. Los efectos de la competencia perfecta. Si se cumplen todas estas condiciones, la teoría económica establece tres predicciones fundamentales: - Los recursos se emplearán en sus usos más valiosos. Los oferentes venderán su producto al precio más favorable posible si el comprador no encuentra en el mercado su producto a un precio más reducido. Por eso se dice que en esas condiciones alcanzar a un máximo grado de eficiencia en el sistema. - Todos los agentes económicos alcanzarán el máximo grado de bienestar, pues podrán adquirir o vender todos los bienes o servicios que deseen al precio del mercado en las mejores condiciones posibles. - Puesto que se supone que los costes o beneficios privados son iguales a los sociales, resulta que la situación de máxima utilidad o beneficio individual equivale por agregación un máximo de Bienestar Social. Esta situación es la que se conoce como óptimo de Pareto. Se caracteriza porque, una vez alcanzada a través de la actuación de cada agente en el mercado, ninguno de ellos podrá ya mejorar su situación sin perjudicar simultáneamente a cualquier otro. 1.4. El comportamiento óptimo del consumidor en competencia perfecta. La utilidad marginal

Las primeras formulaciones neoclásicas de la competencia perfecta establecían que todo individuo puede valorar la utilidad de un bien atribuyéndole un valor numérico. Si era posible expresar en números la cantidad de utilidad que comporta el consumo de unas determinadas unidades de un bien, se podía establecer una jerarquía significativa de los niveles de utilidad, de modo que el consumidor elegiría la cantidad de bienes que más le conviniese. Para deducir las leyes de comportamiento de este supuesto, los economistas neoclásicos hicieron suya la hipótesis que estableció Hermann H Gossen: la utilidad adicional proporcionada por el consumo de unidades sucesivas de un bien va disminuyendo hasta que llega un momento en que es nula.

La utilidad total será la función creciente de la cantidad consumida del bien, pero, a partir de un determinado nivel, el consumo de unidades sucesivas a esta proporciona menor utilidad. A la utilidad que proporciona el consumo de esas unidades adicionales se la denomina utilidad marginal. Ahora bien, el consumidor puede elegir entre diferentes bienes y en distintas cantidades según su utilidad, pero sujeto a una restricción derivada de la renta de la que disponga. Los bienes están disponibles a precios determinados en los respectivos mercados, y debe gastar su renta de manera que la utilidad total alcanzada sea la máxima posible, por lo que debe“ponderar” la utilidad que le reporta cada bien considerando su precio. Un bien puede ser el doble de útil que otro, pero si su precio es 10 veces superior la utilidad ponderada sería menor. La utilidad vendría dada por la cantidad de dinero que los consumidores están dispuestos a pagar por una determinada cantidad de bien o servicio. Es decir, se consumirá una unidad más de un bien si la utilidad que proporciona es mayor que la que tiene el dinero en otro uso alternativo: se consumirán unidades sucesivas hasta que las utilidades marginales el dinero y del bien sean iguales. La maximización de la utilidad. A partir de este presupuesto se debe establecer qué cantidad de unidades sucesivas del bien está dispuesto a adquirir el consumidor para obtener la máxima satisfacción. Para ello se calcula la utilidad marginal del bien, una vez ponderada con la del dinero que posee y con los precios de mercado que le vienen dados. Mientras la utilidad marginal del consumo de un nuevo bien sea mayor que el precio que deba pagar por él, el comprador seguirá consumido cantidades adicionales del bien. Se puede decir entonces que un consumidor demandará unidades sucesivas de un bien hasta el punto de que la utilidad marginal que le proporciona su consumo iguale al precio que ha de desembolsar por la última unidad. Por tanto, la condición de maximización de la utilidad del consumidor vendría dada por la siguiente expresión: UMa=P

2. El comportamiento óptimo de la empresa en competencia perfecta. Las empresas son los agentes encargados de combinar los diferentes factores productivos para producir bienes y servicios. Actúan, por lo tanto, en dos tipos de mercados: en el de factores productivos y en el de bienes y servicios. Los mercados de factores adquieren las diferentes cantidades de tierra, trabajo y capital que necesitan para obtener su producción. A cambio de la utilización de esos factores retribuyen con rentas a sus propietarios. La adquisición de estos factores es lo que comporta costes para las empresas, mientras que la venta en el mercado de bienes y servicios de los productos que fabrican es lo que les proporciona los ingresos necesarios para seguir sus actividades productivas. En un mercado de competencia perfecta, los empresarios deben comportarse, al igual que los consumidores, como agentes racionales que persiguen un objetivo específico: la maximización del beneficio. El beneficio de la empresa se calcula de la siguiente manera:

B=I-C 2.1. Ingresos de la empresa en competencia perfecta. En el mercado de competencia perfecta, la proporción de la industria correspondiente a una sola empresa es tan pequeña que puede vender cualquier volumen de producción al precio existente en el mercado. No tiene necesidad de disminuir el precio por debajo del de otros vendedores para vender más; tampoco venderá a un precio superior al de mercado, puesto que el consumidor compararía a las otras firmas que ofrecen productos idénticos y más baratos. Por eso se dice que, en competencia perfecta, la empresa es precio aceptante: dado que no puede influir sobre el precio de equilibrio del mercado, debe aceptarlo como un dato, ya que la empresa solo puede decidir su producción y vender al precio vigente de mercado. Eso significa que la función de demanda a la que se enfrenta una empresa en el mercado se puede representar gráficamente como una recta horizontal en el nivel del precio de mercado tal y como es la recta D en la Figura 5.1. (pag 114)

El ingreso total de la empresa se obtendrá multiplicando la cantidad vendida por el único precio de mercado existente. Puesto que este precio es igual para todas las unidades vendidas, el ingreso medio serán competencia perfecta también igual al precio. Finalmente, definiremos el ingreso marginal como el ingreso adicional que recibe la empresa cada vez que vende 1 unidad más, y como vende todas al mismo precio resulta que también el ingreso marginal es igual al precio en competencia perfecta. Pasamos ahora a hablar de los costes. Los costes de la empresa a corto plazo: • Los costes totales de la empresa están formados por costes fijos y costes variables. • Los costes medios son el resultado de dividir cada uno de esos costes totales fijos o variables según el caso por la cantidad de unidades producidas. • El coste marginal se define como el coste adicional que lleva consigo la producción de una unidad más.

Es importante conocer cómo varían los diferentes costes a medida que varía la producción, pues de ellos dependerán las decisiones que adopte la empresa para poder obtener el máximo beneficio. Los costes totales medios descenderán a medida que aumente la producción, pues los costes fijos se reparten cada vez entre un mayor número de unidades. Sin embargo, sabemos que a partir de un determinado momento hace su aparición lo que se denomina la ley de los rendimientos decrecientes. Está predice que, cuando se añade una unidad sucesiva de un factor a otro que permanece constante, se alcanza un determinado nivel de producción a partir del cual los rendimientos son decrecientes, o lo que es igual, que los costes medios serán crecientes. Por eso los costes medios se representa en la figura 5.1 como una curva en forma de U: descienden primero, pero llega un momento en que asciende cuando comienzan los rendimientos decrecientes. La maximización del beneficio de la empresa. Teniendo todo esto en cuenta, se puede afirmar que una empresa tiene su máximo beneficio si produce unidades de un bien hasta que el ingreso adicional que tiene producir una más sea al menos igual al coste adicional que supone producirla. Mientras el ingreso marginal vaya siendo superior al coste marginal podrá ir obteniendo beneficios si sigue produciendo, y por eso la situación de máximo beneficio se produce cuando: CMa=IMa Y, como acabamos de indicar que en competencia perfecta el ingreso marginal es igual al precio de mercado, resulta que la condición de máximo beneficio puede definirse también como: CMa=p En la Figura 5.1 esta condición de equilibrio se da en el nivel de producción q. En ese nivel de producción la empresa no tiene incentivo alguno para modificar la producción, pues está maximizando sus beneficios, entendiendo por ello que no hay otra situación en la que pueda tenerlos en mayor cantidad.

Beneficios normales y beneficios extraordinarios. La situación que se acaba de describir, la maximización de beneficio, es la más favorable, en cualquier caso, para la empresa, pero en esa situación pueden darse tres circunstancias diferentes: • Precio sea igual que el coste medio: En este caso la empresa está cubriendo exactamente todos sus costes, y se dice que tiene beneficios normales*, cuyo valor será el de la retribución del empresario. • Precio sea mayor que el coste medio: entonces se dice que la empresa está teniendo beneficios extraordinarios, mayores que la simple retribución normal del empresario. • Que el precio sea menor que el coste medio en este caso: aunque estará en la mejor situación posible, estará incurriendo en pérdidas. * El beneficio económico normal, nulo o cero, no implica que no existen beneficios contables. Tan sólo significa que la empresa obtiene justo los ingresos necesarios

como para remunerar el coste de oportunidad de todos los factores utilizados (incluida la remuneración a los propietarios de los mismos). Por lo tanto, significa que la empresa obtiene una rentabilidad equivalente a la que recibiría en cualquier otra actividad alternativa. Punto de nivelación y punto de cierre de la empresa. Finalmente, debe tenerse en cuenta que a una empresa puede interesarle no cerrar aunque esté sufriendo pérdidas: mientras pueda cubrir el coste variable estará interesada en producir. Solo si no lo cubre diremos que está en un punto mínimo de explotación o punto de cierre y deberá cerrar. Supóngase que los costes fijos de una empresa son 100 y los variables 250: si puedo obtener unos ingresos de 251 o mas me interesará producir, pues así incurrirá en menores pérdidas. El nivel de producción correspondiente a unos costes variables de 250 es el punto mínimo de explotación. Sii consigue ingresos totales de 350 cubre todos los costes; a ese nivel se llamará entonces punto de nivelación. Beneficios a largo plazo en competencia perfecta. Si consideramos periodos de tiempo más extenso, a largo plazo resultará que la empresa puede variar la producción, incrementando o reduciendo la utilización de la plantilla ya existente. Además, podrá aumentar o disminuir la dimensión de su actividad, y también hay tiempo para que entren firmas a la industria o para que alguna de las asistentes la abandone. Puesto que la entrada a las industrias es libre, la existencia de beneficios atraería otras firmas, al prometer la industria una rentabilidad mucho mayor que otras alternativas posibles. Pero la entrada de una base empezaría aumentando la oferta del producto y provocaría la reducción del precio respecto a su nivel inicial, lo que haría que desaparecerían los beneficios extraordinarios. Eso permite afirmar que, en competencia perfecta ,a largo plazo no hay posibilidades de beneficio extraordinario para las firmas de la industria, y que ninguna de ellas mantendría la actividad si está incurriendo en pérdidas. En definitiva, cuando industria perfectamente competitiva se encuentra en equilibrio a largo plazo, el precio de mercado es igual al coste medio de producción. 3. Estado y el mercado de competencia perfecta: la imposibilidad de la competencia perfecta Un mercado de competencia perfecta es completamente ajeno a cualquier intervención exógena sobre los intercambios. Del supuesto de acción racional individual se deriva un sistema de asignación eficiente y, por ello, se deduce que sea innecesaria y contraproducente cualquier intervención externa, ajena a la dinámica de los cambios en el mercado. En principio, el Estado es el encargado de intervenir para corregir estos desajustes. Quiere decirse que, desde la perspectiva del modelo de competencia perfecta, la función del Estado no debe ser otra que recuperar o garantizar el funcionamiento del mercado o reproducir su condición cuando éste no pueda actuar. En términos más concretos, las funciones del Estado para salvaguardar el modelo de competencia perfecta y no mermar la expectativa de máxima eficiencia que lleva consigo serían las siguientes:

- Reforzar el sistema de derecho de apropiación: es preciso que existan mecanismos coactivos que garanticen el respeto de estos Derechos de propiedad y su efectivo cumplimiento. Para ello, el...


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