Neuropsicologia de la atencion - Jose Antonio Portellano Perez PDF

Title Neuropsicologia de la atencion - Jose Antonio Portellano Perez
Author Yuliana Caraballo
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Prólogo PARTE 1 LA IMPORTANCIA DE LA NEUROPSICOLOGÍA 1. Actualidades en neuropsicología 1.1. Hacia la moderna neuropsicología 1.2. Las bases de la moderna neuropsicología. Crítica del concepto de función y localización (Luria) 1.3. Neuropsicología cognitiva 1.4. Método comportamental y correlaciona...


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Prólogo PARTE 1 LA IMPORTANCIA DE LA NEUROPSICOLOGÍA 1. Actualidades en neuropsicología 1.1. Hacia la moderna neuropsicología 1.2. Las bases de la moderna neuropsicología. Crítica del concepto de función y localización (Luria) 1.3. Neuropsicología cognitiva 1.4. Método comportamental y correlacional: neuropsicología clínica y neuroimagen funcional 1.4.1. La evaluación neuropsicológica 1.4.2. Método neural correlacional 1.5. Perspectiva y prospectiva 2. Principios de rehabilitación neuropsicológica 2.1. Concepto de rehabilitación neuropsicológica 2.2. La neuroplasticidad como base de la rehabilitación neuropsicológica 2.2.1. Neuroplasticidad evolutiva 2.2.2. Neuroplasticidad inducida por el aprendizaje 2.2.3. Neuroplasticidad inducida por lesión cerebral 2.3. Variables reguladoras de la recuperación de lesiones cerebrales 2.3.1. Edad 2.3.2. Género 2.3.3. Lateralidad 2.3.4. Reserva cognitiva

2.3.5. Conciencia del déficit 2.3.6. Rehabilitación cognitiva 2.3.7. Instauración 2.3.8. Gravedad 2.3.9. Etiología 2.3.10. Características del coma 2.4. Estrategias de rehabilitación neuropsicológica 2.4.1. Reentrenamiento 2.4.2. Compensación 2.4.3. Ayudas externas 2.5. Principios básicos de la rehabilitación cognitiva 2.5.1. Intervención precoz 2.5.2. Adaptación ecológica 2.5.3. Enfoque holístico 2.5.4. Validez científica 2.5.5. Intervención familiar PARTE II NEUROPSICOLOGÍA DE LA ATENCIÓN 3. Bases conceptuales de la atención 3.1. Concepto de atención 3.2. Características 3.3. Modalidades de atención 3.3.1. Atención pasiva 3.3.2. Atención activa 3.4. Modelos de atención

3.4.1. Modelo lesional 3.4.2. Modelo de Postner y Petersen 3-4-3- Modelo de Sohlberg y Mateer 3.44 Modelo de Stuss y Benson 3-4-5- Modelo de Broadbent 3.4.6 Modelo de Norman y Shallice 3.4.7. Modelo de Mesulam 3.4.8. Modelo de Mirsky 3.5. Bases neuroanatómicas de la atención 3.5.1. Estructuras extracorticales 3.5.2. Estructuras corticales 3.5.3. Diferenciación hemisférica de la atención 4. Evaluación de la atención 4.1. Características generales 4.2. Nivel de conciencia 4.3. Potenciales evocados 4.4. Tiempo de reacción 4.5. Escucha dicótica 4.6. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad 4.6.1. Escalas de Conners 4.6.2. EDAH 4.7. Cancelación 4.8. Otras pruebas 4.8.1. Bisección 4.8.2. Copia de dibujos

4.8.3. Memoria de trabajo 4.8.4. Atención y funciones ejecutivas 5. Principales trastornos atencionales 5.1. Características generales 5.2. Estado de coma 5.3. Mutismo acinético 5.4. Síndrome confusional 5.5. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad 5.5.1. Características 5.5.2. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad en el adulto 5.6. Heminegligencia 5.6.1. Concepto 5.6.2. Factores causales 5.6.3. Manifestaciones 5.7. Síndrome de Balint 6. Rehabilitación neuropsicológica de la atención 6.1. Aspectos básicos 6.2. Ejercicios para la estimulación global de la atención 62.1. Modalidad auditiva 6.2.2. Modalidad táctil 62.3. Modalidad visual 6.3. Ejercicios para estimular la atención focalizada y sostenida 6.3.1. Modalidad auditiva 63.2. Modalidad visual

6.4. Ejercicios para estimular la atención alternante 6.4.1. Modalidad audioverbal 6.4.2. Modalidad visual 6.5. Ejercicios para estimular la atención selectiva 6.5.1. Modalidad audioverbal 6.5.2. Modalidad audiovisual 6.6. Ejercicios para estimular la atención dividida 6.7. Otros ejercicios PARTE III NEUROPSICOLOGÍA DE LAS FUNCIONES EJECUTIVAS (FE) 7. Aspectos conceptuales y modelos defunciones ejecutivas 7.1. Principales características de las funciones ejecutivas 7.2. Estructura de las funciones ejecutivas 7.2.1. Componentes básicos 7.2.2. Componentes auxiliares 7.3. Modelos de funcionamiento ejecutivo 7.3.1. Sistema de supervisión atencional 7.3.2. Marcador somático 7.3.3. Modelo de Stuss y Benson 7.3.4. Memoria de trabajo y funciones ejecutivas 7.3.5. Funciones ejecutivas e inteligencia 7.3.6. Modelos factoriales 7.4. Desarrollo evolutivo de las funciones ejecutivas 7.4.1. Desarrollo cognitivo 7.4.2. Modificaciones neuroanatómicas

7.5. Bases neuroanatómicas y neurobiológicas de las funciones ejecutivas 7.5.1. Lóbulo frontal 7.5.2. Área prefrontal 7.5.3. Otras estructuras 8. Evaluación de las funciones ejecutivas 8.1. Características generales 8.1.1. Evaluación clínica 8.1.2. Evaluación cuantitativa 8.2. Actualización 8.3. Planificación 8.3.1. Construcción de senderos 8.3.2. Construcción tridimensional 8.3.3. Laberintos 8.4. Fluencia 8.4.1. Fluidez verbal 8.4.2. Fluidez de diseños 8.5. Flexibilidad 8.6. Inhibición 8.7. Toma de decisiones 8.8. Otras pruebas 8.9. Evaluación de las funciones ejecutivas en la infancia 8.9.1. Escalas globales 8.9.2. Otras pruebas 9. El síndrome disejecutivo

9.1. Principales características del sindrome disejecutivo 9.1.1. Concepto 9.1.2. Alteraciones cognitivas y perceptivo-motoras 9.1.3. Alteraciones emocionales 9.2. Manifestaciones del síndrome disejecutivo, según la localización de la lesión 9.2.1. Síndrome dorsolateral 9.2.2. Síndrome cingulado 9.2.3. Síndrome orbitario 9.3. El síndrome disejecutivo en la infancia 9.3.1. Principales características 9.3.2. Diagnóstico diferencial 10. Rehabilitación neuropsicológica de las funciones ejecutivas 10.1. Características generales 10.2. Estimulación de la fluencia 10.3. Estimulación de la capacidad para inhibir 10.3.1. Tareas go-no go 10.3.2. Ejercicios con globos 10.3.3. Tareas tipo Stroop 10.4. Estimulación de la flexibilidad mental 10.5. Estimulación de la capacidad para planificar 10.5.1. Ejercicios de trayectorias 10.5.2. Construcción con bloques 10.5.3. Construcción con anillas 10.6. Estimulación de la capacidad de actualización 10.7. Estimulación de la capacidad para tomar decisiones

10.8. Otros ejercicios para estimular las funciones ejecutivas 10.8.1. Estimación del tiempo 10.8.2. Memoria de trabajo PARTE IV NEUROPSICOLOGtA DE LA MEMORIA 11. Modalidades de memoria I.• memoria operativa 11.1. Introducción 11.2. Sistemas de memoria 1: Memoria operativa (memoria a corto plazo) 11.2.1. Funcionamiento de la memoria operativa 11.2.2. Neuroanatomía de la memoria operativa 11.2.3. Valorando la memoria operativa 12. Modalidades de memoria II.- memoria a largo plazo 12.1. Introducción 12.2. Sistemas de memoria II. Memoria a largo plazo 12.2.1. El caso de H.M.El impacto de la clínica en el estudio de la memoria 12.3. Memoria declarativa 12.3.1. Memoria episódica y codificación 12.3.2. Memoria episódica y almacenamiento 12.3.3. Memoria episódica y recuperación 12.3.4. Olvido 12.4. Memoria no declarativa 12.4.1. Priming 12.4.2. Habilidades y hábitos 12.4.3. Hábitos

12.4.4. Condicionamiento clásico simple 13. Neurobiología de la memoria 13.1. Evidencias clínicas del sustrato anatómico de la memoria 13.1.1. El caso de H. M. 13.1.2. El caso de N. A. 13.1.3. El caso de R. B. 13.2. Estructuras encefálicas implicadas en la memoria declarativa 13.3.1. Sistema de memoria hipocampal 13.3.2. El giro para hipocampal 13.3.3. El hipocampo 13.3.4. Sistema de memoria hipocampal vs. parahipocampal 13.4. Estructuras encefálicas implicadas en la memoria no declarativa 13.4.1. Neuroanatomía general de la memoria procedimental 13.4.2. Neuroanatomía del aprendizaje de hábitos 13.4.3. Neuroanatomía de los aprendizajes motores 13.4.4. Corteza frontal y memoria procedimental 13.4.5. Amígdala y respuestas emocionales 14. Evaluación de la memoria 14.1. Aspectos generales del proceso de valoración neurops¡cológica 14.1.1. Objetivo de la evaluación neuropsicológica 14.1.2. Tipos de evaluación neuropsicológica 14.2. Tipos de pruebas neuropsicológicas 14.2.1. Pruebas de screening 14.2.2. Baterías neuropsicológicas

14.2.3. Pruebas específicas 14.3. Aspectos generales sobre la valoración de la memoria 14.4. Baterías completas 14.4.1. Escala de Memoria Wechsler (Wechsler Memory Scale-WMS) 14.4.2. Test de Memoria Conductual de Rivermead (Rivermead Behavioral Memory Test III-RBMT 3) 14.4.3. Test de Aprendizaje Auditivo Verbal de Rey (Rey Auditory Verbal Learning Test RAVLT) 14.4.4. Figura Compleja de Rey-Osterrieth FCRO (Test de Copie d'une Figure Complexe 14.4.5. Test de Retención Visual de Benton TRVB (Benton Visual Retention Test) 14.4.6. Test of Memory and Learning (TOMAL) (Test de Memoria y Aprendizaje) 14.4.7. Test de Aprendizaje Verbal España-Complutense (TAVEC) 15. Síndromes amnésicos y alteraciones de memoria 15.1. Aspectos clínicos de los síndrome amnésicos 15.1.1. Amnesia anterógrada 15.1.2. Amnesia retrógrada 15-1-3- Otros aspectos de los síndromes amnésicos 15.2. Síndromes amnésicos 15.2.1. Síndrome amnésico 15.2.2. Amnesia con déficit en la recuperación 15.2.3. Amnesia focal retrógrada 15.2.4. Amnesia semántica 15.2.5. Otras causas de alteraciones mnésicas 6. Rehabilitación neuropsicológica de la memoria 16.1. El recuerdo 16.2. ¿Olvido o déficit de memoria?

16.3. Técnicas de rehabilitación de la memoria 16.3.1. Técnicas de restauración 16.3.2. Técnicas de reorganización 16.3.3. Técnicas de compensación 16.4. Daños secundarios psicológicos 16.5. Rehabilitación neuropsicológica en procesos neurodegenerativos 16.5.l. Nuevos aprendizajes. Codificación y recuperación 16.6. Resumen. Aspectos generales Nota bibliográfica

Cada año se diagnostican en España varios miles de nuevos casos de daño cerebral adquirido (DCA), especialmente como resultado de traumatismos craneoencefálicos o accidentes vasculares. Además, hay que añadir a este número una creciente cantidad de personas que presentan demencia, enfermedades neurodegenerativas o alteraciones psíquicas derivadas de trastornos psiquiátricos, personas con discapacidad intelectual, consumo adictivo, etc. Todos los afectados tienen en común el riesgo de presentar alteraciones físicas y mentales, que comprometen su autonomía y limitan su calidad de vida. A diferencia de las alteraciones físicas, que son más patentes, las alteraciones cognitivas suelen pasar más desapercibidas, a pesar de que pueden interferir intensamente el desempeño normal de las actividades cotidianas. De esta manera, los trastornos de atención, lenguaje, orientación, planificación de la conducta o memoria pueden causar limitaciones tanto o más graves que las secuelas físicas en las personas afectadas. La atención al daño cerebral exige la participación de diferentes profesionales para conseguir el mayor nivel de recuperación posible en los pacientes afectados. Dentro del equipo asistencial, la Neuropsicología ocupa un lugar destacado, ya que contribuye activamente tanto al diagnóstico como a la rehabilitación de las alteraciones cognitivas y emocionales causadas por el DCA, por factores neuropsiquiátricos o por trastornos del neurodesarrollo. La Neuropsicología está irrumpiendo cada vez con más fuerza en el campo asistencial, siendo cada vez más demandada la actividad de los neuropsicólogos en centros de atención al daño cerebral, así como en otros ámbitos como la gerontología, la discapacidad, las enfermedades mentales, la atención a drogodependientes o el ámbito pediátrico y escolar. La creciente inclusión de asignaturas y programas de Neuropsicología en distintos planes de estudio en nuestras universidades está facilitando su divulgación, atendiendo así a las crecientes demandas sociales. La neuroplasticidad es una cualidad del sistema nervioso que facilita la recuperación de las funciones alteradas cuando se lleva a cabo un proceso adecuado de estimulación cognitiva, sensorial y motora. Dicha recuperación es más intensa si la intervención se lleva a cabo precozmente, ya que la respuesta del cerebro es mejor cuanto más próxima haya sido la lesión. Desde la perspectiva de la Neuropsicología, la intervención del daño cerebral también debe aprovechar las ventajas de la plasticidad cerebral para llevar a cabo el proceso de estimulación y rehabilitación de las funciones mentales de orden superior que han resultado afectadas por lesión o deterioro cerebral. La estimulación cognitiva se sustenta en las enormes posibilidades de transformación del cerebro mediante el entrenamiento, mejorando los circuitos existentes, creando nuevos circuitos e incluso generando nuevas células nerviosas. El libro contribuye al conocimiento de tres funciones mentales de gran importancia, como son la atención, las funciones ejecutivas y la memoria. En la primera parte se estudia la importancia de la

Neuropsicología como disciplina científica, así como las bases de la estimulación y la rehabilitación cognitiva. El resto de la obra está dedicado a estudiar la neuropsicología de la atención, las funciones ejecutivas y la memoria. Además de exponer las bases conceptuales de cada uno de estos tres importantes dominios cognitivos, se incluyen en el libro numerosas propuestas de ejercicios para su rehabilitación, que pueden resultar de gran utilidad para los terapeutas. Hay que resaltar que el objetivo final de la obra es contribuir a mejorar la atención de las personas que presentan deterioro neurológico, facilitando la mejoría de sus funciones cognitivas, su estado de bienestar personal y su calidad de vida.

Este libro pretende ser una obra sobre la atención, las funciones ejecutivas y la memoria. Por tanto, es un libro sobre el cerebro y parte de sus procesos cognitivos. Ineludiblemente no podemos hablar de dichos procesos por separado, así, este libro pretende ser una guía que explique cómo son dichos procesos y cómo se interrelacionan. La atención, en el campo del procesamiento de la información, es el proceso por el cual se resalta una determinada información y se inhibe otra. La atención implica seleccionar información para poder procesarla con detenimiento e impedir que otro tipo de información se siga procesando. Sin embargo, debe considerarse como un sistema cognitivo complejo de subprocesos específicos, a través de los cuales somos capaces de dirigir la orientación, el procesamiento de la información, la toma de decisiones y nuestra conducta (Ríos-Lago, Periáñez y Rodríguez-Sánchez, 2008). Los enormes avances en las neurociencias cognitivas han proporcionado la posibilidad de estudiar las funciones y sustratos neurales de las funciones cognitivas de alto nivel. Dentro de estas funciones podríamos incluir los procesos ejecutivos, a los cuales se les ha prestado especial interés en las dos últimas décadas. Las funciones ejecutivas constituyen un grupo de procesos que modulan la operación y ejecución de otros procesos, y son responsables de la coordinación de la actividad mental de forma que se pueda conseguir un determinado objetivo (Smith y Kosslyn, 2008). Podríamos definir la memoria como la capacidad para almacenar información y su posterior recuperación. Sin embargo, ésta sería una definición sumamente imprecisa, y sobre ello se discutirá en otros capítulos, tratando de definir y precisar adecuadamente los distintos tipos de memoria y su funcionamiento, y su relación y participación con otros procesos cognitivos. 1.1. Hacia la moderna neuropsicología El último de los grandes periodos de la neuropsicología podríamos centrarlo en el estudio de la localización anatómica de las funciones cognitivas en el cerebro, que abarca desde el siglo XIX hasta la actualidad. Una de las primeras fases de este último periodo fue el localizacionismo. Éste defendía que cada función cerebral específica se relaciona con un área concreta del cerebro (Tirapu, Maestú, González, Ríos y Ruiz, 2008). Aunque, evidentemente, hoy día se busca la anatomía de las distintas funciones cerebrales, la óptica con la que se estudia la funcionalidad cerebral no es localizacionista. El salto desde este

paradigma a la visión de la modularidad cognitiva es sustancial. Los primeros pasos hacia la estructuración del localizacionismo se puede hallar en la obra de Franz Josef Gall (1758-1828). Éste se puede considerar como uno de los padres de la neuropsicología. Posteriormente a Gall fueron surgiendo todo un cuerpo de teóricos e investigadores que fueron afianzando y constituyendo lo que entendemos como la moderna neuropsicología clínica y experimental. Paul Broca (1824-1880) fue de uno de éstos, orientándose hacia estudios neuroanatómicos en pacientes con daño cerebral que originaba afasia, la cual lleva su nombre (afasia de Broca). Contemporáneo de Broca, el alemán Karl Wernicke (1848-1905) se centró en el estudio del lenguaje y del habla. Wernicke documentó la afasia sensorial, un tipo de afasia diferente a la descrita por Broca. También documentó las afasias globales y la afasia de conducción, las primeras causadas por lesiones anteriores y posteriores, y la segunda por lesión de zonas intermedias entre áreas anteriores y posteriores. La principal aportación de Wernicke fue la inclusión del modelo asociacionista o conexionista, derivado de la explicación de determinados síndromes afásicos por lesiones en diferentes áreas y conexiones entre éstas (Lecours y Lhermite). Otro exponente decisivo para la culminación de la neuropsicología, especialmente con sus aportaciones desde la psicología cognitiva, fue William James (1842-1910). James hizo notables aportaciones y criticadas afirmaciones por psicólogos de la época sobre la conciencia. Afirmó que la conciencia no existe como una entidad independiente, pues la conciencia no existe como una entidad independiente, sino como una función de experiencias particulares (Tirapu, Maestú, González, Ríos y Ruiz, 2008). Contemporáneo a W.James es J.H.Jackson (1835-1911). Jackson se erigió como máximo representante de un grupo de autores que empiezan a ver al sistema nervioso con una organización estratificada. Es decir, postulan un sistema en el que el nivel superior asume la función del nivel inferior, por lo que estas funciones se hacen más complejas y menos automáticas. Sin embargo, sus aportaciones sobre el sistema nervioso fueron claramente reveladoras. Planteó el sistema nervioso como un todo, en el que sus diferentes partes están articuladas y diferenciadas, entendiendo su organización desde tres estratos: un nivel inferior, comprendido por estructuras medulares y bulbares; un nivel medio, tronco cerebral y núcleos basales; y un nivel superior, que estaría comprendido por la corteza cerebral. Así, según Jackson, en situación de patología lesiva, se produce una "disolución" de la función. Puesto que los niveles superiores son más sensibles y vulnerables, éstos quedan afectados antes, y su disfuncionalidad da lugar a los "síntomas negativos" de un determinado nivel. De tal forma, se da una liberación de estructuras inferiores, de las cuales sus funciones no han desaparecido, estando controladas por las superiores que provocan los "síntomas positivos". Sin duda, la aportación de Jackson sobre los niveles funcionales llevó a dirigir la investigación hacia la "localización" de las funciones afectivas e instintivas en los niveles inferiores (Barcia, 2004). Contemporáneos y posteriores, hubo todo un grupo de autores, a través de estudios experimentales y clínicos, como Cannon, Kennard, Kuber y Buey, Bühl, Hecaen y Ajuriaguerra, que

confirmaron la hipótesis estratiforme de Jackson. En esencia, Jackson proponía la existencia de un sistema integrador, situado en la corteza, más adelante, Pendfield le dio otra ubicación estructural, el centroencéfalo. Sin embargo, la noción de "centro" fue criticada, en lugar de centros, según Hess, habría que hablar de "organización" cerebral como substrato de una actividad. Cuanto más compleja sea una actividad, mayor número de estructuras se verán implicadas (Barcia, 2004). No obstante, la visión estratiforme j acksoniana no se abandona y P.Maclean (1948-1964) habla de tres formaciones estructurales que representan niveles de desarrollo del cerebro: el cerebro reptiliano, el más antiguo (parte central del tronco); el cerebro paleomamífero (sistema límbico) y el cerebro neomamifero (neocortex), alcanzando en el ser humano el máximo desarrollo. Posteriormente, surgieron otros modelos que propusieron una estructura más en paralelo que jerárquica de las zonas cerebrales (Creutzfeld, 1975). En este sentido, el modelo de Brown introduce un cuarto nivel (simbólico o asimétrico neocortical) que presenta nuevas zonas de diferenciación cerebral (frontal y temporoparietal). 1.2. Las bases de la moderna neuropsicología. Crítica del concepto de función y localización (Luria) Los postulados a...


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