Opera en el romanticismo PDF

Title Opera en el romanticismo
Author Paola Meléndez
Course psicologia
Institution Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado
Pages 24
File Size 393 KB
File Type PDF
Total Downloads 72
Total Views 140

Summary

La opera...


Description

República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Conservatorio de Música Vicente Emilio Sojo Barquisimeto, Edo. Lara

La Ópera en el Romanticismo

Estudiante: Valeria Meléndez Profesor: Luis Silva Ceballos Materia: Historia de la música universal III Barquisimeto, 22 de enero del 2018

Índice

Introducción………….….…………………………..……………………………….…pág. 3 La ópera……………………..……...………….………..………………….……….… pág. 4 Inicios de la ópera………………………………….………..……...……………….… pág. 4 La ópera en el romanticismo…………...……………………….…………….…….… pág. 5 Características de la música en el romanticismo..…………………..……………….… pág.9 El “Bel Canto”………………………..….………………...……...........………….… pág. 10 Compositores de opera en estilo “Bel Canto”……………………………..………… pág. 11 Gioachino Antonio Rossini...………………………………………….……….….… pág. 11 Vincenzo Bellini……………….……………………………………….…..……...… pág. 12 Giuseppe Verdi.………………………………………..………..………………….… pág.14 El verismo…………………………………………………………………………..... pág. 14 Compositores de opera en estilo “Verismo”……………...…………………….....… pág. 15 Giacomo Puccini……………...…………………………….……..………………….pág. 15 Compositores de opera Alemanes…………….……………………………..…….… pág. 17 Carl Maria von Weber..…..………………………..………………………………… pág. 17 Richard Wagner………………………………………..…….………..………………pág. 17 Richard Strauss…..….……………………………………..………….……..…….… pág. 18 Las 10 óperas más destacadas del romanticismo…………….………….……………pág. 19 Conclusión………………………………………………………..…..…….…………pág. 21 Anexos…...………….……………..………………………………………………… pág. 22 Bibliografia………………………………………………………..……..……………pág. 24

Introducción

El romanticismo, al tratarse de la época más brillante de la historia de la música, nos ha llevado más trabajo, puesto que hemos hecho una clasificación de los tres grandes países donde la ópera tuvo mayor relevancia y desarrollo, Italia, Alemania y Francia además de cómo en las anteriores partes incluir España. También hemos visto conveniente incluir información sobre los movimientos nacionalistas llevados a cabo en el siglo XIX La ópera es una forma de expresión muy del gusto romántico. El Romanticismo, aunque prefiere en general la mayor subjetividad de la música instrumental, no descuida los géneros vocales, fundamentalmente el lied y la ópera. Al principio del siglo XIX se dan cambios menos claros, ya que se continúa una tradición operística dieciochesca. Se manifiesta esta pervivencia de la tradición en lo que se conoce como Bel Canto que describiremos más adelante. Debemos mencionar como característica esencial como los autores van buscando poco a poco una mayor unidad en la ópera eliminando paulatinamente las diferencias entre recitativo y aría. Esta eliminación sería conocida como “contínuo musical”. Este concepto tan buscado por los operistas del XIX tendría en Wagner su máximo exponente.

La ópera

Ópera proviene de la lengua italiana y hace referencia a la obra teatral cuyo texto se canta con acompañamiento de una orquesta. El término se aplica para nombrar a la obra, al poema dramático destinado a este tipo de representación, al género que agrupa estas obras, a la música típica del género y al teatro construido para representar óperas. La ópera es un arte total en el que confluye la música, el canto, la poesía, las artes plásticas y, en ocasiones, la danza. En cada obra todos los componentes de la ópera combinan su expresividad y belleza. Esta compleja alquimia hace que cada función sea un espectáculo extraordinario, monopolizando la vista, el oído, la imaginación y la sensibilidad del público, en el que todas las pasiones humanas están en juego.

Inicios de la opera La ópera nace en Italia a finales del siglo XVI y comienzos del XVII. Entre sus precedentes están los numerosos madrigales italianos de la época, a cuyas escenas con diálogos, pero sin acción teatral, se pondría música. Otros antecedentes son los melodramas, ballets de cour, intermedios y otros espectáculos galantes y de salón propios del renacimiento. La ópera se desarrolló gracias a un grupo de músicos y estudiosos que se denominaban a sí mismos camerata (en italiano, salón o cámara pequeña). La camerata tenía dos objetivos: revivir el estilo musical del drama de la antigua Grecia y desarrollar una vía distinta al estilo sobrecargado del contrapunto propio de la música renacentista tardía. En especial, deseaban que los compositores estuvieran muy atentos a los textos en los que basaban sus obras, adaptándolos de una manera simple para que la música pudiese reflejar en cada frase el significado del texto. Estas intenciones probablemente no hayan sido características de la antigua música griega, pero la camerata no disponía de una información detallada y suficiente sobre ese periodo musical (ni se dispone de ella hoy día).La camerata desarrolló un estilo llamado monodia (en griego, canción solista). Tenía líneas melódicas simples con contornos y proporciones que seguían las inflexiones del habla y los ritmos del texto. La melodía era acompañada por el bajo continuo —es decir, una serie de acordes tocados, por ejemplo, en el clavicémbalo— y la apoyaba un instrumento melódico bajo. Dos de los miembros de la camerata, Giulio Caccini y Jacopo Peri, llegaron a la conclusión de que la monodia se podía usar para los monólogos y diálogos de un drama escenificado. En 1597 Peri tuvo esta intuición cuando escribió su primera ópera, Dafne. En 1600 se representó en Florencia una ópera llamada Euridice, que incorporaba música de Peri y de Caccini. El primer gran compositor que se dedicó a la ópera fue el italiano Claudio Monteverdi. Sus óperas no sólo utilizan el estilo monódico que hace énfasis en la palabra, sino también canciones, dúos, coros y secciones instrumentales. Las piezas no monódicas tienen una forma coherente basada sólo en las relaciones musicales. Monteverdi, por

ejemplo, demostró que se podían utilizar para la ópera una amplia variedad de procedimientos y estilos musicales con el fin de realzar el drama. La ópera se difundió rápidamente por toda Italia. El principal centro italiano durante la mitad y finales del siglo XVII fue Venecia. El siguiente en importancia era Roma, donde por primera vez se hacía una clara diferenciación entre los estilos cantantes del aria (usados para reflejar las emociones) y el recitativo (que proviene de la monodia y se utiliza para presentar información y diálogos). La monodia murió como género, aunque sus principios sigan siendo influyentes. Los principales compositores de Roma fueron Stefano Landi y Luigi Rossi. El público veneciano prefería las exuberantes puestas en escena y los efectos visuales espectaculares como eran las tormentas o los dioses que descendían del cielo. Los compositores más importantes en Venecia fueron Monteverdi, Pier Francesco Cavalli y Marc'Antonio Cesti.

La ópera en el romanticismo En el siglo XIX, supone un cambio de mentalidad que afectó a todas las artes y tuvo en la ópera una especial incidencia, pues era un espectáculo que aunaba gran número de disciplinas artísticas. Según el compositor Wagner, la ópera era la suma de todas las formas artísticas: visuales en la parte escénica, literaria en el libreto y musicales en el canto y en la orquesta. El gusto romántico por lo gótico introdujo escenografías y vestuarios muy alejados de los gustos del siglo anterior. Desaparecen todos los argumentos del mundo clásico idealizado y se adoptan personajes y situaciones de gran efecto dramático. Como prerromántico, encontramos a Rossini, compositor de óperas bufas, que no gusta de las grandes pasiones románticas, pero cuyo influencia se extiende por toda Europa. Otros compositores continuaron su línea y, por la influencia de Inglaterra en este movimiento romántico, muchas óperas tomaron temas primitivos, históricos y literarios de este país. Los dramas y tragedias de Shakespeare fueron continua fuente de inspiración. El historicismo romántico acercó poco a poco la ópera al realismo; desaparecieron los excesos vocales de lucimiento de los cantantes o se confinaron a las llamadas “arias de locura”, en las que se aprovechaba el estado de demencia transitoria de un personaje para su lucimiento vocal. En Italia se impuso el dominio de los empresarios sobre el teatro de ópera, así que las formas operísticas dependieron de la escasez de recursos, como en la época anterior. En Francia, sin embargo, con subvención estatal, se preferían y podían montarse los grandes espectáculos operísticos, aunque coexistían con óperas de menos formato y contenidos más sencillos en teatros populares. Los teatros europeos cambiaron su estructura; la platea, provista ahora de cómodos asientos, era ocupada por la burguesía, mientras los nobles y ricos permanecían en sus

palcos de siempre; los de menos recursos ocupaban los pisos altos (gallinero o paraíso). También se acabó la separación entre hombres y mujeres. 

Ópera en Italia

En la época romántica la ópera experimenta una gran evolución que lleva a este género a su cumbre más alta haciendo que la historia de la música Italiana en el siglo XIX sea la historia de la ópera. En Italia es donde surgirán también Las principales escuelas que marcarán la evolución de este género en el resto de Europa. Los cuatro compositores de ópera italianos que debemos destacar en este periodo son Bellini, Donizetti, Verdi y Rossini. Gioacchino Rossini nació en Pesaro, en la costa adriática (1792-1868). Realizó sus principales estudios musicales en Bolonia. Rossini es la figura que representa la transición de la ópera clásica a la romántica. Su obra El barbero de Sevilla fue la ópera de carácter cómico más representada y aclamada durante todo el siglo XIX. Otras de sus óperas fueron: Tancredo (1813), La italiana en Argel (1813), La Cenicienta (1817), Semiramide (1823), Le Comte Ory (1828), Guillaume Tell (1829). En la ilustración seis aparece un retrato de Gioachino Rossini. Gaetano Donizetti (1797-1848) con L’ elisir d’Amore y Vicenzo Bellini (1801-1835) con Norma, son los máximos representantes del “bel canto”, estilo vocal tan expresivo como espectacular que tenía como objeto la exhibición del cantante mediante pasajes melódicos de gran exigencia técnica que desarrollaban en el registro agudo de la voz. En la ilustración siete aparece Gaetano Donizetti. Giuseppe Verdi nació cerca de Busseto en el norte de Italia (1813-1901). De niño tuvo la ecuación clásica normal en un niño de clase media, y estudio música con el organista de la iglesia de su localidad. Verdi representa la cumbre de la ópera italiana con obras como Nabucco, Rigoletto, La Traviata o Aida. No abandona el ideal del bel canto pero construye melodías más sencillas con ritmos claramente marcados y otorga una gran importancia a los coros. En la ilustración ocho aparece Giuseppe Verdi. La corriente del realismo literario que se da a finales del siglo XIX se traslada a la música creando una nueva tendencia “verismo”, con esta tendencia los argumentos de las óperas se centraron más en personajes y tramas de la vida cotidiana reflejando sus emociones de forma realista, sin las idealizaciones características del periodo romántico.

Los principales representantes del verismo son Prieto Mascagni (1863-1945) con Caballería rusticana, Ruggiero Leoncavallo (1857-1919) con Pagliacci y Giacomo Puccini (1858-1924) con La Bohème, Tosca o Madame Butterfly.



Ópera en Francia

Tras la Revolución Francesa, este país se erige como centro operístico europeo, por la actualidad de los temas elegidos, la gran efectividad de la música y una dramaturgia eficaz. Podríamos hacer una distinción entre dos estilos: La Ópera cómica, incluye diálogos hablados, canciones, arias breves y no requiere de una gran orquesta. Los temas tratados son referentes a la vida cotidiana. Los principales compositores de este estilo son François-Adrien Boieldieu (1775-1834) y Daniel-François-Esprit Auber (1782-1871). La Grand Ópera, es un tipo de ópera de argumentos heroicos y serios con lujosas escenografías que incluyen ballets y enormes orquestas y masas corales. Destaca Giacomo Meyerbeer (1791-1864) con Los Hugonotes (1836), que trata de la sangrienta masacre de la noche de San Bartolomé contra los protestantes en París (24 de agosto de 1572). Jacques Offenbach (1819-1880) es el principal representante de la denominada “opereta” un tipo de de ópera cómica de argumentos humorísticos que incluye pasajes dialogados y danzas de moda, correspondería al género de la zarzuela en España. En la ilustración nueve aparece Jacques Offenbach. El compositor francés de óperas más famoso es George Bizet (1838-1875) que, a pesar de haber compuesto doce óperas, es conocido por la última de ellas, Carmen (1875), basada en la obra de Proper Mérimée. Carmen es una ópera de carácter realista y está ambientada en Sevilla, utiliza danzas y temas populares El fragmento más conocido de esta ópera es la Habanera L'amour est un oiseau rebelle, Bizet murió ese mismo año sin asistir al éxito mundial de esta ópera. En la ilustración diez aparece una escena de la ópera Carmen representada en el teatro de Xàtiva. 

Ópera en Alemania

Durante la primera mitad del siglo XIX se desarrolló en Alemania una ópera inspirada en los ideales expuestos por los poetas y filósofos alemanes. Serán óperas con argumentos legendarios en los que la naturaleza y lo sobrenatural adquieren un papel protagonista. Destaca en esta época la obra de Carl Maria von Weber, al que podemos considerar el iniciador de la ópera romántica en Alemania. Su obra más conocida es "El cazador furtivo"

Carl Maria von Weber nació en el norte Alemania, en el seno de una familia de músicos. A la edad de los doce años escribió su primera ópera en Munich, la siguiente la represento en la ciudad de Sajona de Freiberg cuando solo tenía catorce y un año después compuso una tercera. Sin embargo, la gran figura de la ópera alemana en la que nos vamos a centrar es Richard Wagner. Wagner nació en Leipzig, en el seno de una familia dedicada al teatro. Fue un compositor, director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical alemán del Romanticismo. Destacan principalmente sus óperas. Wagner partiendo de la tradición romántica, iniciará una gran reforma del género operístico de enorme trascendencia en toda la música posterior. En palabras de Stanley Sadie, Wagner cambió la ópera como nadie lo había hecho antes, no solo la ópera, sino también la música en general. Lo que este hombre provoco, sus creaciones y su pensamiento, legaron al mundo algo diferente. Agito las pasiones de los hombres como ningún artista lo ha hecho nunca. Su música es tan odiada como venerada lo único que se mantiene mas allá de las disputas en su grandeza. Wagner concibe la opera como una “obra de arte total” en la que se agrupan todos los elementos (poesía, música, escenarios y acción) de forma inseparable. El objetivo o idea de este compositor es crear un “drama musical” continuo en el que las escenas se encadenan sin distinción, utilizando diferentes técnicas como el “leitmotiv”, y la “melodía infinita” sin marcar cadencias claras, un tratamiento protagonista de la orquesta con grandes efectos colorísticos y dinámicos, y armonías cromáticas en constante modulación. La orquesta de Wagner utiliza el leitmotiv para representar todo tipo de objetos, personajes y emociones. Además, estos temas musicales se van transformando a lo largo de la ópera para indicar variaciones en la narración o relacionar ideas. El principal legado artístico de Wagner son sus obras operísticas como ya hemos dicho anteriormente. A diferencia de otros compositores de ópera, que generalmente dejaban la tarea de escribir un libreto a otros, Wagner escribió sus propios libretos, a los que se refería como «poemas», la mayoría de ellos estaban inspirados en la mitología germánica. Entre sus monumentales obras destacan Tannhäuser, basada en dos leyendas alemanas, una es la leyenda del caballero Tannhäuser y la otra es la llamada Der Sängerkrieg auf der Wartburg, «concurso de canto del Castillo de Wartburg», la tetralogía de El anillo de los Nibelungos, comúnmente denominado el ciclo del Anillo, es un conjunto de cuatro óperas: El oro del Rhin, La Walkiria, Sigfrido y El ocaso de los dioses, ambas cuatro basadas en la mitología nórdica. En El anillo de los Nibelungos, Wagner llega a utilizar más de 100 leitmotiv que describen con detalle el desarrollo de toda la acción y Tristán e Isolda, una trágica historia de amor. En la ilustración once aparece Wagner.



Romanticismo en España

España también vive los profundos y agitados cambios del siglo XIX. El fin del Antiguo Régimen y el desarrollo de la nueva sociedad burguesa rompió con el aislamiento cultural y artístico fomentando la incorporación de los nuevos avances científicos y promoviendo todo tipo de actividades culturales. Sin embargo, buena parte de esta nueva burguesía no entenderá la música más que como un ornamento agradable en la “educación de las señoritas” y seguirá entusiasmándose con la ópera italiana y el nuevo wagnerianismo. Intentando combatir el predominio de la ópera italiana los compositores españoles se lanzarán a la recuperación de la zarzuela sentando las características definitivas del género. La zarzuela se compone de una serie de número musicales, reservados para los momentos culminantes, que se intercalan entre el desarrollo de la acción realizado de forma dialogada. Se distingue por un marcado carácter español fruto de su vinculación con el folclore urbano. Los argumentos característicos de la zarzuela solían reflejar los aspectos de la vida cotidiana, pero de manera elegante, con esto se buscaba que las clases populares se pudieran ver identificadas con este género. La zarzuela se desarrollará en dos formas distintas: 1) La zarzuela grande: una obra extensa y estructurada en tres actos, con frecuente uso del coro y predominio del canto sobre las partes habladas. 2) El género chico: surge a mediados del siglo, en gran parte por los problemas económicos que obligaron a producir zarzuelas más sencillas. Es una obra de corta duración (no más de una hora) que se desarrolla en un solo acto con predominio del texto hablado sobre el cantado y reduce el número de personajes

Características de la música del romanticismo Durante el romanticismo, podemos aludir a ciertas características que lo hacen sobresalir y oponerse al periodo clásico anterior. • Composiciones íntimas y humanas. • Menor preocupación por la forma externa y mayor por la inspiración y fuerza expresiva. • Estilo melódico de mayor riqueza, con una melodía apasionada e intensa y una calurosa expresión de los sentimientos. • Frases melódicas menos regulares y simétricas que en el Clasicismo. Desaparición de la frase cuadrada.

• Ritmos complejos y libres, llegando a la polimétrica. • Enriquecimiento armónico, basado en el uso de nuevos acordes y en nuevos recursos para la modulación, con el fin de crear un mayor efecto expresivo. • Búsqueda de contrastes musicales capaces de sugerir sentimientos a través de matices dinámicos (fuerte, piano, etc ...). • Atención especial al folclore y las melodías populares como fuente de inspiración, que llevará a los nacionalismos musicales. • Predominio de la música instrumental sobre la vocal. • Consolidación y ampliación del número de instrumentos de la orquesta sinfónica. • Nuevos efectos de orquestación en la música sinfónica gracias a las innovaciones y mejoras técnicas de los instrumentos de la orquesta. Mayor empleo de instrumentos de madera, metal y percusión. • Preferencia por las formas menores: preludio, estudio, lied... • Creación del poema sinfónico, forma musical que ofrece mayor libertad que la sinfonía clásica.

El Bel Canto El Bel Canto (proveniente del italiano: canto hermoso) es un término musical italiano, que hace referencia al arte y la ciencia de la técnica vocal que se originó en Italia hacia finales del siglo XVI y alcanzó su auge a comienzos del siglo XIX durante la era de la ópera del mismo nombre. Rossini, Bellini, y Donizetti son los exponentes más conocidos de este estilo, que floreció, aproximadamente entre 1810 y 1830. También debe dársele crédito al compositor del siglo XVII, Pietr...


Similar Free PDFs