PEC Leyenda El Rayo de luna PDF

Title PEC Leyenda El Rayo de luna
Author Fernando Ferrer Garcia
Course Textos Literarios Modernos
Institution UNED
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Summary

es mi segunda PEC en la asignatura y saque una nota de 8...


Description

1. Comente el siguiente texto (i) en su marco esttico y cronologa, (ii) el/los tema/s principal/es y (iii) las estrategias narrativas y figuras retricas para expresar dicho/s tema/s. Debe identificar al autor y la obra. Para la PEC2, debe realizar el comentario usando y citando bibliogra&a crtica y en no menos de 1.500 palabras y no m*s de 2.000 (sin contar la bibliogra&a ni las notas al pie bibliogr*ficas, pero s contando las notas al pie no bibliogr*ficas)

Yo no s si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo ser uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación. Otro, con esta idea, tal vez hubiera hecho un tomo de filosofía lacrimosa; yo he escrito esta leyenda, que a los demás que nada vean en su fondo al menos podrá entretenerles un rato. -IEra noble, había nacido entre el estruendo de las armas, y el insólito clamor de una trompa de guerra no lo hubiera hecho levantar la cabeza un instante ni apartar sus ojos de un punto del oscuro pergamino en que leía la ultima cantiga de un trovador. Los que quisieran encontrarle no le debían buscar en el anchuroso patio de su castillo, donde los palafreneros domaban los potros, los pajes ense+aban a volar a los halcones y los soldados se entretenían los días de reposo en afilar el hierro de su lanza contra una piedra. —¿Dónde está Manrique, dónde está vuestro se+or? —preguntaba algunas veces su madre. —No sabemos —respondían sus servidores—; acaso estará en el claustro del monasterio de la Pe+a, sentado al borde de una tumba, prestando oído a ver si sorprende alguna palabra de la conversación de los muertos, o en el puente, mirando correr unas tras otras las olas del río por debajo de sus arcos; o acurrucado en la quiebra de una roca y entretenido en contar las estrellas del cielo, en seguir una nube con la vista o contemplar los fuegos fatuos que cruzan como exhalaciones sobre el haz de las lagunas. En cualquiera parte estará, menos en donde est todo el mundo. [...]

El texto anterior es un fragmento de la leyenda de Gustavo Adolfo Bcquer titulada El rayo de luna, publicado en 1862. Bcquer nace en Sevilla y apenas vive 34 a+os (1836-1870). Su primera vocación fue la pintura, pero pronto la abandonó ya que a los 18 a+os se trasladó a Madrid y se dedicó decididamente al periodismo. Fue un periodo de inicio, de tanteos, de extrema pobreza, que se vio agravada por una enfermedad, la tuberculosis, que contrajo muy pronto y de la que nunca se recuperó plenamente, aunque para ello se fuera al Monasterio de Veruela en la provincia de Zaragoza a los pies del Moncayo, donde corrían aires sanos según se decía en aquella poca y todos los enfermos mejoraban. Posteriormente su suerte cambia y trabaja en periódicos de mayor categoría, siendo nombrado censor de novelas, cargo entonces muy prestigioso y muy bien retribuido. Su amistad con el ministro González Bravo (1811-1871) fue decisiva en su progreso de aquellos a+os; pero ese progreso fue ficticio porque nunca llegó a obtener el reconocimiento que se merecía. No tuvo tiempo para mucho más, murió en plena juventud, casi desconocido, sin que su producción literaria hubiese alcanzado ni mucho menos el xito al que aspiraba y que sin duda merecía. Tras su muerte, su obra comenzó a ser valorada en sus justos trminos hasta convertirse hoy en el primer poeta del siglo XIX. Cronológicamente la obra de Bcquer no se desarrolla dentro de los límites del romanticismo (1800-1850). Se podría afirmar que Bcquer arranca del romanticismo para rebasarlo y ser en realidad uno de los grandes precursores de la poesía espa+ola contemporánea. Su obra lírica está integrada por una colección de unos 80 poemas a los que denominó Rimas. Este conjunto de poemas tan reducido bastó para que se le considerase uno de los más altos poetas espa+oles de todos los tiempos. Es preciso tener en cuenta la concepción de la poesía que tenía el autor; siempre habla de una poesía íntima, una poesía que apenas se percibe. Bcquer dice “frente a la poesía magnífica y sonora… que se engalana con todas las pompas de la lengua, prefiero otra natural, breve, seca, que brota del alma, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, desnuda de artificio”. Como hemos dicho, su obra es muy breve. Tiene Rimas y luego, en prosa, las Leyendas. En total son 25 leyendas y en ellas el escritor hace gala de una portentosa imaginación y, sobre todo, de una extraordinaria facilidad para fundir el plano de la realidad con el de la fantasía; o sea lo cotidiano con lo sobrenatural. En las leyendas consigue crear un tipo de prosa potica de gran trascendencia, caracterizada por un ritmo y un lenguaje propios de la lírica, hasta el punto de que algunas de estas leyendas pueden ser consideradas autnticos poemas en prosa1. Las leyendas son un ejemplo, no el único, del grado de perfección alcanzado por Gustavo Adolfo Bcquer en el manejo de la prosa. En otros escritos suyos como Cartas desde mi celda o en Historia de los templos de España, Bcquer se aleja de la prosa costumbrista y realista de su tiempo. Según Enrique 1 Chicharro Chamorro, Dámaso, and María Dolores Rincón González. Nueva Lectura Práctica De La Literatura Española. 1. Jan: Universidad de Jan, 2016.

Rull “la prosa de Bcquer es la única de su tiempo que tiene carácter esttico y válido en sí misma”. Aunque su poesía en verso ha tenido una aceptación mucho mayor y más amplia que su obra en prosa, dificultando incluso su conocimiento, no hay motivo alguno para otorgarle un lugar secundario. La tradición del gnero leyenda en Espa+a cuenta con los precedentes en verso de Espronceda, Rivas y Zorrilla. Sin embargo, Gustavo Adolfo Bcquer logra cambiar la estructura lingüística del gnero sin perder el elemento potico. La leyenda que nos ocupa, El Rayo de luna, es una de las leyendas con introducción (son siete las leyendas que tienen una breve introducción en la que el autor o narrador se expresa en primera persona), que ocupa el primer capítulo, aunque en otras leyendas puede constar de dos o tres párrafos que anteceden al capítulo I. El Rayo de luna contiene los elementos más representativos de la potica del autor: en l se da, tanto, la definición de leyenda como la mayoría de los símbolos de las Rimas (mirada, puente, lámpara, luz, agua) 2. Ya en el primer capítulo que comienza con el retrato de Manrique, se nos presenta al modelo de personaje romántico: noble, de armas, inmerso en la lectura de algún trovador, sentado al borde de una tumba, prestando oído a ver si sorprende alguna palabra de la conversación de los muertos. Tambin se puede destacar para localizar el texto que el paisaje en el que se desarrolla esta leyenda dista mucho de la esttica clásica, el tópico locus amoenus y los paisajes domesticados por el hombre.En su lugar, prefiere los paisajes salvajes y las ruinas de las que se adue+a una abundante vegetación. En cuanto a los temas principales que aborda la leyenda, me decantaría por un ideal que no puede alcanzarse, como el amor inalcanzable, la mujer perfecta inalcanzable, o la poesía como lo sublime. Otro tema destacado es el de la locura sobrevenida por la imposibilidad de alcanzar ese absoluto (el amor, la mujer o la poesía) y que lleva a otro aspecto muy interesante en casi todas sus leyendas que es la línea que separa el sue+o (la ficción) de la realidad. Si ahondamos un poco más en esta dualidad ficción-realidad, caeremos en la cuenta de que el elemento femenino, el rayo de luna, no es una verdadera mujer sino una creación de la fantasía del hombre como ocurre tambin en otras leyendas famosas como son Los ojos verdes o en el caso de El beso una estatua de mármol. Pero podemos ir un poco más allá y traer a colación los últimos versos de la rima XI: —Yo soy un sue+o, un imposible, vano fantasma de niebla y luz; soy incorpórea, soy intangible: no puedo amarte. —¡Oh ven, ven tú!

2 Silvestri, Laura. El rayo de luna": una cifra de la potica de Bcquer, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2016. Disponible en línea, http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc5m869

En el estudio, Bécquer en sus narraciones fantásticas, Russell P. Sebold analiza las leyendas de Bcquer, de las que excluye El rayo de luna por carecer de los elementos fantásticos presentes en el resto. Y es cierto que la leyenda no narra ningún acontecimiento sobrenatural o extraordinario. La fantasía está en la mente del personaje de Manrique. En cuanto a la narración de esta leyenda, podemos destacar que Bcquer mantiene un discurso que da la sensación de inmediatez. Para ello utiliza varias estrategias que ponen el foco en la falta de implicación del narrador en lo narrado. El narrador no asume ninguna responsabilidad sobre la historia que escribe, mostrándose como un mero transmisor. En la peque+a introducción de que consta esta leyenda, Bcquer ya nos pone sobre aviso, indicando que otro autor podría haber hecho un tomo de filosofía lacrimosa, mientras que el solo quiere entretener. Lo que se aprecia sin ningún gnero de dudas es que Bcquer supera los relatos legendarios gracias a la fuerza de su talento expresivo. Y entre las figuras retóricas, nos podemos encontrar toda una galería de ellas, ya que es indiscutible que los escritos en prosa de Bcquer poseen un aliento potico constante cuya aparente naturalidad y sencillez es fruto, como ocurre en las Rimas, del cuidado y el consciente esfuerzo artístico. La presencia de los elementos líricos viene dada no solo por la descripción, el tema y la escenografía que crea ambientes propicios a la indeterminación potica y al misterio, sino por el juego estrictamente verbal que convierte esta prosa en “luminosa, sensorial y pictórica”.3 Podemos detectar personificaciones como en el último párrafo del texto propuesto “o en el puente, mirando correr una tras otra las olas del río por debajo de sus arcos”. Manrique, aunque es un noble y caballero de armas, su vocación es la poesía y aprovecha cualquier momento para observar la Naturaleza e inspirarse (“En cualquier parte estará, menos en donde est todo el mundo”). Vemos sinestesias en otros párrafos de la leyenda que no se encuentran en este fragmento: “mujeres […], ondinas, que exhalaban lamentos y suspiros”. Este pasaje me sirve para apuntar, como indican numerosos críticos, que las leyendas El rayo de luna y Los ojos verdes tendrían una fuente común con La ondina del lago azul de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Como conclusión y resumen, me gustaría comentar que en casi todas las descripciones de los espacios ya sea los lugares con ruinas, bosques salvajes, ambientes nocturnos, todos ellos típicamente románticos, son admirables, donde se percibe la carga emocional del personaje, prevalece en estas descripciones el uso de la personificación, la comparación y una amalgama de imágenes que ponen de relieve el clima potico que rezuma la leyenda.

3 María Victoria Utrera Torremocha. Teoría del poema en prosa. Universidad de Sevilla, Secretariado de Publicaciones,1999.

BIBLIOGRAFIA

Gustavo Adolfo Bcquer. “Rimas y leyendas (Ed. Enrique Rull). María Victoria Utrera Torremocha. Teoría del poema en prosa. Universidad de Sevilla, Secretariado de Publicaciones, 1999. Margarita Almela Boix. TEXTOS LITERARIOS ESPAÑOLES DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX. Ed. Universitaria Ramón Areces. Russell P. Sebold. Bcquer en sus narraciones fantásticas. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2006. En línea: http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcvx0s4...


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