Pelvis y periné lecture notes 2021 PDF

Title Pelvis y periné lecture notes 2021
Course Modelos Contables y medición
Institution Universidad Argentina de la Empresa
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Summary

Es la parte del tronco situada inferoposterior al abdomen y constituye el área de transición entre el tronco y los miembros inferiores. La cavidad pélvica es la porción más inferior de la cavidad abdominopélvica. Anatómicamente, la pelvis es el espacio o compartimento rodeado por la cintura pélvica ...


Description

Pelvis y periné: Es la parte del tronco situada inferoposterior al abdomen y constituye el área de transición entre el tronco y los miembros inferiores. La cavidad pélvica es la porción más inferior de la cavidad abdominopélvica. Anatómicamente, la pelvis es el espacio o compartimento rodeado por la cintura pélvica (pelvis ósea), parte del esqueleto apendicular del miembro inferior. La pelvis se subdivide en pelvis mayor y pelvis menor. La pelvis mayor está rodeada por la cintura pélvica. Está ocupada por las vísceras abdominales inferiores, a las que proporciona una protección similar a la que la caja torácica inferior da a las vísceras abdominales superiores. La pelvis menor está rodeada por la porción inferior de la cintura, que proporciona el marco esquelético de la cavidad pélvica y el periné, compartimentos del tronco separados por el diafragma pélvico musculofascial. La pelvis está cubierta o solapada por la pared anterolateral del abdomen anteriormente, la región glútea del miembro inferior posterolateralmente, y el periné inferiormente. El término periné se refiere tanto al área del tronco situada entre los muslos y las nalgas, que se extiende desde el pubis hasta el cóccix, como al compartimento aplanado que se sitúa profundo (superior) a esta área e inferior al diafragma pélvico. El periné comprende el ano y los genitales externos: el pene y el escroto en el varón, y la vulva en la mujer.

Cintura pélvica: Es un anillo óseo, en forma de cuenco, que conecta la columna vertebral con los dos fémures. Sus funciones son: • Resistir el peso de la parte superior del cuerpo en posición sentada y erecta. • Transferir el peso desde el esqueleto axial al de los miembros inferiores durante la bipedestación y la marcha. • Proporcionar una inserción para los potentes músculos locomotores y posturales, y para los músculos de la pared abdominal, resistiendo las fuerzas generadas por sus acciones. Por lo tanto, la cintura pélvica es fuerte y rígida, sobre todo si se compara con la cintura escapular. Otras funciones de la pelvis ósea son:

• Contener y proteger las vísceras pélvicas (porciones inferiores de las vías urinarias y los órganos reproductores internos) y las vísceras abdominales inferiores (intestinos), a la vez que permite el paso de sus porciones terminales (y, en las mujeres, de un feto a término) a través del periné. • Proporcionar sostén a las vísceras abdominopélvicas y al útero grávido (gestante). • Proporcionar inserción para los cuerpos eréctiles de los genitales externos. • Proporcionar inserción para los músculos y las membranas que ayudan a las funciones antes citadas, formando el suelo de la pelvis y llenando los espacios que existen en él o a su alrededor. Huesos y características de la pelvis ósea: En los individuos maduros, la pelvis ósea está formada por tres huesos: • Los huesos coxales derecho e izquierdo, que son dos huesos grandes, de forma irregular, cada uno de ellos formado por la fusión de tres huesos: el ilion, el isquion y el pubis. • El sacro, formado por la fusión de cinco vértebras sacras, inicialmente separadas.

Los dos huesos coxales se unen por medio de la sínfisis del pubis, anteriormente, y con el sacro a través de las articulaciones sacroilíacas, posteriormente, para formar la cintura pélvica. El hueso coxal definitivo es el hueso grande y plano de la pelvis que está formado por la fusión de tres huesos primarios (ilion, isquion y pubis), proceso que tiene lugar al final de la adolescencia. Cada uno de estos tres huesos se forma a partir de su propio centro primario de osificación; más tarde aparecen cinco centros secundarios de osificación.

El ilion es la parte superior, aplanada y en forma de abanico, del hueso coxal. El ala del ilion corresponde al país del abanico, y el cuerpo del ilion a su mango. En su cara externa, el cuerpo del ilion forma la parte superior del acetábulo. La cresta ilíaca, el borde del abanico, presenta una curva que sigue el contorno del ala entre las espinas ilíacas anterior superior y posterior superior. La porción anterior cóncava del ala forma la fosa ilíaca. Posteriormente, la cara sacropelviana del ilion presenta una cara auricular y una tuberosidad ilíaca, para las articulaciones sinoviales y sindesmótica con el sacro, respectivamente.

El isquion tiene un cuerpo y una rama. El cuerpo del isquion forma la porción posterior del acetábulo, y la rama del isquion forma parte del foramen (agujero) obturado. La gran protuberancia posteroinferior del isquion es la tuberosidad isquiática. La pequeña proyección puntiaguda posterior, cercana a la unión de la rama y el cuerpo, es la espina isquiática. La concavidad situada entre la espina isquiática y la tuberosidad isquiática es la incisura isquiática menor. La concavidad más grande, la incisura isquiática mayor, se sitúa superior a la espina isquiática y está formada en parte por el ilion. El isquion forma la parte posteroinferior del hueso coxal. La porción superior del cuerpo del isquion se une al pubis y al ilion, formando la cara posteroinferior del acetábulo. La rama del isquion se une a la rama inferior del pubis para formar la rama isquiopubiana, que constituye el límite inferomedial del foramen (agujero) obturado. El borde posterior del isquion forma el margen inferior de una profunda indentación denominada incisura isquiática mayor. La espina isquiática, grande y triangular, del margen inferior de esta incisura, es un punto de inserción ligamentosa. Esta clara demarcación separa la incisura isquiática mayor de una indentación más pequeña, redondeada, de superficie lisa y localización más inferior, denominada incisura isquiática menor. Esta incisura actúa a modo de tróclea o polea para un músculo que emerge de la pelvis ósea. La proyección ósea rugosa en la unión del

extremo inferior del cuerpo del isquion y su rama es la gran tuberosidad isquiática. El peso del cuerpo descansa sobre esta tuberosidad cuando la persona está sentada, y es el lugar de inserción tendinosa proximal de músculos de la región posterior del muslo.

El pubis es un hueso angulado que consta de una rama superior del pubis, la cual constituye la porción anterior del acetábulo, y una rama inferior del pubis, incluida en el límite inferior del foramen obturado. En la parte anterior del cuerpo del pubis hay un engrosamiento, la cresta del pubis, que termina lateralmente como un abultamiento, el tubérculo del pubis o espina púbica. La parte lateral de la rama superior del pubis tiene una cresta oblicua, el pecten del pubis (cresta pectínea). La pelvis ósea está dividida en pelvis mayor (falsa) y pelvis menor (verdadera) por el plano oblicuo de la abertura superior de la pelvis o estrecho superior de la pelvis. El reborde óseo que rodea y define esta abertura superior es la línea terminal, formada por: • El promontorio y el ala del sacro (cara superior de su porción lateral, adyacente al cuerpo del sacro). • La línea terminal derecha e izquierda, que juntas forman una cresta oblicua continua consistente en: • La línea arqueada sobre la cara interna del ilion. • El pecten del pubis (línea pectínea) y la cresta del pubis, que forman el borde superior de la rama superior y del cuerpo del pubis. El arco del pubis está formado por las ramas isquiopubianas (ramas inferiores del pubis y del isquion unidas) de ambos lados. Estas ramas se unen en la sínfisis del pubis, y sus bordes inferiores definen el ángulo subpubiano. La anchura del ángulo subpubiano está determinada por la distancia entre las tuberosidades isquiáticas derecha e izquierda, que puede medirse mediante un tacto vaginal. La abertura inferior de la pelvis, o estrecho inferior de la pelvis, está limitada por: • El arco del pubis anteriormente. • Las tuberosidades isquiáticas lateralmente.

• El borde inferior del ligamento sacrotuberoso (discurre entre el cóccix y la tuberosidad isquiática) posterolateralmente. • El extremo del cóccix posteriormente. La pelvis mayor (falsa) es la porción de la pelvis: • Superior a la abertura superior de la pelvis. • Limitada por las alas de ambos iliones posterolateralmente y por la cara anterosuperior de la vértebra S1 posteriormente. • Ocupada por algunas vísceras abdominales, como el colon sigmoideo y algunas asas del íleon. La pelvis menor (verdadera) es la porción de la pelvis: • Localizada entre las aberturas superior e inferior de la pelvis. • Limitada por las caras pélvicas de los huesos coxales, el sacro y el cóccix. • Que incluye la cavidad pélvica verdadera y las porciones profundas del periné (compartimento perineal), concretamente las fosas isquioanales. • Con mayor relevancia obstétrica y ginecológica. La superficie cóncava superior del diafragma musculofascial pélvico forma el suelo de la cavidad pélvica verdadera que, por tanto, es más profunda centralmente. La superficie inferior convexa del diafragma pélvico forma el techo del periné, que por tanto es aplanada centralmente y profunda periféricamente. Sus partes laterales (fosas isquioanales) se extienden hacia arriba hasta entrar en la pelvis menor. Los términos pelvis, pelvis menor y cavidad pélvica se usan habitualmente de forma incorrecta, como si fuesen sinónimos.

Articulaciones y ligamentos de la cintura pélvica: Las principales articulaciones de la pelvis son las articulaciones sacroilíacas y la sínfisis del pubis. Las articulaciones sacroilíacas unen el esqueleto axial (esqueleto del tronco, formado a este nivel

por la columna vertebral) con el esqueleto apendicular inferior (esqueleto de los miembros inferiores). Las articulaciones lumbosacra y sacrococcígea, a pesar de pertenecer al esqueleto axial, están directamente relacionadas con la cintura pélvica. Unos ligamentos fuertes sujetan y refuerzan estas articulaciones.

Articulaciones sacroilíacas: Son articulaciones complejas, fuertes, que soportan peso, y constan de una articulación sinovial anterior (entre las caras auriculares del sacro y el ilion, cubiertas por cartílago articular) y una sindesmosis posterior (entre las tuberosidades de los mismos huesos). Las superficies (caras) auriculares de la articulación sinovial presentan elevaciones y depresiones, irregulares pero congruentes, que encajan entre sí. Las articulaciones sacroilíacas difieren de la mayor parte de las articulaciones sinoviales en que permiten una movilidad limitada, una consecuencia de su función de transmisión del peso de la mayor parte del cuerpo hacia los huesos coxales. El peso se transfiere desde el esqueleto axial a los dos iliones a través de los ligamentos sacroilíacos, y luego a los fémures durante la bipedestación y a las tuberosidades isquiáticas durante la sedestación. Mientras las caras articulares estén en estrecho contacto, las articulaciones sacroilíacas se mantendrán estables. A diferencia de la piedra angular del centro de un arco, el sacro está suspendido entre los huesos ilíacos, y firmemente unido a ellos por los ligamentos sacroilíacos posteriores e interóseos. Los delgados ligamentos sacroilíacos anteriores forman simplemente la parte anterior de la cápsula fibrosa de la porción sinovial de la articulación. Los abundantes ligamentos sacroilíacos interóseos (situados profundos entre las tuberosidades del sacro y el ilion, y que ocupan un área de unos 10 cm2), son las principales estructuras que intervienen en la transferencia del peso de la parte superior del cuerpo, desde el esqueleto axial a los dos iliones del esqueleto apendicular. Los ligamentos sacroilíacos posteriores constituyen la continuación posterior externa de la misma masa de tejido fibroso. Como las fibras de los ligamentos interóseos y sacroilíacos posteriores discurren oblicuamente hacia arriba y hacia fuera desde el sacro, el peso axial que presiona el sacro hacia abajo en realidad tira de los iliones hacia dentro (medialmente), de manera que comprimen al sacro entre ellos, encajando con fuerza las superficies congruentes, pero irregulares, de las articulaciones sacroilíacas. Los ligamentos iliolumbares participan en este mecanismo como ligamentos auxiliares. Inferiormente, los ligamentos sacroilíacos posteriores reciben fibras que se extienden desde el

borde posterior de los iliones (entre las espinas ilíacas posterior superior y posterior inferior) y la base del cóccix para formar el sólido ligamento sacrotuberoso: Este ligamento pasa desde el ilion posterior y el sacro y cóccix laterales hasta la tuberosidad isquiática, transformando la incisura isquiática del hueso coxal en un gran foramen isquiático. El ligamento sacroespinoso, que pasa desde el sacro y el cóccix laterales hasta la espina isquiática, divide de nuevo este foramen en los forámenes isquiáticos mayor y menor. Generalmente, el movimiento de la articulación sacroilíaca está limitado, por el encajamiento de los huesos articulados y los ligamentos sacroilíacos, a ligeros movimientos de deslizamiento y de rotación. Tras un salto desde una altura elevada o al levantar pesos en posición erecta, se transmite al extremo superior del sacro una fuerza considerable a través de los cuerpos de las vértebras lumbares. Como esta transferencia de peso se produce anteriormente al eje de las articulaciones sacroilíacas, tiende a empujar a la parte superior del sacro inferior y anteriormente. No obstante, la rotación del sacro superior es resistida por los fuertes ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso, que anclan el extremo inferior del sacro al isquion, evitando su rotación superior y posterior. Estos ligamentos sólo permiten un limitado movimiento ascendente del extremo inferior del sacro respecto a los huesos coxales, lo que proporciona resistencia a la región sacroilíaca cuando la columna vertebral soporta aumentos de peso o de presión repentinos. Articulación lumbosacra: Las vértebras L5 y S1 se articulan anteriormente mediante la articulación intervertebral formada por el disco intervertebral L5-S1 situado entre sus cuerpos y las dos articulaciones cigapofisarias posteriores entre los procesos (apófisis) articulares de estas vértebras. Las caras articulares de la vértebra S1 orientadas posteromedialmente encajan con las caras articulares inferiores de la vértebra L5, que se orientan anterolateralmente, con lo cual se evita que L5 se deslice anteriormente por la inclinación del sacro. Estas articulaciones están reforzadas además por los ligamentos iliolumbares en forma de abanico, que irradian desde los procesos transversos de L5 a ambos iliones. Articulación sacrococcígea: La articulación sacrococcígea es una articulación cartilaginosa secundaria con un disco intervertebral. Fibrocartílago y ligamentos unen el vértice del sacro a la base del cóccix. Los ligamentos sacrococcígeos anterior y posterior son cintas largas que refuerzan la articulación. Imagen 3-5 3-6.

Acetábulo: es la gran cavidad en forma de copa que se encuentra sobre la cara lateral del hueso coxal, y que se articula con la cabeza del fémur para formar la articulación coxal (coxofemoral). Los tres huesos que forman el hueso coxal contribuyen a la formación del acetábulo. El borde inferior del acetábulo está incompleto en la incisura acetabular, que hace que la fosa parezca una copa que ha perdido un fragmento de su labio (v. fig. 5-6 A). La depresión rugosa en el suelo del acetábulo que se extiende superiormente desde la incisura acetabular es la fosa acetabular. Ambas crean un déficit en la cara semilunar del acetábulo, superficie articular que acoge la cabeza del fémur.

Fémur: El fémur es el hueso más largo y pesado del cuerpo, y transmite el peso corporal desde el hueso coxal hacia la tibia cuando la persona está en bipedestación. Su longitud es una cuarta parte de la altura de la persona. Consta de un cuerpo (diáfisis) y dos extremos (epífisis) proximal y distal. El extremo proximal del fémur consta de una cabeza, un cuello y dos trocánteres (mayor y menor). La redondeada cabeza del fémur constituye dos tercios de una esfera que está cubierta con cartílago articular, excepto en una depresión o fosita, situada medialmente, la fosita de la cabeza del fémur; en etapas iniciales de la vida, el ligamento da paso a una arteria que irriga la epífisis de la cabeza. El cuello del fémur es trapezoidal; el extremo estrecho sostiene la cabeza, y la base más ancha se continúa con el cuerpo. Tiene un diámetro promedio de, aproximadamente, tres cuartas partes de la cabeza femoral. Donde el cuerpo del fémur se une al cuello, hay dos grandes elevaciones romas denominadas trocánteres (v. fig. 5-7 A, B y F). El trocánter menor, cónico y con un vértice redondeado, se extiende medialmente desde la parte posteromedial de la unión del cuello y el cuerpo del fémur, y en él se inserta el tendón del principal músculo flexor del muslo, el iliopsoas. El trocánter mayor es una masa ósea grande, situada en posición lateral, que se proyecta superior y posteriormente donde el cuello se une al cuerpo del fémur, proporcionando inserción y palanca a los abductores y rotadores del muslo. El lugar donde se unen el cuello y el cuerpo del fémur está indicado por la línea intertrocantérea, una cresta rugosa formada por la inserción de un potente ligamento (el ligamento iliofemoral). Esta línea discurre desde el trocánter mayor y se enrolla alrededor del trocánter menor, para continuar posterior e inferiormente como una cresta menos definida, la línea espiral. Una cresta similar, pero más lisa y más prominente, la cresta intertrocantérea, une los trocánteres posteriormente; la elevación redondeada que se observa en la cresta es el tubérculo cuadrado. En las vistas anterior y posterior, el trocánter mayor está alineado con respecto al cuerpo del fémur; en las vistas posterior y superior, sobresale por encima de una profunda depresión medialmente, la fosa trocantérea. El cuerpo del fémur es ligeramente convexo anteriormente. La convexidad puede aumentar de forma notable, avanzando lateral y anteriormente, si el cuerpo del fémur está debilitado por una pérdida de calcio, como sucede en el raquitismo (una enfermedad que se atribuye al déficit de vitamina D). La mayor parte del cuerpo es lisa y redondeada, y en él se originan los extensores de

la rodilla, salvo en la parte posterior, donde una línea ancha y rugosa, la línea áspera, es lugar de inserción aponeurótica de los aductores del muslo. Esta cresta vertical es especialmente prominente en el tercio medio del cuerpo del fémur, donde presenta un labio medial y un labio lateral. Superiormente, el labio medial se funde con la tuberosidad glútea, ancha y rugosa, y el labio medial se continúa en forma de línea espiral, rugosa y estrecha. La línea espiral se extiende hacia el trocánter menor, pero pasa hacia la cara anterior del fémur, donde se continúa con la línea intertrocantérea. Un reborde intermedio prominente, la línea pectínea, se extiende desde la parte central de la línea áspera hasta la base del trocánter menor. Inferiormente, la línea áspera se divide en líneas supracondíleas medial y lateral, que conducen a los cóndilos medial y lateral del fémur. Los cóndilos medial y lateral forman casi todo el extremo distal del fémur. Cuando el hueso se encuentra en posición anatómica, los cóndilos están al mismo nivel horizontal, de forma que si un fémur aislado se coloca en posición vertical con los cóndilos apoyados sobre el suelo o una superficie, el cuerpo del hueso adoptará la misma posición oblicua que tiene en el cuerpo de la persona viva (en un ángulo de unos 9° en los hombres y algo mayor en las mujeres). Los cóndilos femorales se articulan con los meniscos (láminas semilunares de cartílago) y los cóndilos de la tibia, para formar la articulación de la rodilla. Durante la flexión y la extensión, los meniscos y los cóndilos de la tibia se deslizan como una unidad a través de las caras inferior y posterior de los cóndilos femorales. La convexidad de la cara articular de los cóndilos aumenta a medida que desciende la cara anterior, cubriendo el extremo inferior, y luego asciende posteriormente. Los cóndilos están separados posterior e inferiormente por una fosa intercondílea, pero se fusionan anteriormente, formando una depresión superficial longitudinal, la cara rotuliana, que se articula con la rótula. La cara lateral del cóndilo lateral tiene una proyección central llamada epicóndil...


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