PIA - Cultura de Genero PDF

Title PIA - Cultura de Genero
Course Periodismo De Género
Institution Universidad Autónoma de Nuevo León
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN“Facultad de Filosofía y Letras” U: Cultura de Genero Producto Integrador de AprendizajeDocente: Laura Imelda Charles LaraGrupo: VIntegrantes:Flores Vargas Karen Sarahi 1971763López Gamez Citlalic Michel 1946625Zúñiga Olivares Denisse Abigail 1807114“Las mujeres pro...


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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN “Facultad de Filosofía y Letras” U.A: Cultura de Genero Producto Integrador de Aprendizaje

Docente: Laura Imelda Charles Lara Grupo: V22 Integrantes: Flores Vargas Karen Sarahi 1971763 López Gamez Citlalic Michel 1946625 Zúñiga Olivares Denisse Abigail 1807114

“Las mujeres proyectadas en el cine” Introducción. El cine hasta el día de hoy ha sido un factor muy fundamental en la sociedad, en como se representa una mujer y que valor tiene, hasta muchas de las veces solo es tratada como un objeto sexual, este tema se enlaza en el género en que ahora la sociedad se ha dado cuenta, Lamas afirma que la perspectiva de género conduce a una política que contiene las semillas de su posterior desintegración. Cuando se alcance la igualdad de oportunidades, cuando se elimine la ceguera del género, cuando la educación no sexista sea una realidad, cuando las pautas culturales sean más igualitarias, la perspectiva de género desaparecerá, el valor tan estulto que nos dan a las mujeres, que ahora tenemos voz y podemos decir que tanto hombres como mujeres somos iguales, que no solo una mujer debe estar al cuidado de la casa, cuidar hijos o no poder estudiar una carrera que “es para hombres”, poco a poco se ha ido logrando romper esos estereotipos que el cine proyecta. Nosotros como equipo en este producto integrados de aprendizaje decidimos hablar sobre “Cómo las mujeres somos proyectada en el cine”, pero decidimos abordar dos subtemas, los cuales son como son proyectadas en el cine contemporáneo y en el cine del oro. La forma en que era representada las mujeres atreves de la pantalla del cine de oro mexicano; en esta época a la mujer se le representaba como vulnerable, sumisa, obediente y conservadora. Es la mujer que comprende, que escucha, la que no puede ni debe tomar decisiones; mientras que a los hombres se les representaba como fuertes, los que mandan, el sustento de una familia, el único que trabaja, hombres amantes del tequila y de la música y siempre buscaban la lucha. No importa la época, la violencia que se tiene en contra de las mujeres y el machismo son una realidad del cine mexicano, el cual no respeta ideologías, diversidad y que cosifica en todo momento. También hablaremos en como el cine contemporáneo ha sido también una amplia gama de críticas y teorías de un amplio espectro respecto a la naturaleza del cine, a la representación de la mujer en el discurso cinematográfico, a la función y

construcción del espectador. Con forme ha pasado el tiempo, lo que se ve en pantalla se encargó de representar a la mujer de una manera cambiante; entornos sociales, económicos y contexto histórico tanto de exhibición como de representación de la obra. En momentos como los de ahora, donde las mujeres están en una revolución para obtener una voz poderosa, la representación en los diferentes medios es de suma importancia. La participación plena y equitativa de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad es un derecho humano fundamental. Sin embargo, en todo el mundo, las mujeres y las niñas están considerablemente no representadas: desde la política y el entretenimiento hasta los lugares de trabajo. Aquí nuestra propuesta del tema es ¿Por qué el cine sigue estereotipando de esa manera a la mujer?, al igual que otros medios de comunicación, el cine y la televisión influyen considerablemente en las percepciones y actitudes culturales respecto del género, y son fundamentales para modificar la narrativa de la agenda por la igualdad de género. Sin embargo, un análisis de películas famosas en 11 países reveló, por ejemplo, que el 31 % de los personajes con líneas de diálogo eran mujeres y que sólo el 23 % de las películas tenían una protagonista mujer, una cifra que se asemeja mucho al porcentaje de mujeres cineastas (21 %). [ CITATION Pin15 \l 2058 ] La grave subrepresentación de las mujeres en la industria cinematográfica también es flagrante en los premios a las películas más aclamadas por la crítica: en los 92 años de historia que tienen los Premios Oscar, sólo cinco mujeres han sido nominadas en la categoría Mejor Director; de las cinco, sólo una ganó el premio (Katheryn Bigelow). Jane Campion, por su parte, sigue siendo la única mujer directora de cine que ganó el premio más importante y prestigioso del Festival de Cine de Cannes, la Palme d’or, en sus 72 años de historia. Las únicas otras mujeres que recibieron este galardón (en forma conjunta) fueron las actrices Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, junto con el director de la película, Abdellatif Kechiche. Si una imagen vale más que mil palabras, el mensaje vale por un millón: para cambiar las nociones estereotípicas de género y visibilizar las realidades de

las mujeres, necesitamos más mujeres en el cine, tanto delante como detrás de la pantalla. [ CITATION Suá10 \l 2058 ] El cine ha tenido un lazo fuerte en la creación de estereotipos acerca del papel que juega la mujer en la sociedad, se dice que el cine es tan influyente que sus personajes y roles creados en la pantalla llegan a influir de una manera poderosa las actividades de la vida real de la mujer y no viceversa. Para la época de los 90, se siguió publicitando comerciales donde la mujer era protagonista de actividades domésticas, productos de aseo, de comida, pañales, entre otros, de pronto ha cambiado el contexto cuando representan a la mujer joven, ejecutiva, de medidas perfectas, solo por el simple hecho de que sean consumistas de nuevos productos para la mujer. Las mujeres en ese inconformismo por una representación tan pobre y poco adecuada a la realidad femenina se empoderan de la condición sexual y de denuncia; empiezan a partir de ese análisis que hacen de los medios en cómo estos crean imaginarios y posicionan estereotipos sociales, narran con otras formas comunicativas audiovisuales para expresar toda esa riqueza espiritual y esas verdades que salen del corazón. (Gómez Ramirez, 2013). En el cine mexicano se ha creado un estereotipo femenino: la mujer siempre buena, pasiva, obediente, servil, tierna, maternal, ama de casa, amable, comprensiva, discreta, delicada, dependiente y sin iniciativa, administradora de parte del dinero del hombre en el ámbito del hogar, temerosa, atractiva físicamente, siempre joven y con apoyo incondicional para el hombre. (Suárez, 2010) El cine mexicano, desde sus inicios hace más de 100 años y hasta la fecha, ha asignado a la mujer actividades y funciones específicas en relación a su sexo. En la cuestión de producción, desde maquillistas, peluqueras, cocineras, entre otras, hasta la incursión en la actuación, donde se produce una representación genérica de la mujer, donde continúa una reproducción y proyección de estereotipos de género, atribuidos socialmente por el hecho de ser mujer. El refuerzo y perpetuación de los estereotipos de género son negativos tanto para los hombres

como para las mujeres puesto que se presentan como patrones cerrados y difíciles de transformar que dificultan el desarrollo de las cualidades independientemente del sexo de las personas, tanto hombre como mujeres. Estos estereotipos generan desigualdades entre las mujeres y los hombres que provocan situaciones de discriminación y desvalorización del sexo en cuestión. (Pinilla et al., 2015) Entre 1936 y 1956 la industria cinematográfica en México alcanzó uno de sus mejores momentos, considerado como la Época de Oro del cine mexicano. El recuerdo de aquel reconocido cine nacional ha quedado tanto en las cintas como en la documentación que se preserva en el Archivo General de la Nación. (Archivo General de la Nación, 2019). La película “La gallina clueca” sigue siendo una de las pocas películas mexicanas de la historia que propone un matriarcado diferente: no el de la madre aplastada por el macho, por la sociedad, por el infortunio. Se trata de un matriarcado activo, abierto, luchón, echado “pa’delante”, moderno. Es una pena que el cine mexicano no haya seguido este camino trazado por Fernando De Fuentes. (Diezmartínez, 2018). Fue precisamente durante esta época, entre la década de los treinta y los cincuenta, que, gracias a la escasa producción de Hollywood, los filmes mexicanos alcanzaron renombre internacional y proyectaron imágenes estereotipadas de las mujeres mexicanas, idealizándolas como abnegadas o bien como mujeres empoderadas que vivían bajo el yugo masculino. De ahí que también, en estas décadas, la participación de las mujeres se reduzca a la formación de grandes figuras que protagonizaban dichos filmes, tal es el caso de actrices como Dolores del Río, Ninón Sevilla, Meche Barba, Miroslava, Silvia Pinal o María Félix, mujeres que permanecieron, casi siempre, bajo la sobra de actores como Cantinflas, Jorge Negrete o Pedro Infante. La maternidad fue representada como ideal social femenino, promovido por todos los personajes interpretados por Sara García, resaltando de ellos el de la abuela en Los Tres García (1946) y Vuelven los García (1946); o bien, la imagen

emblemática de “La chorreada”, interpretada por Blanca Estela Pavón, en Ustedes los ricos (1948), llorando de manera desbordada por la muerte de su hijo “el torito”. Fueron las películas de arrabal y rumberas las que exhibieron y mostraron el cuerpo de la mujer como fetiche, contando siempre la misma historia: una chica provinciana, de origen humilde, que caía por circunstancias de la vida en un cabaret, donde un padrote la acosaba y la volvía prostituta y que, por azares del destino, se convierte en artista famosa o rumbera. La construcción arquetípica de la prostituta en el cine mexicano constituye un paradigma importante; este personaje ha sido configurado desde una mirada masculina, misma que ha permeado las visiones que se reconstruyen dentro de las imágenes que se proyectan a través de la pantalla. (Gallegos, 2018). De este modo, los modelos de vida y los valores que el cine mexicano de la época proyectó en la pantalla cumplieron la doble función de presentar estereotipos con los que el público podía identificarse y ser guías de comportamiento, de lenguaje, de costumbres, de prácticas culturales: las relaciones de parentesco, la maternidad, el adulterio, el trato varonil, la belleza como feminidad, la pobreza sobrellevada con honradez, la riqueza entendida como desgracia. Así, el cine de la Época de Oro participó en la elaboración de una identidad nacional y popular ayudando a consolidar elementos identitarios divulgados, en un primer momento, por la Revolución Mexicana y que, posteriormente, el cine volvió "típicos" y fácilmente imitables. Carlos Monsiváis tiene la frase precisa para definir a la cinematografía de la Época de Oro: "autos sacramentales de mexicanidad", que no ofrecen realismo, sino más bien nobles visiones del coraje, de la grandeza de la tierra, del machismo y del espíritu femenino (Silva, 2011). No obstante, la mayoría de los papeles que interpretaban las mujeres en esa época estaban sometidos al estereotipo de las mujeres sumisas por sus parejas, quienes las podían tratar de cualquier forma, puesto a que se decía que “era suya” y las trataban como un objeto de propiedad o simplemente faltarles el respeto por el hecho de ser bellas. Las mujeres que interpretaban los papeles solo destacaban por su cuerpo escultural o por salir desnudas.

En el cine de oro casi todas las mujeres están sometidas a las voluntades de sus maridos, padres, etc. Y si otro hombre quiere tener una relación significativa con ellas tiene que conquistarlas como si fueran una tierra; incluso domarlas como si fueran una criatura salvaje. Por otro lado, cuando la actriz ya está dentro de la relación, el hombre puede tratarla como le venga en gana y puede asegurar que "se le respete" hasta de manera violenta. En el cine mexicano se ignora el punto de vista femenino. A la mujer se le observa con desprecio, con amor sublime, o con deseo; pero ella no mira. En el imaginario se ha planteado que ella será el objeto de la observación y el hombre el sujeto que observa. Algunos de los títulos que tienen las películas de la Época de Oro, esta de cierta forma unida con el morbo de la moral corrompida ya que esto es el gancho para atraer a la audiencia.

Conclusión Dentro del ensayo expuesto, es posible destacar que tanto en el cine contemporáneo como en el cine de oro mexicano existen cosas muy similares que ya se tenían desde antes, en el cine existe un estereotipo de la mujer buena o mala tiene una herencia en el cine, establecida en la representación de la mujer propia de un mundo occidental. Muchas de las veces la sociedad condena ese cuerpo erótico, la mujer correcta es la que proyecta para vivir para el hombre, deja de verse atractiva, deja de ver amistades, y es controlada y sumisa en la forma de vestir, de hablar, de moverse. El sistema patriarcal imponía en las mentes de las personas que la idea del cuerpo de una mujer que transite por la buena senda debía ser maternal, al servicio total de hijos/ as, marido, parientes, etc., pero con su doble moral; las mujeres se deben a un sólo hombre, pero a los hombres les está permitido e inclusive se les alienta a tener varias mujeres. El hombre requiere mujeres ¿Cuáles?, las “otras”, diferentes a la novia o la esposa, como lo refleja el militar pretendiente de la hermana de Mercedes. La mirada masculina a lo largo de la historia del cine acompañó su metamorfosis para finalmente poder jugar y crear y acomodarse poco a poco en el rol de sujeto.

Escapar a sus condicionamiento y estereotipo de mujer, cuerpo, madre = mujer buena y mujer, cuerpo, erótico = mujer mala. Escapar a la mirada patriarcal de que, para estar vivas, los cuerpos femeninos deben ser ocupados, mirados, aprobados y tocados por los hombres. Socialmente la mujer ha cambiado, definitivamente lo hizo, y la mirada fílmica alcanzó a exhibir y liberar sus cuerpos; cuerpos sin guardianes, sin padres ni hermanos, ni maridos a la vista, mujeres adolescentes que transitan y caminan paso a paso junto al hombre, tan libres como él y así es como concluimos con nuestro producto integrador de aprendizaje.

Bibliografías Archivo General de la Nación. (2019, 15 agosto). #AGNResguarda documentos de la Época de Oro del Cine Mexicano. Recuperado 14 de mayo de 2021, de https://www.gob.mx/agn/articulos/agnresguarda-documentos-de-la-epoca-de-oro-del-cinemexicano Ernesto Diezmartínez. (2018, 26 marzo). Una película de la Época de oro dinamitó las convenciones de género. Recuperado 14 de mayo de 2021, de https://www.letraslibres.com/espana-mexico/cinetv/una-pelicula-la-epoca-oro-dinamito-lasconvenciones-genero Gallegos, J. L. G. (2018). Luces, cámara, acción: la participación de las mujeres en el cine mexicano. Recuperado 14 de mayo de 2021, de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6859743 Redacción. (2018, 27 julio). 5 cosas que nos enseñó el cine de oro que ya deberíamos olvidar. Recuperado 15 de mayo de 2021, de https://masdemx.com/2018/07/mexico-cinemexicano-epoca-oro-cantinflas-infante-negrete-machismo-clasismo/ Silva Escobar, Juan Pablo. (2011). La Época de Oro del cine mexicano: la colonización de un imaginario social. Culturales, 7(13), 7-30. Recuperado en 15 de mayo de 2021, de

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S187011912011000100002&lng=es&tlng=es. Gómez Ramirez, M. T. (2013). Representación de la mujer en el cine. Quaestiones Disputatae, 13, 27–40. http://revistas.ustatunja.edu.co/index.php/qdisputatae/article/view/717 Suárez, C. (2010). Estereotipos de la mujer en la comunicación. Lima: Universidad de San Martín.http://scholar.google.com/scholar? hl=en&btnG=Search&q=intitle:Estereotipos+de+la+mujer+en+la+,+comunicacion.#1 Pinilla, C. T., Torres, P., Mart, S., Partida, J. F., Enciso, R., González, S., Daniel, : Fátima Cristina De Almeida, & Castejón Leorza, M. (2015). La representación de la mujer en el cine mexicano con mayor audiencia del periodo 2000-2010. Culturales, 2(4), 891–917. file:///C:/Users/Ricardo/Downloads/54-267-1-PB.pdf...


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