Resumen capítulo 7 - Historia de la corrupción del Perú PDF

Title Resumen capítulo 7 - Historia de la corrupción del Perú
Course Doctrina Social de la Iglesia
Institution Universidad Católica de Santa María
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Resumen 7 Conspiraciones corruptas: Mario Vargas Llosa reflejaba en sus primeros escritos el entorno que se en en aquellas un escenario decadente y dictatorial. En su apogeo de su carrera literaria, movimientos y de al intervencionismo estatal en 1980, por reformas y a la presidencial de 1990 como d...


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Resumen capítulo 7 Conspiraciones corruptas: Mario Vargas Llosa reflejaba en sus primeros escritos el entorno que se vivía en Perú en aquellas décadas, un escenario decadente y dictatorial. En su apogeo de su carrera literaria, encabezó movimientos cívicos y políticos de oposición al intervencionismo estatal en 1980, luchó por reformas institucionales-económicas y postuló a la campaña presidencial de 1990 como líder del movimiento Libertad y del Frente Democrático (FREDEMO). Su contendiente, Alberto Fujimori, resultó ganador por mayoría de votos, se hizo con el poder gracias a una estrategia demagógica, la cual constaba de promesas falsas y un improvisado plan de gobierno, a su vez, Vladimiro Montesinos influenció en su ascenso electoral gracias al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), sin embargo, se investigaron medios ilegales y subrepticios que facilitaron el ascenso a Fujimori, la población hacía caso omiso a estas declaraciones. Diez años después se demostraría el inicio de la corrupción, violación de leyes y la violación de derechos humanos gracias al surgimiento de un corpus singular de evidencias, la cual denunciaban la profunda corrupción entre los altos mandos del fujimorato. Remozando la corrupción: La corrupción se propago en casi todas las direcciones durante la “década infame” del régimen de Fujimori, su socio, Vladimiro Montesinos, durante su vida militar logró posicionarse en altos mandos, aspiraba por adelantar las posiciones políticas de sus jefes en pugna por la presidencia. También fue jefe del SIN (Sistema de Inteligencia Nacional). Cuando se descubrió que Montesinos fue acusado de viajar sin permiso oficial debido a los descubrimientos sobre corrupción que hizo, espionaje para la CIA e insubordinación, fue juzgado por un tribunal militar, expulsado del ejército y confinado a una prisión militar por casi 2 años (1976-1978). En su estadía dentro de la prisión, estudia derecho y se vuelve abogado para defender a narcotraficantes y militares corruptos, “resolviendo” sus casos mediante sobornos, chantajes y presiones. Compró y manipuló medios de comunicación, congresistas, poderes judiciales, poderes legislativos y la FFAA.

Dictadura cívico-militar: Se crea el autogolpe del 5 de abril de 1992, justificado como necesario para la derrota del terrorismo. La violencia se intensificó a poco del golpe. Los actos senderistas contra blancos civiles estratégicos se multiplicaron. Se cuentan, entre ellos, el atentado contra el canal 2 de televisión, así como el de la calle Tarata en Miraflores, además, la matanza de un profesor y nueve estudiantes de la Universidad La Cantuta. En este contexto, Abimael Guzmán fue capturado en septiembre del mismo año. En el ámbito internacional, Fujimori consigue un respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI). El atractivo de Fujimori se vio impulsado por sus programas “sociales” (reparto de alimentos, medicinas, etc.), se financiaron mediante el manejo irregular de donaciones japonesas y transferencias mensuales clandestinas de fondos del SIN aun en 1991. La opinión pública indicaba la preferencia por un gobierno “fuerte”, sin aparente preocupación por los abusos que este pudiese generar. Surgieron los jueces “sin rostro” los cuales juzgaron sumariamente y dictaron duras sentencias contra los sospechosos de terrorismo, muchos de los cuales eran inocentes. Se promulga la ley de amnistía, exonerando a todos los oficiales militares procesados o condenados por delitos contra los derechos humanos. Ocurre la toma de rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima por parte del MRTA. Los acontecimientos políticos de la década de 1990 encubrieron la consolidación y el crecimiento de redes encubiertas e informales de un poder e influencia desproporcionados, alimentados por la corrupción y los abusos.

Redes de corrupción: Poco antes de la juramentación de Fujimori como presidente en 1990, recibió una “donación” japonesa de 12,5 millones de dólares, destinada a satisfacer necesidades de los niños pobres. Sin embargo, desviaron dicho dinero y lo utilizaron como un fondo discrecional para objetivos políticos y personales desde una cuenta bancaria en el Japón. Susana Higuchi había denunciado justo antes del golpe de 1002 la apropiación de donaciones japonesas por parte del séquito familiar de Fujimori. Fujimori declaró públicamente que su esposa era mentalmente inestable y la mantuvo prisionera en el palacio presidencial. Surge la prensa amarilla, a la cual se le conoce colectivamente como la “prensa chicha”, atendía a las masas mal informadas. Los editores de estos pasquines mostraban gran imaginación en propagar insultos estrambóticos, desinformación y manipulación sociopolítica. En marzo y abril de 1998, la prensa chicha lanzó una virulenta campaña de difamación contra prominentes periodistas independientes que iban descubriendo los aspectos más escabrosos del régimen, en particular aquellos que publicaban informes acerca de las fechorías de oficiales militares y de inteligencia en La República. La manipulación de la prensa amarilla, complementada a amenazas de muerte y acusaciones de traición, representaba una censura ex post facto que caía pesadamente sobre los periodistas más honrados. Participación del sector privado: La función de redes de corrupción tuvo conexiones en el sector privado. Estos intereses privados buscaron favores y protecciones especiales. En la década de 1990 el sector privado nacional se vio duramente golpeado por la competencia internacional. Inicialmente, los resultados macroeconómicos parecían ser ventajosos para todos. Sin embargo, la mayoría de este dinero no fue asignado al fortalecimiento del sistema, sino más bien desviado a otros fines propios para consolidar beneficios económicos y políticos particulares. El jefe de grupo económico más importante del país, Dionisio Romero, tuvo reuniones secretas con Montesinos, Romero accedió a una entrevista periodística favorable a la relección de Fujimori, el BCP se vio envuelto en varios casos de cobranza judicial de deudas. Otro banquero importante se reunía secretamente con Montesinos era Eugenio Bertini. Años más tarde fue absuelto, envuelto en vínculos con el régimen, de las acusaciones judiciales a las que se vio expuesto por sus relaciones con Montesinos. Han surgido evidencias claras que implican a tres compañías extranjeras en sendos casos de soborno o evasión tributaria. Estas empresas defendían intereses por varios cientos de millones de dólares de inversión en el Perú. Durante el gobierno de Fujimori, el sector privado también se benefició de un proceso de reforma estatal y financiera llevado a cabo en secreto y con pocos controles. Más allá de que las estrategias de privatización hayan sido limpias o no, lo cierto es que el régimen de FujimoriMontesinos fue responsable del desvío de los fondos de la privatización fuera de las áreas que promovían el crecimiento. Dichos fondos se usaron notoriamente para gastos militares. El aspecto más escabroso de este mal uso de los fondos de la privatización fue la compra de aviones usados y otros materiales militares depreciados de gobiernos extranjeros mediante comisiones ilegales y en medio de las disputas limítrofes con el Ecuador en el periodo 19951998. Estos negociados formaron parte importante de la maquinaria de corrupción militar que estuvo en el centro de la corrupción pública y privada del decenio de 1990.

Corruptelas militares: Montesinos diseñó y adaptó un mecanismo complejo, informal y encubierto de ingresos y gastos ilegales para sustentar los principales puntales del régimen transgresor de Fujimori. Montesinos montó una maquinara corrupta que tenía su centro en el SIN y se extendía entre las instituciones militares y policiales y sus respectivos altos mandos. El uso y abuso de la información de inteligencia generó poder y dinero para Montesinos. La familia Montesinos, cuyos nombres en cuentas, bonos y otros bienes por el estilo sirvieron para esconder la fortuna personal del asesor presidencial, solamente prestó una asistencia pasiva y tuvo poco que ver con el manejo directo de la maquinaria. Las irregularidades en la contratación de grandes adquisiciones de armamento implicaron equipos de baja calidad, que pusieron en peligro la vida y misiones del personal militar, el caso más escandaloso fue la compra de aviones de combate usados. El descubrimiento de cuentas bancarias secretas en Suiza ayudó a sacar a la luz el funcionamiento de una red financiera internacional de lavado de dinero, estrechamente vinculada con comisiones ilegales en la adquisición de equipos militares, dichas compras irregulares de equipos militares produjeron una pérdida de más de 30 por ciento al Estado peruano. Existían transferencias constantes entre cuentas internacionales que se usaron como un medio de lavado de dinero, todas estas cuentas bancarias en el extranjero vinculadas con Montesinos superaban los 246 millones de dólares. Montesinos centralizó eficazmente no solo la red de inteligencia nacional, sino también los ingresos provenientes de la corrupción en las fuerzas armadas. Se estableció una estrecha sociedad en la corrupción y una alianza política entre Montesinos y los sucesivos generales a cargo de las instituciones y ministerios militares. Todos los comandantes militares, ministros de Defensa e Interior subsiguientes, se involucraron en diversas transacciones que tuvieron como resultado su evidente enriquecimiento. Sin embargo, la malversación de fondos públicos no fue la única fuente de ingresos ilegales de Montesinos y sus socios militares. Otros medios con que recabar fondos ilegales para lucro personal, poder y metas políticos involucraban el creciente azote del narcotráfico. Colusión con el narcotráfico: Montesinos y militares de alto rango también negociaron con narcotraficantes. Dado el impacto económico y sociopolítico que el tráfico de drogas tuvo desde la década de 1980, Montesinos y los militares buscaron dominar la política antidroga y su ejecución. Montesinos era visto cada vez más como un pasivo potencialmente peligroso a ojos de algunos funcionarios norteamericanos. Un serio cargo contra Montesinos y sus socios militares era que usaban los fondos antidrogas de Estados Unidos para perpetras, más bien, violaciones de los derechos humanos. Escándalos relacionados con las drogas, juntamente con las flagrantes violaciones de derechos humanos, minaron el espacio público disponible para que Montesinos y los militares jugaran con el respaldo nacional e internacional. Soldados testigos denunciaron tratos entre las autoridades militares y los narcotraficantes. La prensa reportó detenidamente estos casos de corrupción en las fuerzas armadas y policiales. En enero de 1995, un cargamento de 3.342 kilos de cocaína pura fue confiscado en la ciudad norteña de Piura, antes de que fuera embarcado a bordo de una nave que se dirigía a México. Esta era una de las más grandes confiscaciones de droga realizadas hasta la fecha en Perú. Además, unos de los incidentes más embarazosos para las autoridades militares y de inteligencia fue el descubrimiento de 1996, de un cargamento de 174 kilos de cocaína a bordo de un avión DC-8 de la fuerza aérea peruana, destinado para uso del presidente, que estaba a punto de volar de Lima a Europa. También se encontraron drogas en dos naves de la marina peruana: 224 kilos de cocaína en total, investigaciones declaran que fueron dirigidos por el mismo Montesinos. Estos

fueron los casos más importantes entre los muchos arreglos efectuados entre los narcotraficantes y el aparato “antidroga” de militares, policías y Montesinos. Los escándalos relacionados con drogas y reportados por la prensa fueron negados por los funcionarios peruanos, que cerraron filas en defensa de Montesinos. Caída cinemática: El derrumbe de la camarilla Fujimori-Montesinos-militares llegó a su fin debido a las sucesivas crisis y escándalos que se desataron en áreas claves diversas. La corrupción parece ser tolerada solamente hasta cierta medida, incluso en los países con instituciones débiles. La asediada oposición política a Fujimori creció en la medida en que los escándalos de corrupción y las violaciones de los derechos humanos iban intensificándose. Se compraron jueces y parlamentarios, y los dueños de los medios de comunicación fueron sobornados o castigados para así alcanzar la meta de la reelección. En febrero de 2000 se descubrió un inmenso fraude que implicó a altos funcionarios electorales en la falsificación de un millón de firmas para la inscripción del partido de Fujimori, hecho que fue plenamente informado por un diario importante. Entonces, el 14 de septiembre de 2000, estalló otra bomba mediática. Una estación de televisión de cable local difundió un video grabado secretamente por el propio Montesinos; en el Alberto Kouri, aparecía recibiendo 15.000 dólares de Montesinos, a cambio de que cambiara de bando en el Congreso. El 20 de noviembre de 2000, desde Tokio, Fujimori transmitió un fax al Congreso peruano por el cual renunciaba a la presidencia. Culminación de un ciclo: Montesinos fue extraditado al Perú para que enfrentara numerosos cargos y penas de prisión. Después de muchas conmociones y traumas, el país se vio frente a la tarea de evaluar los costos de la corrupción sufrida durante la “década infame”, la reconstrucción de las instituciones dañadas, el establecimiento de tribunales especiales para procesar las corruptelas y la introducción de mecanismos institucionales para controlar la corrupción sistemática. Los medios despertaron, la sociedad civil se vio informada y se le escuchó, y surgió una nueva generación de líderes, periodistas y jueces anticorrupción de diversos antecedentes políticos. En conclusión, los gobiernos de Fujimori-Montesinos alcanzaron nuevos grados de corruptela incontrolada, con la excusa ideológica de promover la lucha contra los insurgentes terroristas y el narcotráfico, se formó un aparato secreto policial y militar para capturar y manipular el Estado, así como perpetras abusos de los derechos humanos. El dúo Fujimori-Montesinos probablemente superó a toda la cúpula dual asignados por el abuso del poder, controlando el Congreso, pagando salarios ilegales y sobornando a muchos parlamentarios tanto del oficialismo como de la oposición. Alto nivel de corrupción, el más corrupto de la historia peruana (al menos en el siglo XX). Se ve una creciente toma de conciencia de cuan necesario es contener y procesar eficientemente a la corrupción, tal vez sirva finalmente como inspiración histórica para complementar pronto las necesarias y esquivas reformas institucionales que conduzcan a un genuino desarrollo económico y social....


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