Resumen de anatomia de sistema linfatico y piel PDF

Title Resumen de anatomia de sistema linfatico y piel
Course Anatomia
Institution Universidad Nacional del Litoral
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sistema linfático. Nodos linfáticos. Conducto torácico. Conducto linfático derecho. Médula ósea. Timo. Bazo. Piel: epidermis, dermis, glándulas cutáneas, pelos, uñas, tejido subcutaneo....


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RESUMEN DE ANATO DE SISTEMA LINFATICO Y PIEL Sistema linfático El sistema linfático está constituido por órganos linfáticos primarios y secundarios, por vasos linfáticos y por ganglios linfáticos. Los vasos linfáticos son, como las venas, conductos con ramificaciones convergentes, encargados de recoger y aportar al sistema venoso dos importantes líquidos del organismo: la linfa y el quilo (de origen intestinal). Los vasos linfáticos existen en todos los tejidos irrigados por vasos sanguíneos, excepto en la placenta y en el sistema nervioso central, donde no existen los linfáticos. Se originan en vasos capilares con un extremo cerrado, más voluminosos que los capilares sanguíneos y forman una red drenada por los vasos linfáticos, los troncos colectores y los conductos linfáticos. Su forma es variable: algunos, provistos de válvulas, son irregulares; otros, avalvulados, son regulares y rectilíneos. Cuando son valvulados, los vasos linfáticos presentan dilataciones y estrechamientos alternos, que les dan un aspecto irregular. Las válvulas están implantadas por pares en los estrechamientos de los vasos linfáticos. Su estructura es muy semejante a la de las venas con endotelio interno, una túnica media fibromuscular y una adventicia. Nodos linfáticos Los nodos linfáticos son masas de tejido linfático (linfocitos y células acompañantes) de volumen variable que reciben vasos linfáticos aferentes y están drenados por uno o varios vasos linfáticos eferentes. Son redondeados u ovoides. Los vasos aferentes llegan a la periferia del nodo por un punto cualquiera, mientras que los eferentes emergen por una depresión, el hilio del nodo. Habitualmente son de color gris rojizo. Son superficiales o profundos. Su estructura está caracterizada por una cápsula fibrosa periférica, desde donde parten las trabéculas, tabiques conectivos centrales que circunscriben masas de células linfoides: los folículos. Las vías linfáticas del organismo son drenadas por 2 colectores terminales : el conducto torácico a la izquierda y el conducto linfático derecho a la derecha. Éstos terminan en los confluentes o ángulos venosos [yugulosubclavios] correspondientes o en sus proximidades. En estos 2 conductos linfáticos colectores converge la linfa conducida por los troncos linfáticos principales: tronco yugular (derecho e izquierdo), tronco subclavio (derecho e izquierdo), tronco broncomediastínico (derecho e izquierdo), tronco lumbar (derecho e izquierdo) y troncos intestinales. Conducto torácico Es el tronco colector de todos los linfáticos del cuerpo con excepción del miembro superior derecho, de la mitad derecha de la cabeza, del cuello y del tórax, los que por su reunión forman el conducto linfático derecho. En su recorrido de 25 a 30 cm, el conducto torácico situado detrás de la aorta (a nivel de la 1ª lumbar) penetra en el mediastino posterior por el hiato aórtico del diafragma. Aplicado contra la columna vertebral, asciende vertical hasta la 4ª o 5ª vértebra torácica, a nivel de los arcos de la vena ácigos y de la aorta, situados por detrás del esófago, se dirige hacia la izquierda y arriba. Por encima del arco de la aorta se hace satélite de la arteria subclavia izquierda, penetra en la base del cuello, se curva adelante arriba y abajo, describiendo un arco de concavidad inferior. Termina a nivel del ángulo venoso [confluencia yugulosubclavia] o en sus ramas de origen, donde presenta una pequeña dilatación, a veces provista de válvulas. En su parte superior, el conducto torácico recibe el tronco yugular (del lado izquierdo de la cabeza y del cuello), el o los troncos subclavios (miembro superior izquierdo), el tronco broncomediastínico izquierdo y la cadena torácica interna izquierda. Conducto linfático derecho [gran vena linfática] Concentra, en la base del cuello, los linfáticos supradiafragmáticos del lado derecho del cuerpo que no van al conducto torácico. Éstos son los troncos subclavios (miembro superior derecho), el o los troncos yugulares (mitad derecha del cuello y de la cabeza), los linfáticos torácicos internos derechos, los linfáticos broncomediastínicos derechos y algunos del pulmón izquierdo. El conducto linfático derecho es un pequeño conducto de 8 a 15 mm de longitud situado entre la vena yugular interna y la arteria subclavia derecha aunque puede estar ausente. Se dirige hacia abajo y medialmente y termina en la cara anterior del ángulo venoso derecho [confluencia venosa yugulosubclavia derecha]. Médula ósea Las células sanguíneas se forman, después del nacimiento, en la médula ósea. El proceso de hematopoyesis produce glóbulos rojos (eritrocitos) y glóbulos blancos. Estos últimos incluyen los granulocitos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos, linfocitos B y monocitos. Los linfocitos T se desarrollan y maduran en el timo, habiendo sido generados en la médula ósea ubicada en los huesos. Las plaquetas se producen en la médula ósea como fragmentos celulares de los megacariocitos. Sólo los eritrocitos y las plaquetas se limitan a permanecer dentro de la sangre, mientras que todos los leucocitos pueden dejar la circulación y entrar en los tejidos extravasculares. Los tejidos linfoides son el timo, los nodos linfáticos, el bazo y el tejido linfoide asociado principalmente con el sistema digestivo y respiratorio. El tejido linfoide contiene células del estroma (de apoyo o de sostén) que no son de origen hematopoyético: epitelio del timo, células no hematopoyéticas dendríticas foliculares de los nodos linfáticos, folículos del bazo, células dendríticas y macrófagos del sistema fagocítico mononuclear. Las células dendríticas y los macrófagos son derivados de monocitos de la sangre que se encuentran en la mayoría de los tejidos y órganos. Tienen un efecto inmunoestimulante, como células presentadoras de antígeno (CPA). Timo El timo es un órgano cervicotorácico, impar y mediano, situado en la base del cuello y en la parte anterior del mediastino superior. El timo es 1 de los 2 órganos linfáticos primarios (el otro órgano es la médula ósea). Presenta un cuerpo, que

concentra la mayor parte del órgano, con 2 lóbulos aplicados uno contra el otro y separados por un plano conectivo oblicuo hacia atrás y a la izquierda. La extremidad superior, con 2 cuernos, ascienden hasta la proximidad de la glándula tiroides pudiendo encontrarse unido a ella a través del ligamento tirotímico. La extremidad inferior o base, bastante ancha, puede hallarse bifurcada. El timo es un órgano linfático primario que tiene como función principal producir linfocitos T y de esta forma desarrollar y mantener el sistema inmunológico. Es un órgano visible y que debe ser muy tenido en cuenta en niños y adolescentes antes de la pubertad porque es la estructura que ocupa más lugar dentro del mediastino superior. Hasta los 25 años es un órgano que puede ser diferenciado, pero a partir de esta edad comienza a involucionar y es reemplazado por tejido adiposo aunque mantiene su funcionalidad. Bazo El bazo (splen, lien ) es un órgano linfático secundario muy ricamente vascularizado y drenado al sistema porta hepático. Situado a la izquierda, detrás del estómago, en el receso subfrénico izquierdo, por encima de la flexura cólica izquierda y de la extremidad superior del riñón izquierdo: es un órgano abdominal, con relaciones torácicas. El bazo es ovoide, con un eje mayor oblicuo de arriba hacia abajo, de medial a lateral y de atrás hacia delante, casi paralelo a la dirección de la 10ª costilla, sobre la cual se proyecta. Se observan dos caras: la cara diafragmática es extensa y lateral, convexa, moldeada sobre la concavidad diafragmática; y en la cara visceral se pueden distinguir las impresiones gástrica, renal y cólica. El borde superior es anterior, convexo e irregular, marcado por dos o tres escotaduras muy características que persisten en los bazos muy grandes, lo que permite reconocer la naturaleza esplénica de algunos tumores abdominales. El borde superior se ubica entre la impresión gástrica y lacara diafragmática. El borde inferior es posterior, redondeado y rectilíneo, se sitúa entre la cara diafragmática y la impresión renal. Se distinguen dos extremidades [polos]. La extremidad posterior es posterior, superior, de forma redondeada y se encuentra algo deprimida en su región medial. La extremidad anterior es anterior, inferior, a veces formando un extremo muy marcado. Cuando la impresión cólica es amplia, su forma general es redondeada. El bazo mide, término medio en el adulto, de 11 a 13 cm de longitud, de 6 a 8 cm de ancho y de 3 a 4 cm de espesor. Su peso en la autopsia es de 200 g término medio. El bazo en el ser vivo es de color rojo oscuro. Su superficie está cubierta de peritoneo, levantada por finas irregularidades. Es blando y muy friable: se desgarra fácilmente y sangra en la cavidad peritoneal. El bazo está formado por un tejido de aspecto esponjoso, compuesto por la reunión de folículos linfáticos esplénicos (pulpa blanca), rodeados de lagunas vasculares muy amplias (pulpa roja). El bazo se encuentra reunido: adelante, con el estómago; atrás, con la cola del páncreas desarrollada también en el mesogastrio posterior. El bazo está ampliamente peritonizado, comprendiendo los ocho décimos de su superficie. Una mano exploradora introducida en el abdomen parece poder darle la vuelta, pero es detenida en los dos labios del hilio, donde el bazo está unido a los órganos vecinos por los ligamentos [epiplones] gastroesplénico por delante y pancreatoesplénico por detrás. El peritoneo que tapiza el conjunto del bazo se encuentra alrededor del hilio y de allí parte hacia delante y atrás. Piel La piel está compuesta por la epidermis (la capa epitelial más superficial) y la dermis (capa más profunda formada por tejido conectivo). La piel tiene diferentes funciones: protege al organismo de los efectos de la exposición al medio ambiente, de las agresiones físicas y químicas; envuelve al cuerpo brindando contención para los líquidos extracelulares y los órganos más profundos; regula la temperatura corporal; es un órgano de los sentidos para el tacto, la temperatura y el dolor, y participa en la síntesis de la vitamina D . La piel forma una cubierta continua, con pliegues que aumentan su superficie. La piel se interrumpe a nivel de los orificios naturales, donde se continúa con las diversas mucosas. El color de la piel depende de la circulación sanguínea y de los pigmentos contenidos en las células de la epidermis. Varía con la región del cuerpo, con la edad y con la raza. La superficie de la piel presenta crestas, separadas por surcos. Epidermis La epidermis es un epitelio estratificado escamoso queratinizado. En la epidermis no hay vasos sanguíneos o linfáticos. El estrato basal (profundo) es donde se produce la formación de nuevas células (queratinocitos), que regeneran la epidermis en aproximadamente 30 días. En la superficie de la epidermis, las células maduras queratinizadas que forman el estrato córneo, se eliminan por descamación. La queratina producida por estas células protege a las capas más profundas del calor, de la entrada de materiales extraños y repele el agua. En las capas profundas de la epidermis también se encuentran los melanocitos (células pigmentadas de origen neuroectodérmico) que producen melanina, pigmento oscuro que protege a las células del estrato basal de las radiaciones ultravioletas nocivas. Las células dendríticas [de Langerhans] pertenecen al sistema inmunitario y tienen una forma estrellada con muchas ramificaciones. Se originan en la médula ósea, se ubican en el estrato espinoso y desencadenan respuestas inmunitarias primarias. En contacto con la membrana basal de la epidermis hay epiteliocitos táctiles [células de Merkel], que corresponden a receptores del tacto conectados a las terminaciones nerviosas de las neuronas sensitivas. El espesor de la epidermis varía de acuerdo con la región de la piel y el grado de fricción a la que está expuesta. La epidermis de la piel gruesa tiene una capa más, el estrato lúcido, entre el granuloso y el córneo. En las palmas y las plantas se encuentra la piel gruesa. Dermis La dermis (corion) se ubica profunda a la membrana basal de la epidermis y es la capa más gruesa de la piel.

Contiene los vasos sanguíneos y linfáticos, nervios y anexos cutáneos. Es un tejido conectivo denso, con gran resistencia y elasticidad, con fibras de colágeno orientadas en el sentido de las líneas de tensión [líneas de Langer], entrelazadas con fibras elásticas. Se distinguen dos regiones en la dermis, una más superficial, la capa papilar y una más profunda, la capa reticular. La capa papilar limita con la epidermis y consiste en un tejido conectivo con fibras finas de colágeno y elastina. En la superficie presenta protrusiones cónicas redondeadas, las papilas dérmicas. La capa reticular limita con el tejido subcutáneo y consiste en un tejido conectivo denso irregular con fibras de colágeno formando una red y algunas fibras elásticas entrelazadas. Estas redes de fibras le otorgan resistencia, extensibilidad y elasticidad a la piel. El espacio entre las fibras está ocupado por células adiposas, vasos, fibras nerviosas y los anexos de la piel. Glándulas cutáneas Las glándulas sudoríparas son glándulas tubulares simples, enrolladas. Su porción secretora se ubica a nivel de la dermis profunda, en ocasiones en el tejido subcutáneo, y el conducto excretor termina en la superficie de la piel a través de un poro. Están diseminadas en toda la piel, pero son más numerosas en la frente, las palmas y las plantas. La función de estas glándulas es producir el sudor que, con su evaporación, contribuye a la regulación de la temperatura corporal. Hay glándulas sudoríparas apocrinas que se ubican en la piel con vello y comienzan a funcionar en la pubertad. Su conducto excretor se abre en los folículos pilosos y están ubicadas en axila, ingle y aréola. Las glándulas sebáceas holocrinas son glándulas acinosas ramificadas en racimo. Producen una sustancia oleosa denominada sebo. La mayoría desembocan en los folículos pilosos (complejo pilosebáceo ). El sebo recubre la superficie del pelo y lo humecta. También evita la evaporación del agua de la piel y la mantiene flexible y suave. Pelos Los pelos son filamentos córneos producidos por la epidermis. El epitelio se invagina formando un cilindro, la vaina radicular, que rodea al pelo. La glándula sebácea desemboca en la vaina radicular. El pelo posee una raíz profunda que penetra en la dermis y un bulbo piloso que junto con la papila dérmica del pelo forman el folículo piloso. Se encuentran presentes en la mayor parte de la piel, excepto en las palmas, la superficie palmar de los dedos, los talones y las plantas de los pies. Presentan una distribución que varía según el sexo. Se distribuyen con mayor densidad en el cuero cabelludo y a partir de la pubertad, en el pubis, alrededor de los genitales externos, las axilas y la cara. Los pelos tienen como funciones la participación en la percepción táctil, la protección solar y la disminución de la pérdida de calor. Protegen de la entrada de partículas extrañas a la cavidad nasal y el conducto auditivo externo. Las pestañas y las cejas protegen a los ojos. El músculo erector del pelo se encuentra en el espesor de la dermis. Uñas La uña (unguis ) es producida por la epidermis. Protege el extremo distal de los dedos y aumenta la resistencia a la presión del pulpejo de estos. Las uñas están formadas por escamas córneas que se aplican sobre el lecho ungueal. En la región proximal del lecho, cubierta por la raíz ungueal , se encuentra la matriz ungueal, que es la responsable del crecimiento continuo de la uña. La matriz se extiende hasta el arco de la lúnula. El hiponiquio es la porción de epidermis cubierta por la placa ungueal ubicada más distal. Tejido subcutáneo El tejido subcutáneo [hipodermis] está ubicado profundo a la dermis de la piel. Está compuesto en su mayor parte por tejido conectivo laxo. Este tejido está atravesado por los vasos y nervios que se dirigen a la piel o vienen de ella. El tejido subcutáneo participa en la termorregulación actuando como aislante térmico, reteniendo el calor corporal. Asimismo amortigua las compresiones producidas por el apoyo del cuerpo sobre las eminencias óseas. Se diferencian distintas capas, pero su presencia no es uniforme en todas las regiones del cuerpo. La capa más superficial es el panículo adiposo, profunda a ésta se encuentra una capa membranosa y, en el último plano, una capa de tejido conectivo laxo interpuesta entre el tejido subcutáneo y la fascia de revestimiento del cuerpo. El panículo adiposo tiene un espesor y una consistencia muy variables. Es el principal almacén de tejido adiposo del cuerpo y su grosor varía con el estado nutricional. Su distribución depende de la región corporal y el sexo. El panículo adiposo, en algunas regiones, contiene una capa muscular (formada por músculos “cutáneos”) como el músculo platisma, en el cuello. En otros lugares el panículo adiposo presenta una capa fibrosa. En las regiones donde el tejido subcutáneo está muy desarrollado, se encuentra una capa membranosa, de grosor variable, que forma el límite profundo del panículo adiposo (por ejemplo, en las regiones inferiores del abdomen). La capa más profunda del tejido subcutáneo es el tejido conectivo laxo, que forma un plano de deslizamiento entre la capa membranosa y la fascia de revestimiento subyacente....


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