Resumen de Casa de muñecas y sus personajes PDF

Title Resumen de Casa de muñecas y sus personajes
Course Historia De Las Estructuras Teatrales I
Institution Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
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Resumen dela obra Casa de muñecas y analisis de sus personajes. Profesora Mariana Gardey...


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Resumen de Casa de muñecas y sus personajes: Entre reconocidas obras, se destaca Casa de muñecas, ya que es la más célebre y escandalosa al plantear por primera vez el tópico de la autonomía de la mujer en una sociedad patriarcal. Esta es la segunda obra en la serie de obras realistas de Ibsen. La primera es Los pilares de la sociedad (1877). La obra está dividida en tres actos y se lleva a cabo en la habitación de una casa, de este modo Ibsen nos deja ver la cotidianidad de los días de esta familia. En el primer acto nos introducimos en el tema central de la obra, Nora y su relación con el mundo exterior. En ella podemos ver el estereotipo de mujeres de clase media, donde lo importante es vestirse bien, verse linda, complacer a su marido, ser buena madre, aparentar una vida llena de lujos y por supuesto tener dinero, mucho dinero para poder derrocharlo como le hace notar Torvald, su esposo, generando así una imagen irresponsable de su compañera, dejando que ella se encargue de aspectos superficiales, y nunca de asuntos serios, pues claro, es mujer y es para lo “único que sirve”. La inmadurez de Nora se hace más evidente cuando habla con la Sra. Linde, su amiga de la infancia. En la obra, la amiga de Nora, está atravesando una situación difícil, es viuda y está buscando trabajo, a lo que a Nora no parece importarle y le cuenta de sus “triunfos en la vida” le dice que su esposo tuvo un ascenso en el banco y que ya no se van a privar de los lujos materiales. Linde, inteligente y adulta, una vez más trata a Nora como a una niña, como cuando iban al colegio juntas, a lo que Nora, sólo para demostrar que no es así le revela su gran secreto. “Señora Linde: Que bondadosa eres, Nora, te preocupas tanto por mi…, doble bondad por parte tuya, que tan poco sabes de las cargas y preocupaciones de la vida. Nora: ¿Yo? ¿Yo conozco tan poco? Señora Linde: (Sonríe.) Oh, sí, claro, por Dios, los trabajos manuales y otras cosas, eres una niña Nora. Nora: (Elevando la cabeza y golpeando algo en el piso.) No lo deberías decir con esa superioridad.

Señora Linde: ¿Como? Nora: Eres como los otros. Todos creen que no sirvo para nada verdaderamente serio… Señora Linde: Oh, no… Nora: ...que no he enfrentado las dificultades del mundo. Señora Linde: Querida Nora, por supuesto, acabas de contarme todos tus problemas. Nora: ¡Bah..las tonterías! (Por lo bajo.) Pero no te he contado los grandes problemas.” (Ibsen 1879:p.19) Como consecuencia de estos tratos vemos que Nora acepta su papel de niña, y una vez más lo deja en evidencia cuando está con sus hijos, Ivar, Emmy, Bob y Elene. Los niños aparecen poco en la obra, y cuando están en escena es la criada quien se encarga de su cuidado. En algún momento se la ve a Nora jugando con sus hijos, y nos da a entender que el papel de autoridad para los niños no es ella sino la criada, Anne Marie. Estos comportamientos de inmadurez que tiene Nora no son completamente por su culpa. Torvald, su marido la trata como si fuese su propiedad, como si fuese una niña indefensa, en fin como una muñeca o muñequita. A lo largo del drama vemos que llama a Nora con diminutivos de animales, posicionáandola como un animalito indefenso que ella misma termina asumiendo. “Helmer: ¿Es que no puedo mirar a mi posesión más preciosa? A esta belleza que es mia, solo mia, total y completamente mia.” (Ibsen 1879:p.89) Helmer: (Desde su cuarto.) ¿Es la alondra que trina ahí afuera? Nora: (Abriendo unos paquetes.) Si, es ella. Helmer: ¿Es la ardilla, que está embrollando por ahí? Nora: ¡Sí! Helmer: ¿Cuando ha regresado la ardilla a su cuevita? (Ibsen 1879:p 5)

Torval, como todo patriarca es el que se encarga de los asuntos importantes de la casa, como el dinero. El explica que intenta cuidarla de los negocios pero esto probablemente va más allá de querer protegerla, a través de sus palabras deja en evidencia que no involucra a Nora por el hecho de ser mujer. “Helmer: ¡Nora, Nora!, ¡no puedes negarlo, eres mujer! No, en serio Nora, ya sabes lo que pienso sobre el asunto. ¡Ni deudas ni préstamos! Hay algo de servil, de turbio, en el hogar que se mantiene de préstamos y deudas (...)” (Ibsen 1879:p 6) Él se ve como el alimentador de la familia, en gran parte de la obra se encuentra en el despacho de su casa con el amigo de la familia el Doctor Rank quien está enamorado de Nora y se le declara diciendo que Torvaldo no es el único que daría la vida por ella. A Rank se lo conoce como un hombre solitario, se menciona el hecho de que está a punto de morir, sin embargo no se anuncia su muerte. Torvald desde su despacho puede controlarlo todo, siempre refiriéndonos a asuntos de negocios claro, porque no vemos en un solo acto que se ocupe de sus propios hijos. Le preocupa mucho la moral, y la opinión de los demás sobre él y su familia. Cuando Nora le menciona a Krogstad y su necesidad de ayudarlo a conservar su trabajo (cabe mencionar que es el hombre del que ella se presta dinero para salvar a su marido, el cual estaba involucrado en un escándalo hace unos años y por lo tanto su imagen profesional ya no era buena) Torvald le expone que no lo ayudaríia ya que falsificóo firmas. Krogstad al no recibir ayuda de Nora se da cuenta que está a punto de perder su trabajo, y decide chantajearla diciéndole que revelaráa su secreto. Los espectadores conocen el secreto de Nora, saben que falsificó una firma con la ayuda de Krogstad para conseguir el dinero y así salvar a su esposo. ¿Cómo lo saben? No es algo que sepamos desde el principio. Ibsen quiere mostrar el drama del asunto, resalta que Torvald está decididamente en contra de cualquier mentira. “Helmer: Piensa en lo que un hombre así debe mentir, fingir y simular en cada momento, puesto que está todo el tiempo consciente de su culpa; como debe andar con una máscara ante sus más íntimos, hasta su propia mujer y sus mismos hijos, Nora.” (Ibsen 1879:p 43)

Cuando llega la primera carta la cual hace que se descubra el secreto, Torvald llama a Nora una impostora, criminal, desgraciada, insulta a su padre y le culpa por el comportamiento de ella, sin pensar en que todo lo que hizo lo hizo para salvarle la vida a éel. “Helmer: (Dando vueltas por el salon) De qué forma más espantosa despierto. Durante estos ocho años… ella, qué era mi placer, mi orgullo…, ¡una hipócrita, una mentirosa, auún peor… una delincuente!... ¡Oh, qué bajo, qué vil es todo esto! ¡Qué vergüenza! (Nora calla y lo sigue mirando fijamente) Helmer: (Deteniéndose ante ella) Debí haber supuesto que algo así tenía que ocurrir. Debí haberlo imaginado. La falta de solidez de principios de tu padre. Pero claro! Has heredado la misma endeblez de principios de ese hombre. Sin religión, sin moral, sin sentido del deber...Ahora veo qué caro debo pagar el no haber prestado atención a su verdadero carácter. Lo hice por tu causa, y este es el pago que recibo.” (Ibsen 1879: p 96) Al llegar la segunda carta, la que esclarece la situación, Torvald toma una posición totalmente distinta y trata a su esposa de otra manera, se muestra cariñoso y olvida el enojo. “Helmer: (Ante la puerta abierta) Si, hazlo; y trata de tranquilizarte y recobrar el ánimo, mi pequeña alondra asustada. Descansa tranquila y confiada, yo extenderé mis alas qué bastan para cobijarte. (Pasea ante la puerta.) Oh, qué agradable y tranquila es nuestra casa. Este es tu nido; te guardaré como una paloma perseguida, a la que he rescatado indemne de las garras del gavilán; calmarée tu pobre corazón palpitante. Lo lograremos poco a poco, Nora; creeme. Mañana lo eras todo tan diferente, pronto sera átodo como antes; ni necesidad habrá de repetir qué te he perdonado porque sin duda te habrás dado cuenta. ¿Como puedes pensar que se me ocurriera librarme de ti, ni tan siquiera reprenderte por algo? Oh, no conoces el corazón de un hombre, Nora. Nada hay más dulce ni satisfactorio para un hombre qué sentir que ha perdonando a su mujer...que la ha perdonado desde lo profundo. Porque es como si fuera doblemente suya, es como si la hubiera traído al mundo; en cierto sentido, se convierte a la vez en su mujer y en su hija. Y eso es lo que seráas para míi de ahora en máas, mi desamparada criatura sin rumbo. No temas nada, Nora; confía plenamente en mií, serée tu voluntad y tu conciencia… ¿Qué sucede? ¿No te acuestas? ¿Te has vestido?” (Ibsen 1879:p100) En este momento de la obra es donde se deja en manifiesto el cambio que va a atravesar

Nora, es claro que después de la reacción de su marido se da cuenta que éel nunca se preocupóo por ella y que cambióo de parecer solo porque ahora éel ya no está en peligro, aunque en algunos momentos del drama ella ya hacía referencias sobre qué pasaría si abandona su casa y las comparte con Anne Marie, lo cual nos deja pensar que esta idea de comenzar una vida de cero ya venía inquietando a Nora, y lo confirmamos en el último acto donde lleva a cabo su pensamiento y toma una posición totalmente distinta a la que venía teniendo en los actos anteriores. Ahora se puede ver a una mujer con decisiones firmes y empoderada, ella abandona su hogar, a su marido, a sus hijos y sobre todo a la vida que estaba llevando. Se dio cuenta que para criar a sus hijos primero necesita crecer y redescubrirse ella. Algo que en esa época era impensado para nosotras. Debíamos seguir obligatoriamente el mandato de esposas, madres y mujeres. Nora, o más bien Ibsen, en 1879 rompió con eso. Indudablemente es el personaje que más cambios atraviesa a o largo del drama. “Nora: (...) hay otra tarea de la que tengo que ocuparme antes. Debo educarme a mí misma. No eres el hombre que pueda ayudarme. Tengo que hacerlo sola por eso te dejo.” (Ibsen 1879:p 103) “Helmer: Esto es indignante, ¿cóomo puedes faltar a tus deberes más sagrados? Nora: ¿A qué le llamas mis deberes máas sagrados? Helmer: ¿Es qué tengo que decírtelo? ¿Acaso no estas obligada a tu marido y a tus hijos? Nora: Tengo otros deberes sagrados por igual. Helmer: No puedes tener ninguno. ¿Qué deberes pueden ser esos? Nora: Deberes para conmigo misma. Helmer: Eres ante todo esposa y madre” (Ibsen 1879 p:104)...


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