Temas y resumen capítulos de La Casa De Los Espíritus PDF

Title Temas y resumen capítulos de La Casa De Los Espíritus
Author Aissa Sanchez Soba
Course Lengua y Literatura
Institution Universidad de Oviedo
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La casa de los espíritus, de Isabel Allende

La casa de los espíritus Preguntas-modelo PAU •

Rasgos temáticos y formales de la nueva narrativa hispanoamericana y su reflejo en La casa de los espíritus • Análisis de los protagonistas de La casa de los espíritus • Aspectos políticos y sociales reflejados en La casa de los espíritus • El “realismo mágico” y La casa de los espíritus Nota: Al final se incluyen un resumen y un árbol genealógico de los personajes, que podéis utilizar para completar las respuestas con ejemplos. Introducción general (válida para cualquier pregunta): La casa de los espíritus, publicada en 1982, es la primera gran novela de Isabel Allende y una de las obras más representativas de la etapa del posboom literario hispanoamericano. Además, esta primera narración extensa de la autora chilena se convirtió de inmediato en un best-seller en numerosos países del subcontinente americano, en España y en otras naciones de Europa. En ella, la autora chilena retrata la evolución de la sociedad hispanoamericana durante el siglo XX a través del relato de los distintos acontecimientos que suceden alrededor de varias generaciones de la familia Trueba-Del Valle.

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La casa de los espíritus, de Isabel Allende Rasgos temáticos y formales de la nueva narrativa hispanoamericana y su reflejo en La casa de los espíritus Los rasgos temáticos, narrativos y estilísticos de La casa de los espíritus podemos incluirlos en la corriente literaria denominada posboom (generación de 1980), que es posterior a la generación llamada del “Realismo mágico” (generación de 1960) de la que es continuadora en algunos temas y formas. La publicación en 1975 de la primera novela de Skármeta, Soñé que la nieve ardía, podría marcar el punto de partida del posboom que alcanzó su triunfo con La casa de los espíritus (1982) de Isabel Allende. En esta novela pueden apreciarse una serie de características que la han convertido en paradigma de esta narrativa hispanoamericana y que enumeraremos a continuación [Lo que sigue se puede completar con la pregunta sobre el Realismo mágico]. La trama gira en torno a cuatro generaciones de mujeres que influyen en un solo hombre, Esteban Trueba. La novela describe una sociedad patriarcal e inflexible, basada en los valores tradicionales, y que oprime a las clases sociales más desfavorecidas, a los más débiles y a las mujeres. Aunque en ningún momento se menciona la localización espacio-temporal exacta del argumento, es fácil reconocer la patria de la autora, Chile, en la época que abarca desde principios del siglo XX hasta los años 70, en torno a la llegada al poder de Salvador Allende (primer presidente socialista y primo hermano del padre de la escritora) y su derrocamiento con el golpe de Estado militar de Pinochet en 1973. De acuerdo con este periodo histórico, entre los temas principales de la obra estarán la oligarquía y la lucha de clases y la actuación de la mujer en dicha sociedad. Vemos así como la novela desarrolla las diferencias sociales, la lucha de las mujeres por obtener derechos políticos, el movimiento obrero, la llegada al poder de un gobierno izquierda y su caída a raíz de un golpe militar. Sin embargo, La casa de los espíritus abarca muchos otros temas. Los más universales, como el amor y la muerte, mezclados con lo sobrenatural (como es propio de la corriente literaria en la que se enmarca la obra), aparecerán a lo largo de la obra y servirán de eje a toda la trama. Dentro de estos temas, como subtemas, también encontramos temas como la infidelidad, la violencia de género, los fantasmas y la magia. Formalmente, la obra se presenta ligada al tópico literario del “manuscrito encontrado” o la “falsa autoría” (presente en nuestras letras ya en El Quijote de Cervantes). Casi toda la trama está narrada desde el punto de vista de Alba, quien se basa en los “cuadernos de anotar la vida” de su abuela Clara. En ocasiones, no obstante, esta perspectiva alterna en la obra con la omnisciencia narrativa o con la cesión de la palabra a Esteban Trueba, abuelo de Alba, quien cuenta a esta sus recuerdos. De este modo, se pueden apreciar 3 tipos de narradores: omnisciente en tercera persona; en primera persona, cuando Esteban Trueba habla sobre sí mismo y sus familiares, justificando sus acciones a lo largo de su relato; y alternando la primera y la tercera persona cuando Alba, la narradora principal y portavoz de la autora, es la encargada de rescatar la memoria familiar, incluyendo aquellos hechos de los que ella misma es protagonista. Isabel Allende se vale de esta técnica para dar a la historia la sensación de verosimilitud. Esta pretendida realidad podría chocar con uno de los ingredientes más peculiares y fascinantes de la novela, el realismo mágico, donde la 2

La casa de los espíritus, de Isabel Allende realidad narrativa se funde con elementos fantásticos que pasan a formar parte de la cotidianeidad. Sin embargo, el mismo recurso de la perspectiva narrativa podría justificar precisamente esta incorporación de lo sobrenatural como algo cotidiano (algo que ya ocurría, por ejemplo, en Otra vuelta de tuerca, de Henry James), ligado a la explicación de lo que no se entiende, a las creencias de los personajes y al velo deformante de los recuerdos. En cuanto a la estructura de la obra, está compuesta por catorce capítulos y es circular, puesto que la voz del personaje de Alba comenzará y concluirá (en el epílogo) con la misma frase, las primeras líneas del diario de la niña clara indicando un ciclo inexorable. Además, la obra comienza con la muerte de Rosa (tía abuela de Alba) y acaba con otra, masiva y sangrienta. La autoría de ambas muertes podría atribuirse a los mismos (como grupo), con distintos nombres. Así pues, la historia de la familia rescatada de los cuadernos de anotar la vida es el pretexto utilizado por Alba para dar comienzo a un viaje a través de la historia de la familia Trueba. La obra termina como un monólogo de la nieta dando cuenta de la muerte de su abuelo y del estado de la casa de los espíritus (una alegoría de Chile) después del golpe militar. En conclusión, La casa de los espíritus reúne rasgos de una novela romántica, con una serie de relaciones amorosas y el conflicto tradicional entre el amor y el orden social; pero al mismo tiempo se trata de una novela histórica, que analiza Chile a lo largo de un siglo. Todo ello envuelto en la mezcla de lo cotidiano con lo sobrenatural del realismo mágico y representando facetas universales del ser humano a través de sus variados personajes.

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La casa de los espíritus, de Isabel Allende Análisis de los protagonistas de La casa de los espíritus Los personajes de La casa de los espíritus cumplen la función de dar coherencia a la historia y relacionan los distintos acontecimientos de la trama. Su retrato nos permite contemplar la evolución social y política de Chile durante todo el siglo XX. Aunque el único personaje que está presente a lo largo de toda la novela sea masculino, Esteban Trueba, el verdadero protagonismo de la historia recae sobre los personajes femeninos de tres generaciones de la familia Trueba-del Valle. Clara, en primer lugar (su madre, Nívea, que representa la primera generación, apenas tiene protagonismo en la obra), su hija Blanca y su nieta Alba (cuyos nombres guardan además una relación semántica). La historia de La casa de los espíritus gira en torno a la relación de estas tres mujeres con el personaje de Esteban Trueba y a las relaciones que establecen con otros personajes. Se trata, por tanto, de un relato eminentemente feminocéntrico, que plasma el devenir de cuatro generaciones en las que las mujeres de la familia, junto al patriarca, Esteban Trueba, constituyen el eje del drama familiar y político del país andino. Esteban Trueba es el único varón de una familia de la oligarquía, empobrecida por el despilfarro de un padre alcohólico. Se ve obligado a trabajar desde la adolescencia y consigue recuperar su fortuna explotando una mina en el norte del país. Esa fortuna le permite recuperar la hacienda familiar, Las Tres Marías, donde se desarrolla gran parte de la historia. Posteriormente llegará a ocupar un escaño como senador de la República, con todas las características de un político conservador de la época. Representa el poder político y la clase adinerada. El senador Trueba siempre será el sustento económico de la familia, el hombre fuerte ante la adversidad, el único capaz de poner orden en el mundo material. Es de carácter fuerte y constantemente padece ataques de ira, ansiedad y violencia, que es tan incapaz de controlar como sus impulsos sexuales. No dudará en apaciguar sus deseos doblegando a quienes le rodean. De ideología conservadora, desprecia a todos los de clase inferior, y se considera con derechos sobre ellos, cometiendo los abusos más brutales, como la violación de las mujeres. Sin embargo, se enamorará apasionadamente, primero de Rosa del Valle y después, cuando esta fallece, de su hermana Clara con la que formará su familia. Sin embargo, incapaz de comprenderla, acabará por distanciarla de sí. Solo su nieta Alba logrará humanizar un poco su comportamiento. Por otro lado, como hemos comentado, el foco de atención está puesto en la galería de mujeres que cumplen un papel protagonista e ilustran la lucha por la liberación femenina. El proceso de toma de conciencia está subrayado en el relato con el valor simbólico de sus respectivos nombres: Nívea, Clara, Blanca, Alba, símbolos de la luz, la pureza, de lo celestial y también de lo paranormal. Estas mujeres se encuentran entre dos mundos enfrentados: las clases acomodadas y las asalariadas. Pero su rol más importante es el de socavar el régimen familiar machista y patriarcal. Las mujeres de la casa de los espíritus son depositarias de una cadena de cualidades especiales que están ausentes en los varones: son artistas y creadoras y utilizan la imaginación para configurar mundos privados que se alejan del contexto real. La protagonista esencial de la novela es Clara del Valle. Se trata de una mujer cargada de bondad y sensibilidad. Posee la habilidad de comunicarse 4

La casa de los espíritus, de Isabel Allende con los espíritus, de desplazar objetos y de levitar. A lo largo de su vida fue escribiendo cuadernos donde apuntaba lo que ocurría a su alrededor. Blanca, hija de Clara y de Esteban, lucha contra los prejuicios y rompe con las barreras entre la clase pobre y la adinerada: dos hechos imperdonables a los ojos de la burguesía. Su relación amorosa con Pedro Tercero la dejará embarazada de Alba y enfurecerá a su padre. Su sensibilidad no se desarrollará en la comunicación sobrenatural con los espíritus, sino en su faceta artística, creando figuras de barro. Alba, de acuerdo con el vaticinio de su abuela clara, nace con poderes innatos y no necesita ir a la escuela, por lo que se cría en la casa de la esquina con fuertes lazos afectivos con todos sus miembros. Es la figura femenina más trágica: violada, torturada y prisionera de la dictadura. Cuando el coronel García viola a Alba, ella representa a todas las personas que pierden su identidad o su vida bajo el terror del gobierno de un dictador. La figura de los hijos varones de Clara y Esteban es bastante peculiar. Jaime y Nicolás son más bien hijos de la madre que del padre, son educados en un colegio inglés, lejos de la hacienda y sus costumbres. Jaime, médico dedicado a los pobres, no comparte la idea de la violencia pero es víctima de ella. Mientras va creciendo se vuelve frío, sombrío y sentimental, cosa que oculta. Nicolás, a diferencia de su hermano, es extrovertido, gracioso y siente curiosidad por lo espiritual y sobrentural. Desaparece de la historia al ser expulsado por su padre, que nos soporta sus extravagancias. Por otra parte, en el lado de las clases sociales más desfavorecidas, la familia García tiene un papel fundamental en la obra. Residentes nativos de Las Tres Marías, son fieles inquilinos de Esteban Trueba desde el principio. Los García constituyen la población campesina y la clase urbana pobre. Pedro Tercero (tercera generación de esta familia), a pesar de criarse sometido a Esteban Trueba, pronto se educa en las ideas comunistas. Es un sindicalista y se convierte en un héroe para los trabajadores oprimidos. Mantiene una relación amorosa con Blanca y es el padre de Alba. Posteriormente se transformará en uno de los cantautores populares de la resistencia contra la dictadura (su personaje está basado en Víctor Jara). Su tía, Pancha García, hermana de Pedro Segundo, es la primera campesina violada por Trueba. Representa a todos los campesinos a quien Esteban considera poco más que esclavos. Fruto de esta violación nacerá el padre de Esteban García. Este, que será, por tanto, nieto de Pancha y nieto no reconocido de Trueba. Desarrolla un fuerte odio hacia los Trueba y buscará vengarse de la infamia cometida en el pasado con su abuela violando a Alba. Por último, podemos reconocer en algunos personajes de la obra (ya sean secundarios o episódicos) el trasunto literario de personajes reales como Víctor Jara, que podemos identificar en Pedro Tercero; Salvador Allende, que aparece como el Candidato; y la figura de Pablo Neruda, al que se denomina el Poeta. A partir de esta breve descripción de los personajes principales puede concluirse que, además de su participación en la acción, relacionando todos los acontecimientos y dándole unidad temática a la obra, tienen una función simbólica como arquetipos de distintos roles sociales. 5

La casa de los espíritus, de Isabel Allende Aspectos políticos y sociales de La casa de los espíritus La casa de los espíritus es una novela que abarca varias generaciones y comprende grandes cambios políticos. Es importante aclarar que aunque nunca llegue a decirse abiertamente, no hay duda de que el relato está ambientado en Chile. Se trata, por una lado, de una novela de testimonio y denuncia, una confesión sentimental e histórica; por el otro, la denuncia del terror que siembra la dictadura de Pinochet en su país, pero que bien podía representar cualquier dictadura en cualquier país de Hispanoamérica. El retrato de las visicitudes de la saga familiar de los Trueba nos permite contemplar la evolución social y política de Chile durante todo el siglo XX. El relato se inicia con los cuadernos de Clara, pero va a ser Esteban Trueba el único personaje que vivirá todas las épocas, y él, igual que su suegro antes, va a ser un hombre volcado en la política, como corresponde a la oligarquía de su época. Las etapas de su vida serán un fiel reflejo de la realidad chilena del siglo XX con la evolución de una estructura social arcaica a otra más moderna con sus desigualdades sociales, su inestabilidad política, la corrupción en las votaciones, la reforma agraria, el golpe de Estado y la involución política. La novela da comienzo en la primera década del siglo XX, y diversos acontecimientos históricos y sociales en la vida de los personajes van a marcar el paso del tiempo: los felices años veinte, la llegada de los primeros coches, el avance de las tropas en la II Guerra Mundial, la prosperidad de Chile como despensa de una Europa en crisis; la llegada de inmigrantes ilustres, como el conde Satigny; el miedo al comunismo por parte de la derecha conservadora, el gran terremoto de 1960... A medida que avanzan los acontecimientos y las relaciones entre los personajes se vuelven cíclicas, la sociedad chilena se articula como una gran mayoría analfabeta y pobre que trabaja en fundos, contrapuesta a la minoría oligarca, culta e investigadora. El gran contraste se crea aquí a través de las parejas entre miembros de las dos clases: Pedro Tercero y Blanca, Nicolás y Amanda, Alba y Miguel; en el momento que alguno de estos intenta dejar el camino que le ha sido trazado encuentra una gran zanja que lo separa de la otra clase social. Es curioso el tratamiento que da la autora al problema de la explotación de los pobres, pues nunca llega a caer en el maniqueísmo: ni Esteban Trueba es tan malo ni los campesinos tan buenos. Los últimos capítulos de la novela se despegan del realismo mágico para caer en la más amarga novela realista. En la victoria del Candidato y la posterior reforma agraria, en el boicot de los inversores extranjeros y las empresas nacionales, vemos claramente el gobierno de Salvador Allende, de 1970 a 1973. Esteban representa aquella gran mayoría de la sociedad chilena que duerme con miedo al comunismo y agita a las fuerzas armadas para que intervengan y, al igual que todos los demás, tendrá tiempo de arrepentirse de lo ocurrido. Esteban García representa el producto necesario del odio. Era inevitable que una sociedad tan injusta creara personajes así. A partir de aquí se relatan una serie de atrocidades que contrastan con la imagen de orden y pulcritud que intenta dar el país al exterior, y el personaje de Alba se mueve entre estas idas y venidas clandestinas, entre supermercados llenos de manjares que nadie puede comprar, calles sin mendigos y barrios de chabolas tapiados para que no los vean los turistas y campos de concentración. 6

La casa de los espíritus, de Isabel Allende La sociedad bajo la opresión se divide finalmente en dos bandos: los mayores que se exilian, como Blanca y Pedro Tercero; y los jóvenes que aún confían en que un cambio es posible, como Alba y Miguel que se quedan para luchar. [Este tema se debe completar con los demás, especialmente con los dos primeros (y con ejemplos del libro). Se pueden mencionar las relaciones entre los personajes de distinta clase social; el trato de Esteban Trueba hacia sus empleados (las violaciones, el desprecio...); cómo Pedro Tercero intenta introducir las ideas comunistas entre los campesinos, que le admiran, pero apenas le hacen caso..., etc. Hay que acabar con una conclusión en la que se mencione que la obra refleja las tensiones políticas y sociales que se producen en la historia chilena, y en general hispanoamericana, durante el siglo XX].

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La casa de los espíritus, de Isabel Allende El Realismo mágico y La casa de los espíritus En Literatura, recibe el nombre de “Realismo mágico” la corriente novelística del siglo XX en Hispanoamérica que se difunde con el llamado boom comercial de la narrativa en español desde 1950 a 1970. Se puede definir como la preocupación estilística y el interés en mostrar lo común y lo cotidiano como algo irreal y extraño. Es una forma de escribir en la que se funden la realidad con elementos fantásticos, mágicos y fabulosos; un movimiento literario hispanoamericano que nace como vía de experimentación de nuevas formas narrativas. Es un mecanismo narrativo que pasa por introducir hechos insólitos o fantásticos en una narración realista. Son novelas que procuran ser muy gráficas y no eludir la mirada realista sobre la tragedia, el dolor o lo escatológico, pero de vez en cuando introducen un hecho insólito que sorprende al lector. Lo verdaderamente sorprendente no es el hecho en sí, sino que los personajes, en su gran mayoría simples y prosaicos, lo asumen sin más como parte de su vida cotidiana y no se molestan en analizarlo. Se trata de un intento de renovación literaria, muy unido a las renovaciones estéticas de las vanguardias europeas y norteamericanas. El Realismo mágico nace con los cuentos de Horacio Quiroga a principios del siglo XX; pero no será hasta los años 60 y 70 que varios escritores del llamado boom latinoamericano lo utilicen como sello distintivo de sus novelas. El ganador del Nobel Gabriel García Márquez, con Cien años de soledad, y Alejo Carpentier, con Los pasos perdidos serán sus mayores exponentes. Este último, junto con Miguel Ángel Asturias, pueden considerarse los verdaderos iniciadores, quienes, durante los años 40 y 50, sentarían las bases y características del nuevo estilo. Posteriormente, el Realismo mágico ha dado otros escritores de la talla de Juan Rulfo y el citado García Márquez, en los años 50 y 60 respectivamente. Ya en los 80, dentro de la generación del poosbom podemos destacar a Isabel Allende, con la obra que estudiamos, y Laura Esquivel, con obras como Como agua para chocolate. Isabel Allende forma, por tanto, parte del fenómeno artístico y comercial que siguió al denominado boom del Realismo mágico, corriente que pasó a denominarse posboom, con nove...


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