Resumen del libro El romanticismo y sus mutaciones actuales imprescindible para el examen PDF

Title Resumen del libro El romanticismo y sus mutaciones actuales imprescindible para el examen
Course Estética
Institution Universidad Carlos III de Madrid
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FRANCISCO HERRERA MEGIA EL ROMANTICISMO Y SUS MUTACIONES ACTUALES El Romanticismo es un movimiento cultural y social que emerge fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XVIII en Alemania cuando la Ilustración estaba todavía en plena vigencia. Se dio un especial apego hacia lo medieval, a lo mí...


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FRANCISCO HERRERA MEGIA

EL ROMANTICISMO Y SUS MUTACIONES ACTUALES

El Romanticismo es un movimiento cultural y social que emerge fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XVIII en Alemania cuando la Ilustración estaba todavía en plena vigencia. Se dio un especial apego hacia lo medieval, a lo mítico como la aparición de los Cantos de Ossian. Pueden verse inicios de este movimiento en Rousseau, que para muchos fue el primer romántico. La subjetividad pasó a ser el elemento fundamental también en lo literario, tomando la naturaleza como modelo, con Goethe. Esa pasión por la naturaleza y lo sentimental luego cambiaría en él, pero seguiría intensa y fuerte en Schiller. La rebelión frente al estado opresor y un mundo vital que no se acepta es continua. Más allá del todo nada hay (Spinoza). El Romanticismo es más tendente a la síntesis que a lo analítico, con una mirada que va más a lo amplio y a lo grande, a lo sublime. Es una manera de ver y vivir el infinito (ejemplo, paisaje de C.D. Friedrich). Schelling y la idea del YO infinito que se expresa a través de los yos particulares por medio del arte. En el romanticismo tiende a no tolerarse el límite y se lanza lo ilimitado, como sintiéndose infinitos que no pudiesen contenerse con las cosas y las normas de la vida cotidiana. El continuo aumento de perfección nunca acaba. Lo bello absoluto entonces nunca se alcanza pues siempre es posible lograr una forma más perfecta; las obras de arte, como casi cualquier otra acción, siempre quedan inacabadas. La idea de progreso trajo una valoración positiva sobre todo lo nuevo, pero sin despreciar lo antiguo, las tradiciones, la belleza del gótico o de otros estilos del pasado: “somos enanos a hombros de gigantes”. El culto desbocado a la novedad y a la libertad viene de la idea de progreso, cuando se plantean no imitar las obras de los grandes, sino su espíritu, para seguir un camino propio y libre. El culto a lo nuevo, a lo único y original, va a inundar cada vez con más fuerza la concepción del arte hasta nuestros días. La libertad proyectándose desde la subjetividad (Schiller y Beethoven). La obra de arte, al ser siempre imperfecta, conlleva una concepción de inacabado, de infinito que se perpetúa con nuevas obras. El sentimiento entenderá y predicará que este

es central en nuestra mirada del mundo. Lo inconsciente es considerado como un valor, como algo positivo. Schelling concibe el arte como lo que desvela a la vez lo consciente, pero también lo no consciente ni racional, lo reprimido. Podemos entendernos no solo con ideas abstractas y frías, sino con el corazón y la intuición, tal y como sucede a través del arte. Según Kierkegaard, la razón sola no sirve para entender el mundo. Lo incontrolable y lo instintivo ocupa cada vez un lugar mayor. El científico es retratado como un monstruo que fabrica una monstruosidad, como el Frankenstein de Mary Shelley. Los feísmos pueden ser concebidos como bellos, pues algo positivo tienen. Schiller o Goethe: el arte como formador, guía, pedagogía para la vida. El arte además logra su autonomía y libertad frente al pasado y a lo que le rodea, pues en las obras estéticas convive todo, bueno y malo, bello y feo, uniendo armoniosamente los más llamativos extremos que en la vida real resultarían irreconciliables. A través del arte se logra transcender el mundo. La clave del arte está ya en un creador, en la ida de genio, concebido como un elegido de la divinidad que por medio de él se expresa el arte. Muchos artistas se creen incomprendidos por su tiempo, por una sociedad que no acepta o no ve los hallazgos de sus propuestas estéticas. La búsqueda del origen olvidado se une a la idea de novedad, fruto a su vez de la idea de progreso concebida como lo mejor. La libertad y la imaginación llevan a cada uno a seguir su propio y único camino, persiguiendo la originalidad. Los artistas piensan cambiar el mundo con su revolución estética. La pasión por lo infinito y esa pulsión por lo máximo hace que el ideal choque con lo real. El héroe estético se convierte rápidamente en mártir de una sociedad que no puede o quiere comprenderle, el arte incomprendido. Lo subjetivo se convierte en lo más importante, mucho más que lo objetivo, y esto además se entenderá como que el YO es lo más rico del universo. El romántico fluctúa por su pasión de un extremo al otro del mundo afectivo y del mundo real, también quienes se sienten aplastados por el anhelo estético hacia lo sublime, por intentos de llegar a lo máximo y su fracaso. El héroe convirtiendo el caer, el derrumbe, en lo máximo, pues lo sacralizan y lo llenan de poesía. Lo sublime se convierte en el eje del pensamiento sobre el arte, su centro, fundamentalmente, en el Romanticismo. Los sublime consiste en algo que nos supera, lo infinito que estéticamente irrumpe por medio de una tempestad o un precipicio. Lo sublime está íntimamente ligado a la percepción intensa y desbordante de lo infinito como grandeza,

por ello el arte romántico se basa en lo sublime. Los románticos buscaban sobre todo la belleza ideal y suprema. Lo sublime es también lo arrebatador, lo atronador, fuera de todo control humano. La concepción de lo sublime como algo ligado al terror vendrá también la estetización de lo macabro ya no sólo vinculado a lo religioso y al paso del tiempo, sino también como algo en sí mismo valioso. La caída, real o espiritual, es un tema común. La Overtura trágica de Brahms o la de Robinson Crusoe, donde lo heroico se une a la muerte y al fracaso. El misterio se glorifica y se tiende a considerar que todo es uno y lo mismo. Esa confusión se ve fundida con lo irracional pues el caos del mundo no es explicable sólo mediante razones. Todo es misterio. Los románticos tendían a sacralizar todo al ver en cada parte la infinitud y contemplar los elementos por su relación al Todo, a veces como símbolos que nos hablan. Junto a la atracción por lo divino y la recuperación religiosa se dará también el extremo contrario, lo demoniaco. Sin la belleza y su percepción, sin su intuición, la razón no logra explicarnos a fondo la verdad ni la vida logra entregarnos la bondad. Por tanto, el arte será clave dentro del desarrollo del ser humano y de la sociedad. La poesía no es incompatible con la razón o la fantasía, sino que la culmina. No podemos vivir sin fantasía, sin nutrirnos de lo imaginario, del mito, que es lo que convierte en algo sensible el ideal y los conceptos. El arte hace sensibles las más grandes ideas y nutre nuestro imaginario, por medio del mito, de modo que nuestra vida adquiere sentido y sentimiento, se impregna de fuerza y de alegría, de fe, para buscar más sentidos, conocimientos y para actuar según ideales o intuiciones. Lo sublime es un sentimiento estético en donde se intuye lo infinito. Lo infinito de un mar tempestuoso o unos abismos se convirtió en el eje de la estética romántica que hallaba ahí lo divino en la naturaleza. En cualquier caso, la percepción de lo sublime es imaginaria y está unida a la fantasía, ya que llega allí donde la razón no alcanza o queda en duda y se contradice. Los paisajes de C.D. Friedrich tienen no poco de inquietante y evidentes pretensiones transcendentales. El nuevo renacer del Romanticismo como fuerza de ruptura y destrucción, experimentación y afán de modos nuevos de narrar o concebir al arte en general pareció dar diversas sacudidas hasta la década de los ochenta, donde las ideas de una posible postmodernidad impregnaron incluso a las bellas artes. Todo valía, y por tanto también mezclar elementos del pasado y la vanguardia, figuración y abstracción, etc. Este nuevo Romanticismo no es más que una misma mirada sobre el mundo que intenta explicarse

explicando historias, imaginadas o copiadas, para construirse la figura del escritor y del lector, y así dejar su huella en la sociedad. La ciencia ficción y el impacto de las nuevas tecnologías en la realidad son temas eminentes entre creyentes y escépticos narradores ante el progreso de la humanidad....


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