Resumen - Diferentes, Desiguales Y Desconectados PDF

Title Resumen - Diferentes, Desiguales Y Desconectados
Author Francisco Javier Lopez Diaz
Course Psicología de la Interculturalidad
Institution Universidad de Guadalajara
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K lizeth Nuñez Ochoa 14/04/16 DIFERENTES, DESIGUALES Y DESCONECTADOS Néstor García Canclini CAP 5: NORTE Y SUR EN LOS ESTUDIOS CULTURALES ¿Qué son los estudios culturales? Algunos críticos insinuaron que tal vez los estudios culturales habían sido exitosos como sustitutos del marxismo. Sin embargo, ahora son otras las condiciones en que se plantean las insuficiencias de las investigaciones sobre la sociedad y la cultura. Al pasar del siglo XX al XXI, cuatro fuerzas prevalecen en la administración internacional de la imagen de lo «latinoamericano»: a) los grupos editoriales españoles, últimamente subordinados a mega empresas europeas (Berstelmann, Planeta), en parte complementados por grupos comunicacionales (Prisa, Telefónica y Televisión española) b) algunas empresas comunicacionales estadounidenses (CNN, Time Warner); c) los latinamerican cultural studies, concentrados en las universidades estadounidenses y con pequeños enclaves complementarios en Canadá y Europa d) los estudios culturales latinoamericanos, entendidos en sentido amplio como la producción heterogénea de especialistas en procesos culturales, literarios y científicosociales, con un intercambio intenso pero menos institucionalizados que el de los latinoamericanistas estadounidenses. Los aportes a la comprensión de la interculturalidad en los dos ámbitos donde los estudios culturales extendieron sus análisis teóricos son: el académico y el editorial. La interdisciplina, las migraciones, la comunicación masiva y otros desórdenes del mundo volvieron porosas las paredes que separaban a los departamentos. Llegaron entonces los cultural studies, y también los estudios culturales latinoamericanos -que no son la traducción de los angloamericanos, pero tienen paralela vocación transdisciplinaria y hallaron, entrando por la puerta de la filosofía, caminos hacia la antropología, y que lo que se aprendía en letras, economía o sociología servía para introducirse, aunque fuera por las ventanas, a otros edificios. Los estudios culturales que abrieron esas salidas de emergencia hoy se parecen, a veces, a una puerta giratoria. Sabemos que con los años cultural studies se volvió también la fórmula mercadémica en la que esas peripecias incipientes, aún poco sistemáticas, fueron convertidas en maestrías y doctorados, cánones subalternos, poscoloniales, pos disciplinarios, donde el saber se confunde a veces con el acceso al tenure y otras en el signo de la imposibilidad de alcanzarlo.

Los estudios culturales y los estudios latinoamericanos de las décadas de 1980 y 1990 del siglo XX estuvieron ligados a movimientos revolucionarios que acabaron su ciclo o fueron desvirtuados, a «alternativas» socialdemócratas en los procesos de democratización, fracasadas como proyectos económicos, sociales y culturales.

K lizeth Nuñez Ochoa 14/04/16 Los estudios culturales pueden ser ahora intentos de encontrar el sentido de las huellas inscriptas por esos fragmentos sobrevivientes. CAP 6: Modelos latinoamericanos de integración y desintegración ¿Cómo delimitar los rasgos diferenciales de un objeto de estudio, su ubicación desigual, las conexiones y desconexiones que le confieren un sentido específico? El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum. Sostiene que todo gato tiene tres nombres: el primero es el nombre por el cual se lo llama habitualmente; el segundo, más particular, aquel por el que se distingue a cada uno de los demás, el que permite al gato alzar su cola y «mantener altivos sus bigotes»; el tercero es el nombre que solo el gato conoce. ¿Qué busca revelarnos la conferencista que pide que conozcamos esa parte de nosotros designada por las etiquetas? Quiere que aprendamos a reconocer cómo nos nombra el mercado, el discurso de las marcas. Además, aspira a que vinculemos ese universo lingüístico con dos sistemas de configuración de identidades: a) las reglas de la distinción entre los grupos organizadas según la ropa que usamos; b) el sistema de explotación socioeconómica que estructura a distancia, desconectando la producción y el consumo, las diferentes partes que lo hacen funcionar. Tampoco es suficiente para comprender las complejas interacciones entre América latina y los países ibéricos la fórmula «encuentro de dos mundos», consagrada durante la celebración del Quinto Centenario, en 1992. Ni podemos abarcar la multiculturalidad contenida en esta región, ni los asimétricos y conflictivos intercambios con los Estados Unidos, con expresiones como hispanos o latinos, empleadas por los estadounidenses y adoptadas en otros espacios. ¿Cómo nombrarnos, entonces? ¿Iberoamericanos, latinoamericanos, panamericanos? Estas denominaciones, como se sabe, corresponden a unidades geográficas en parte coincidentes. Primera estrategia: el nominalismo exhaustivo. Se ha tratado de reunir la totalidad de nombres empleados a través de la historia para designar a América latina o a las entidades que se le parecen. Segunda estrategia: identificar los nombres fundamentales de las identidades, y declarar, desde el relativismo filosófico y antropológico, que todos son válidos. Tercera estrategia: el cadáver exquisito. La antropología y la sociología no se han detenido en lo indígena y lo afro. Vienen ocupándose también de los migrantes europeos, sobre todo españoles y portugueses, y asimismo los árabes, italianos y judíos, hasta las migraciones asiáticas más variadas (japoneses, coreanos y chinos). Esta vasta multiculturalidad desdibuja lo supuestamente distintivo, o sea lo indígena y también lo latino de nuestra América. Hay que preguntarse, entonces,cómo alcanzar una redefinición más inclusiva de lo latinoamericano. O si acaso tanta multietnicidad vuelve imposible la tarea.

K lizeth Nuñez Ochoa 14/04/16 Cuarta estrategia: el trabajo interdisciplinario. CAP 7: Quien habla y en qué lugar: sujetos simulados y posconstructivismo La mayor desconstrucción del sujeto se haya cumplido en el siglo XX, cuando más se hizo para erigir nuevos sujetos individuales, étnicos y de clase, nacionales y de género. Esta época, que aumentó las dificultades para hablar de la subjetividad, mostró a la vez que no es fácil desprenderse de esa noción. Las ciencias sociales encuentran difícil poner en el centro de la teoría a los actores cuando la sociedad es reducida a un mercado anónimo.La política se paraliza o se desintegra ante el determinismo neoliberal, que somete la complejidad de la economía al juego financiero de inversiones sin rostro. La desconstrucción más radical de la subjetividad está siendo realizada por procedimientos genéticos y socio comunicacionales que favorecen la invención y simulación de sujetos. La observación etnográfica de como trabajan los antropólogos lleva, ante todo, a dar vuelta la cuestión. Ya no consiste en decidir si es aceptable considerar Internet como objeto de estudio. Más bien: ¿es posible hacer investigación sin Internet? ¿Cuántos antropólogos no se sientan diariamente ante su computadora, o ante la de un cibercafé si están en trabajo de campo, y consultan su correo, hablan con los compañeros de su universidad y con los colegas de otros países, buscan biblio y hemerografía, leen los diarios de su distante ciudad y de otras, envían desde un pueblo campesino la inscripción a un congreso o su avance de tesis al director? En el pensamiento de los siglos XIX y XX la inestabilidad de la noción de sujeto está originada, en gran parte, por el desprestigio de la conciencia. Luego de haber constituido para la modernidad, de Descartes a Hegel, el origen y fundamento de toda significación, las ciencias sociales la convirtieron en eco de determinaciones externas, un lugar sospechoso, fuente de engaños y enmascaramientos. La teoría bourdieuana construyó un marco comprensivo de las interacciones a través de las cuales lo social se interioriza en los individuos y logra que las estructuras objetivas concuerden parcialmente con las subjetivas. La globalización, en tanto «intensificación de las dependencias recíprocas» entre todas las sociedades (Beck, 1999), modifica los modos anteriores de configurar sujetos, las interacciones entre individuo y sociedad. Para situar quién habla y desde dónde lo hace, vuelve a ser necesario explicitar el lugar geopolítico y geocultural de la emancipación. Son significativas, en este sentido, las convergencias y divergencias al concebir la multiculturalidad en distintas regiones....


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