Resumen La buena suerte PDF

Title Resumen La buena suerte
Course Cambios Sociales Cambios Educativos E Interculturalidad
Institution Universidad de Valladolid
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RESUMEN

EL ENCUENTRO Una tarde de primavera Víctor y David, dos amigos de la infancia, se encuentran en un parque de una gran ciudad tras cincuenta años sin verse. Hablan de cómo les han ido sus vidas durante todo ese tiempo: A David no demasiado bien, ya que según contó, a pesar de haber recibido una gran herencia y haber sido rico durante un tiempo, aparecieron muchos competidores y su empresa se arruinó, con lo que perdió toda su fortuna. David pensaba que todo esto le había pasado porque la suerte no le había acompañado. Víctor le cuenta, cómo él en cambio, tras mucho esfuerzo consiguió crear un pequeño negocio y sacarlo adelante. David, al escuchar esto sólo pensaba en la suerte que había tenido su amigo, y no valoraba todo lo que había tenido que trabajar y esforzarse para que le fuera bien en la vida. Por ello Víctor, indignado, ofreció contarle una historia que su abuelo le leía de pequeño y que en muchas ocasiones le había servido para tomar decisiones importantes en su vida ya que le había enseñado a diferenciar entre la suerte y la buena suerte: La suerte no depende de uno mismo, y por eso no dura demasiado. En cambio la buena suerte sólo depende deti y por eso es la verdadera. David, tras pensárselo un poco decidió escuchar el cuento de su amigo. PRIMERA REGLA DE LA BUENA SUERTE La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende deti. La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

LA LEYENDA DEL TRÉBOL MÁGICO En un castillo de un reino desconocido vivía un mago llamado Merlín junto con muchos caballeros. Un día Merlín les propuso un duelo: encontrar el trébol mágico que daba infinita suerte en la vida. Todos los caballeros gritaron de alegría y emoción. Merlín prosiguió explicándoles en qué más consistía el duelo: el trébol iba a nacer en el bosque encantado. Al oír esto, muchos caballeros abandonaron la sala, pensando que era imposible encontrar un trébol en medio de un bosque tan extenso. Únicamente se quedaron allí dos caballeros: Nott y Sid. SEGUNDA REGLA DE LA BUENA SUERTE

Muchos son los que quieren tener buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella. Ambos caballeros decidieron ir en busca del trébol de la Buena Suerte. Hicieron su camino por separado, y al llegar al bosque también cada uno por su lado, fueron a buscar al Príncipe de la Tierra, el Gnomo, ya que era el único que podía saber dónde se encontraban las raíces del trébol. Este les dijo que era imposible que creciera un trébol en esas tierras. Nott se fue sin más preámbulos, aunque sintiendo algo de miedo por las palabras del Gnomo. En cambio Sid le preguntó cuáles debían ser las condiciones de la tierra para que pudiera crecer en ellas el trébol, a lo que el Gnomo le respondió que debía de estar oxigenada. Dicho esto, Sid se fue y eligió unos pocos palmos de tierra para renovarla y que allí creciera el trébol mágico. Aunque esto le preocupaba porque dudaba que fuera justo ese el lugar en el que el trébol fuera a nacer. TERCERA REGLA DE LA BUENA SUERTE Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias. Al día siguiente acudieron a ver a la Dama del lago para ver si les proporcionaba alguna pista. Esta, trabajaba duramente día y noche para que el lago no se desbordara: evaporaba parte del agua con ayuda de sus nenúfares cada noche. Los caballeros le preguntaron si podían crecer tréboles mágicos en aquel bosque. Y ella les contestó que era totalmente imposible. Nott se fue enfadado y pensando que Merlín les había engañado y que la suerte nunca le llegaría. Por otro lado, Sid preguntó a la Dama del lago la cantidad de agua que un trébol necesitaba para poder crecer. Esta le explicó que era necesaria agua en abundancia. Entonces Sid le propuso un trato con el que los dos saldrían beneficiados: si la dama le dejaba hacer un río a partir de su lago para conseguir agua, él conseguiría regar el trébol y ella no tendría que trabajar tanto para evaporar el agua que sobraba. La Dama del lago aceptó encantada. CUARTA REGLA DE LA BUENA SUERTE Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte. Cuando el río estuvo acabado, Sid acudió a la Secuoya, la Reina de los árboles, a la cual ya había visitado Nott con anterioridad. Este se había

marchado furioso ya que la secuoya le había dicho que no era posible que creciera un trébol allí. En cambio cuando Sid obtuvo esa respuesta, continuó indagando y averiguó que los tréboles necesitaban la misma cantidad de luz que de sombra. En cuanto supo esto, fue a su huerto y pensó que al día siguiente podaría las ramas para conseguir la luz necesaria. Pero recordó que su abuelo le dijo una vez que no dejara para mañana lo que podía hacer ese mismo día y se dispuso entonces a podar las ramas muertas de los árboles para que los rayos del sol pudieran llegar a la tierra. Sid comenzó a sentir que su misión le apasionaba y divertía, a pesar del esfuerzo que estaba realizando. QUINTA REGLA DE LA BUENA SUERTE Si “dejas para mañana” la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso… ¡Dalo hoy! Nott estaba muy decaído y se sentía engañado por Merlín, por lo que fue a ver a la madre de las Piedras, Ston, para que le confirmara la imposibilidad de que un trébol naciera en esas tierras. Esto es algo característico de las personas que piensan que no tienen suerte: buscan otras que les confirmen su forma de ver la vida. Efectivamente Ston le corroboró su temor, y Nott se consoló pensando que de todas maneras Sid tampoco podría conseguirlo. Sid tenía ya todos los factores para que el trébol creciera, pero no sabía si la tierra, el agua y la luz eran los únicos condicionantes del crecimiento de un trébol mágico. Por eso decidió subir a la cima de la montaña más alta del bosque para ver si encontraba algo que se le pudiera haber olvidado. Una vez allí, Ston, el Rey de las piedras, le dijo que el trébol mágico no podía crecer en las rocas. Sid al oír estas palabras, se dio cuenta de que no había quitado las piedras del terreno que tenia preparado para e trébol. Sin perder más tiempo acudió a su huerto y las retiró todas. SEXTA REGLA DE LA BUENA SUERTE Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias…, pero ¡imprescindibles! Esa misma noche Nott y Sid se encontraron, y cuando este último le explicó lo que había estado haciendo, Nott se burló del esfuerzo que había hecho, porque le parecía inútil, ya que estaba seguro de que era imposible que un trébol naciera en el bosque. SÉPTIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo.

A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa. Cuando Nott se durmió, la bruja Morgana y su búho le despertaron. Esta le explicó que Merlín le había engañado y les había enviado a ese bosque para que buscaran el trébol allí y mantenerles alejados del jardín del castillo, donde este iba a nacer realmente. A cambio de esta información le pidió que matara a Merlín. Nott sin pensárselo se fue con su caballo al palacio dispuesto a cumplir con su promesa. Nott calló en la trampa porque al haber perdido la fe en la suerte, sólo le interesaba comprársela al primero que se la ofreciera para así obtenerla sin esfuerzo. OCTAVA REGLA DE LA BUENA SUERTE Nadie puede vender suerte. La Buena Suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte. Más tarde, la Bruja Morgana despertó a Sid para intentar aprovecharse también de él, pero este no la escuchó: creía ciegamente en lo que le había dicho Merlín y sabía que no debía confiar en aquellos que le ofrecieran ganar mucho de forma fácil y rápida. Ya había llegado el ansiado séptimo día. Sid se despertó y esperó, pero el trébol no nacía en su pequeño huerto. Pese a ello, se sintió orgulloso de si mismo por haber hecho todo lo que creía necesario.

NOVENA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía. De pronto una brisa silenciosa hizo que miles de semillas cayeran del cielo, no sólo en su trozo de huerto sino en todo el bosque y el reino. Esta lluvia era muy habitual en aquella época del año, y por lo que él sabía, la gente pensaba que no tenía ninguna finalidad, pero estas semillas resultaron ser las de tréboles mágicos que nacieron al instante al llegar al huerto de Sid. Este se dio cuenta de que cualquiera que hubiera hecho lo mismo que él, habría conseguido el trébol de la Buena Suerte. El problema era que casi todo el mundo pensaba que no era necesario hacer casi nada para conseguirla. Sid entendió que la suerte era la suma de oportunidades y preparación, y que era algo que podía pasar a todo el mundo, si hacían algo: si creaban las condiciones para que las oportunidades salieran a la luz.

Sid volvió al castillo para enseñar los tréboles mágicos de cuatro hojas a Merlín. DÉCIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí! Por tanto: Crear circunstancias!

Buena

Suerte

únicamente

consiste

en…

¡crear

Nott llegó al palacio dispuesto a coger el trébol mágico y cumplir su promesa, pero al llegar jardín vio que estaba cubierto de losas y que en él se encontraba Merlín, que con su mirada le hizo entender que la bruja le había mentido y que él estaba al corriente de todo. Este recriminó a Nott haber elegido el camino fácil y no haber confiado en sí mismo. Merlín habló con Sid y le felicitó por todo su trabajo, por crear él mismo la Buena Suerte: había preparado las circunstancias: la tierra, el agua, la luz… y gracias a su interés, trabajo y confianza había conseguido su propósito. Tras hablar con Merlín, el caballero se percató de lo que conseguiría todo el reino si se unía y decidían crear juntos las circunstancias para que la siguiente lluvia tuviera mucho más efecto. EL NUEVO ORIGEN DE LA BUENA SUERTE. Dado que crear Buena Suerte escrear circunstancias… la Buena Suerte solamente depende de TI. A partir de hoy, ¡TÚ también puees crear Buena Suerte!

EL REENCUENTRO El cuento de Víctor había hecho efecto en la mente de su amigo David, que ahora entendía cuál había sido en realidad el causante de su desgracia y ruina, y los fallos que había cometido a lo largo de su vida.

OPINIÓN PERSONAL.

“La Buena Suerte” me ha parecido un libro que de una forma amena, te enseña una manera diferente de ver la suerte, en la que posiblemente muchos nunca nos habíamos parado a pensar. Además, lo que nos enseña es aplicable a ámbitos tan diversos como la vida laboral y profesional, o la vida privada. Tener éxito es algo que todos deseamos, aunque cada uno de una manera diferente, pero muchas veces no nos percatamos de que para ello es necesario romper la rutina, crear las circunstancias necesarias para lograr nuestro objetivo, no perder la esperanza, motivarnos de alguna manera… Y todo esto sólo se consigue con esfuerzo, un esfuerzo que se ve recompensado con creces cuando hemos conseguido lo que nos habíamos propuesto. Aunque en mi opinión, también es necesario tener en cuenta que esas circunstancias tan importantes para el proyecto, no siempre son del todo posibles crearlas ya que para ello puede ser que haya que renunciar a otras cosas. En definitiva, es un libro que recomendaría porque a través de unos personajes y un argumento sencillo, aprendes a valorar lo que normalmente llamamos “suerte” sin pararnos a pensar en lo que realmente significa....


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