Resumen La cabeza perdida de Damasceno Monteiro PDF

Title Resumen La cabeza perdida de Damasceno Monteiro
Author M Ángeles García
Course Filosofía del Derecho
Institution Universidad de Málaga
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LA CABEZA PERDIDA DE DAMASCENO MONTEIRO Manolo el Gitano vive con su mujer y su nieto en Oporto, Portugal, en unos terrenos concesionados por el Ayuntamiento. Se trata de un descampado en el que se han instalado varias familias nómadas, ya que, aunque en el pasado los gitanos gozaron de cierto reconocimiento, en la actualidad se han convertido en un problema local y sufren la hostilidad de la ciudadanía. Una mañana, cuando Manolo se levanta y sale a orinar al campo, encuentra un cadáver decapitado. Aunque no quiere ponerse directamente en contacto con la policía, lo hace a través de un confidente. Cuando la noticia sale a la luz, Firmino, un periodista de 27 años que trabaja en un periódico de Lisboa, es destinado durante un tiempo a Oporto para dedicarse íntegramente al caso. Durante ese tiempo, se hospedará en la Pensión de Doña Rosa, que es el alojamiento que le ha buscado su jefe para su estancia en la ciudad. Como primer paso de la investigación, Firmino se cita con Manolo el Gitano, que declara a cambio de una compensación económica. Gracias a la descripción que Manolo realiza del cadáver y de su ropa, Firmino obtiene un dato clave: la camiseta de la víctima se distinguía por un logotipo que pertenecía a una empresa de importación y exportación. A raíz de esta pista, y de la declaración de un testigo directo que se pone en contacto con Firmino de forma anónima, el periodista consigue identificar a la víctima y comienza a esbozar la historia. El trasfondo de la misma es un asunto de tráfico de drogas, en el que está involucrada la Guardia Nacional. Damasceno Monteiro, que así se llamaba el joven asesinado, era empleado de la empresa de importación y exportación, pero al descubrir el asunto de las drogas, intentó robar la mercancía. Fue descubierto en pleno acto por los agentes traficantes, los cuales lo detuvieron, torturaron, y asesinaron finalmente, ocultando posteriormente el cadáver en el descampado donde Manolo lo encontró, y tirando la cabeza al río. Firmino, que sigue órdenes desde Lisboa de su jefe, el director del periódico, publica sucesivas ediciones especiales sobre el caso, a medida que va descubriendo los distintos hechos relevantes. Desde el momento en que la víctima está identificada y hay presuntos culpables del asesinato, resulta necesaria la asistencia de un abogado que se constituya como acusación particular en nombre de la familia de Damasceno. Es entonces cuando Firmino, a través de Doña Rosa, la dueña de la pensión, contacta con Don Fernando, un conocido abogado de Oporto, que está dispuesto a ocuparse del caso de forma prácticamente altruista, ya que su privilegiada situación económica se lo permite.

Don Fernando procede de una familia rica, de burgueses, que durante mucho tiempo se aprovechó de “desgraciados”, como él los llama, y con los que ahora Don Fernando se siente en deuda. Con su ayuda, y utilizando el periódico como medio de difusión, Firmino consigue sacar a la luz y mostrar a la opinión pública un caso de corrupción de gran relevancia. Finalmente el caso llega a juicio, en el que los agentes presuntamente culpables niegan en todo momento la comisión de delito alguno. En sus respectivas versiones, repletas de contradicciones, el argumento fundamental se centra en que Damasceno se suicidó en un descuido de los agentes, mientras se encontraba detenido en comisaría, pero en ningún caso fue torturado ni asesinado. Esto es lo que recoge finalmente la sentencia que pone fin al caso, y que, incongruentemente, absuelve a los agentes del delito de asesinato, quedando condenados únicamente por abandono de su puesto de trabajo y ocultación de cadáver. No obstante, la aparición de un testigo ocultar de última hora permite al abogado Don Fernando solicitar la revisión del caso.

COMENTARIO CRÍTICO La pieza clave de esta obra, y a partir de la cual estructuro mi comentario, es la figura del abogado Don Fernando. En él se aprecia con claridad el fenómeno de la inversión de la conciencia de clase, propio de intelectuales que se posicionan en la parte opuesta, e intentan luchar contra las estructuras sociales. La aventajada posición económica de Don Fernando es el resultado de varios siglos de explotación por parte de su familia, que labró su riqueza a costa de los más desfavorecidos. Es por esto que el abogado Lotón, como es conocido en Oporto, se siente en deuda con todos ellos, y lucha por una “corrección tardía de la historia”. Movido por ese espíritu, siente predilección por los casos en los que se enjuicia a los más débiles, llegando a dedicarse a ellos de forma altruista. Su exquisita formación y su amplio conocimiento sobre Filosofía del Derecho, dan lugar a una interesante dialéctica entre el joven periodista y el abogado. A lo largo de estos debates, y debido a su estrecha relación con esta materia, se hace referencia obligatoria a George Lukacs en múltiples ocasiones.

George Lukacs es un filósofo húngaro, cuya principal obra es “Historia y conciencia de clase”. Es, por tanto, un buen ejemplo de intelectual influenciado notablemente por el pensamiento marxista, que estudia y analiza las estructuras sociales.

Concretamente en esta obra se aprecia esa estructura escalonada de la sociedad, dividida en clases sociales, a las que las personas parece que pertenecen, en principio, de forma irremediable y sin posibilidad de cambio. Un ejemplo de ello es el personaje de Damasceno, perteneciente a una familia mediocre y desestructurada, que intenta cometer un robo para ganar dinero e irse a vivir a Brasil. En definitiva, pretende ascender, cambiar su vida. Sin embargo, sus aspiraciones se frustran y acaba asesinado. Todo ello nos lleva a plantear el posible sentido metafórico del título de la obra: quien intenta superar su condición, pierde la cabeza, como le ocurrió a Damasceno.

De forma paralela a lo que ocurre con nuestra sociedad, jerarquizada y, en principio, inamovible, nuestro sistema jurídico se estructura de forma similar. Esa estructura es obra de Kelsen, que construye el sistema jurídico a través de normas que a su vez emanan de otras normas, hasta remitir su origen último a una norma hipotética fundamental, necesaria para poder defender la validez del Derecho. Finalmente concluye que esa estructura se corresponde con una forma piramidal, cuya cúspide está presidida por esa norma fundamental. Sin embargo, dicha norma, en lugar de ser la cumbre que cierra la pirámide, debe ser su base, su sustento. Por otro lado, la teoría de Kelsen es una teoría pura. Este jurista pretende construir un sistema jurídico depurado, evitando que el Derecho se contamine de elementos que no sean jurídicos: religiosos, políticos, etc. El problema radica en que, esa depuración tan extrema provoca la falta absoluta de contenido. De ello se han derivado consecuencias gravísimas, pues esa falta de contenido se ha suplido de muy distintas formas, sirviendo incluso la Grundnorm para justificar la aparición de regímenes totalitaristas. Por todo ello, podemos concluir que nuestra sociedad está mal construida. Y en relación con esta afirmación, es posible hacer una nueva interpretación sobre el significado del título de la obra y de la cabeza de Damasceno en sí misma considerada. Es probable que la cabeza personifique a la sociedad en su conjunto, cuya situación actual es disparatada, irracional, absurda. En definitiva, nuestra sociedad, al igual que Damasceno, también ha perdido la cabeza.

Prueba de ello es que, tal y como refleja la obra, existen instituciones públicas, cuyo cometido es velar por la seguridad de los ciudadanos y el respeto de sus derechos, y cuyos miembros, aprovechando dicha condición, anteponen sus intereses particulares a los colectivos, y abusan de su poder. De esta forma, y partiendo de una noticia real, Antonio Tabucchi introduce una crítica a la corrupción y a la pérdida de valores de nuestras instituciones públicas, cuyo descrédito se acentúa sobre todo en tiempos de crisis como los que vivimos actualmente. Un problema grave se plantea cuando los hechos cometidos por los miembros de estas instituciones acceden a los tribunales. Como podemos observar en la obra, a pesar del esfuerzo del abogado y de Firmino por esclarecer los hechos, siguiendo el método de inferencia abductiva a partir del resultado –que sería el cadáver de Damasceno-, y por probar la culpabilidad de los agentes de la Guardia Nacional, finalmente sus actos quedan impunes. De todo ello se deriva una sentencia incongruente, que no alcanza la verdad material de lo ocurrido ni castiga conforme a lo mismo, sino que, a falta de pruebas más contundentes que un simple testigo, además amigo de la víctima, se protege la credibilidad y buena imagen del cuerpo de la Guardia Nacional. No obstante, teniendo en cuenta que la obra tiene un final abierto, me tomo la libertad de idear mi propio final y presumir que la declaración del testigo ocular que Don Fernando encuentra un tiempo después del juicio es suficiente para que se estime la revisión del caso, y finalmente se haga justicia....


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